miércoles, 20 de agosto de 2008

Los argumentos del IDH

Javier Paz García

Imagine que usted gana 10 Bs. por las ventas que realiza de un producto x. De pronto el precio del producto se duplica y a usted le corresponde ganar 20 Bs. pero su jefe inmediato decide quedarse con 5 Bs. para su bolsillo y darle a usted solo 15 Bs.

Entonces, usted consciente que le están dando menos de lo que corresponde le reclama a su jefe por esos 5 Bs. adicionales y él le responde “pero de que te quejás, ¡si estás ganando más que antes!” ¿Considera usted correcta esta situación?

Pues el Gobierno Nacional considera que está bien quitarle a las regiones parte de los recursos que les corresponden y cuando éstas hacen los justos reclamos el gobierno les responde: pero de que te quejás, ¡si estás ganando más que antes!

Claro, efectivamente las regiones están recibiendo más recursos que antes, debido al incremento en los precios de los hidrocarburos, pero estos incrementos son temporales, mientras que el Gobierno pretende hacer las retenciones permanentes. Además, el incremento de ingresos no se debe a ninguna dádiva del gobierno ni a su buena gestión, se debe a un factor ajeno como es el incremento internacional de los precios de los hidrocarburos. Por lo tanto el argumento de que las regiones no deberían quejarse porque están recibiendo más es oportunista e irrelevante.

Por otro lado, Evo no deja de declarar que el IDH no es para el presidente, no es para los prefectos, y no es para ser egoístas. Y tiene toda la razón. El IDH no es para Costas, Cuéllar, Cossio, Suárez o Fernández, es para las regiones, es para educación y salud de gente pobre, es para caminos que den progreso y desarrollo. El argumento implícito de Morales de que el IDH es para el bolsillo de los prefectos viene a ser una más de sus tantas idioteces y no merece mayores comentarios. El argumento explícito de que los prefectos son egoístas al reclamar el IDH es otra idiotez que se rebate repitiendo que el IDH es destinado a educación, salud y caminos, lo que beneficia a la población más pobre y los ayuda además a escapar de la pobreza.

Es cierto que el MAS ha logrado simpatías en su causa al apelar a “la solidaridad con nuestros abuelitos” y mostrando a los prefectos y líderes cívicos como personas despiadadas, malvados, fríos, inmisericordes con los ancianos. Pero lo cierto es que el Gobierno si hubiera tenido la voluntad, podría haber dado el Bonosol (ahora Renta Dignidad), sin afectar el IDH. Y también es cierto que las confiscaciones que hace el gobierno significan que muchos niños no van a recibir su desayuno escolar y van a pasar hambre, que no se construirá una escuela o se otorgará un ítem de salud y que un niño que pudo recibir una educación decente que lo saque a él y a su familia de la pobreza, por falta de esa educación que el MAS le denegó, va a seguir siendo pobre nomás.

Pero eso no importa, total, el MAS no está en el poder para beneficiar al pueblo, sino para consolidar su proyecto de poder, y debilitar a todos aquéllos que se le opongan.

La Paz, 20/08/08

viernes, 15 de agosto de 2008

La paradoja alteña

Javier Paz García

La ciudad del Alto presenta una de las paradojas más interesantes de la actual Bolivia. El alteño es altamente capitalista en su accionar económico y altamente socialista en su accionar político.

El Alto es una ciudad de comerciantes y artesanos que ha surgido por esfuerzo propio. A los alteños nadie les regaló nada. Su gente se levanta temprano y empieza su jornada de trabajo en un frío del demonio a cuatro mil metros de altura y con falta de oxígeno en el aire. Sus ferias y mercados son un tributo al libre comercio.

Al alteño le interesa trabajar para ahorrar un capital (de ahí viene el término capitalista), comprarse un camioncito, expandir sus puestos de venta en el mercado, y eventualmente darle un mejor estándar de vida a sus hijos. Juzgando su comportamiento económico el alteño defiende a muerte el libre mercado: la ciudad ha surgido gracias a la iniciativa privada de sus ciudadanos, sin ayuda del Estado, sin subvenciones, sin “planes de desarrollo” diseñados por algún burócrata en La Paz. Y no hay mejor muestra de la fervorosa actitud capitalista del alteño que su alta vocación de comerciante y su reticencia a pagar impuestos. Después de todo ¿por qué tiene el Estado derecho de quitarles parte de lo que han ganado con su propio trabajo? ¿Qué moral tiene un Estado que ha hecho poco o nada por la ciudad para exigir que su gente sacrifique sus ganancias?

Básicamente el capitalismo en su aspecto filosófico sostiene que las personas deben ser libres para elegir su propio destino, que los individuos son las personas más idóneas para decidir sobre asuntos de su propio interés y que la tutela del Estado en la vida de las personas es ineficiente e inmoral. Tal vez los pocos alteños que lean esta nota se sientan ofendidos de ser llamados capitalistas, practicantes y beneficiarios del libre mercado… ¡pero es que lo son! Cuando contrabandean, cuando compran barato y venden más caro, cuando exportan, son capitalistas que se benefician del libre comercio, cuando no pintan sus casas y no emiten facturas para evitar el pago de impuestos, son capitalistas buscando las formas más ingeniosas de darle lo menos posible al Estado.

