Javier Paz García
Luego de una instructiva introducción semántica sobre ética el señor Abraham Enders en su nota “La valoración ética” (El Deber, 22/04/09) comete tergiversaciones e imprecisiones sobre un artículo mío (Liberalismo contra socialismo: una valoración ética, El Deber, 14/04/09) por las que debo replicar.
Primero, en mi artículo digo que “los socialistas tienen una visión mesiánica de sí mismos” Sin embargo Enders escribe: “… el Sr. Paz, construyendo, en sus propias palabras, “una visión mesiánica de una moralidad superior”: la ética liberal por sobre la socialista.” Es decir Enders me imputa una cita que no escribí y además tergiversa mis palabras cuando afirma que atribuyo la visión mesiánica a la ética liberal, cuando en realidad lo hago a los socialistas.
Segundo, Enders se “sorprende (de) la inclusión de Torquemada, el inquisidor del siglo XVI, entre los socialistas”. Tal vez su sorpresa se deba a un intento de tergiversación o simplemente a que no sabe leer, ya que en ningún momento afirmo que Torquemada fue socialista, sino que encaja en el perfil de líder mesiánico. Es cierto que incluyo a Torquemada en una lista en la que figuran notables socialistas, lo que puede llevar a un lector descuidado a cometer el error de Enders.
Enders afirma: “que el Estado intervenga en asuntos tales como las creencias religiosas es una praxis de muy antigua data… que la ética liberal del siglo XIX y sus prohombres nunca intentaron desmantelar”. Semejante afirmación muestra un desconocimiento aparentemente absoluto de la materia en la cual mi crítico decidió voluntariamente embarcarse. Y para probarlo cito un fragmento de la 1er enmienda de la Constitución de los Estados Unidos: “El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades”. Podemos citar a John Locke, David Hume o Adam Smith como ejemplos adicionales que desacreditan la afirmación de Enders. Por ejemplo Locke (1632-1704) inicia su ensayo “Toleración A” con estas palabras: “Creo que los clérigos deberían, como los embajadores, tratar de suplicar, convencer, y persuadir a los hombres sobre la verdad en vez de solicitar al magistrado a forzarlos a su creencia”. La libertad de religión y de expresión eran centrales para estos pensadores; sus numerosos tratados sobre tolerancia, ética, gobierno y religión lo atestiguan sobradamente e influyeron en todo el mundo para que en los siglos posteriores (incluido el XIX) los Estados no persigan o castiguen a quienes no profesaran la religión oficial. Y si quiere ejemplos específicos del siglo XIX le recomiendo leer a Alexis de Tocqueville o Juan Bautista Alberdi.
Enders también afirma que “la ética liberal de las últimas dos décadas ha llevado a la práctica la desintegración de toda forma de solidaridad y armonía”. Ésta es una opinión subjetiva para la cual Enders no aporta ninguna sustentación. Yo podría rebatirla afirmando por ejemplo que los estadounidenses tienen uno de los más altos niveles de donación per cápita (excluyendo las donaciones del gobierno de EEUU) y que podemos encontrar muchos ejemplos de solidaridad entre los bolivianos. O podría disertar, si el espacio me lo permitiera, sobre cómo el socialismo, al transferir al Estado responsabilidades que le corresponden al individuo, termina socavando el sentido de responsabilidad del mismo como también el de solidaridad.
La Paz, 29/04/09
miércoles, 29 de abril de 2009
jueves, 23 de abril de 2009
Ropa usada: economía y dignidad
Javier Paz García
La ropa usada debido a su bajo precio, beneficia a los consumidores y perjudica a los productores nacionales de ropa. Quien compra la camisa usada de 5 pesos es comparativamente 25 pesos más rico de lo que sería si hubiera comprado la camisa nueva de 30. En un país con tantos pobres como Bolivia, esta diferencia no es trivial. Los bajos precios de la ropa usada alivian un poco la economía de las clases más bajas cuyas familias pueden abrigarse bien sin tener que sacrificar la leche de los hijos; en las clases medias, jóvenes profesionales, secretarias y personal de oficina pueden adquirir ropa adecuada para asistir al trabajo sin que ello resulte en un gasto oneroso. Prohibir la ropa usada beneficia a los productores nacionales a costa de empobrecer a los consumidores de ropa usada, que en Bolivia vienen a ser muchos.
Es cierto que permitir la ropa usada causa en el corto plazo una pérdida de empleos al sector de textiles, pero también es cierto que prohibirla causa una pérdida de empleos en el sector importador de ropa usada. En el largo plazo los desempleados encuentran empleos en otros sectores de la economía (minería, agricultura, albañilería, etc.). En realidad, ante la invasión de la ropa usada, los productores nacionales tendrían que cambiar el enfoque de su producción hacia la exportación y hacia sectores con altos ingresos en el país. Sobre esto debemos admitir la dificultad de los productores, con un gobierno que cierra mercados y que aparentemente solo está interesado en relaciones con Venezuela y Cuba.
Tal vez el argumento más convincente desde el punto de vista puramente económico para prohibir la ropa usada es que ésta equivale a una forma de “dumping”, aunque estrictamente no lo es.
Con respecto a la dignidad (uno de los argumentos para prohibir la ropa usada y el más canalla de todos), el análisis es puramente subjetivo. Un rico y un pobre, un importador de ropa y un productor, un modista y un campesino van a tener diferentes definiciones de dignidad. Por supuesto que el productor de ropa dirá que usar calzoncillos usados es indigno, aunque en mi opinión semejante aseveración está guiada por intereses propios, más que por la preocupación sobre la dignidad del prójimo. Creo que cada individuo debe decidir por su cuenta lo que considera digno, y no creo que personas ajenas deban decir por otros en tales temas. Al final de cuentas, creo que un padre que puede comprarle una chompa usada a su bebé y darle su vaso de leche es preferible a uno que tiene que elegir entre la chompa y la leche; prohibir la ropa usada, significará para algunos (sospecho que para muchos) tener esta disyuntiva. Lo que sí considero indigno es que el gobierno o un gremio particular, me usurpen a mí y a miles de bolivianos nuestra potestad de decidir sobre nuestra propia dignidad. Si los funcionarios del gobierno y los productores de ropa usada consideran indigno usar ropa usada, pues no la usen, pero no pretendan imponernos “su dignidad” (que no es más que su propio interés) mediante una prohibición. Para quienes nos preocupa la pobreza y quisiéramos que sea paliada y eventualmente superada, existen pocos argumentos para justificar la prohibición de la ropa usada. Lo más indigno de todo esto es que nos restrinjan la libertad de elegir en nombre de nuestra dignidad.
La Paz, 22/04/09
La ropa usada debido a su bajo precio, beneficia a los consumidores y perjudica a los productores nacionales de ropa. Quien compra la camisa usada de 5 pesos es comparativamente 25 pesos más rico de lo que sería si hubiera comprado la camisa nueva de 30. En un país con tantos pobres como Bolivia, esta diferencia no es trivial. Los bajos precios de la ropa usada alivian un poco la economía de las clases más bajas cuyas familias pueden abrigarse bien sin tener que sacrificar la leche de los hijos; en las clases medias, jóvenes profesionales, secretarias y personal de oficina pueden adquirir ropa adecuada para asistir al trabajo sin que ello resulte en un gasto oneroso. Prohibir la ropa usada beneficia a los productores nacionales a costa de empobrecer a los consumidores de ropa usada, que en Bolivia vienen a ser muchos.
Es cierto que permitir la ropa usada causa en el corto plazo una pérdida de empleos al sector de textiles, pero también es cierto que prohibirla causa una pérdida de empleos en el sector importador de ropa usada. En el largo plazo los desempleados encuentran empleos en otros sectores de la economía (minería, agricultura, albañilería, etc.). En realidad, ante la invasión de la ropa usada, los productores nacionales tendrían que cambiar el enfoque de su producción hacia la exportación y hacia sectores con altos ingresos en el país. Sobre esto debemos admitir la dificultad de los productores, con un gobierno que cierra mercados y que aparentemente solo está interesado en relaciones con Venezuela y Cuba.
Tal vez el argumento más convincente desde el punto de vista puramente económico para prohibir la ropa usada es que ésta equivale a una forma de “dumping”, aunque estrictamente no lo es.
Con respecto a la dignidad (uno de los argumentos para prohibir la ropa usada y el más canalla de todos), el análisis es puramente subjetivo. Un rico y un pobre, un importador de ropa y un productor, un modista y un campesino van a tener diferentes definiciones de dignidad. Por supuesto que el productor de ropa dirá que usar calzoncillos usados es indigno, aunque en mi opinión semejante aseveración está guiada por intereses propios, más que por la preocupación sobre la dignidad del prójimo. Creo que cada individuo debe decidir por su cuenta lo que considera digno, y no creo que personas ajenas deban decir por otros en tales temas. Al final de cuentas, creo que un padre que puede comprarle una chompa usada a su bebé y darle su vaso de leche es preferible a uno que tiene que elegir entre la chompa y la leche; prohibir la ropa usada, significará para algunos (sospecho que para muchos) tener esta disyuntiva. Lo que sí considero indigno es que el gobierno o un gremio particular, me usurpen a mí y a miles de bolivianos nuestra potestad de decidir sobre nuestra propia dignidad. Si los funcionarios del gobierno y los productores de ropa usada consideran indigno usar ropa usada, pues no la usen, pero no pretendan imponernos “su dignidad” (que no es más que su propio interés) mediante una prohibición. Para quienes nos preocupa la pobreza y quisiéramos que sea paliada y eventualmente superada, existen pocos argumentos para justificar la prohibición de la ropa usada. Lo más indigno de todo esto es que nos restrinjan la libertad de elegir en nombre de nuestra dignidad.
La Paz, 22/04/09
viernes, 17 de abril de 2009
Lo que Evo le debe a Goni
Javier Paz García
No es mi intención en este artículo defender a Gonzalo Sánchez de Lozada, pero creo conveniente hacer resaltar algunas de sus políticas (buenas y malas) que tienen como denominador común el haber contribuido al auge y a la popularidad del actual mandatario Evo Morales.
Comencemos con la participación popular. Esta medida descentralizó parcialmente el poder y permitió la profundización de la democracia, empoderando a las comunidades y pueblos indígenas y distribuyendo recursos públicos a las poblaciones más remotas del país para que sean administrados por sus mismos pobladores. La participación popular le dio importancia y vitalidad a los municipios, prueba de ello es la explosión municipal que vivió el país, donde antes de 1994 solo existían 24 municipios mientras que ahora hay más de 300. Es gracias a la ley de participación popular, creada durante la primera administración de Goni, que los municipios empiezan a tener un peso político propio. Y es gracias (en parte) al control de los municipios del trópico cochabambino por parte del MAS que el MAS y Evo Morales logran posicionarse como una fuerza política.
Goni crea el Bonosol, Hugo Banzer le cambia el nombre a Bolivida, y Evo, imitando a Hugo Banzer vuelve a cambiarle el nombre a Renta Dignidad. Hoy la Renta Dignidad es una de las banderas electorales del masismo.
La capitalización es otra de las políticas por las que Evo está en deuda con Goni. Los bolivianos podemos tener posiciones diferentes sobre la capitalización como concepto, yo personalmente creo que era una buena idea. Sin embargo también creo, como la mayoría de los bolivianos, que el proceso de capitalización estuvo manchado de una corrupción espantosa por la cual Goni y su ministro Revollo deberían responder ante la justicia. La corrupción del proceso le permitió a Evo abanderar un discurso nacionalista que lo catapultó como defensor de los recursos naturales del país. Es cierto que existió corrupción, pero aun así, ninguna persona seria puede negar que la capitalización trajo inversiones al país, las cuales convirtieron a Bolivia en una potencia gasífera y le dieron al gobierno de Evo Morales los mayores ingresos fiscales de cualquier administración en la historia del país. Si Evo tuvo plata para botar durante los últimos tres años, se lo debe a la inversión que trajo la capitalización del gobierno de Goni.
Me parece totalmente legítimo que Evo haya despotricado contra Goni por la corrupción en el proceso de capitalización, porque es precisamente éste el rol de una buena oposición: criticar las malas políticas del gobierno de turno. Sin embargo me parece deshonesto que se atribuya méritos ajenos como son el Bonosol, la bonanza económica o el superávit fiscal.
La participación popular le dio a Evo los medios para consolidar su proyecto político, pero el mérito sigue siendo de Evo y el MAS y hay que felicitarlos por ello; la capitalización le dio la propaganda para catapultarse a nivel nacional y de nuevo debemos reconocer el arduo trabajo de Evo para abanderar el tema; Goni también le dio el Bonosol y Evo ahora actúa como usurpador, cambiándole de nombre y atribuyéndoselo, lo cual es condenable; y finalmente vivió (y se atribuyó como mérito suyo) una bonanza económica gracias a las inversiones de hace una década, inversiones que él execra, lo cual es hipócrita.
La Paz, 16/04/09
No es mi intención en este artículo defender a Gonzalo Sánchez de Lozada, pero creo conveniente hacer resaltar algunas de sus políticas (buenas y malas) que tienen como denominador común el haber contribuido al auge y a la popularidad del actual mandatario Evo Morales.
Comencemos con la participación popular. Esta medida descentralizó parcialmente el poder y permitió la profundización de la democracia, empoderando a las comunidades y pueblos indígenas y distribuyendo recursos públicos a las poblaciones más remotas del país para que sean administrados por sus mismos pobladores. La participación popular le dio importancia y vitalidad a los municipios, prueba de ello es la explosión municipal que vivió el país, donde antes de 1994 solo existían 24 municipios mientras que ahora hay más de 300. Es gracias a la ley de participación popular, creada durante la primera administración de Goni, que los municipios empiezan a tener un peso político propio. Y es gracias (en parte) al control de los municipios del trópico cochabambino por parte del MAS que el MAS y Evo Morales logran posicionarse como una fuerza política.
Goni crea el Bonosol, Hugo Banzer le cambia el nombre a Bolivida, y Evo, imitando a Hugo Banzer vuelve a cambiarle el nombre a Renta Dignidad. Hoy la Renta Dignidad es una de las banderas electorales del masismo.
La capitalización es otra de las políticas por las que Evo está en deuda con Goni. Los bolivianos podemos tener posiciones diferentes sobre la capitalización como concepto, yo personalmente creo que era una buena idea. Sin embargo también creo, como la mayoría de los bolivianos, que el proceso de capitalización estuvo manchado de una corrupción espantosa por la cual Goni y su ministro Revollo deberían responder ante la justicia. La corrupción del proceso le permitió a Evo abanderar un discurso nacionalista que lo catapultó como defensor de los recursos naturales del país. Es cierto que existió corrupción, pero aun así, ninguna persona seria puede negar que la capitalización trajo inversiones al país, las cuales convirtieron a Bolivia en una potencia gasífera y le dieron al gobierno de Evo Morales los mayores ingresos fiscales de cualquier administración en la historia del país. Si Evo tuvo plata para botar durante los últimos tres años, se lo debe a la inversión que trajo la capitalización del gobierno de Goni.
Me parece totalmente legítimo que Evo haya despotricado contra Goni por la corrupción en el proceso de capitalización, porque es precisamente éste el rol de una buena oposición: criticar las malas políticas del gobierno de turno. Sin embargo me parece deshonesto que se atribuya méritos ajenos como son el Bonosol, la bonanza económica o el superávit fiscal.
La participación popular le dio a Evo los medios para consolidar su proyecto político, pero el mérito sigue siendo de Evo y el MAS y hay que felicitarlos por ello; la capitalización le dio la propaganda para catapultarse a nivel nacional y de nuevo debemos reconocer el arduo trabajo de Evo para abanderar el tema; Goni también le dio el Bonosol y Evo ahora actúa como usurpador, cambiándole de nombre y atribuyéndoselo, lo cual es condenable; y finalmente vivió (y se atribuyó como mérito suyo) una bonanza económica gracias a las inversiones de hace una década, inversiones que él execra, lo cual es hipócrita.
La Paz, 16/04/09
miércoles, 8 de abril de 2009
Liberalismo vs. Socialismo: una valoración ética
Javier Paz García
Es generalmente entendido que quienes propugnan una línea liberal de pensamiento consideran que la libertad es el mayor tesoro del ser humano, mientras que quienes simpatizan con líneas socialistas de pensamiento, consideran que la igualdad entre seres humanos debe ser un fin del accionar de hombres y gobiernos.