El alteño no anhela convertirse en burócrata, y más bien siente una alta desconfianza para con el Estado. Y sin embargo en el discurso y en el accionar político los alteños son la antítesis de todo lo anterior. Defienden un socialismo que quiere un Estado grande e intrusivo en la vida de las personas. Claman por un Estado que tome decisiones por ellos, que los cuide, y los trate como a niños incapaces de cuidarse por cuenta propia. Quieren un Estado que prohíba el libre comercio, y les diga a que precio y a quien van a vender sus tomates, sus muebles y sus textiles. Quieren un Estado que cobre impuestos más altos cuando no están dispuestos a pagar las tasas actuales.

Los alteños, con su actitud emprendedora y su apuesta implícita por el libre mercado tienen hoy la posibilidad de salir de la pobreza y de dar un mejor futuro a sus hijos. Es una paradoja y una tristeza que con su apoyo a un modelo socialista que socava las bases mismas que hicieron progresar a la ciudad estén yendo en contrasentido, condenando a sus hijos a perpetuarse en la pobreza.

La Paz, 14/08/08

domingo, 13 de julio de 2008

El caso de Entel

Javier Paz García

Hasta hace algunos meses, Entel era una compañía privada, que funcionaba de forma competitiva. Y probablemente si no hubiese sido nacionalizada, la compañía hubiese seguido dando un buen servicio a precio competitivos. Hago tal afirmación por la simple razón que sé que a los ex accionistas de Entel lo único que les interesa es hacer plata. Pero para hacer plata deben ofrecer un servicio que se compare a sus competidores en cuanto a precios y calidad. Si Entel cuesta lo mismo que Viva o Tigo, pero la calidad de su servicio es inferior al que prestan estas dos telefónicas, los clientes de Entel paulatinamente migrarán a estas dos empresas. Lo mismo ocurre si ofrece un servicio de similar calidad que sus competidores, pero a mayor precio. Esta es una de las maravillas del libre mercado, que el consumidor es quien elige, y el consumidor siempre elige lo que considera mejor para si mismo.

Volviendo al tema, como los accionistas de Entel están interesados en ganar dinero, y para ello deben ser competitivos, necesariamente tienen que contratar personal de primera, capacitarlos, invertir en tecnología y administrar bien sus recursos. Hoy Entel es del Estado y al Estado no siempre le interesa hacer plata. Y lo que pretende el actual gobierno es hacer show, colgar banderitas bolivianas en las oficinas, hacer spots sentimentalistas, ganar votos, crear pegas para sus militantes, y seguramente poder pinchar los teléfonos de los opositores al gobierno. La nacionalización de Entel responde a ese afán centralista que busca concentrar el poder y el dominio del Estado. Y a pesar de lo que diga el vicepresidente (quien no se caracteriza por su honestidad y credibilidad), Entel va a terminar siendo un botín político del MAS donde los ingenieros serán reemplazados por masistas, los administradores serán reemplazados por masistas y los buenos profesionales serán reemplazados por masistas, donde a la larga Entel va a terminar como la mayoría de las empresas públicas bolivianas: ineficiente y corrupta (¿el ejemplo de YPFB no le viene a la cabeza?).

Por otro lado, el estribillo populista de que el dinero que se produce en Bolivia se quede en Bolivia, es muy bonito, y la propaganda oficial lo repite hasta el cansancio para justificar la nacionalización de Entel. Pero si lo interpretamos rigurosamente estamos diciendo que no queremos que empresas extranjeras inviertan en nuestro país. Porque si una empresa extranjera invierte, lo hace pensando en ganar dinero y llevárselo a su casa. Y no es que se lleven todo, porque en el proceso generan fuentes de empleo, y reinvierten parte de sus ganancias, y esto es beneficioso para Bolivia. Pero si les decimos que lo que lo que produzcan en Bolivia debe quedarse en Bolivia, con seguridad que ahuyentamos buena parte de la inversión extranjera. Y el mensaje de este bonito estribillo es: señores, no vengan a invertir en Bolivia.

Lo mismo con la forma en que se nacionalizó, sin consensuar, usando la fuerza bruta de los decretazos y llevando a Bolivia a arbitrajes que al final nos van a costar millones de dólares a todos los bolivianos (no es Evo quien va a sacar plata de su bolsillo, sino todos los que pagamos impuestos), y así es bonito ser irresponsable con el país. Y el mensaje es el mismo: señores, por favor, no vengan a invertir a Bolivia, váyanse al Perú, a Chile, a China, donde los van a tratar bien, nosotros no los queremos y les vamos a hacer la vida imposible aunque terminemos jodiendo el país.

La Paz, 01/07/08

viernes, 11 de julio de 2008

Cómo destruir una economía

Javier Paz García

Imagine que usted produce algún producto agrícola, no importa si es papa, maíz, soya, trigo, etc. Supongamos que su costo de producción son 100 pesos por quintal y que usted lo vende a 110 pesos, teniendo una ganancia de 10%. Ahora imagine que el precio su producto sube a 120 pesos por quintal y sus costos de producción se mantienen en 100. Probablemente las ganancias adicionales le van a incentivar a usted a expandir su producción, creando más fuentes de trabajo, y además aumentando la oferta de su producto en el mercado, lo que a su vez va a evitar que el precio siga subiendo e incluso va a hacer que baje.