Debemos admitir que ambas líneas de pensamiento buscan el mejoramiento y el bienestar humano; sin embargo las implicancias de ambas posturas son diametralmente opuestas. El liberalismo es esencialmente filantrópico: cree que el ser humano no necesita de fuerzas coercitivas para practicar valores éticos como el respeto, la tolerancia o la solidaridad.
En cambio, el socialismo nace de una visión misantrópica del ser humano: el hombre libre es incapaz de conductas éticas y ante la falta de fuerzas coercitivas moralizantes, es guiado por el egoísmo hedonista. Los hombres son malos y egoístas, por lo tanto si los dejamos a su libre albedrío producen sociedades malas y egoístas. Por ello los socialistas tienen una visión mesiánica de si mismos: solo personas con una moralidad superior al común de los hombres pueden poner orden a la sociedad y devolverle un sentido ético. Personajes como Tomás de Torquemada, Vladimir Lenin o Adolfo Hitler en el pasado y Fidel Castro, Hugo Chávez o Evo Morales en tiempos más recientes encajan en este perfil del líder mesiánico, éticamente superior al resto de la población y encomendado (¿por quién?) a reformar a una sociedad en decadencia.
Y por supuesto el medio para reformar esa sociedad mala es generalmente la violencia y la supresión de la libertad.
El liberal no juzga las preferencias de otros, sin que eso signifique que él mismo no tenga fuertes preferencias y valores propios. El católico liberal vive su fe y no encuentra ningún problema en que otros practiquen otras creencias; el católico socialista cree que todos deberían ser católicos y socialistas. El ateo liberal cree que la única forma de imponer sus creencias es mediante la razón; el ateo socialista cree que el Estado debe eliminar la religión por ser el opio del pueblo. Un liberal puede perfectamente admitir el derecho de otros a practicar la prostitución o a consumir drogas, aunque él mismo no lo haga y tenga fuertes objeciones éticas respecto a estas prácticas.
El socialista en cambio, quiere imponer su visión ética a toda una sociedad, aunque sea por la fuerza y lo que para él es malo, debe ser prohibido y castigado por el Estado.
Finalmente, el socialista cree que la persona común es idiota, no sabe lo que quiere, no sabe lo que es bueno o malo y hay que tratarla como un niño. Por ello por dar un ejemplo, para el socialista, el Estado debe obligar a los ciudadanos a ahorrar en fondos de pensiones manejados por el Estado, porque el ciudadano común, irresponsable como es, no puede ahorrar por su cuenta ni prever para el futuro.
El liberal no niega que hay idiotas e irresponsables en este mundo (un ejemplo son los socialistas mesiánicos), sin embargo considera que el ser humano, como persona libre, debe responsabilizarse de sus acciones. Por ello, para el liberal, el Estado no debería interferir en decisiones que son estrictamente personales como ser la creencia religiosa o la decisión de ahorrar para el futuro.
La Paz, 08/04/09
Es generalmente entendido que quienes propugnan una línea liberal de pensamiento consideran que la libertad es el mayor tesoro del ser humano, mientras que quienes simpatizan con líneas socialistas de pensamiento, consideran que la igualdad entre seres humanos debe ser un fin del accionar de hombres y gobiernos.
Debemos admitir que ambas líneas de pensamiento buscan el mejoramiento y el bienestar humano; sin embargo las implicancias de ambas posturas son diametralmente opuestas. El liberalismo es esencialmente filantrópico: cree que el ser humano no necesita de fuerzas coercitivas para practicar valores éticos como el respeto, la tolerancia o la solidaridad.
En cambio, el socialismo nace de una visión misantrópica del ser humano: el hombre libre es incapaz de conductas éticas y ante la falta de fuerzas coercitivas moralizantes, es guiado por el egoísmo hedonista. Los hombres son malos y egoístas, por lo tanto si los dejamos a su libre albedrío producen sociedades malas y egoístas. Por ello los socialistas tienen una visión mesiánica de si mismos: solo personas con una moralidad superior al común de los hombres pueden poner orden a la sociedad y devolverle un sentido ético. Personajes como Tomás de Torquemada, Vladimir Lenin o Adolfo Hitler en el pasado y Fidel Castro, Hugo Chávez o Evo Morales en tiempos más recientes encajan en este perfil del líder mesiánico, éticamente superior al resto de la población y encomendado (¿por quién?) a reformar a una sociedad en decadencia.
Y por supuesto el medio para reformar esa sociedad mala es generalmente la violencia y la supresión de la libertad.
El liberal no juzga las preferencias de otros, sin que eso signifique que él mismo no tenga fuertes preferencias y valores propios. El católico liberal vive su fe y no encuentra ningún problema en que otros practiquen otras creencias; el católico socialista cree que todos deberían ser católicos y socialistas. El ateo liberal cree que la única forma de imponer sus creencias es mediante la razón; el ateo socialista cree que el Estado debe eliminar la religión por ser el opio del pueblo. Un liberal puede perfectamente admitir el derecho de otros a practicar la prostitución o a consumir drogas, aunque él mismo no lo haga y tenga fuertes objeciones éticas respecto a estas prácticas.
El socialista en cambio, quiere imponer su visión ética a toda una sociedad, aunque sea por la fuerza y lo que para él es malo, debe ser prohibido y castigado por el Estado.
Finalmente, el socialista cree que la persona común es idiota, no sabe lo que quiere, no sabe lo que es bueno o malo y hay que tratarla como un niño. Por ello por dar un ejemplo, para el socialista, el Estado debe obligar a los ciudadanos a ahorrar en fondos de pensiones manejados por el Estado, porque el ciudadano común, irresponsable como es, no puede ahorrar por su cuenta ni prever para el futuro.
El liberal no niega que hay idiotas e irresponsables en este mundo (un ejemplo son los socialistas mesiánicos), sin embargo considera que el ser humano, como persona libre, debe responsabilizarse de sus acciones. Por ello, para el liberal, el Estado no debería interferir en decisiones que son estrictamente personales como ser la creencia religiosa o la decisión de ahorrar para el futuro.
La Paz, 08/04/09
viernes, 3 de abril de 2009
Reivindicación del pensamiento liberal
Javier Paz García
Mi querido amigo Enrique Fernández se queja continuamente del “reduccionismo económico” que sufre el pensamiento liberal; yo estoy plenamente de acuerdo con él. Hoy se discute el liberalismo casi exclusivamente en términos de políticas económicas y para muchos, ser liberal es sinónimo de apoyar a los ricos en detrimento de los pobres, incluso asociando al liberalismo con gobiernos dictatoriales, el racismo o el clasismo; nada más lejos de la verdad.
Los fundamentos del liberalismo son la dignidad de todo ser humano, la libertad individual, la tolerancia y el respeto. De hecho, el pensamiento liberal nace como una crítica a los sistemas monárquicos y aristocráticos con derechos diferenciados entre los ciudadanos. Por ejemplo, en el siglo XVII John Locke, considerado el padre del liberalismo, escribe su Primer Tratado sobre Gobierno, donde hace una crítica a la noción de que los reyes eran enviados de Dios y por tanto superiores a los demás y más bien sostiene que los reyes deben estar al servicio del pueblo y si son tiranos, el pueblo tiene el derecho de removerlos, incluso mediante la revolución.
La libertad y la dignidad de todo ser humano es la esencia del liberalismo; por ello, la tolerancia y el respeto son centrales en la concepción liberal: homosexuales, heterosexuales, mujeres, hombres, negros, indios, blancos, pobres, ricos, ateos, cristianos, judíos o musulmanes tienen los mismos derechos y se deben respeto y tolerancia los unos a los otros. En este sentido, el pensamiento liberal propugna un compromiso con la tolerancia sin parangón.
Por otro lado, conceptos tales como que las leyes deben estar por encima de las personas, incluso que los reyes; que el poder del gobierno debe ser limitado y desconcentrado; que los gobiernos deben respetar la libertad de credo y de expresión; que todas las personas deben gozar de ciertos derechos fundamentales, sin importar su raza, credo, género o posición económica son conceptos puramente liberales.
La democracia moderna donde todos los ciudadanos tienen el derecho a elegir a sus gobernantes es fruto de las ideas liberales.
El liberalismo, como su nombre lo indica, es una línea de pensamiento que valora por sobre todo la libertad individual en el marco de la tolerancia y el respeto entre unos y otros. Denostar el liberalismo es análogo a exaltar las virtudes del fascismo y el comunismo. Reducirlo a su aspecto económico es análogo a mirar solamente el borde de la moneda.
La Paz 03/04/09
Mi querido amigo Enrique Fernández se queja continuamente del “reduccionismo económico” que sufre el pensamiento liberal; yo estoy plenamente de acuerdo con él. Hoy se discute el liberalismo casi exclusivamente en términos de políticas económicas y para muchos, ser liberal es sinónimo de apoyar a los ricos en detrimento de los pobres, incluso asociando al liberalismo con gobiernos dictatoriales, el racismo o el clasismo; nada más lejos de la verdad.
Los fundamentos del liberalismo son la dignidad de todo ser humano, la libertad individual, la tolerancia y el respeto. De hecho, el pensamiento liberal nace como una crítica a los sistemas monárquicos y aristocráticos con derechos diferenciados entre los ciudadanos. Por ejemplo, en el siglo XVII John Locke, considerado el padre del liberalismo, escribe su Primer Tratado sobre Gobierno, donde hace una crítica a la noción de que los reyes eran enviados de Dios y por tanto superiores a los demás y más bien sostiene que los reyes deben estar al servicio del pueblo y si son tiranos, el pueblo tiene el derecho de removerlos, incluso mediante la revolución.
La libertad y la dignidad de todo ser humano es la esencia del liberalismo; por ello, la tolerancia y el respeto son centrales en la concepción liberal: homosexuales, heterosexuales, mujeres, hombres, negros, indios, blancos, pobres, ricos, ateos, cristianos, judíos o musulmanes tienen los mismos derechos y se deben respeto y tolerancia los unos a los otros. En este sentido, el pensamiento liberal propugna un compromiso con la tolerancia sin parangón.
Por otro lado, conceptos tales como que las leyes deben estar por encima de las personas, incluso que los reyes; que el poder del gobierno debe ser limitado y desconcentrado; que los gobiernos deben respetar la libertad de credo y de expresión; que todas las personas deben gozar de ciertos derechos fundamentales, sin importar su raza, credo, género o posición económica son conceptos puramente liberales.
La democracia moderna donde todos los ciudadanos tienen el derecho a elegir a sus gobernantes es fruto de las ideas liberales.
El liberalismo, como su nombre lo indica, es una línea de pensamiento que valora por sobre todo la libertad individual en el marco de la tolerancia y el respeto entre unos y otros. Denostar el liberalismo es análogo a exaltar las virtudes del fascismo y el comunismo. Reducirlo a su aspecto económico es análogo a mirar solamente el borde de la moneda.
La Paz 03/04/09
martes, 24 de marzo de 2009
La libertad de Sen
Javier Paz García
En su libro Desarrollo y Libertad (Development as Freedom) Amartya Sen (premio Nobel de Economía 1998) nos ofrece una forma novedosa de definir el desarrollo “como un proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos. En este enfoque, se considera que la expansión de la libertad es 1) el fin primordial y 2) el medio principal del desarrollo”.
Para Sen la libertad individual es una parte “constitutiva” o fin primordial del desarrollo. Es decir, la libertad de poder expresarse libremente, participar activamente en procesos políticos o participar en los mercados es intrínsecamente valiosa, aunque tal libertad no contribuyese en nada a aumentar la riqueza material de un país. Por ejemplo, evaluando el desarrollo desde esta perspectiva, si imaginamos dos países exactamente iguales en cuanto a su nivel de riqueza, pero un país tiene un régimen autoritario, donde no existen derechos políticos y se censura la libre expresión y el otro país es una democracia, entonces los ciudadanos en el segundo país tienen más libertad, gozan de una mayor calidad de vida y por ende el segundo país tiene un nivel de desarrollo superior al primero.
Sen también atribuye un rol “instrumental” a la libertad. Es decir, la libertad también es vital para el desarrollo entendido en su sentido tradicional (incremento de la riqueza material). La base principal para sustentar este argumento, es la evidencia empírica: los países que menos reprimen a sus ciudadanos, que les permiten participar en los procesos políticos, que intervienen poco en los mercados, son precisamente los países que alcanzan los mayores niveles de crecimiento y riqueza material.
Para Sen “[e]l desarrollo depende totalmente de la libre agencia de los individuos”. El motor del desarrollo es la creatividad e iniciativa de las personas que viven en una sociedad libre y abierta. Un Estado intrusivo y dominante coarta esa creatividad y frena el proceso de desarrollo y libertad en sus componentes instrumental y constitutivo.
Con respecto a los mercados, Sen dice: “Estar genéricamente en contra de los mercados sería casi tan raro como estar genéricamente en contra de las conversaciones entre los individuos… La libertad para intercambiar palabras, bienes o regalos no necesita una justificación defensiva basada en sus efectos favorables, aunque distantes; forma parte del modo en que los seres humanos viven en sociedad y se interrelacionan (a menos que se les impida por ley o por decreto)”.
Sen es crítico de los Estados autoritarios y antidemocráticos por limitar las libertades de los individuos y por ende el desarrollo de los mismos; sin embargo otorga a los Estados democráticos un rol importante en la expansión de las libertades y el desarrollo. Para Sen una limitante de la libertad es la pobreza extrema y la falta de acceso a servicios sociales como la salud y la educación. El Estado puede hacer un aporte valiosísimo para paliar la pobreza extrema y brindar acceso a estos servicios para quienes no pueden hacerlo por sus propios medios.
La violación de los derechos humanos o políticos, la violencia y la inestabilidad social, la pobreza extrema, la falta de libertad económica, la corrupción y la violencia por parte del Estado reducen el desarrollo tanto porque disminuyen la calidad de vida en el presente, como también disminuyen las posibilidades de crecimiento, generación de riqueza y reducción de la pobreza en el futuro.
La Paz, 22/03/09
En su libro Desarrollo y Libertad (Development as Freedom) Amartya Sen (premio Nobel de Economía 1998) nos ofrece una forma novedosa de definir el desarrollo “como un proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos. En este enfoque, se considera que la expansión de la libertad es 1) el fin primordial y 2) el medio principal del desarrollo”.
Para Sen la libertad individual es una parte “constitutiva” o fin primordial del desarrollo. Es decir, la libertad de poder expresarse libremente, participar activamente en procesos políticos o participar en los mercados es intrínsecamente valiosa, aunque tal libertad no contribuyese en nada a aumentar la riqueza material de un país. Por ejemplo, evaluando el desarrollo desde esta perspectiva, si imaginamos dos países exactamente iguales en cuanto a su nivel de riqueza, pero un país tiene un régimen autoritario, donde no existen derechos políticos y se censura la libre expresión y el otro país es una democracia, entonces los ciudadanos en el segundo país tienen más libertad, gozan de una mayor calidad de vida y por ende el segundo país tiene un nivel de desarrollo superior al primero.
Sen también atribuye un rol “instrumental” a la libertad. Es decir, la libertad también es vital para el desarrollo entendido en su sentido tradicional (incremento de la riqueza material). La base principal para sustentar este argumento, es la evidencia empírica: los países que menos reprimen a sus ciudadanos, que les permiten participar en los procesos políticos, que intervienen poco en los mercados, son precisamente los países que alcanzan los mayores niveles de crecimiento y riqueza material.
Para Sen “[e]l desarrollo depende totalmente de la libre agencia de los individuos”. El motor del desarrollo es la creatividad e iniciativa de las personas que viven en una sociedad libre y abierta. Un Estado intrusivo y dominante coarta esa creatividad y frena el proceso de desarrollo y libertad en sus componentes instrumental y constitutivo.
Con respecto a los mercados, Sen dice: “Estar genéricamente en contra de los mercados sería casi tan raro como estar genéricamente en contra de las conversaciones entre los individuos… La libertad para intercambiar palabras, bienes o regalos no necesita una justificación defensiva basada en sus efectos favorables, aunque distantes; forma parte del modo en que los seres humanos viven en sociedad y se interrelacionan (a menos que se les impida por ley o por decreto)”.
Sen es crítico de los Estados autoritarios y antidemocráticos por limitar las libertades de los individuos y por ende el desarrollo de los mismos; sin embargo otorga a los Estados democráticos un rol importante en la expansión de las libertades y el desarrollo. Para Sen una limitante de la libertad es la pobreza extrema y la falta de acceso a servicios sociales como la salud y la educación. El Estado puede hacer un aporte valiosísimo para paliar la pobreza extrema y brindar acceso a estos servicios para quienes no pueden hacerlo por sus propios medios.
La violación de los derechos humanos o políticos, la violencia y la inestabilidad social, la pobreza extrema, la falta de libertad económica, la corrupción y la violencia por parte del Estado reducen el desarrollo tanto porque disminuyen la calidad de vida en el presente, como también disminuyen las posibilidades de crecimiento, generación de riqueza y reducción de la pobreza en el futuro.
La Paz, 22/03/09
lunes, 16 de marzo de 2009
Razones para despenalizar la coca y la cocaína
Javier Paz García
Seguramente son pocas las ideas en las que Evo Morales y mi persona podemos estar de acuerdo. Sin embargo concuerdo con él (por razones diferentes) en que el mundo entero debería despenalizar la coca. De hecho voy aun más allá y creo que el mundo también debería despenalizar la cocaína. Las razones para sostener esta posición, poco popular en mi país (excepto entre narcotraficantes, drogadictos y productores de coca, gremios a los que no pertenezco), nacen primeramente por un principio liberal: ningún gobierno debería decirle a los ciudadanos que pueden o no pueden consumir. Si a mi me gusta comer chocolates, masticar chicles, beber whisky, fumar cigarrillos, acullicar coca o inhalar cocaína, pues como persona adulta y dueña de mi mismo, creo tener el derecho a hacerlo.
Pero también existen motivos prácticos para defender la legalización de la cocaína y de todas las drogas. Primero, la guerra contra las drogas es costosa e inefectiva. Cualquier persona puede conseguir cualquier droga, en cualquier país del mundo. Esto es una muestra de los pobres resultados de una guerra con altísimos costos económicos, sociales y políticos.
La despenalización de la coca y la cocaína acabaría totalmente con la corrupción y la violencia que la penalización genera. La cocaína legalizada generaría tanta corrupción y compra de consciencias como hoy la generan el comercio de papas, viagras, cigarrillos, vinos o quesos. Sobre la defensa de la coca por parte de Evo Morales, el excelente articulista Humberto Vacaflor decía en una nota reciente: “Más de un experto de Viena tenía en mente, con toda seguridad, el estado de guerra en que vive México en estos días por culpa de la hojita, los ejércitos de mercenarios que mantiene en Colombia y Perú, además de los esclavos sindicalizados con que cuenta en Bolivia”. Lo cierto es que no es “la hojita” la culpable de las calamidades que él nombra, sino su penalización. Al Capone y el crimen organizado de los años 20 en Estados Unidos nunca hubieran surgido si ese país no hubiera prohibido los licores; y el día que revocaron esa prohibición, se acabó la violencia y corrupción que generaba el “tráfico ilegal” de licores. Si hoy el mundo criminaliza la cebada y el whisky, mañana Escocia se convertirá en un campo de batalla similar o peor al mejicano, boliviano o colombiano. Sin la criminalización de la cocaína posiblemente no hubieran existido personajes como Pablo Escobar o Evo Morales que han aterrorizado a sus países causando muertes, bloqueos de caminos, “esclavos sindicalizados” y otras formas de violencia. Sin la criminalización de la cocaína el mundo podría destinar los millones de millones de dólares que actualmente usa para actividades represivas y violentas, en campañas de prevención y rehabilitación, formas pacíficas y no coercitivas de luchar contra este vicio.
Existen miles de muertos debido a la violencia que causa la producción y el tráfico de drogas, tanto por las actividades represivas llevadas a cabo por los gobiernos, como por las disputas entre carteles y pandillas en todo el mundo. Si se despenalizara el tráfico y el consumo de drogas, en poco tiempo se acabaría este tipo de violencia. Sin la penalización de la cocaína, las FARC tendrían que sembrar sorgo, girasol o el cultivo mejor cotizado en la Bolsa de Rosario. Tal vez las FARC ya hubieran desaparecido. Tal vez no estuviéramos preocupados sobre un resurgimiento de Sendero Luminoso.
La despenalización de las drogas protegería al medio ambiente, ya que se acabarían las fábricas clandestinas y los productores se regirían a las leyes medio ambientales.
Incluso es posible argumentar que en el largo plazo, la despenalización puede causar una disminución en las muertes por sobredosis, debido una mejor calidad de la droga, mayor conocimiento del público en cuanto a su uso y mejores campañas de prevención y rehabilitación. Pero incluso si este último punto no es cierto, en mi opinión existe una diferencia cualitativa entre un muerto por adicción y un muerto por causa de la lucha contra las drogas. La persona que muere porque decidió introducirse un barril de cocaína en el cerebro, pues muere por decisión propia. El soldado que está en una tarea de erradicación y pisa un cazabobo, o la niña que recibe una bala en la cabeza porque dos pandillas iniciaron un tiroteo en su barrio, no mueren por decisión propia. En todos los casos la muerte es una tragedia, pero si me dan a elegir (y si le dan a elegir al drogadicto, al soldado o la niña), seguramente todos elegiremos la primera opción.
La Paz, 16/03/09
Seguramente son pocas las ideas en las que Evo Morales y mi persona podemos estar de acuerdo. Sin embargo concuerdo con él (por razones diferentes) en que el mundo entero debería despenalizar la coca. De hecho voy aun más allá y creo que el mundo también debería despenalizar la cocaína. Las razones para sostener esta posición, poco popular en mi país (excepto entre narcotraficantes, drogadictos y productores de coca, gremios a los que no pertenezco), nacen primeramente por un principio liberal: ningún gobierno debería decirle a los ciudadanos que pueden o no pueden consumir. Si a mi me gusta comer chocolates, masticar chicles, beber whisky, fumar cigarrillos, acullicar coca o inhalar cocaína, pues como persona adulta y dueña de mi mismo, creo tener el derecho a hacerlo.
Pero también existen motivos prácticos para defender la legalización de la cocaína y de todas las drogas. Primero, la guerra contra las drogas es costosa e inefectiva. Cualquier persona puede conseguir cualquier droga, en cualquier país del mundo. Esto es una muestra de los pobres resultados de una guerra con altísimos costos económicos, sociales y políticos.
La despenalización de la coca y la cocaína acabaría totalmente con la corrupción y la violencia que la penalización genera. La cocaína legalizada generaría tanta corrupción y compra de consciencias como hoy la generan el comercio de papas, viagras, cigarrillos, vinos o quesos. Sobre la defensa de la coca por parte de Evo Morales, el excelente articulista Humberto Vacaflor decía en una nota reciente: “Más de un experto de Viena tenía en mente, con toda seguridad, el estado de guerra en que vive México en estos días por culpa de la hojita, los ejércitos de mercenarios que mantiene en Colombia y Perú, además de los esclavos sindicalizados con que cuenta en Bolivia”. Lo cierto es que no es “la hojita” la culpable de las calamidades que él nombra, sino su penalización. Al Capone y el crimen organizado de los años 20 en Estados Unidos nunca hubieran surgido si ese país no hubiera prohibido los licores; y el día que revocaron esa prohibición, se acabó la violencia y corrupción que generaba el “tráfico ilegal” de licores. Si hoy el mundo criminaliza la cebada y el whisky, mañana Escocia se convertirá en un campo de batalla similar o peor al mejicano, boliviano o colombiano. Sin la criminalización de la cocaína posiblemente no hubieran existido personajes como Pablo Escobar o Evo Morales que han aterrorizado a sus países causando muertes, bloqueos de caminos, “esclavos sindicalizados” y otras formas de violencia. Sin la criminalización de la cocaína el mundo podría destinar los millones de millones de dólares que actualmente usa para actividades represivas y violentas, en campañas de prevención y rehabilitación, formas pacíficas y no coercitivas de luchar contra este vicio.
Existen miles de muertos debido a la violencia que causa la producción y el tráfico de drogas, tanto por las actividades represivas llevadas a cabo por los gobiernos, como por las disputas entre carteles y pandillas en todo el mundo. Si se despenalizara el tráfico y el consumo de drogas, en poco tiempo se acabaría este tipo de violencia. Sin la penalización de la cocaína, las FARC tendrían que sembrar sorgo, girasol o el cultivo mejor cotizado en la Bolsa de Rosario. Tal vez las FARC ya hubieran desaparecido. Tal vez no estuviéramos preocupados sobre un resurgimiento de Sendero Luminoso.
La despenalización de las drogas protegería al medio ambiente, ya que se acabarían las fábricas clandestinas y los productores se regirían a las leyes medio ambientales.
Incluso es posible argumentar que en el largo plazo, la despenalización puede causar una disminución en las muertes por sobredosis, debido una mejor calidad de la droga, mayor conocimiento del público en cuanto a su uso y mejores campañas de prevención y rehabilitación. Pero incluso si este último punto no es cierto, en mi opinión existe una diferencia cualitativa entre un muerto por adicción y un muerto por causa de la lucha contra las drogas. La persona que muere porque decidió introducirse un barril de cocaína en el cerebro, pues muere por decisión propia. El soldado que está en una tarea de erradicación y pisa un cazabobo, o la niña que recibe una bala en la cabeza porque dos pandillas iniciaron un tiroteo en su barrio, no mueren por decisión propia. En todos los casos la muerte es una tragedia, pero si me dan a elegir (y si le dan a elegir al drogadicto, al soldado o la niña), seguramente todos elegiremos la primera opción.
La Paz, 16/03/09
viernes, 13 de marzo de 2009
Anatomía de un gobierno irresponsable
Javier Paz García
Los principios de responsabilidad financiera son aplicables tanto para individuos, empresas, como gobiernos. Las personas que gastan menos de lo que ganan, tienen la posibilidad de ahorrar e invertir esos ahorros. En el futuro esas inversiones terminan incrementando los ingresos y mejorando sus niveles de vida. Por otro lado, quienes gastan más de lo que ganan, pueden mantener ese gasto solamente mermando sus ahorros o recurriendo a préstamos. Por supuesto, quien se presta dinero, debe pagarlo en el futuro y mientras mayor sea el préstamo, mayor serán los sacrificios que la persona tendrá que hacer en el futuro para devolver ese préstamo.
Aunque a veces pensamos que los países no se rigen por estas normas de sentido común, lo cierto es que estas normas son inescapables para todas las personas o entidades.
En este sentido, uno de los gobiernos más irresponsables del planeta en cuento al manejo de su hacienda es el gobierno de Estados Unidos. La deuda pública de este país es de aproximadamente $us 1,09 x 1014, es decir 10,9 billones de dólares (los anglosajones dicen “trillones”). Esto es aproximadamente 76% del PIB del país. Para tener una referencia de lo que esto significa podríamos ver la deuda de otros gobiernos irresponsables, pero que en este sentido muestran más prudencia que el de Estados Unidos. Por ejemplo, la deuda pública de Argentina es de aproximadamente 51%, de Bolivia 53%, de Ecuador 29%, de Venezuela 17,4% (Datos proporcionados por la CIA – The World Factbook). No por nada, el gobierno de China, que es acreedor de un billón de dólares de deuda del gobierno americano, está preocupado por esta situación, según una nota de la BBC Mundo.
El gobierno de Estados Unidos ha mantenido déficit fiscales crónicos durante la mayor parte del siglo XX comenzando en los años 30, comienza el siglo XXI gastando cientos de millones en una guerra pobremente justificadas (Irak), y ahora gastando otros tantos cientos de millones en rescatar empresas y bancos que no deberían ser rescatados por ineficientes o irresponsables.
A la irresponsabilidad fiscal, debemos agregar la irresponsabilidad monetaria y crediticia del gobierno, que es en buena parte culpable de la actual crisis en el país del norte. Durante gran parte de la presente década la Reserva Federal de los Estados Unidos (Banco Central) mantuvo los intereses bancarios muy bajos, lo cual creó los incentivos para que la gente se preste dinero de los bancos. Por otro lado el gobierno creó leyes y normas que facilitaron el crédito de viviendas. A las corporaciones semi-públicas Fannie Mae y Freddie Mac que tienen la mayoría de los créditos de vivienda en el país, se las hizo rebajar sus requisitos de solvencia para adquirir un crédito hasta el punto que incluso un desempleado sin patrimonio podía adquirir una casa sin poner ningún capital en avance. Como resultado de esto, no es de extrañar que miles de personas adquirieran créditos que no podían pagar.
Como dije al comienzo, cuando una persona adquiere una deuda, tiene que hacer un sacrificio en el futuro para poder pagarla. Con los gobiernos es lo mismo, con una gran diferencia: en el caso de una persona, es la misma persona quien realiza el sacrificio de ahorrar en el futuro para pagar esa deuda. En el caso de un gobierno, son futuras generaciones de ciudadanos quienes tendrán que pagar las deudas contraídas por la irresponsabilidad de generaciones actuales y pasadas. Por su puesto, esto crea el incentivo para que los gobiernos gasten; total si quienes van a pagar la cuenta son personas que todavía no han nacido.
La Paz, 13/03/09.
Los principios de responsabilidad financiera son aplicables tanto para individuos, empresas, como gobiernos. Las personas que gastan menos de lo que ganan, tienen la posibilidad de ahorrar e invertir esos ahorros. En el futuro esas inversiones terminan incrementando los ingresos y mejorando sus niveles de vida. Por otro lado, quienes gastan más de lo que ganan, pueden mantener ese gasto solamente mermando sus ahorros o recurriendo a préstamos. Por supuesto, quien se presta dinero, debe pagarlo en el futuro y mientras mayor sea el préstamo, mayor serán los sacrificios que la persona tendrá que hacer en el futuro para devolver ese préstamo.
Aunque a veces pensamos que los países no se rigen por estas normas de sentido común, lo cierto es que estas normas son inescapables para todas las personas o entidades.
En este sentido, uno de los gobiernos más irresponsables del planeta en cuento al manejo de su hacienda es el gobierno de Estados Unidos. La deuda pública de este país es de aproximadamente $us 1,09 x 1014, es decir 10,9 billones de dólares (los anglosajones dicen “trillones”). Esto es aproximadamente 76% del PIB del país. Para tener una referencia de lo que esto significa podríamos ver la deuda de otros gobiernos irresponsables, pero que en este sentido muestran más prudencia que el de Estados Unidos. Por ejemplo, la deuda pública de Argentina es de aproximadamente 51%, de Bolivia 53%, de Ecuador 29%, de Venezuela 17,4% (Datos proporcionados por la CIA – The World Factbook). No por nada, el gobierno de China, que es acreedor de un billón de dólares de deuda del gobierno americano, está preocupado por esta situación, según una nota de la BBC Mundo.
El gobierno de Estados Unidos ha mantenido déficit fiscales crónicos durante la mayor parte del siglo XX comenzando en los años 30, comienza el siglo XXI gastando cientos de millones en una guerra pobremente justificadas (Irak), y ahora gastando otros tantos cientos de millones en rescatar empresas y bancos que no deberían ser rescatados por ineficientes o irresponsables.
A la irresponsabilidad fiscal, debemos agregar la irresponsabilidad monetaria y crediticia del gobierno, que es en buena parte culpable de la actual crisis en el país del norte. Durante gran parte de la presente década la Reserva Federal de los Estados Unidos (Banco Central) mantuvo los intereses bancarios muy bajos, lo cual creó los incentivos para que la gente se preste dinero de los bancos. Por otro lado el gobierno creó leyes y normas que facilitaron el crédito de viviendas. A las corporaciones semi-públicas Fannie Mae y Freddie Mac que tienen la mayoría de los créditos de vivienda en el país, se las hizo rebajar sus requisitos de solvencia para adquirir un crédito hasta el punto que incluso un desempleado sin patrimonio podía adquirir una casa sin poner ningún capital en avance. Como resultado de esto, no es de extrañar que miles de personas adquirieran créditos que no podían pagar.