Ahora imagine que el producto que usted produce, el Gobierno lo compra de otro país a un precio de 130 pesos la importa a su país y lo vende en el mercado local a 80 pesos. A usted le sigue costando 100 pesos pero ahora solo lo puede vender a 80 pesos debido a la competencia desleal que le hace su propio Gobierno. ¿Qué hace usted en esa situación? Pues mira a los mercados externos y ve si le pagan mejor. Entonces al Gobierno se le ocurre la brillante idea de prohibir las exportaciones de su producto para “proteger al consumidor”. ¿Entonces que hace usted? Pues vende nomás a 80 pesos porque no le queda más, trata de pagar las deudas con sus proveedores de semillas, de fertilizantes e insecticidas, con el banco, etc. Con suerte no pierde la hipoteca de su casa, pero termina la temporada con grandes pérdidas y sin capital para arrancar la siembra en la siguiente temporada. ¿Entonces qué hace para la siguiente temporada de siembra? Ya no le conviene sembrar, porque si a usted le cuesta 100 pesos producir un quintal de su producto, pero el mercado solo le paga 80 pesos, entonces ¿para qué va a producir? ¿Para perder plata? ¿Para endeudarse más y terminar definitivamente perdiendo su casa?

Por lo tanto usted deja de sembrar o en todo caso reduce la superficie sembrada, sembrando exclusivamente en las zonas, donde por varios factores sus costos son menores de 80 pesos (los costos de producción pueden variar de un terreno a otro de acuerdo a la fertilidad de la tierra, la cercanía con algún silo de almacenamiento, la condición de los caminos, etc.). Por supuesto, reducir la extensión de la siembra o dejar de sembrar totalmente significa que muchas familias se quedan sin fuentes de trabajo (siendo usted mismo uno de los desempleados), el país produce menos y se empobrece más.

Esta política de importar, prohibir las exportaciones y competir internamente y de forma desleal con los productores locales, conduce en muy corto tiempo a que el país deje de producir el susodicho producto, pierda miles de fuentes de trabajo, deje de autoabastecerse, deje de tener suficiencia alimentaria, y pase a depender de las importaciones de otro país, subvencionadas por el gobierno. Conste que una subvención nunca es un ahorro porque son los mismos ciudadanos, por medio de sus impuestos, los que pagan el producto a 130 pesos en el exterior. Al final el país termina perdiendo, porque pudo comprar el producto a 110 pesos en el mercado interno, generando de paso fuentes de trabajo, mientras que ahora lo compra a 130 en el exterior, generando desempleo, desabastecimiento y pobreza.

La Paz, 11/07/08

Master en economía

jueves, 3 de julio de 2008

¡Por qué no te callas!

Javier Paz García

No fue Alan García el primero en decirle a Evo que cierre la boca. De hecho los comentaristas en Bolivia vienen sugiriendo desde el comienzo de su gestión que el presidente Morales cuide sus palabras y evite esas incontinencias verbales que lo caracterizan. Probablemente se puede escribir un libro con todos los artículos de opinión que existen sobre el tema. En algunos, los autores son muy críticos del presidente, en otros son más condescendientes y optimistas de que el Primer Mandatario boliviano no vuelva a cometer deslices al hacer declaraciones públicas. Luego de más de dos años de gestión hay pocos motivos para ser optimista al respecto.

Fiel a su estilo, en días pasados Su Excelencia nos ha dado un festín de anécdotas jocosas. De manera totalmente innecesaria se estrelló contra el Presidente del Perú, y alentó protestas en el país vecino, cometiendo una clara injerencia en la política interna peruana. Por lo visto, llamar a Alan García gordo y antiimperialista no fue suficiente para Evo Morales sino que también lo calificó como neoliberal, al decir que él no pide disculpas a neoliberales. Habría que hacerle notar al presidente Morales que uno pide disculpas a otra persona, cuando uno ha cometido un error y tiene la suficiente hombría y humildad de admitirlo. Decir que uno no pide disculpas a neoliberales es análogo a decir que uno no pide disculpas a otro por ser negro, judío, gringo o pobre. Es simplemente una muestra más de la extrema soberbia del presidente boliviano, que para nada hace gala de la cultura de diálogo y paz a la que dice pertenecer.

Pero más jocoso aun es su congratulación a las FARC y a Hugo Chávez por la liberación de Ingrid Betancourt y otros rehenes. Su Excelencia declaró públicamente que las FARC habían liberado a los rehenes, y que había que agradecer también al presidente venezolano por sus buenos oficios. Por lo visto al presidente Morales no le informaron que las FARC no entregaron a los rehenes, sino que fueron rescatados en un operativo del ejército colombiano. Su Excelencia mostró una desinformación total y ciertamente hizo el ridículo al hacer semejante declaración. Y aunque para nosotros los bolivianos no es nada nuevo que el presidente Morales haga declaraciones desubicadas, no me imagino que pensarán en el exterior cuando escuchen a nada más y nada menos que el Presidente de Bolivia felicitando a las FARC por liberar a Ingrid Betancourt. ¡Qué irán a pensar los colombianos de nuestro presidente! Seguramente valorarán la sabiduría, la prudencia y los amplios conocimientos que demuestra el mandatario boliviano, y sentirán envidia de no tener un presidente así. Similar situación debe suceder en Perú.

Ya el canciller boliviano declaró en una oportunidad que Evo era la luz del mundo, y dada la locuacidad del Primer Mandatario boliviano, seguramente seguirá sorprendiendo a propios y extraños con su sabiduría y clarividencia… aunque mejor sería que fuese un poco más humilde y siga el sabio consejo de su homólogo peruano.

La Paz, 03/07/08

miércoles, 2 de julio de 2008

Capital para el desarrollo

Javier Paz García

El capital es vital para el crecimiento económico, por el simple motivo de que el aumento del capital, incrementa la productividad del trabajo humano. Un aumento de productividad significa una mayor producción utilizando el mismo tiempo de trabajo. Es esta mayor producción la que eleva los niveles de vida de los trabajadores.

Dada la importancia del capital para elevar los niveles de vida, viene la pregunta sobre cómo se obtiene el capital.

La respuesta es que el capital se obtiene mediante el ahorro. Cuando una persona deposita sus ahorros en un banco, en realidad está haciendo un préstamo a alguien, quien en la mayoría de los casos lo invertirá en algo. Y de las ganancias de esta inversión saldrá el dinero para devolverle al prestamista. El banco en este caso funciona como intermediario entre el ahorrista y el prestamista, quienes ni siquiera se conocen.

Mientras mayor sea el ahorro de un país, mayor es su inversión. Y mientras mayor sea la inversión de un país, mayor su desarrollo, y las condiciones de vida de sus habitantes.

A pesar de la importancia del ahorro, muchas familias se ven imposibilitadas de ahorrar ya sus ingresos ni siquiera alcanzan para cubrir sus necesidades básicas, a esto llamamos pobreza y la incapacidad de estas familias de salir de este estado de precariedad, el círculo vicioso donde un padre de familia nunca llega a tener capacidad de ahorro, y sus hijos heredan la misma situación se llama la trampa de la pobreza. De la misma manera los países pobres sufren una especie de trampa de la pobreza, donde el ahorro interno es insuficiente para generar los niveles de inversión adecuados que saquen al país del subdesarrollo.

Afortunadamente existen otras fuentes inversión: los préstamos y donaciones externas y la inversión extranjera directa (IED). Ambas fuentes son importantes para incrementar la inversión y avanzar en el desarrollo de un país. Los préstamos y donaciones externas como los que hacen el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), y países como Brasil, Estados Unidos, la Unión Europea sirven para construir carreteras, refaccionar escuelas, construir hospitales, solventar un déficit fiscal. Por otro lado la inversión extranjera directa se traduce en empresas extranjeras que traen tecnología, capital humano (know how), y crean empresas en el país con las cuales generan fuentes de trabajo, y producen bienes y servicios que sin la presencia de la inversión extranjera no hubieran existido.

Es fácil ver los beneficios de la inversión extranjera, por ejemplo, los celulares han significado un gran avance en la democratización de las comunicaciones, y significan un incremento en el bienestar y la capacidad productiva de la población en general. Hoy en día todo mundo tiene un celular, es hasta gracioso ver a una chola meter la mano entre las tetas y sacar de allí un Nokia último modelo, sin embargo sin la tecnología extranjera, no existirían celulares en Bolivia.

También es fácil ilustrar sobre los costos de ahuyentar la inversión extranjera. Por ejemplo los habitantes más ricos de Bolivia son los potosinos. Viven sobre uno de los yacimientos de de litio más ricos del mundo. Sin embargo hace algunos años cuando una empresa extranjera quiso explotar esos yacimientos, los potosinos no quisieron. La empresa por supuesto se mandó mudar a otro país que les ofrecía mejores condiciones y los potosinos que potencialmente son los habitantes más ricos de Bolivia, en la actualidad viven unas pobrezas franciscanas, y el país no tiene ni el capital, ni la tecnología necesarios para explotar el litio.

El punto es que un país pobre debe crear las condiciones para atraer inversiones. El no hacerlo significa perpetuar la pobreza y el subdesarrollo, lo que es casi un crimen de lesa humanidad.

Santa Cruz, 27/06/08

jueves, 19 de junio de 2008

¿Qué es el capital?

Javier Paz García

Imagine que tiene cierta cantidad de tierra cultivable, pero no tiene semilla para cultivar. Pues usted sufre de falta de capital (la semilla) y por tanto no podrá producir nada. Ahora imagine que tiene la semilla, pero no tiene ningún instrumento para sembrar, excepto sus propias manos. Entonces podrá sembrar y cosechar con sus propias manos y producir algo de semilla. Ahora imagine que adquiere un arado, lógicamente su producción se va a incrementar. Ahora imagine que en vez del arado, tiene una yunta de hueyes, o en vez de los hueyes tiene un tractor viejo y cacharro que se le para fregando, o en vez del tractor viejo tiene un tractor nuevo, último modelo con GPS incluido. En cada uno de los casos, su capacidad de producción se incrementa, debido a que usted está incrementando su capital sobre un mismo espacio de tierra.

Es que el capital no significa papel moneda. El capital es el resultado de trabajo acumulado. El arado de un campesino, es su capital, el automóvil de un taxista, es el capital del taxista. Alguien tuvo que invertir su tiempo para construir ese arado o ese automóvil, y de esa forma crear un bien duradero que sirve para mejorar la productividad del campesino y el taxista. En otras palabras, el campesino que usa su arado para labrar la tierra, está aprovechando del trabajo acumulado de la persona que fabricó el arado (sea una tercera persona o tal vez él mismo). Y si ese campesino pudiera incrementar ese trabajo acumulado (capital) pasando del arado al tractor, sin lugar a dudas que aumentaría su producción.

El capital físico de un país está dado por sus edificios, casas, carreteras, alcantarillados, instalaciones eléctricas, aparatos de teléfono, celulares, arados, tractores, vehículos, instalaciones industriales, computadoras, rieles de tren, trenes, conexiones de gas, oleoductos, gasoductos, equipos de telecomunicación, antenas, aparatos de radio, televisores, etc. Mientras un país tenga más de éstos, su población tendrá mayor producción y niveles de vida.