Como dije al comienzo, cuando una persona adquiere una deuda, tiene que hacer un sacrificio en el futuro para poder pagarla. Con los gobiernos es lo mismo, con una gran diferencia: en el caso de una persona, es la misma persona quien realiza el sacrificio de ahorrar en el futuro para pagar esa deuda. En el caso de un gobierno, son futuras generaciones de ciudadanos quienes tendrán que pagar las deudas contraídas por la irresponsabilidad de generaciones actuales y pasadas. Por su puesto, esto crea el incentivo para que los gobiernos gasten; total si quienes van a pagar la cuenta son personas que todavía no han nacido.
La Paz, 13/03/09.
sábado, 28 de febrero de 2009
Diez años que arruinaron a Venezuela
Javier Paz García
Así titula una nota de la revista brasileña Veja que en su edición del 18 de febrero de 2009 hace un balance de los diez años del gobierno de Hugo Chávez, con muy malos resultados para Venezuela.
La nota da cuenta que entre 1998 y el 2008 la producción de petróleo descendió 32%, de 3,4 millones de barriles diarios a 2,3 millones; la inversión externa se redujo un 77%, de 4,9 mil millones de dólares a 1,1 mil millones; el número de industrias disminuyó un 36%, de 11.117 a 7.093; la inflación aumentó de 29% a 32%; el número de homicidios se incrementó un 166%, de 18 homicidios por cada 100.000 habitantes a 48; el déficit habitacional se incrementó un 108%, de 1,2 millones de casas a 2,5 millones; el gasto militar aumentó 175% de 1,2 mil millones de dólares a 3,3 mil millones; el número de funcionarios públicos se incrementó en 50%, de 1,4 millones a 2,1 millones; el empleo en las industrias se redujo un 23%, de 449.636 a 345.168; y el gasto público aumentó un 85%, del 21% del PIB al 39%.
La nota nos relate como la estatal petrolera PDVSA está copada por militantes chavistas sin ningún perfil técnico y el número de funcionarios ha ido en constante aumento durante los últimos años para dar trabajo a los miembros del partido, por lo tanto no es de extrañarse que la producción haya bajado. La criminalidad ha aumentado y existen un sinnúmero de milicias chavistas que actúan con total impunidad. Venezuela se ha convertido en el país más corrupto de América del Sur y las políticas de Chávez han destruido a la industria nacional por lo que casi todo tiene que ser importado.
Con estos resultados no es difícil estar de acuerdo con Veja cuando afirma que “[e]n una década de gobierno, Chávez destruyó la economía y dividió al país”.
Hace poco tuve la oportunidad de conversar con algunos jóvenes venezolanos con quienes nos unió la tristeza compartida de ver a nuestros países transitar el camino del fracaso y el empobrecimiento. Las historias que ellos cuentan son similares a las que podrían contar muchos bolivianos: persecuciones, presos políticos, grupos armados por el gobierno, enfrentamientos entre civiles alentados por el gobierno, cárcel para los opositores e impunidad para los chavistas, fraude electoral, corrupción como nunca antes, chavistas enriqueciéndose con dineros del Estado, pobreza como nunca antes y un país dividido como nunca antes.
¿En qué quedará Venezuela con diez años más de Chávez?
Santa Cruz de la Sierra, 28/02/09
Así titula una nota de la revista brasileña Veja que en su edición del 18 de febrero de 2009 hace un balance de los diez años del gobierno de Hugo Chávez, con muy malos resultados para Venezuela.
La nota da cuenta que entre 1998 y el 2008 la producción de petróleo descendió 32%, de 3,4 millones de barriles diarios a 2,3 millones; la inversión externa se redujo un 77%, de 4,9 mil millones de dólares a 1,1 mil millones; el número de industrias disminuyó un 36%, de 11.117 a 7.093; la inflación aumentó de 29% a 32%; el número de homicidios se incrementó un 166%, de 18 homicidios por cada 100.000 habitantes a 48; el déficit habitacional se incrementó un 108%, de 1,2 millones de casas a 2,5 millones; el gasto militar aumentó 175% de 1,2 mil millones de dólares a 3,3 mil millones; el número de funcionarios públicos se incrementó en 50%, de 1,4 millones a 2,1 millones; el empleo en las industrias se redujo un 23%, de 449.636 a 345.168; y el gasto público aumentó un 85%, del 21% del PIB al 39%.
La nota nos relate como la estatal petrolera PDVSA está copada por militantes chavistas sin ningún perfil técnico y el número de funcionarios ha ido en constante aumento durante los últimos años para dar trabajo a los miembros del partido, por lo tanto no es de extrañarse que la producción haya bajado. La criminalidad ha aumentado y existen un sinnúmero de milicias chavistas que actúan con total impunidad. Venezuela se ha convertido en el país más corrupto de América del Sur y las políticas de Chávez han destruido a la industria nacional por lo que casi todo tiene que ser importado.
Con estos resultados no es difícil estar de acuerdo con Veja cuando afirma que “[e]n una década de gobierno, Chávez destruyó la economía y dividió al país”.
Hace poco tuve la oportunidad de conversar con algunos jóvenes venezolanos con quienes nos unió la tristeza compartida de ver a nuestros países transitar el camino del fracaso y el empobrecimiento. Las historias que ellos cuentan son similares a las que podrían contar muchos bolivianos: persecuciones, presos políticos, grupos armados por el gobierno, enfrentamientos entre civiles alentados por el gobierno, cárcel para los opositores e impunidad para los chavistas, fraude electoral, corrupción como nunca antes, chavistas enriqueciéndose con dineros del Estado, pobreza como nunca antes y un país dividido como nunca antes.
¿En qué quedará Venezuela con diez años más de Chávez?
Santa Cruz de la Sierra, 28/02/09
viernes, 27 de febrero de 2009
Evo trabaja para la CIA
Javier Paz García
“Usted replicará que la realidad no tiene la menor obligación de ser interesante. Yo le replicaré que la realidad puede prescindir de esa obligación, pero no las hipótesis” – le dijo el perspicaz detective Erik Lönnrot al comisario Treviranus, dos personajes de un cuento de Borges.
Evo Morales (quien seguramente leyó este cuento de Borges) parece haber aplicado el mismo razonamiento de Lönnrot para el caso YPFB, y prefirió relegar lo verosímil a lo fantástico.
Yo también, siguiendo a Lönnrot me atrevo a lanzar la siguiente conjetura: Evo trabaja para la CIA.
Una característica del latinoamericano es su fatalismo. El latinoamericano nunca está en control de su destino y de sus acciones; es el más acérrimo determinista. Por eso los latinoamericanos nos podemos dar el lujo de ser pobres y atrasados, total, si no es nuestra culpa (nada es nunca nuestra culpa). Por eso en Latinoamérica siempre va a ser más popular un Eduardo Galeano con sus “Venas abiertas de América Latina” a un Álvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo y Carlos Alberto Montaner con su “Manual del perfecto idiota latinoamericano”. El primero nos dice que nosotros somos unas santas palomas que fuimos engañados en nuestra buena fe, que otros nos robaron los recursos, nos explotaron y toda esa cantaleta que tanto nos gusta. Los segundos nos dicen que nosotros tenemos la culpa de nuestro atraso, pero que si tomamos las acciones correctas por un periodo de tiempo suficientemente largo, podemos salir del pozo. Por supuesto, el primero nos reconforta y alivia al librarnos de toda culpa, mientras que los segundos nos causan dolor. El primero nos llama a odiar a extranjeros, los segundos a mirarnos a nosotros mismos.
Y yo como buen latinoamericano que soy, me inclino por Galeano, tomo el camino fácil y concluyo que existe una conspiración del imperio para mantener a nuestros países en la pobreza. Después de todo, gobiernos tan paupérrimos como los de un Evo Morales, un Hugo Chávez, dos Kirchner, un Correa, un Fidel Castro no pueden ser obra de nuestros propios pueblos. ¡No podríamos ser tan masoquistas! Es por ello que la única hipótesis posible es que la CIA los ha puesto en el poder para mantener a nuestros países pobres y subyugados (la retórica antiamericana de estos presidentes y la expulsión de embajadores y funcionarios de las embajadas yankee es un show armado para despejar toda duda con respecto a la existencia del complot).
Y el plan yankee funciona de maravilla, porque este pobre continente cada día está peor.
Pero bueno, yo tengo el “latinoamericanísimo” consuelo de decir que no es culpa mía.
Santa Cruz de la Sierra, 26/02/09
“Usted replicará que la realidad no tiene la menor obligación de ser interesante. Yo le replicaré que la realidad puede prescindir de esa obligación, pero no las hipótesis” – le dijo el perspicaz detective Erik Lönnrot al comisario Treviranus, dos personajes de un cuento de Borges.
Evo Morales (quien seguramente leyó este cuento de Borges) parece haber aplicado el mismo razonamiento de Lönnrot para el caso YPFB, y prefirió relegar lo verosímil a lo fantástico.
Yo también, siguiendo a Lönnrot me atrevo a lanzar la siguiente conjetura: Evo trabaja para la CIA.
Una característica del latinoamericano es su fatalismo. El latinoamericano nunca está en control de su destino y de sus acciones; es el más acérrimo determinista. Por eso los latinoamericanos nos podemos dar el lujo de ser pobres y atrasados, total, si no es nuestra culpa (nada es nunca nuestra culpa). Por eso en Latinoamérica siempre va a ser más popular un Eduardo Galeano con sus “Venas abiertas de América Latina” a un Álvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo y Carlos Alberto Montaner con su “Manual del perfecto idiota latinoamericano”. El primero nos dice que nosotros somos unas santas palomas que fuimos engañados en nuestra buena fe, que otros nos robaron los recursos, nos explotaron y toda esa cantaleta que tanto nos gusta. Los segundos nos dicen que nosotros tenemos la culpa de nuestro atraso, pero que si tomamos las acciones correctas por un periodo de tiempo suficientemente largo, podemos salir del pozo. Por supuesto, el primero nos reconforta y alivia al librarnos de toda culpa, mientras que los segundos nos causan dolor. El primero nos llama a odiar a extranjeros, los segundos a mirarnos a nosotros mismos.
Y yo como buen latinoamericano que soy, me inclino por Galeano, tomo el camino fácil y concluyo que existe una conspiración del imperio para mantener a nuestros países en la pobreza. Después de todo, gobiernos tan paupérrimos como los de un Evo Morales, un Hugo Chávez, dos Kirchner, un Correa, un Fidel Castro no pueden ser obra de nuestros propios pueblos. ¡No podríamos ser tan masoquistas! Es por ello que la única hipótesis posible es que la CIA los ha puesto en el poder para mantener a nuestros países pobres y subyugados (la retórica antiamericana de estos presidentes y la expulsión de embajadores y funcionarios de las embajadas yankee es un show armado para despejar toda duda con respecto a la existencia del complot).
Y el plan yankee funciona de maravilla, porque este pobre continente cada día está peor.
Pero bueno, yo tengo el “latinoamericanísimo” consuelo de decir que no es culpa mía.
Santa Cruz de la Sierra, 26/02/09
sábado, 21 de febrero de 2009
Bolivia: una mirada panorámica
Javier Paz García
El referéndum constituyente
Bolivia aprobó su nueva constitución el 25 de enero de este año. Los resultados fueron un 61,43% a favor de la constitución y un 38,57 en contra. Sin embargo los resultados a nivel departamental muestran una vez más que el país está dividido en dos bloques. En los departamentos del occidente gana el “sí” a la constitución: en La Paz con 78%, en Cochabamba 65%, en Oruro 74%, en Potosí 80%. Por otro lado en el oriente del país los resultados se revierten: en Tarija gana el “no” con 57%, en Santa Cruz con 65%, en Pando con 60% y en Beni con 67%. En Chuquisaca existe un virtual empate técnico donde gana el “sí” con 51,54% contra 48,46% por el “no”.
La mayoría de los analistas coinciden en que este referéndum constituyente representaba un plebiscito sobre Evo Morales, y que de hecho, la mayoría de la población no conocía los contenidos de la constitución a ser votada. Desde esta perspectiva, el referéndum es una victoria parcial de Morales. En el referéndum revocatorio 2008 Morales obtuvo un 67,4%, mientras que en el referéndum constituyente el resultado fue de 61,4%, lo que significa un retroceso o estancamiento. Por otro lado, los resultados pueden no ser fidedignos 1) por causa del fraude electoral que existió pero que no se puede medir, y 2) por causa de la cantidad de propaganda política que el partido de gobierno y el gobierno gastaron promocionando el “sí”. Con respecto al tema del fraude, el artículo “Una salva de cohetes” del analista Humberto Vacaflor publicada en el periódico La Razón (15/02/09) contiene algunos datos interesantes sobre el referéndum constituyente de enero. Parte de la nota dice: “La participación histórica de los electores del área rural andina era de 69%, pero esta vez llegó a 97%. En agosto pasado, se presentó ya en Bolivia un hecho insólito en todo el mundo: 300 mesas tuvieron 100% de asistencia. Pues bien, en enero llegaron a 800 esas mesas. Eso no es insólito, es un milagro. Los votantes rurales se multiplican como conejos. En Sacaba, en tres años los votantes pasaron de ser 28.000 a ser 48.000. Los votos válidos (que fueron borrados de los extractos de la CNE en internet, pero que Luis los tiene) muestran un incremento en números redondos, hechos con torpeza, en el área rural andina”.
Esta constitución fue impuesta por un solo partido y es rechazada por una parte importante de la población, por lo que es muy poco probable que dure más allá de lo que dure el gobierno de Evo Morales.
Elecciones generales en diciembre de 2009
Pero incluso aceptando el fraude y la intensa campaña electoral, es imposible negar que Evo Morales sigue disfrutando de una alta popularidad entre los votantes bolivianos.
En diciembre de 2009 el país tendrá elecciones generales, donde se elegirá al Presidente, Vicepresidente y a todos los miembros del Congreso, ahora llamado Asamblea Plurinacional, por lo tanto este será un año electoral. Una de las características de este gobierno es estar siempre en campaña y Morales ya promulgó un decreto permitiendo el voto en el extranjero. Este decreto es una clara violación de la Constitución recientemente aprobada y por la cual el mismo Evo Morales hizo campaña, ya que la misma es clara al referirse a que el voto en el extranjero debe ser normado por Ley y no por decreto. El empeño que pone el partido de gobierno para obtener el voto de los bolivianos, llegando incluso hasta el extremo de incumplir su propia constitución se entiende como la constatación por parte de Evo, que su partido está perdiendo votos en el país y que los podría compensar con el voto en el exterior. La oposición no está muy dispuesta a permitir el voto en el exterior, argumentando principalmente la falta de controles, y la posibilidad de fraude. Esta preocupación no tiene nada de infundada, ya que dentro de Bolivia se han denunciado casos de doble carnetización (la diputada Ninoska Lazarte comprobó por sí misma la denuncia y ha hecho una serie de denuncias al respecto). También se sabe de la penetración de elementos venezolanos en los registros de identificación personal y fallas o manipulaciones en el registro civil y el padrón electoral.
La nueva constitución
En términos generales la constitución recientemente aprobada por los bolivianos retoma el rol del Estado en la economía, convirtiéndolo en el principal responsable y promotor del desarrollo económico y relegando al sector privado a un rol marginal. En este sentido Bolivia retrocede a un sistema estatista que ya ha sido probado en el pasado con pobres resultados.
Con la nueva constitución Bolivia tiene dos sistemas judiciales: la justicia ordinaria, que ha tenido hasta ahora y la justicia comunitaria. No está claro cómo van a interactuar estas dos formas de justicia.
La nueva constitución incorpora 4 niveles de autonomía: la municipal, la regional, la departamental y la indígena. Los sectores autonomistas del oriente argumentan que la incorporación de autonomías indígena y regionales es una forma de diluir la autonomía departamental y debilitar a la oposición y que además, la autonomía departamental, tal y como está en el proyecto de constitución, no llena las expectativas de las regiones autonomistas.
La nueva constitución contiene contradicciones reconocidas por los propios miembros del MAS y muchos la consideran impracticable. Esto, junto con un alto nivel de rechazo va a complicar su aplicación. Por otro lado el Poder Ejecutivo no da un buen ejemplo cuando apenas estrenada, empieza a transgredirla ignorando fallos judiciales o emitiendo decretos inconstitucionales.