Cuando el ser humano combina su trabajo con el capital, su productividad aumenta. Por ejemplo, el campesino que posee un arado puede trabajar un determinado espacio de tierra en menos tiempo. O de la misma manera en un determinado espacio de tiempo, puede trabajar sobre una superficie mayor de tierra.

El valor del capital radica precisamente en eso: que aumenta la productividad del trabajo humano y permite mejores niveles de vida.

El campesino que avanza de usar un arado a usar un tractor, logra una mayor producción. Con una mayor producción, el campesino puede intercambiar sus excedentes para construirse una casa más cómoda, costear un tratamiento médico, o mejorar su alimentación, es decir, el campesino mejora su nivel de vida. Vale la pena recalcar que el campesino no trabaja más que antes, trabaja las mismas horas, pero el producto de su trabajo se multiplica debido al aumento del capital.

Cuando una empresa adquiere computadoras, aumenta la cantidad de capital por trabajador, y por tanto aumenta su productividad. El transportista que lleva su carga por una carretera asfaltada aumenta su productividad con respecto a uno que va por una carretera ripiada. Los países de mayor desarrollo son precisamente aquéllos que tienen un alto nivel de capital acumulado en carreteras, computadoras, tractores, etc.

Es por lo tanto evidente que un país debería promover políticas que incentiven el incremento del capital físico del país, y pasar por el más riguroso análisis crítico y escrutinio aquellas políticas que tiendan a desincentivar el mismo.

La Paz, 19/06/08

miércoles, 11 de junio de 2008

“La cultura de la paz”

Javier Paz García

Evo Morales y el MAS se jactan de pertenecer a “la cultura de la paz”, a “la cultura del diálogo”. Veamos…

Evo Morales es tal vez el personaje que ha protagonizado el mayor número bloqueos de caminos de toda la historia de Bolivia. Su gobierno se ha caracterizado por decretazos impuestos sin el menor consenso. Bolivia se encuentra con una serie de demandas y arbitrajes internacionales, precisamente por la incapacidad del gobierno de dialogar y consensuar. El discurso de Morales abunda en enemigos números 1, traidores, imperios, oligarcas, mamaderas, 500 años, difícilmente un discurso de diálogo y paz.

Su vicepresidente habla de guardar fusiles bajo el poncho, y comete la canallada de engañar a la oposición convocando al “diálogo” en la vicepresidencia, para luego dejarlos encerrados bajo un cerco de campesinos “pacifistas”, mientras él lleva a cabo una sesión de Congreso donde no permite el uso de la palabra a parlamentarios de la oposición ¡vaya dialogador! En la misma jornada, esos mismos campesinos, militantes del MAS y pertenecientes a la “cultura del diálogo” agraden físicamente a dos mujeres diputadas que pretendían ingresar al Parlamento.

Antes de que ocurra la tragedia de Huanuni, el Ministro de Minería de ese entonces, en una muestra clara de su bagaje de diálogo y pacifismo ofrece cajones para los muertos (¿Habrá entregado los 16 ataúdes que prometió?).

El proyecto de constitución del MAS es rechazado por gran parte de la población, precisamente porque este partido pretendió imponerlo y nunca quiso dialogar, a tal punto que decidió aprobarlo sin mayor debate, en un lugar recóndito de Oruro, protegido por cercos de militantes.

Sus ponchos rojos en un acto que hace honor a la “cultura de la paz” a la que pertenecen, degollan perros y amenazan con hacer lo mismo con ciertos líderes del oriente boliviano.

La emboscada de San Julián para el cabildo del millón, los cercos al Congreso, la quema de la prefectura de Cochabamba, el asesinato de Cristian Urresti, la fallida toma de Viru-Viru, la represión con 3 muertes y centenas de heridos en Sucre, los actos vandálicos durante los referendos autonómicos, los ofrecimientos de permitir plantar coca en Yapacaní a quienes obstaculicen el referéndum del 4 de mayo, la quema de ánforas, los discursos generadores de odio del presidente Morales, los no sé cuantos muertos que lleva este gobierno, los compromisos incumplidos, la confiscación del IDH, los insultos a Alvaro Uribe, Alan García, a la Unión Europea y todos aquellos que no comparten el proyecto político del presidente, las agresiones a periodistas, el secuestro de un ciudadano por parte del Ministro de Gobierno, el seguimiento y espionaje a personas de oposición, el acoso a las autoridades judiciales, el no reconocimiento de los resultados de los referendos autonómicos, son algunos de los elementos por los cuales podemos juzgar que si hay algo totalmente ausente en el MAS es la cultura del diálogo y la búsqueda de la paz.

Pero incluso a pesar de toda esta evidencia, de tantos hechos incontrovertibles que atestiguan lo contrario, Evo Morales, su vicepresidente, sus ministros, sus senadores, diputados, y todos sus dirigentes se siguen llenando la boca con que pertenecen a la cultura del diálogo y la paz… es que para ser masista es necesario ser cínico, ciego o bruto.

La Paz, 11/06/08

Master en economía

jueves, 5 de junio de 2008

¿Poco antiimperialista?

Javier Paz García

¡O sea que de eso se había tratado! de ser antiimperialista. Por lo visto Evo no llegó a la presidencia de Bolivia para mejorar la situación de sus compatriotas, no llegó a ese sitio para crear las fuentes de empleo necesarias para sacar de la pobreza a miles de ciudadanos, ni para incrementar las exportaciones. No llegó hasta ahí para lograr transferencias de tecnologías que saquen a este país de su atraso. No llegó hasta la presidencia de Bolivia para hacer lo que todo presidente democrático supuestamente debe hacer: mejorar las condiciones de vida de su pueblo. Llegó para ser antiimperialista.

Habría que preguntarle a Evo en que consiste el antiimperialismo, y en que beneficia a los ciudadanos que no viven de la política, a quienes no les interesa ser de izquierda o de derecha y que simplemente quieren trabajar y proveer a sus familias del sustento diario.

En ese sentido Alan García es un buen ejemplo. El presidente peruano ha puesto en la más alta prioridad de su gobierno la inversión privada, tanto interna como extranjera. Alan García es consciente – vivió en carne propia los efectos de la demagogia y las malas políticas de su primer gobierno – que el progreso de un pueblo pasa por generar fuentes de empleo, que las fuentes de empleo se generan mediante la inversión y que para que un país reciba inversiones, los gobiernos deben dar las condiciones (seguridad jurídica) para ello.

Alan García sabe que Perú es un país pobre y que necesita de inversión extranjera. Sabe que sin esta inversión, su país va a seguir creciendo, pero a un menor ritmo y sabe que para sacar de la pobreza a miles de peruanos, Perú requiere de altas tasas de crecimiento – las cuales está logrando. Por ello, el presidente peruano pronuncia la palabra “inversión” casi en todos sus discursos, pero habla de inversiones sin pronunciar amenazas; no hay eso de que si vienen de parte del imperio, o que si vienen a hacer política, o que si no van a respetar la soberanía y la dignidad del país, y un sinnúmero de amenazas sucintas con las que Evo Morales precede y prosigue a la palabra “inversión”.

Alan García sabe que la gente no come mejor con palabras bonitas, que un almuerzo no se hace más nutritivo cuando su presidente habla contra el imperio, de la voz del pueblo, de oligarcas que no sueltan la mamadera, de enemigos internos y externos. Él sabe que el plato de la gente mejora cuando un país es capaz de generar trabajo, y sabe que se genera trabajo cuando se genera inversión: no hay mayor secreto al respecto.

Pero Evo Morales parece no saber lo que sabe su homólogo peruano y en vez de generar condiciones que incentiven la inversión y creen fuentes de trabajo, se dedica a luchar contra el imperialismo y a ver quienes están gordos y quienes flacos y quienes se parecen a personajes del Chavo del ocho.

Y mientras Morales emprende su cruzada personal en contra del imperialismo y la gordura, Bolivia se sume en el caos político y económico, el ministro de gobierno por antojo propio secuestra un a ciudadano boliviano al mejor estilo de las dictaduras, el gobierno prohíbe exportaciones que generan miles de fuentes de empleo para castigar a “oligarcas antipatriotas”, las inversiones bajan a niveles record, los países vecinos prefieren comprar gas de Singapur a miles de kilómetros de distancia, porque Bolivia no es confiable y los bolivianos prefieren irse a España porque su país no les provee trabajos dignos. Y para mayor agravio pasamos de depender de la embajada americana a depender de un psicópata venezolano.

Y si vamos a seguir siendo más pobres que antes, pregunto, ¿de qué nos sirve ser antiimperialistas?

La Paz, 05/06/08


lunes, 2 de junio de 2008

Meditaciones del cigarrillo

Javier Paz García

Tengo que admitir que existe algo glamoroso en fumar. Las imágenes del galán hollywoodiense que bota humo por la boca para luego pronunciar alguna frase memorable o del mafioso que agarra su habano mientras dicta una sentencia de muerte son parte de nuestra cultura popular. Nos hemos criado viendo mujeres bellísimas en las propagandas de las revistas, o al varonil vaquero Malrboro montado en su caballo.

Y bueno, para un niño o adolescente está el tema de ser grande… porque fumar no es cosa de niños, es cosa de adultos, y el que fuma, de alguna manera ha dado un paso a la adultez. Se convierte tal vez en el macho alpha de entre su camada, mostrando que tiene las agallas para hacer algo que ninguno de sus amigos se había atrevido a hacer hasta ese momento.

De alguna manera yo me salvé de convertirme en fumador, pero eso no quiere decir que no me cautive la cultura del cigarrillo. Es que existen aspectos interesantísimos sobre los fumadores; por ejemplo, si usted se acerca a un perfecto desconocido y le pide que le regale cincuenta centavos, éste lo va a tomar por loco. Sin embargo usted puede acercarse a ese mismo desconocido, pedirle que le regale un cigarrillo, y éste – si es fumador – sacará su cajetilla y le ofrecerá uno con la mayor naturalidad. Me cautiva esta característica, porque yo no me imagino pidiendo chicles o chupetes a desconocidos, pero sé que si fuera fumador, podría tranquilamente pasarme la vida fumando sin haber comprado jamás un pucho.

El hecho de que hayan tantos fumadores es en sí algo curioso, porque creo que podemos estar de acuerdo en que a nadie le gustó fumar las primeras cincuenta veces. Más allá de que muy posteriormente el fumador desarrolle una adicción, las razones para empezar a fumar no están en la adicción en sí, ni en el sabor del cigarrillo, y creo que ni siquiera en sus efectos fisiológicos inmediatos. Entonces debe existir un factor cultural por encima de cualquier explicación netamente médica.