Los arrestos en Pando
El 18 de febrero en el departamento de Pando miembros de las FFAA bolivianas ingresaron entre la media noche y las 4 de la mañana a varios hogares y arrestaron a aproximadamente una docena de ciudadanos. Este acto es una clara violación de derechos humanos establecidos en la actual constitución (art. 25 y 114) y en varios tratados internacionales sobre la inviolabilidad del hogar y las horas permitidas para arrestos.
Esto muestra que la tensión política va a persistir en el país, y que el gobierno va a continuar persiguiendo a quienes considere sus enemigo políticos, acatando aquellos artículos de la constitución que vea convenientes e ignorando aquéllos que considere inoportunos.
El Estado de Bienestar y la crisis económica
El populismo boliviano se ha beneficiado de ingresos fiscales extraordinarios en los últimos años. Las acciones más populares de Evo y sus banderas políticas han consistido en la creación o ampliación de bonos. Al Bonosol, un bono para ancianos creado en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, Evo Morales le cambió el nombre a Renta Dignidad e incrementó la cantidad abonada. También creó el bono Juancito Pinto para niños que asisten a escuelas fiscales. La constitución recientemente aprobada promete salud gratuita para todos y una serie de beneficios sociales gratuitos. Estas políticas requieren un alto gasto fiscal que hasta ahora fue posible gracias a los ingresos por los altos precios del petróleo y las materias primas en general.
Con la llegada de la crisis económica mundial, los ingresos del Estado van a disminuir, mientras que los gastos tendrán que aumentar para poder cumplir las promesas electorales ahora constitucionalizadas. Esto tendrá como resultado déficit fiscales crónicos que pueden poner en riesgo la estabilidad macroeconómica boliviana. A esto hay que agregar que la nueva constitución acaba con la independencia del Banco Central y establece que sus políticas sean coordinadas con el Ministerio de Hacienda.
Hoy Bolivia tiene reservas internacionales suficientes como para mantener la estabilidad macroeconómica, pero las políticas rentistas y expansivas del gasto fiscal del actual gobierno, junto con una coyuntura internacional desfavorable puede revertir esa situación muy pronto.
Santa Cruz de la Sierra, 21/02/09
El referéndum constituyente
Bolivia aprobó su nueva constitución el 25 de enero de este año. Los resultados fueron un 61,43% a favor de la constitución y un 38,57 en contra. Sin embargo los resultados a nivel departamental muestran una vez más que el país está dividido en dos bloques. En los departamentos del occidente gana el “sí” a la constitución: en La Paz con 78%, en Cochabamba 65%, en Oruro 74%, en Potosí 80%. Por otro lado en el oriente del país los resultados se revierten: en Tarija gana el “no” con 57%, en Santa Cruz con 65%, en Pando con 60% y en Beni con 67%. En Chuquisaca existe un virtual empate técnico donde gana el “sí” con 51,54% contra 48,46% por el “no”.
La mayoría de los analistas coinciden en que este referéndum constituyente representaba un plebiscito sobre Evo Morales, y que de hecho, la mayoría de la población no conocía los contenidos de la constitución a ser votada. Desde esta perspectiva, el referéndum es una victoria parcial de Morales. En el referéndum revocatorio 2008 Morales obtuvo un 67,4%, mientras que en el referéndum constituyente el resultado fue de 61,4%, lo que significa un retroceso o estancamiento. Por otro lado, los resultados pueden no ser fidedignos 1) por causa del fraude electoral que existió pero que no se puede medir, y 2) por causa de la cantidad de propaganda política que el partido de gobierno y el gobierno gastaron promocionando el “sí”. Con respecto al tema del fraude, el artículo “Una salva de cohetes” del analista Humberto Vacaflor publicada en el periódico La Razón (15/02/09) contiene algunos datos interesantes sobre el referéndum constituyente de enero. Parte de la nota dice: “La participación histórica de los electores del área rural andina era de 69%, pero esta vez llegó a 97%. En agosto pasado, se presentó ya en Bolivia un hecho insólito en todo el mundo: 300 mesas tuvieron 100% de asistencia. Pues bien, en enero llegaron a 800 esas mesas. Eso no es insólito, es un milagro. Los votantes rurales se multiplican como conejos. En Sacaba, en tres años los votantes pasaron de ser 28.000 a ser 48.000. Los votos válidos (que fueron borrados de los extractos de la CNE en internet, pero que Luis los tiene) muestran un incremento en números redondos, hechos con torpeza, en el área rural andina”.
Esta constitución fue impuesta por un solo partido y es rechazada por una parte importante de la población, por lo que es muy poco probable que dure más allá de lo que dure el gobierno de Evo Morales.
Elecciones generales en diciembre de 2009
Pero incluso aceptando el fraude y la intensa campaña electoral, es imposible negar que Evo Morales sigue disfrutando de una alta popularidad entre los votantes bolivianos.
En diciembre de 2009 el país tendrá elecciones generales, donde se elegirá al Presidente, Vicepresidente y a todos los miembros del Congreso, ahora llamado Asamblea Plurinacional, por lo tanto este será un año electoral. Una de las características de este gobierno es estar siempre en campaña y Morales ya promulgó un decreto permitiendo el voto en el extranjero. Este decreto es una clara violación de la Constitución recientemente aprobada y por la cual el mismo Evo Morales hizo campaña, ya que la misma es clara al referirse a que el voto en el extranjero debe ser normado por Ley y no por decreto. El empeño que pone el partido de gobierno para obtener el voto de los bolivianos, llegando incluso hasta el extremo de incumplir su propia constitución se entiende como la constatación por parte de Evo, que su partido está perdiendo votos en el país y que los podría compensar con el voto en el exterior. La oposición no está muy dispuesta a permitir el voto en el exterior, argumentando principalmente la falta de controles, y la posibilidad de fraude. Esta preocupación no tiene nada de infundada, ya que dentro de Bolivia se han denunciado casos de doble carnetización (la diputada Ninoska Lazarte comprobó por sí misma la denuncia y ha hecho una serie de denuncias al respecto). También se sabe de la penetración de elementos venezolanos en los registros de identificación personal y fallas o manipulaciones en el registro civil y el padrón electoral.
La nueva constitución
En términos generales la constitución recientemente aprobada por los bolivianos retoma el rol del Estado en la economía, convirtiéndolo en el principal responsable y promotor del desarrollo económico y relegando al sector privado a un rol marginal. En este sentido Bolivia retrocede a un sistema estatista que ya ha sido probado en el pasado con pobres resultados.
Con la nueva constitución Bolivia tiene dos sistemas judiciales: la justicia ordinaria, que ha tenido hasta ahora y la justicia comunitaria. No está claro cómo van a interactuar estas dos formas de justicia.
La nueva constitución incorpora 4 niveles de autonomía: la municipal, la regional, la departamental y la indígena. Los sectores autonomistas del oriente argumentan que la incorporación de autonomías indígena y regionales es una forma de diluir la autonomía departamental y debilitar a la oposición y que además, la autonomía departamental, tal y como está en el proyecto de constitución, no llena las expectativas de las regiones autonomistas.
La nueva constitución contiene contradicciones reconocidas por los propios miembros del MAS y muchos la consideran impracticable. Esto, junto con un alto nivel de rechazo va a complicar su aplicación. Por otro lado el Poder Ejecutivo no da un buen ejemplo cuando apenas estrenada, empieza a transgredirla ignorando fallos judiciales o emitiendo decretos inconstitucionales.
Los arrestos en Pando
El 18 de febrero en el departamento de Pando miembros de las FFAA bolivianas ingresaron entre la media noche y las 4 de la mañana a varios hogares y arrestaron a aproximadamente una docena de ciudadanos. Este acto es una clara violación de derechos humanos establecidos en la actual constitución (art. 25 y 114) y en varios tratados internacionales sobre la inviolabilidad del hogar y las horas permitidas para arrestos.
Esto muestra que la tensión política va a persistir en el país, y que el gobierno va a continuar persiguiendo a quienes considere sus enemigo políticos, acatando aquellos artículos de la constitución que vea convenientes e ignorando aquéllos que considere inoportunos.
El Estado de Bienestar y la crisis económica
El populismo boliviano se ha beneficiado de ingresos fiscales extraordinarios en los últimos años. Las acciones más populares de Evo y sus banderas políticas han consistido en la creación o ampliación de bonos. Al Bonosol, un bono para ancianos creado en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, Evo Morales le cambió el nombre a Renta Dignidad e incrementó la cantidad abonada. También creó el bono Juancito Pinto para niños que asisten a escuelas fiscales. La constitución recientemente aprobada promete salud gratuita para todos y una serie de beneficios sociales gratuitos. Estas políticas requieren un alto gasto fiscal que hasta ahora fue posible gracias a los ingresos por los altos precios del petróleo y las materias primas en general.
Con la llegada de la crisis económica mundial, los ingresos del Estado van a disminuir, mientras que los gastos tendrán que aumentar para poder cumplir las promesas electorales ahora constitucionalizadas. Esto tendrá como resultado déficit fiscales crónicos que pueden poner en riesgo la estabilidad macroeconómica boliviana. A esto hay que agregar que la nueva constitución acaba con la independencia del Banco Central y establece que sus políticas sean coordinadas con el Ministerio de Hacienda.
Hoy Bolivia tiene reservas internacionales suficientes como para mantener la estabilidad macroeconómica, pero las políticas rentistas y expansivas del gasto fiscal del actual gobierno, junto con una coyuntura internacional desfavorable puede revertir esa situación muy pronto.
Santa Cruz de la Sierra, 21/02/09
jueves, 19 de febrero de 2009
¿De qué nos rasgamos las vestiduras?
Javier Paz García
Leo azorado la nota “El precio de la credibilidad” de Ilya Fortún (La Razón, 19/02/09) y me pregunto donde ha vivido este señor los últimos tres años. Ésta hace referencia a una nota anterior suya titulada “Mierda” (La Razón, 5/02/09) donde “expresaba, con el hígado, con el estómago y con el corazón, la decepción y el desasosiego que todos experimentamos a raíz del escándalo protagonizado por el señor Santos Ramírez”. Luego habla sobre como existen algunos que, en cambio, se alegran por lo sucedido, porque ahora pueden decir que el MAS es tan corrupto como los anteriores partidos. “Así de grave es el rollo en el que el señor Ramírez ha metido al Gobierno, al MAS, al Presidente de la República” escribe Fortún. El artículo da a entender que hasta antes del escándalo en YPFB el actual gobierno era una maravilla, con pequeñas salvedades, liderando “un proceso tremendamente importante”.
Yo por mi parte diré que no estoy sorprendido de que exista corrupción en YPFB, lo que me sorprende es que la hayan encontrado (cosa que fue fortuita y de ninguna manera mérito del actual gobierno). Pero para explicarle al señor Fortún por qué no debería estar rasgándose las vestiduras, voy a referir algunos hechos tan graves o peores que los que motivan sus dos notas.
Cuando Alvarado fue presidente de YPFB, un funcionario de la Contraloría hizo un informe negativo sobre un contrato lleno de irregularidades y que ocasionaba daño económico al Estado. ¿Sabe que pasó señor Fortún? A Alvarado se lo “castigó” con una Embajada en Venezuela y al funcionario de la Contraloría se lo “premio” con una carta de despido. Este simple hecho, reviste mayor gravedad que el actual escándalo en YPFB, porque es precisamente la génesis del problema y muestra sin ninguna ambigüedad el compromiso del gobierno para luchar contra la corrupción (cero). ¿O cree usted que con ese precedente, va a existir algún otro funcionario suficientemente valiente y estúpido para hacer un informe negativo contra alguien del Gobierno? Por otro lado, Santos Ramírez estaba implicado en las visas chinas, en los avales, el narco asesor, pero Evo lo puso en YPFB. ¿Y los 33 camiones de Quintana?
Además, en este gobierno no solo existe corrupción, existe autoritarismo e irrespeto por las normas republicanas. La semana pasada, la Corte Departamental de La Paz, dio un fallo a favor de los importadores de autos usados, y el Ministro de Hacienda, convirtiéndose en Tribunal Constitucional, decide que el fallo es inconstitucional y que no lo va a acatar. Hace apenas unos días las FFAA secuestraron a pandinos, violando los derechos establecidos en la actual CPE (art. 25 y 114); sí, en la Constitución que Evo pidió, prometió cumplir y ya incumplió repetidas veces. El gobierno predica la intolerancia, la xenofobia y el racismo (lea el preámbulo de la CPE). Todo el proceso constituyente ha sido un abuso tras otro. La Contraloría, el BCB, YPFB están en manos de interinos leales. Lo de Pando es terrorífico, porque organizar, armar y transportar campesinos para que se maten con tal de acabar con un enemigo político es verdaderamente maquiavélico, y ahí sigue Quintana de Ministo. ¿Acaso no son estos motivos para rasgarse las vestiduras?
Antes de que salga a la luz lo de YPFB, creo que teníamos elementos para calificar al actual gobierno como el peor de todo el periodo democrático desde 1982, lo de YPFB es una cosa más, entre las tantas que han aparecido e irán apareciendo.
Así que por favor, no nos hagamos los tontos ni desentendidos y menos pretendamos estar sorprendidos “con el estómago” de YPFB, que este gobierno ha hecho peores cosas que robar 30 milloncitos.
La Paz, 19/02/09
Leo azorado la nota “El precio de la credibilidad” de Ilya Fortún (La Razón, 19/02/09) y me pregunto donde ha vivido este señor los últimos tres años. Ésta hace referencia a una nota anterior suya titulada “Mierda” (La Razón, 5/02/09) donde “expresaba, con el hígado, con el estómago y con el corazón, la decepción y el desasosiego que todos experimentamos a raíz del escándalo protagonizado por el señor Santos Ramírez”. Luego habla sobre como existen algunos que, en cambio, se alegran por lo sucedido, porque ahora pueden decir que el MAS es tan corrupto como los anteriores partidos. “Así de grave es el rollo en el que el señor Ramírez ha metido al Gobierno, al MAS, al Presidente de la República” escribe Fortún. El artículo da a entender que hasta antes del escándalo en YPFB el actual gobierno era una maravilla, con pequeñas salvedades, liderando “un proceso tremendamente importante”.
Yo por mi parte diré que no estoy sorprendido de que exista corrupción en YPFB, lo que me sorprende es que la hayan encontrado (cosa que fue fortuita y de ninguna manera mérito del actual gobierno). Pero para explicarle al señor Fortún por qué no debería estar rasgándose las vestiduras, voy a referir algunos hechos tan graves o peores que los que motivan sus dos notas.
Cuando Alvarado fue presidente de YPFB, un funcionario de la Contraloría hizo un informe negativo sobre un contrato lleno de irregularidades y que ocasionaba daño económico al Estado. ¿Sabe que pasó señor Fortún? A Alvarado se lo “castigó” con una Embajada en Venezuela y al funcionario de la Contraloría se lo “premio” con una carta de despido. Este simple hecho, reviste mayor gravedad que el actual escándalo en YPFB, porque es precisamente la génesis del problema y muestra sin ninguna ambigüedad el compromiso del gobierno para luchar contra la corrupción (cero). ¿O cree usted que con ese precedente, va a existir algún otro funcionario suficientemente valiente y estúpido para hacer un informe negativo contra alguien del Gobierno? Por otro lado, Santos Ramírez estaba implicado en las visas chinas, en los avales, el narco asesor, pero Evo lo puso en YPFB. ¿Y los 33 camiones de Quintana?
Además, en este gobierno no solo existe corrupción, existe autoritarismo e irrespeto por las normas republicanas. La semana pasada, la Corte Departamental de La Paz, dio un fallo a favor de los importadores de autos usados, y el Ministro de Hacienda, convirtiéndose en Tribunal Constitucional, decide que el fallo es inconstitucional y que no lo va a acatar. Hace apenas unos días las FFAA secuestraron a pandinos, violando los derechos establecidos en la actual CPE (art. 25 y 114); sí, en la Constitución que Evo pidió, prometió cumplir y ya incumplió repetidas veces. El gobierno predica la intolerancia, la xenofobia y el racismo (lea el preámbulo de la CPE). Todo el proceso constituyente ha sido un abuso tras otro. La Contraloría, el BCB, YPFB están en manos de interinos leales. Lo de Pando es terrorífico, porque organizar, armar y transportar campesinos para que se maten con tal de acabar con un enemigo político es verdaderamente maquiavélico, y ahí sigue Quintana de Ministo. ¿Acaso no son estos motivos para rasgarse las vestiduras?