Y es que fumar tiene su utilidad, por ejemplo, alguien me dijo una vez que pedir un cigarrillo o pedir “fuego” era la perfecta excusa para iniciar conversación con alguna pelada.

Y existen aun más peculiaridades sobre el cigarrillo. Es común por ejemplo el pelotudo que se sube a tu auto y enciende un cigarrillo como si nada, sin pedirte permiso; y cuidado que le pidás que lo apague, porque es probable que se moleste. Pero ese mismo pelotudo puede quedar muy ofendido si te tirás un pedo. Esto a pesar de que la flatulencia no es dañina a la salud, tiene un muy efímero mal olor y hasta puede ser motivo de risas, mientras que el cigarro es dañino a la salud, tiene un olor que no agrada ni al mismo fumador y se impregna en tu ropa, en tu pelo y en tu auto por bastante tiempo. Pareciera que el fumador desarrolla cierto grado de insensibilidad y cierta creencia de inmunidad, porque un fumador puede ser un caballero en todo sentido, pero cuando respecta al cigarrillo, puede ser estar rodeado de no fumadores, y aun así encender su cigarrillo sin inmutarse, y los que no fumamos, no nos queda más que aguantarnos, en los restaurantes, en las discotecas, en las aulas universitarias, en autos ajenos, etc. Y enciende su pucho nomás, sin reparar en lo molesto que es, sin importarle si hay niños presentes.

Y uno creería que tal vez en el trabajo se libra, pero ni ahí, y yo que no fumo, trabajo con dos fumatéricas. Y les pediría que no fumen, pero soy débil para hacerlo y me caen bien, pediría que el Congreso dicte una ley que prohíba fumar en lugares cerrados, pero esa ley ya existe y nadie la respeta, y como ni el Chapulín Colorado puede ayudarme, no me queda más que lamentar mi suerte derramando en una hoja de papel.

Santa Cruz de la Sierra, 01/06/08

martes, 27 de mayo de 2008

Homenaje a las madres

Javier Paz García

Durante buena parte de mi época de colegio, antes del primer día de clases, mi madre nos paraba a su lado a todos sus hijos y nos daba un sermón que año tras año era más o menos similar: ser educado con los profesores, prestar atención en clase, hacer las tareas, no robar, hacernos respetar, ser respetuoso con nuestros compañeros y sobre todo ser respetuoso con nuestras compañeras. Entre las cosas que tengo que agradecerle a mi madre están esos constantes sermones; su preocupación de que no salga desabrigado durante un surazo o mal vestido para una fiesta; que coma verduras; que no fume; la trascendental conversación en la que me convenció de que me vaya a estudiar al exterior, y el tremendo sacrificio económico y familiar que esa decisión implicó.

También tengo que agradecer a mis abuelas, tías e incluso desconocidas por las muchas veces en que me han tratado como un hijo. Por ejemplo me acuerdo que mi aya gozaba de vernos comer “reponchada” (así le llamábamos a todos los dulces y ñañacas que ella siempre tenía disponible para sus nietos); mi otra abuela nos pelaba naranjas incesantemente dándonos la opción de que el hueco de la naranja sea plano o cónico (un hueco cónico permitía que se acumule el jugo al exprimir la naranja, por lo tanto era mi preferido); Cuando era chico mi tía Ceci jugaba conmigo a nombrar las capitales del mundo y tal vez de esa manera despertó mi curiosidad y deseos de viajar. Mi tía Ini es una santa por llevar turbas de muchachos, propios y ajenos, a su estancia, estando atenta a si ya comimos, si tenemos protector solar, si no nos estamos alejando mucho de la playa, etc, etc. Mi tía Teresita no me trató cuando me comí ocho donuts de un saque. O Eda quien sin conocerme me hospedó un par de semanas en su casa y me trató como a un hijo durante mi estadía en Italia.

El amor y la preocupación de una madre por sus hijos van más allá de toda lógica. No tiene sentido tratar de explicarlos. Lo único que uno como beneficiario puede hacer es recibirlo, aprovecharlo y agradecerlo. Por ello a mi mami, a mis madres y a todas las madres les agradezco de todo corazón.

Solo les tengo una pregunta: ¿Quién inventó esa frase desgraciada, copiada, usada y abusada por todas las madres del mundo que dice: “!mientras vivás bajo este techo la que manda soy yo!”?

La Paz, 22/05/08

sábado, 24 de mayo de 2008

Sobre la hipótesis del “centralismo departamental”

Javier Paz García

Una de las virtudes del MAS es precisamente la habilidad que tiene para convertir sus defectos en virtudes. Lo hace mediante campañas mediáticas millonarias y bien elaboradas que cualquier oposición difícilmente puede igualar. Para dar solo un ejemplo, la constitución del MAS es racista, dictatorial, centralista, retrógrada, divisionista, ilógica, contradictoria e inaplicable; sin embargo ellos son capaces de mostrarla como igualitaria, democrática, descentralizadora, progresista, unificadora del país y como lo mejor que han producido las mentes más lúcidas desde la fundación de la República (palabra que desaparece en el actual texto, para convertirnos en una amalgama de naciones indígenas, con uno que otro mestizo intruso).

Por supuesto que tienen mentir y crear hipótesis forzadas para justificar sus puntos, y entre una de las hipótesis que han inventado está la del “centralismo departamental”.