Antes de que salga a la luz lo de YPFB, creo que teníamos elementos para calificar al actual gobierno como el peor de todo el periodo democrático desde 1982, lo de YPFB es una cosa más, entre las tantas que han aparecido e irán apareciendo.
Así que por favor, no nos hagamos los tontos ni desentendidos y menos pretendamos estar sorprendidos “con el estómago” de YPFB, que este gobierno ha hecho peores cosas que robar 30 milloncitos.
La Paz, 19/02/09
jueves, 12 de febrero de 2009
Voto en el exterior
Javier Paz García
Entre los primeros actos de Evo Morales una vez aprobada su constitución ha sido violarla, ya que la constitución establece que el voto en el exterior se regirá de acuerdo a Ley, y no de acuerdo a decreto. No deseo centrar la atención sobre este punto, después de todo, ninguna persona sensata podría haber pensado que Evo Morales iba a respetar la constitución que él pidió aprobar. Aquí el único motivo de asombro es la rapidez y la pompa con la que Morales incumple la constitución que el hizo a su medida y prometió cumplir.
Mi intención es más bien lanzar algunos elementos de análisis sobre la conveniencia de que Bolivia tenga voto en el exterior.
Bolivia no tiene un cuerpo diplomático profesional. Cada nuevo gobierno pone a sus militantes en las diferentes embajadas y consulados, y la actual administración no es la excepción. Por lo tanto no podemos garantizar el control y la supervisión multipartidaria para el voto en el exterior.
Las últimas elecciones en Bolivia han estado plagadas por denuncias de fraude, alteraciones al padrón electoral, al registro civil y al sistema de identificación personal, voto controlado y otras denuncias, sin que se haga algo significativo al respecto. Pues si dentro del país existe el fraude, afuera éste puede ser aun mayor. Este es un motivo muy poderoso para mirar con reojo la idea del voto en el exterior. El ahínco de Evo Morales por lograr el voto en el exterior, llegando incluso a violar su recién estrenada constitución, refuerza esta preocupación.
Pero al fin y al cabo estas son preocupaciones de forma, porque podríamos en teoría diseñar un sistema que reduzca la posibilidad de fraude.
Sin embargo existe una preocupación de fondo la cual quiero explicar con un ejemplo. Muchas tiendas de cristalería tienen un letrero que dice “si usted lo rompe, lo paga”. Si usted rompe un cristal, pues debe pagarlo. En cierto sentido la democracia es así, nosotros elegimos a nuestros gobernantes mediante el voto y pagamos las consecuencias ya sea de su buen o mal gobierno. Por ello, es que nuestro voto requiere cierto análisis y meditación. Sin embargo, para las personas que viven fuera, y en especial las que viven permanentemente, éste no es el caso. Ellos pueden votar por un Evo Morales, un Jerjes Justiniano o un Melgarejo y sin embargo no van a ser gobernados ni por el uno ni por el otro. Y por supuesto no van a tener que vivir las consecuencias de gobiernos desastrosos como el actual. Es decir, los bolivianos residentes en el extranjero pueden “romper sin pagar”. Dado que existe aproximadamente un tercio de nuestra población viviendo en el extranjero esto no es poca cosa. El voto en el extranjero puede significar que de ahora en adelante los presidentes de Bolivia se decidan por personas que no viven en Bolivia.
Es bonito ser populachero y hablar de lo democrático que es otorgar el voto a los residentes en el exterior, pero el voto implica una responsabilidad y un costo, y en este caso, quienes viven en afuera, no incurren en ningún costo al votar sobre los destinos de un país que les queda a miles de kilómetros.
La Paz, 12/02/09
Entre los primeros actos de Evo Morales una vez aprobada su constitución ha sido violarla, ya que la constitución establece que el voto en el exterior se regirá de acuerdo a Ley, y no de acuerdo a decreto. No deseo centrar la atención sobre este punto, después de todo, ninguna persona sensata podría haber pensado que Evo Morales iba a respetar la constitución que él pidió aprobar. Aquí el único motivo de asombro es la rapidez y la pompa con la que Morales incumple la constitución que el hizo a su medida y prometió cumplir.
Mi intención es más bien lanzar algunos elementos de análisis sobre la conveniencia de que Bolivia tenga voto en el exterior.
Bolivia no tiene un cuerpo diplomático profesional. Cada nuevo gobierno pone a sus militantes en las diferentes embajadas y consulados, y la actual administración no es la excepción. Por lo tanto no podemos garantizar el control y la supervisión multipartidaria para el voto en el exterior.
Las últimas elecciones en Bolivia han estado plagadas por denuncias de fraude, alteraciones al padrón electoral, al registro civil y al sistema de identificación personal, voto controlado y otras denuncias, sin que se haga algo significativo al respecto. Pues si dentro del país existe el fraude, afuera éste puede ser aun mayor. Este es un motivo muy poderoso para mirar con reojo la idea del voto en el exterior. El ahínco de Evo Morales por lograr el voto en el exterior, llegando incluso a violar su recién estrenada constitución, refuerza esta preocupación.
Pero al fin y al cabo estas son preocupaciones de forma, porque podríamos en teoría diseñar un sistema que reduzca la posibilidad de fraude.
Sin embargo existe una preocupación de fondo la cual quiero explicar con un ejemplo. Muchas tiendas de cristalería tienen un letrero que dice “si usted lo rompe, lo paga”. Si usted rompe un cristal, pues debe pagarlo. En cierto sentido la democracia es así, nosotros elegimos a nuestros gobernantes mediante el voto y pagamos las consecuencias ya sea de su buen o mal gobierno. Por ello, es que nuestro voto requiere cierto análisis y meditación. Sin embargo, para las personas que viven fuera, y en especial las que viven permanentemente, éste no es el caso. Ellos pueden votar por un Evo Morales, un Jerjes Justiniano o un Melgarejo y sin embargo no van a ser gobernados ni por el uno ni por el otro. Y por supuesto no van a tener que vivir las consecuencias de gobiernos desastrosos como el actual. Es decir, los bolivianos residentes en el extranjero pueden “romper sin pagar”. Dado que existe aproximadamente un tercio de nuestra población viviendo en el extranjero esto no es poca cosa. El voto en el extranjero puede significar que de ahora en adelante los presidentes de Bolivia se decidan por personas que no viven en Bolivia.
Es bonito ser populachero y hablar de lo democrático que es otorgar el voto a los residentes en el exterior, pero el voto implica una responsabilidad y un costo, y en este caso, quienes viven en afuera, no incurren en ningún costo al votar sobre los destinos de un país que les queda a miles de kilómetros.
La Paz, 12/02/09
miércoles, 4 de febrero de 2009
Bolivianas y bolivianos…
Javier Paz García
Bolivia siempre ha gustado de la cursilería y la grandilocuencia. Desde nuestra declaración de independencia en 1825 hasta el prólogo del desastre de constitución que acabamos de aprobar, estamos llenos de lirismos y frases rimbombantes más dignas de la literatura fantástica que de otra cosa.
La última moda en cursilería es la de, en un acto sublime de inclusión de género, hablar de “las bolivianas y los bolivianos”, “las ciudadanas y los ciudadanos”. No existe político, dirigente sindical o aspirante a populachero que no comience una sentencia sin referirse a “las bolivianas y bolivianos” (el género femenino primero, por supuesto).
Y si leemos nuestra poética constitución, veremos que ni los doctos asambleístas (o quienes hayan redactado la constitución, asunto que sigue en el misterio) se salvaron de la tentación de ser cursis (es que los populacheros nunca pueden pecar de cursis).
Por ejemplo, el artículo 3 nos cuenta que “[l]a nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y bolivianos”; el artículo 14 nos habla de “las extranjeras y los extranjeros”. El artículo 15 dice que “[t]odas las personas, en especial las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física…” A lo que me pregunto, ¿a que se refieren con “en especial las mujeres”? ¿Acaso hay casos en las que los hombres pueden ser negados de ese derecho o es que esta es una de esas frases que alguien incluyó ahí pero que no significa nada?
El artículo 23 es interesante. Su inciso II dice “[s]e evitará la imposición a los adolescentes de medidas privativas de libertad…” Lo interesante de este inciso es que no mencionan a las adolescentes, por lo tanto, si nos guiamos por la costumbre de nombrar a ambos géneros, esto significa que este artículo excluye explícitamente a las adolescentes. El inciso VI del mismo artículo dice que “[l]os responsables de los centros de reclusión deberán llevar el registro de personas privadas de libertad”. Por supuesto, si algún centro de reclusión está en manos de mujeres, entonces no tienen que atenerse a este mandato constitucional.
Por suerte el artículo 26 da derechos políticos a “todas las ciudadanas y ciudadanos”; el 27 habla de “bolivianas y bolivianos residentes en el exterior”; el 48 de las “trabajadoras y los trabajadores”; el 51 de “las dirigentas (sic) y dirigentes”; el 58 de “la niña, niño y adolescente”. No se si existirán beneméritas de la Patria, pero el artículo 69 no las incluye, por lo que no podrán acceder a una pensión vitalicia. La sección X trata sobre los “derechos de las usuarias y usuarios y de las consumidoras y los consumidores” (cursilería exponencial).
Como la sección de educación habla de los docentes, pues, las docentes no tienen ningún privilegio otorgado por la constitución. Sigamos, el artículo 149 habla de “candidatas y candidatos”; el 152 de “las asambleístas y los asambleístas”; el 165 de la “Presidenta o el Presidente del Estado, la Vicepresidenta o el Vicepresidente del Estado y las Ministras o Ministros de Estado” (nótese que se elimina la palabra “República”). Y así más adelante encontramos a “las funcionarias y los funcionarios” y otros ejercicios en cursilería.
Pero bueno, “las bolivianas y los bolivianos” somos folclóricos, Bolivia es un país folclórico, y por lo tanto no hay nada más consecuente que tener una constitución cursi y folclórica.
La Paz, 04/02/09
Bolivia siempre ha gustado de la cursilería y la grandilocuencia. Desde nuestra declaración de independencia en 1825 hasta el prólogo del desastre de constitución que acabamos de aprobar, estamos llenos de lirismos y frases rimbombantes más dignas de la literatura fantástica que de otra cosa.
La última moda en cursilería es la de, en un acto sublime de inclusión de género, hablar de “las bolivianas y los bolivianos”, “las ciudadanas y los ciudadanos”. No existe político, dirigente sindical o aspirante a populachero que no comience una sentencia sin referirse a “las bolivianas y bolivianos” (el género femenino primero, por supuesto).
Y si leemos nuestra poética constitución, veremos que ni los doctos asambleístas (o quienes hayan redactado la constitución, asunto que sigue en el misterio) se salvaron de la tentación de ser cursis (es que los populacheros nunca pueden pecar de cursis).
Por ejemplo, el artículo 3 nos cuenta que “[l]a nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y bolivianos”; el artículo 14 nos habla de “las extranjeras y los extranjeros”. El artículo 15 dice que “[t]odas las personas, en especial las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física…” A lo que me pregunto, ¿a que se refieren con “en especial las mujeres”? ¿Acaso hay casos en las que los hombres pueden ser negados de ese derecho o es que esta es una de esas frases que alguien incluyó ahí pero que no significa nada?
El artículo 23 es interesante. Su inciso II dice “[s]e evitará la imposición a los adolescentes de medidas privativas de libertad…” Lo interesante de este inciso es que no mencionan a las adolescentes, por lo tanto, si nos guiamos por la costumbre de nombrar a ambos géneros, esto significa que este artículo excluye explícitamente a las adolescentes. El inciso VI del mismo artículo dice que “[l]os responsables de los centros de reclusión deberán llevar el registro de personas privadas de libertad”. Por supuesto, si algún centro de reclusión está en manos de mujeres, entonces no tienen que atenerse a este mandato constitucional.
Por suerte el artículo 26 da derechos políticos a “todas las ciudadanas y ciudadanos”; el 27 habla de “bolivianas y bolivianos residentes en el exterior”; el 48 de las “trabajadoras y los trabajadores”; el 51 de “las dirigentas (sic) y dirigentes”; el 58 de “la niña, niño y adolescente”. No se si existirán beneméritas de la Patria, pero el artículo 69 no las incluye, por lo que no podrán acceder a una pensión vitalicia. La sección X trata sobre los “derechos de las usuarias y usuarios y de las consumidoras y los consumidores” (cursilería exponencial).
Como la sección de educación habla de los docentes, pues, las docentes no tienen ningún privilegio otorgado por la constitución. Sigamos, el artículo 149 habla de “candidatas y candidatos”; el 152 de “las asambleístas y los asambleístas”; el 165 de la “Presidenta o el Presidente del Estado, la Vicepresidenta o el Vicepresidente del Estado y las Ministras o Ministros de Estado” (nótese que se elimina la palabra “República”). Y así más adelante encontramos a “las funcionarias y los funcionarios” y otros ejercicios en cursilería.
Pero bueno, “las bolivianas y los bolivianos” somos folclóricos, Bolivia es un país folclórico, y por lo tanto no hay nada más consecuente que tener una constitución cursi y folclórica.
La Paz, 04/02/09
La necesidad de un nuevo pacto social
Javier Paz García
Muchos estaban de acuerdo que la constitución que tenía Bolivia hasta hace pocos días no servía y muchos estamos de acuerdo en que la actual constitución no sirve. Más allá de los argumentos que podamos dar a favor o en contra de la actual constitución, lo cierto es que no tiene la aprobación de una significativa parte de los bolivianos.
Por otro lado es poco probable que el actual gobierno esté dispuesto a trabajar en la búsqueda de una constitución consensuada para reemplazar a la actual. Sin embargo eso no quiere decir que la sociedad civil no pueda comenzar inmediatamente a trabajar en las bases de una nueva constitución.
Si queremos que nuestra siguiente carta magna sea razonablemente aceptable, es urgente comenzar a trabajar inmediatamente en ella. Alguno pensará que al actual partido de gobierno todavía le queda mucho tiempo en el poder y que por lo tanto no es urgente generar los debates y recopilar las ideas en torno a lo que significa un futuro pacto social. Yo sobre este punto respondería que los norteamericanos declararon su independencia en 1776 y tardaron más de una década en ponerse de acuerdo sobre su constitución; pero el trabajo valió la pena, los Estados Unidos mantiene la misma constitución con la que inició, con apenas algunas enmiendas. La moraleja es clara, a mayor tiempo que le dediquemos y a mayor consenso que construyamos, mayor es la probabilidad de tener una constitución que cumpla con su cometido.
Tengo la tentación de enumerar algunos puntos que una constitución más o menos decente debería incluir y algunos que debería excluir pero me voy a limitar a un único punto y creo que el más fundamental: debe ser fruto de un debate libre, abierto, amplio, profundo. Si la siguiente constitución (y podemos estar plenamente seguros que habrá una constitución posterior a la actual) cumple este requisito, y es fruto del debate y el consenso, entonces tal vez logremos paz social y estabilidad.
Y a los siguientes redactores les ruego, por favor, háganla tan breve como sea posible.
Antigua, 29/01/09
Muchos estaban de acuerdo que la constitución que tenía Bolivia hasta hace pocos días no servía y muchos estamos de acuerdo en que la actual constitución no sirve. Más allá de los argumentos que podamos dar a favor o en contra de la actual constitución, lo cierto es que no tiene la aprobación de una significativa parte de los bolivianos.
Por otro lado es poco probable que el actual gobierno esté dispuesto a trabajar en la búsqueda de una constitución consensuada para reemplazar a la actual. Sin embargo eso no quiere decir que la sociedad civil no pueda comenzar inmediatamente a trabajar en las bases de una nueva constitución.
Si queremos que nuestra siguiente carta magna sea razonablemente aceptable, es urgente comenzar a trabajar inmediatamente en ella. Alguno pensará que al actual partido de gobierno todavía le queda mucho tiempo en el poder y que por lo tanto no es urgente generar los debates y recopilar las ideas en torno a lo que significa un futuro pacto social. Yo sobre este punto respondería que los norteamericanos declararon su independencia en 1776 y tardaron más de una década en ponerse de acuerdo sobre su constitución; pero el trabajo valió la pena, los Estados Unidos mantiene la misma constitución con la que inició, con apenas algunas enmiendas. La moraleja es clara, a mayor tiempo que le dediquemos y a mayor consenso que construyamos, mayor es la probabilidad de tener una constitución que cumpla con su cometido.
Tengo la tentación de enumerar algunos puntos que una constitución más o menos decente debería incluir y algunos que debería excluir pero me voy a limitar a un único punto y creo que el más fundamental: debe ser fruto de un debate libre, abierto, amplio, profundo. Si la siguiente constitución (y podemos estar plenamente seguros que habrá una constitución posterior a la actual) cumple este requisito, y es fruto del debate y el consenso, entonces tal vez logremos paz social y estabilidad.
Y a los siguientes redactores les ruego, por favor, háganla tan breve como sea posible.
Antigua, 29/01/09
viernes, 23 de enero de 2009
La libertad económica en Bolivia
Javier Paz García
La Fundación Heritage y el Wall Street Journal publican cada año el Índice de Libertad Económica, estudio que, para el 2009 clasificó a 183 países en diez áreas específicas: 1) La facilidad de abrir operar y cerrar un negocio. 2) Las restricciones al comercio internacional, como ser tarifas, o excesivas regulaciones. 3) La carga impositiva, es decir, la cantidad de impuestos. 4) El tamaño y gasto del gobierno. 5) El sistema y la estabilidad monetaria, el control de precios. 6) La libertad de inversión, en especial inversión extranjera. 7) El sistema financiero y bancario y la facilidad de acceder a créditos. 8) Derechos de propiedad. 9) Corrupción. 10) El mercado laboral.
Bolivia ocupa el puesto 130 en el ranking mundial y en el ranking regional el puesto 23 de un total de 29 países. En cuatro de las áreas analizadas, el país tiene una puntuación superior al promedio mundial. Estas áreas son las restricciones al comercio internacional, la carga impositiva, el tamaño del gobierno y el sistema financiero y bancario. En todas las demás el país está calificado por debajo del promedio mundial, siendo las tres peores los derechos de propiedad, la libertad de inversión y la corrupción.
El estudio, aparte de analizar estas diez áreas en cada país y clasificarlos, también muestra una fuerte y positiva correlación estadística entre los países con un alto grado de libertad económica y el progreso económico de los mismos, medido en términos de PIB per cápita. La teoría económica y la evidencia empírica indican que existe una relación de causalidad entre la libertad económica y el progreso. Los resultados del Índice de Libertad Económica no hacen sino confirmar lo que Adam Smith ya sabía más de 200 años atrás, que cada individuo es el mejor juez de su propio interés y que las sociedades libres son las más aptas para progresar y satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los ciudadanos que las componen.
El puntaje de Bolivia en el ranking es de 53,6 lo que la ubica dentro de los países con poca libertad económica, muy cerca de los países donde se reprime la libertad económica. No es de extrañarse que Bolivia también se encuentre entre los países más pobres del mundo.
Milton Friedman, premio Nobel de economía, dijo que no puede haber libertad política sin libertad económica y que estas dos libertades necesariamente deben andar de la mano. La historia reciente de Bolivia, donde en los últimos años ha habido una degradación de las libertades políticas como ser amenazas a quienes piensan diferente al régimen, golpizas a periodistas, presos políticos, desmantelamiento del Poder Judicial y otras instituciones del Estado junto con una degradación de las libertades económicas, con acciones tales como la restricción de importaciones y el control de precios parece confirmar lo dicho por Friedman.
Este estudio debe servir de guía para políticos, economistas, politólogos, sociólogos, sobre la dirección que debería tomar el país si quiere encaminarse hacia el progreso socioeconómico. Para quienes este artículo haya despertado algún interés, pueden ver más detalles del estudio (en inglés) en la página web de la Fundación Heritage: http://www.heritage.org/Index/.
La Paz, 18/01/09
La Fundación Heritage y el Wall Street Journal publican cada año el Índice de Libertad Económica, estudio que, para el 2009 clasificó a 183 países en diez áreas específicas: 1) La facilidad de abrir operar y cerrar un negocio. 2) Las restricciones al comercio internacional, como ser tarifas, o excesivas regulaciones. 3) La carga impositiva, es decir, la cantidad de impuestos. 4) El tamaño y gasto del gobierno. 5) El sistema y la estabilidad monetaria, el control de precios. 6) La libertad de inversión, en especial inversión extranjera. 7) El sistema financiero y bancario y la facilidad de acceder a créditos. 8) Derechos de propiedad. 9) Corrupción. 10) El mercado laboral.
Bolivia ocupa el puesto 130 en el ranking mundial y en el ranking regional el puesto 23 de un total de 29 países. En cuatro de las áreas analizadas, el país tiene una puntuación superior al promedio mundial. Estas áreas son las restricciones al comercio internacional, la carga impositiva, el tamaño del gobierno y el sistema financiero y bancario. En todas las demás el país está calificado por debajo del promedio mundial, siendo las tres peores los derechos de propiedad, la libertad de inversión y la corrupción.
El estudio, aparte de analizar estas diez áreas en cada país y clasificarlos, también muestra una fuerte y positiva correlación estadística entre los países con un alto grado de libertad económica y el progreso económico de los mismos, medido en términos de PIB per cápita. La teoría económica y la evidencia empírica indican que existe una relación de causalidad entre la libertad económica y el progreso. Los resultados del Índice de Libertad Económica no hacen sino confirmar lo que Adam Smith ya sabía más de 200 años atrás, que cada individuo es el mejor juez de su propio interés y que las sociedades libres son las más aptas para progresar y satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los ciudadanos que las componen.
El puntaje de Bolivia en el ranking es de 53,6 lo que la ubica dentro de los países con poca libertad económica, muy cerca de los países donde se reprime la libertad económica. No es de extrañarse que Bolivia también se encuentre entre los países más pobres del mundo.
Milton Friedman, premio Nobel de economía, dijo que no puede haber libertad política sin libertad económica y que estas dos libertades necesariamente deben andar de la mano. La historia reciente de Bolivia, donde en los últimos años ha habido una degradación de las libertades políticas como ser amenazas a quienes piensan diferente al régimen, golpizas a periodistas, presos políticos, desmantelamiento del Poder Judicial y otras instituciones del Estado junto con una degradación de las libertades económicas, con acciones tales como la restricción de importaciones y el control de precios parece confirmar lo dicho por Friedman.
Este estudio debe servir de guía para políticos, economistas, politólogos, sociólogos, sobre la dirección que debería tomar el país si quiere encaminarse hacia el progreso socioeconómico. Para quienes este artículo haya despertado algún interés, pueden ver más detalles del estudio (en inglés) en la página web de la Fundación Heritage: http://www.heritage.org/Index/.
La Paz, 18/01/09
jueves, 15 de enero de 2009
Centralistas hasta el tuétano
Javier Paz García
Una nota del periódico La Razón (14/01/09) da cuenta que el Poder Ejecutivo quiere ser parte de la organización del carnaval de Oruro. Según la nota, el alcalde de Oruro declaró que “el Comité Organizador está compuesto por tres instituciones y no vamos a permitir de ninguna manera la intromisión del Gobierno, que lo que está haciendo es politizar al Carnaval”.
Debería llamarnos la atención que un gobierno que se encuentra haciendo campaña por la autonomía pretenda organizar un evento estrictamente local como es la fiesta de carnaval en una ciudad particular. Dentro de poco también querrán controlar desde La Paz el carnaval de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y luego por que no, la feria de mandarinas de Porongo, el festival de música barroca de la Chiquitanía, la feria de la orquídea de Concepción, etc. La nota de La Razón es y debe ser motivo de preocupación porque es una muestra de las tendencias centralistas y totalitarias del Movimiento al Socialismo.
Para las mentes centralistas y totalitarias, nada debe escapar a su control, ni siquiera algo tan local como es la organización de un carnaval.
Por otro lado, el vicepresidente ha declarado que de no aprobarse su constitución, no habrá autonomía hasta el 2021. García Linera quiere decirnos en otras palabras que si gana el NO, el MAS no va a mover un dedo por la autonomía mientras esté en el poder. Es decir chantajea a los departamentos que aprobaron su autonomía, con el cuento que o votan por esa constitución o no reciben nada. Y yo le creo, yo creo que si gana el NO el 25 de enero el MAS no va a ir en contra de la autonomía, pero también creo que si su constitución se aprueba, también van a ir en contra de la autonomía, centralizando competencias y confiscando recursos a los departamentos, como lo vienen haciendo. Y es bueno recalcar que el Presupuesto General de la Nación 2009, elaborado y aprobado por el MAS mientras hacían campaña por la autonomía, es el más centralista, confiscatorio y anti-autonomista de todos los presupuestos que ha presentado el gobierno del MAS.
¿Cómo podemos creer que el MAS está con las autonomías ante las amenazas disfrazadas de García Linera, ante tales muestras de centralismo como es la intromisión en la organización del carnaval de Oruro y la confiscación y centralización de recursos año tras año por parte del Ejecutivo?
¿Cómo puede creer Evo Morales en la autonomía y a la vez mandar a los directores de colegios desde La Paz? Y este tema es de mayor preocupación, porque aquí estamos hablando de posibles intenciones de adoctrinamiento a la niñez y juventud de todo el país.
Es que todo régimen comunista-socialista requiere adoctrinamiento, y el socialismo es contrario a la autonomía, porque el socialismo es centralista y “homogenizador” por naturaleza.
Votar por la constitución masista es avalar las políticas centralistas que ha llevado a cabo el MAS en sus tres años de gobierno, es avalar sus grupos de choque, es avalar la intolerancia de quienes golpean, insultan y persiguen a quienes expresan una opinión distinta. Votar por esa constitución es retroceder en el fin principal de la autonomía, que es mayor libertad y progreso.
La Paz, 15/01/09
Una nota del periódico La Razón (14/01/09) da cuenta que el Poder Ejecutivo quiere ser parte de la organización del carnaval de Oruro. Según la nota, el alcalde de Oruro declaró que “el Comité Organizador está compuesto por tres instituciones y no vamos a permitir de ninguna manera la intromisión del Gobierno, que lo que está haciendo es politizar al Carnaval”.
Debería llamarnos la atención que un gobierno que se encuentra haciendo campaña por la autonomía pretenda organizar un evento estrictamente local como es la fiesta de carnaval en una ciudad particular. Dentro de poco también querrán controlar desde La Paz el carnaval de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y luego por que no, la feria de mandarinas de Porongo, el festival de música barroca de la Chiquitanía, la feria de la orquídea de Concepción, etc. La nota de La Razón es y debe ser motivo de preocupación porque es una muestra de las tendencias centralistas y totalitarias del Movimiento al Socialismo.
Para las mentes centralistas y totalitarias, nada debe escapar a su control, ni siquiera algo tan local como es la organización de un carnaval.
Por otro lado, el vicepresidente ha declarado que de no aprobarse su constitución, no habrá autonomía hasta el 2021. García Linera quiere decirnos en otras palabras que si gana el NO, el MAS no va a mover un dedo por la autonomía mientras esté en el poder. Es decir chantajea a los departamentos que aprobaron su autonomía, con el cuento que o votan por esa constitución o no reciben nada. Y yo le creo, yo creo que si gana el NO el 25 de enero el MAS no va a ir en contra de la autonomía, pero también creo que si su constitución se aprueba, también van a ir en contra de la autonomía, centralizando competencias y confiscando recursos a los departamentos, como lo vienen haciendo. Y es bueno recalcar que el Presupuesto General de la Nación 2009, elaborado y aprobado por el MAS mientras hacían campaña por la autonomía, es el más centralista, confiscatorio y anti-autonomista de todos los presupuestos que ha presentado el gobierno del MAS.
¿Cómo podemos creer que el MAS está con las autonomías ante las amenazas disfrazadas de García Linera, ante tales muestras de centralismo como es la intromisión en la organización del carnaval de Oruro y la confiscación y centralización de recursos año tras año por parte del Ejecutivo?
¿Cómo puede creer Evo Morales en la autonomía y a la vez mandar a los directores de colegios desde La Paz? Y este tema es de mayor preocupación, porque aquí estamos hablando de posibles intenciones de adoctrinamiento a la niñez y juventud de todo el país.
Es que todo régimen comunista-socialista requiere adoctrinamiento, y el socialismo es contrario a la autonomía, porque el socialismo es centralista y “homogenizador” por naturaleza.
Votar por la constitución masista es avalar las políticas centralistas que ha llevado a cabo el MAS en sus tres años de gobierno, es avalar sus grupos de choque, es avalar la intolerancia de quienes golpean, insultan y persiguen a quienes expresan una opinión distinta. Votar por esa constitución es retroceder en el fin principal de la autonomía, que es mayor libertad y progreso.
La Paz, 15/01/09
Regalías y picardías del MAS
Javier Paz García
Entre los cuentos que nos cuenta el MAS para vender su proyecto de constitución está la inclusión del 11% de las regalías en uno de sus artículos. Es decir, ¡con la nueva constitución Santa Cruz tiene aseguradas sus regalías!
Ante este aparente acto de nobleza del MAS debemos preguntarnos, ¿Acaso existía el riesgo de que Santa Cruz (o cualquier departamento productor de hidrocarburos) pierda o reciba menos de sus regalías departamentales? Si la respuesta del lector es “no”, entonces la inclusión de este artículo en la constitución masista no significa ningún beneficio adicional para los departamentos productores de hidrocarburos. Es decir, si no existe riesgo de que nos quiten las regalías, garantizarlas en la constitución sirve de poco o nada. Ahora, si la respuesta del lector es “si”, es decir, si cree que las regalías departamentales están en riesgo, entonces debemos hacernos una segunda pregunta: ¿Por qué o por causa de quiénes están en riesgo las regalías? Creo que la respuesta es inequívocamente a causa del MAS. Son Evo Morales y el MAS quienes confiscan recursos de los departamentos, incluso violando la ley. Es decir que la propaganda del Gobierno de que las regalías se garantizan con la nueva constitución es equivalente a decir que hay que votar por Evo, porque sino, Evo nos va a quitar nuestras regalías. Es parecido a que venga un ladrón y nos proponga que le demos 100 pesos para que no nos robe la billetera entera (y que lo diga como si nos estuviera haciendo un favor).
Pero ni siquiera garantizando las regalías con un artículo de la constitución están las regalías plenamente blindadas de que Evo Morales y el MAS confisquen estos recursos ¿Acaso respetan la actual constitución? La distribución del IDH tiene una ley y el MAS no la cumple. Para mostrar como el MAS podría confiscar recursos de las regalías (o cualquier ingreso departamental que pase por el TGN) voy a referirme a un caso concreto del Presupuesto General de la Nación 2009. Entre las muchas ilegalidades y confiscaciones que contiene el PGN 2009 está el obligar a los departamentos a traspasar recursos a entidades controladas por el Gobierno central como ser la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC). Es decir, en papeles ponen que es plata del gobierno departamental, pero el gobierno departamental no tiene ninguna disponibilidad sobre ese dinero, ya que el dinero va a entidades del Gobierno central, sin que el gobierno departamental lo haya autorizado. No se que opinará el lector, pero en mi lógica, plata que ni veo ni puedo disponer no es mi plata, aunque el gobierno del MAS lo escriba en un papel y lo firme el mismísimo Evo. Este tipo de confiscaciones son realizadas al mismo tiempo que Evo Morales hace campaña por la autonomía. El PGN 2009 elaborado por el Poder Ejecutivo es centralista y confiscatorio por lo que es incoherente con el nuevo discurso masista en apoyo a las autonomías. Evo es un autonomista de boca pa’ fuera, porque en los hechos, el gobierno del MAS cada día le quita más recursos a los departamentos.
Mientras el gobierno del MAS no tenga vocación democrática, desobedezca las leyes y haga lo que le de la gana, las regalías y las autonomías no están garantizadas, ni siquiera estando escritas en la constitución, como lo demuestran las confiscaciones ilegales del IDH desde que el MAS asumió el poder y como lo demuestra el PGN 2009.
Santa Cruz de la Sierra, 08/01/09
Entre los cuentos que nos cuenta el MAS para vender su proyecto de constitución está la inclusión del 11% de las regalías en uno de sus artículos. Es decir, ¡con la nueva constitución Santa Cruz tiene aseguradas sus regalías!
Ante este aparente acto de nobleza del MAS debemos preguntarnos, ¿Acaso existía el riesgo de que Santa Cruz (o cualquier departamento productor de hidrocarburos) pierda o reciba menos de sus regalías departamentales? Si la respuesta del lector es “no”, entonces la inclusión de este artículo en la constitución masista no significa ningún beneficio adicional para los departamentos productores de hidrocarburos. Es decir, si no existe riesgo de que nos quiten las regalías, garantizarlas en la constitución sirve de poco o nada. Ahora, si la respuesta del lector es “si”, es decir, si cree que las regalías departamentales están en riesgo, entonces debemos hacernos una segunda pregunta: ¿Por qué o por causa de quiénes están en riesgo las regalías? Creo que la respuesta es inequívocamente a causa del MAS. Son Evo Morales y el MAS quienes confiscan recursos de los departamentos, incluso violando la ley. Es decir que la propaganda del Gobierno de que las regalías se garantizan con la nueva constitución es equivalente a decir que hay que votar por Evo, porque sino, Evo nos va a quitar nuestras regalías. Es parecido a que venga un ladrón y nos proponga que le demos 100 pesos para que no nos robe la billetera entera (y que lo diga como si nos estuviera haciendo un favor).
Pero ni siquiera garantizando las regalías con un artículo de la constitución están las regalías plenamente blindadas de que Evo Morales y el MAS confisquen estos recursos ¿Acaso respetan la actual constitución? La distribución del IDH tiene una ley y el MAS no la cumple. Para mostrar como el MAS podría confiscar recursos de las regalías (o cualquier ingreso departamental que pase por el TGN) voy a referirme a un caso concreto del Presupuesto General de la Nación 2009. Entre las muchas ilegalidades y confiscaciones que contiene el PGN 2009 está el obligar a los departamentos a traspasar recursos a entidades controladas por el Gobierno central como ser la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC). Es decir, en papeles ponen que es plata del gobierno departamental, pero el gobierno departamental no tiene ninguna disponibilidad sobre ese dinero, ya que el dinero va a entidades del Gobierno central, sin que el gobierno departamental lo haya autorizado. No se que opinará el lector, pero en mi lógica, plata que ni veo ni puedo disponer no es mi plata, aunque el gobierno del MAS lo escriba en un papel y lo firme el mismísimo Evo. Este tipo de confiscaciones son realizadas al mismo tiempo que Evo Morales hace campaña por la autonomía. El PGN 2009 elaborado por el Poder Ejecutivo es centralista y confiscatorio por lo que es incoherente con el nuevo discurso masista en apoyo a las autonomías. Evo es un autonomista de boca pa’ fuera, porque en los hechos, el gobierno del MAS cada día le quita más recursos a los departamentos.
Mientras el gobierno del MAS no tenga vocación democrática, desobedezca las leyes y haga lo que le de la gana, las regalías y las autonomías no están garantizadas, ni siquiera estando escritas en la constitución, como lo demuestran las confiscaciones ilegales del IDH desde que el MAS asumió el poder y como lo demuestra el PGN 2009.
Santa Cruz de la Sierra, 08/01/09
miércoles, 7 de enero de 2009
Fortalecimiento institucional
Javier Paz García
Bolivia concluyó su último periodo de dictaduras militares en el año 1982. El retorno de la democracia vino con grandes esperanzas de paz, libertad y prosperidad. Sin embargo luego de un cuarto de siglo de vivir en democracia, existe frustración con sus resultados lo que ha llevado a que hoy en día exista una mayor tolerancia a formas de gobierno con tintes totalitarios.
Uno de los mayores sinsabores del periodo democrático ha sido el cuoteo político, la corrupción generalizada y la impunidad. Para que la población recupere la fe en el Estado democrático es preciso hacer reformas de fortalecimiento institucional. En este sentido, considero necesarios: 1) una efectiva separación e independencia de poderes, 2) acceso a cargos públicos por concurso de méritos, donde los funcionarios tengan continuidad laboral más allá del gobierno de turno y 3) mecanismos de transparencia, responsabilidad (lo que los estadounidenses denominan “accountability”), y lucha contra la corrupción.
Los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador donde se tienen presidentes que han intentado modificar las reglas democráticas para su conveniencia, son una muestra de la debilidad institucional. Por ejemplo, Hugo Chávez llevó a cabo una Asamblea Constituyente para modificar la Constitución a su gusto y obtuvo poderes especiales que le permiten hacer leyes sin la necesidad del Congreso, usurpando de esta manera la función del mismo. El gobierno de Evo Morales en Bolivia ha usado grupos de choque para cercar al Congreso, y también mediante un acoso constante ha conseguido descabezar al Tribunal Constitucional, por lo que en la actualidad Morales puede gobernar mediante decretos sin que exista un ente calificado para pronunciarse sobre la constitucionalidad de los mismos. En Ecuador la mayoría de los diputados opositores fueron expulsados del Congreso.
Estos hechos ponen de manifiesto la debilidad institucional de estos Estados, donde el Poder Ejecutivo es capaz de imponerse sobre los otros poderes y situarse por encima de la Ley. Fortalecer a los Poderes Legislativo y Judicial para convertirlos en instituciones sólidas, estables e independientes, es fundamental para fortalecer la democracia en nuestros países.
Sin embargo es necesario ir aun más allá. Cuando hacemos un análisis del surgimiento de caudillos, vemos que nacen justamente de la debilidad y corrupción del mismo Estado. Estos caudillos surgen del cansancio de la gente que ve un Estado que no da soluciones a sus problemas, ve ineficiencia, corrupción e impunidad. Y los caudillos saben como aprovechar la situación usando una retórica de denuncia al sistema imperante, a la corrupción, a la impunidad.
Atacar estos problemas de debilidad institucional es esencial para tener una democracia estable que sea respetada y valorada por los ciudadanos. Si la población siente que la democracia apaña la corrupción y beneficia solo a unos cuantos, si siente que la democracia no es capaz de crear condiciones de desarrollo, entonces no va a luchar por preservarla. Por ello hay que avanzar en el perfeccionamiento de un Estado eficiente y transparente, donde los funcionarios públicos sean contratados en base a su capacidad y no a su filiación política, donde las instituciones del Estado presten servicios de calidad a la sociedad, y la gente vea la inversión pública en carreteras, escuelas, hospitales, donde los escándalos de corrupción sean juzgados y los culpables castigados de acuerdo a ley, donde la gente sienta que su dinero va a parar a obrar públicas y no al bolsillo de algún político corrupto.
Santa Cruz de la Sierra, 30/12/08
Bolivia concluyó su último periodo de dictaduras militares en el año 1982. El retorno de la democracia vino con grandes esperanzas de paz, libertad y prosperidad. Sin embargo luego de un cuarto de siglo de vivir en democracia, existe frustración con sus resultados lo que ha llevado a que hoy en día exista una mayor tolerancia a formas de gobierno con tintes totalitarios.
Uno de los mayores sinsabores del periodo democrático ha sido el cuoteo político, la corrupción generalizada y la impunidad. Para que la población recupere la fe en el Estado democrático es preciso hacer reformas de fortalecimiento institucional. En este sentido, considero necesarios: 1) una efectiva separación e independencia de poderes, 2) acceso a cargos públicos por concurso de méritos, donde los funcionarios tengan continuidad laboral más allá del gobierno de turno y 3) mecanismos de transparencia, responsabilidad (lo que los estadounidenses denominan “accountability”), y lucha contra la corrupción.
Los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador donde se tienen presidentes que han intentado modificar las reglas democráticas para su conveniencia, son una muestra de la debilidad institucional. Por ejemplo, Hugo Chávez llevó a cabo una Asamblea Constituyente para modificar la Constitución a su gusto y obtuvo poderes especiales que le permiten hacer leyes sin la necesidad del Congreso, usurpando de esta manera la función del mismo. El gobierno de Evo Morales en Bolivia ha usado grupos de choque para cercar al Congreso, y también mediante un acoso constante ha conseguido descabezar al Tribunal Constitucional, por lo que en la actualidad Morales puede gobernar mediante decretos sin que exista un ente calificado para pronunciarse sobre la constitucionalidad de los mismos. En Ecuador la mayoría de los diputados opositores fueron expulsados del Congreso.
Estos hechos ponen de manifiesto la debilidad institucional de estos Estados, donde el Poder Ejecutivo es capaz de imponerse sobre los otros poderes y situarse por encima de la Ley. Fortalecer a los Poderes Legislativo y Judicial para convertirlos en instituciones sólidas, estables e independientes, es fundamental para fortalecer la democracia en nuestros países.
Sin embargo es necesario ir aun más allá. Cuando hacemos un análisis del surgimiento de caudillos, vemos que nacen justamente de la debilidad y corrupción del mismo Estado. Estos caudillos surgen del cansancio de la gente que ve un Estado que no da soluciones a sus problemas, ve ineficiencia, corrupción e impunidad. Y los caudillos saben como aprovechar la situación usando una retórica de denuncia al sistema imperante, a la corrupción, a la impunidad.
Atacar estos problemas de debilidad institucional es esencial para tener una democracia estable que sea respetada y valorada por los ciudadanos. Si la población siente que la democracia apaña la corrupción y beneficia solo a unos cuantos, si siente que la democracia no es capaz de crear condiciones de desarrollo, entonces no va a luchar por preservarla. Por ello hay que avanzar en el perfeccionamiento de un Estado eficiente y transparente, donde los funcionarios públicos sean contratados en base a su capacidad y no a su filiación política, donde las instituciones del Estado presten servicios de calidad a la sociedad, y la gente vea la inversión pública en carreteras, escuelas, hospitales, donde los escándalos de corrupción sean juzgados y los culpables castigados de acuerdo a ley, donde la gente sienta que su dinero va a parar a obrar públicas y no al bolsillo de algún político corrupto.
Santa Cruz de la Sierra, 30/12/08
El proceso de inclusión indígena en Bolivia
Javier Paz García
Hay que reconocer que muchos sectores campesinos e indígenas no han participado plenamente de la vida política del país. Pero también hay que reconocer que Bolivia ha llevado a cabo un proceso de inclusión de los pueblos indígenas.
Como antecedente debemos recordar que en 1952 se permite el voto universal y en 1953 se da curso a una reforma agraria que beneficia en gran manera a los pueblos indígenas y campesinos.
Ya durante el periodo reciente de democracia (desde 1982), suceden acontecimientos importantes que evidencian el claro propósito del Estado y la sociedad de lograr una mayor inclusión de todos los sectores del país, en especial de los indígenas. Entre estos acontecimientos podemos destacar las elecciones de 1993 en las que gana un binomio donde el candidato a vicepresidente es un indígena: Víctor Hugo Cárdenas. En 1994 se promulga la ley de Participación Popular que da reconocimiento jurídico a los pueblos indígenas y comunidades campesinas y les otorga un rol de fiscalización sobre los municipios. Ese mismo año se reforma la Constitución para reconocer que Bolivia es multiétnica y pluricultural. El año 2001 se promulga la Ley del Diálogo Nacional con el objeto de promover un crecimiento equitativo y luchar contra la pobreza: la ley tiene entre sus principales beneficiarios a los pueblos indígenas. El 2004 se promulga la Ley de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indígenas que permite la postulación de candidatos a cargos electos sin la necesidad de pertenecer a partidos políticos, abriendo así los espacios de poder prácticamente a cualquier ciudadano boliviano. A esto hay que agregar el intenso debate que se viene generando sobre el tema indígena desde la década pasada.
Algunos creen que el proceso de inclusión de los indígenas en Bolivia comienza con la asunción de Evo Morales al poder (esa es precisamente la impresión que el mismo Morales ha tratado de dar), cuando en realidad esa victoria se debe en parte a un largo proceso de inclusión y profundización de la democracia, que se viene dando en Bolivia mucho antes del 2006.
Desafortunadamente el presidente Morales, quien pudo convertirse en el emblema de este proceso procurando la convivencia pacífica dentro de un Estado culturalmente diverso y consolidando el principio de inclusión e igualdad de todos ante la ley, ha decidido ir por el camino de la confrontación, utilizando una retórica revanchista, exacerbando las diferencias raciales y apostando por métodos claramente antidemocráticos para alcanzar sus objetivos políticos. Hoy Bolivia se encuentra en una lucha entre la democracia y el autoritarismo, que es disfrazada por el actual gobierno como una lucha entre ricos y pobres, entre indígenas y no indígenas. Morales ha decidido exacerbar el conflicto étnico y usarlo como un arma política y propagandística en vez de buscarle soluciones. Esta triste realidad no le quita méritos a los esfuerzos que ha hecho el país por lograr una mayor inclusión indígena, esfuerzos que han tenido resultados positivos, entre los que se encuentran la elección democrática del primer presidente indígena del país.
El mal gobierno de Evo Morales, no debe ser motivo para que, una vez se recupere la democracia plena en Bolivia, se retroceda en los avances en materia de inclusión de los pueblos indígenas y comunidades campesinas.
Santa Cruz de la Sierra, 26/12/08
Hay que reconocer que muchos sectores campesinos e indígenas no han participado plenamente de la vida política del país. Pero también hay que reconocer que Bolivia ha llevado a cabo un proceso de inclusión de los pueblos indígenas.
Como antecedente debemos recordar que en 1952 se permite el voto universal y en 1953 se da curso a una reforma agraria que beneficia en gran manera a los pueblos indígenas y campesinos.
Ya durante el periodo reciente de democracia (desde 1982), suceden acontecimientos importantes que evidencian el claro propósito del Estado y la sociedad de lograr una mayor inclusión de todos los sectores del país, en especial de los indígenas. Entre estos acontecimientos podemos destacar las elecciones de 1993 en las que gana un binomio donde el candidato a vicepresidente es un indígena: Víctor Hugo Cárdenas. En 1994 se promulga la ley de Participación Popular que da reconocimiento jurídico a los pueblos indígenas y comunidades campesinas y les otorga un rol de fiscalización sobre los municipios. Ese mismo año se reforma la Constitución para reconocer que Bolivia es multiétnica y pluricultural. El año 2001 se promulga la Ley del Diálogo Nacional con el objeto de promover un crecimiento equitativo y luchar contra la pobreza: la ley tiene entre sus principales beneficiarios a los pueblos indígenas. El 2004 se promulga la Ley de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indígenas que permite la postulación de candidatos a cargos electos sin la necesidad de pertenecer a partidos políticos, abriendo así los espacios de poder prácticamente a cualquier ciudadano boliviano. A esto hay que agregar el intenso debate que se viene generando sobre el tema indígena desde la década pasada.
Algunos creen que el proceso de inclusión de los indígenas en Bolivia comienza con la asunción de Evo Morales al poder (esa es precisamente la impresión que el mismo Morales ha tratado de dar), cuando en realidad esa victoria se debe en parte a un largo proceso de inclusión y profundización de la democracia, que se viene dando en Bolivia mucho antes del 2006.
Desafortunadamente el presidente Morales, quien pudo convertirse en el emblema de este proceso procurando la convivencia pacífica dentro de un Estado culturalmente diverso y consolidando el principio de inclusión e igualdad de todos ante la ley, ha decidido ir por el camino de la confrontación, utilizando una retórica revanchista, exacerbando las diferencias raciales y apostando por métodos claramente antidemocráticos para alcanzar sus objetivos políticos. Hoy Bolivia se encuentra en una lucha entre la democracia y el autoritarismo, que es disfrazada por el actual gobierno como una lucha entre ricos y pobres, entre indígenas y no indígenas. Morales ha decidido exacerbar el conflicto étnico y usarlo como un arma política y propagandística en vez de buscarle soluciones. Esta triste realidad no le quita méritos a los esfuerzos que ha hecho el país por lograr una mayor inclusión indígena, esfuerzos que han tenido resultados positivos, entre los que se encuentran la elección democrática del primer presidente indígena del país.
El mal gobierno de Evo Morales, no debe ser motivo para que, una vez se recupere la democracia plena en Bolivia, se retroceda en los avances en materia de inclusión de los pueblos indígenas y comunidades campesinas.
Santa Cruz de la Sierra, 26/12/08
Suscribirse a:
Entradas (Atom)