El argumento va más o menos así: 1) El centralismo ha sido y es malo para el país. 2) Debemos evitar que se replique este centralismo a nivel departamental. 3) Las autonomías crean un centralismo departamental. Ergo, hay que rechazar las autonomías departamentales y quedarnos nomás con el centralismo actual hasta que encontremos una “verdadera descentralización”.

Primero, asumamos que la hipótesis es cierta, es decir que se cumple la tercer premisa de que “las autonomías replican al centralismo nacional pero a nivel departamental”. En tal caso, si logramos la autonomía, Bolivia tendría 9 centralismos a diferencia del único centralismo que existe hoy. 9 es mayor que 1, por lo tanto los masistas, con su peculiar forma de razonar, tal vez dirían que Bolivia sería más centralista (9 mayor que 1), sin embargo en este caso funciona al revés, mientras más centralismos, menos centralismo. Es decir, es mejor tener 9 departamentos donde exista un centralismo departamental, 9 ciudades definiendo los destinos de las demás ciudades y provincias, a tener una sola ciudad (Nuestra Señora de La Paz) donde todo se concentra y todo se decide, absolutamente todo.

Pero lo cierto es que la hipótesis del centralismo departamental no es cierta, y no es más que una hipótesis. Y puede ser que en algún departamento suceda realmente que la ciudad capital acapare todo, pero mientras eso no suceda, la hipótesis sigue siendo una hipótesis, mientras que por otro lado el centralismo en el cual vivimos es un hecho factual, con una serie de perjuicios reales y verificables.

Y con una hipótesis dudosa y maliciosa, que aunque fuese cierta, sería más beneficiosa que el sistema actual, los centralistas a ultranza pretenden frenar la autonomía y mantener el status quo. Ellos son precisamente los que no quieren cambio, los que quieren seguir mamando de la mamadera del Estado, usurpando dinero y atribuciones que legítimamente no les pertenece.

En 25 años de democracia, el gobierno más centralista que ha tenido este país es el gobierno del MAS y aunque sus líderes intenten disfrazarse de ovejas autonomistas, sus instintos los denuncian y se muestran nomás por lo que son: lobos centralistas… y bien feroces.

La Paz, 24/05/08

viernes, 16 de mayo de 2008

El triste rol de Exeni

Javier Paz García
El señor Exeni se ha convertido en colega mío; ha adoptado el rol de columnista de periódicos, dedicándose a sacar comunicados de prensa. Pero existen ciertas diferencias importantes entre él y yo.
Por ejemplo yo no pago nada para publicar mis artículos, mientras que el señor Exeni debe pagar miles de dólares financiados por el gobierno (y no se si será el gobierno boliviano o el venezolano, eso habría que preguntárselo a él). Yo solo puedo publicar una vez a la semana en un periódico, mientras que él lo puede hacer cuantas veces quiera en cuanto periódico le plazca. Yo tengo ciertos límites de espacio y mis publicaciones son en blanco y negro, mientras que el señor Exeni puede comprar toda una página entera, hecha a todo color y ubicarla donde mejor le parezca. Pero donde yo le gano es en el hecho de que yo puedo publicar lo que me dé la gana, mientras que él debe publicar lo que le ordena el jefe.
Porque a estas alturas, dudar de la parcialidad de Exeni es no querer ver. El señor Exeni se ha comportado como un fiel peón del Ejecutivo; actuando de oficio donde no debía, interpretando leyes en contra de las autonomías (tomando el lugar del Tribunal Constitucional); sacando resoluciones personales como si fueran de la Sala Plena de la Corte; y haciendo todo lo posible para frenar y desacreditar los procesos electorales por las autonomías. Además hay que agregar el despido de tres directores sin ninguna justificación válida apenas unos días de haberse posesionado en el cargo. Este punto es de extrema preocupación, porque un despido tan intempestivo pareciera premeditado; pareciera que el señor Exeni tenía planeado despedir a estos tres funcionarios, antes de posesionarse como miembro de la Corte, antes de conocerlos o conocer el trabajo que estos funcionarios habían desempeñado. ¿Para qué fines? Solo podemos especular.
Y mientras el señor Exeni se convierte en periodista y se la pasa sacando solicitadas desacreditando a las Cortes Departamentales, (ya se explayó con Santa Cruz, le toca el turno a las de Beni y Pando, luego vendrá Tarija) en el proceso se desacredita él mismo. Se desacredita porque cada vez se hace evidente su parcialidad y servilismo hacia el Ejecutivo, se desacredita porque las Cortes Departamentales le pierden el respeto e ignoran su autoridad. Pero eso no es lo más triste, porque al fin y al cabo el señor Exeni puede hacer lo que le dé la gana con su vida, personalmente a mí nada me importa su reputación. Lo triste, lo verdaderamente triste es que en el camino destruye la credibilidad de una institución en la que todos creíamos. Destruye en apenas unos meses un trabajo que costó décadas y pone en serias dudas la veracidad de los resultados electorales en el futuro. Ese es el triste rol de Exeni, esa será su herencia y legado.
La Corte Nacional Electoral es una institución fundamental de la democracia y quien la conduzca requiere del respeto y la confianza de todos los ciudadanos. El señor Exeni no goza del respeto, ni siquiera de sus colegas en las Cortes Departamentales, y definitivamente no goza de la confianza de la mayoría del país. Por lo tanto, el señor Exeni debería renunciar a la CNE; esa sería, sin lugar a dudas, la mejor decisión de toda su paupérrima gestión como presidente de la Corte.
Por supuesto, como buen militante, tendría que consultarle al jefe primero.
La Paz, 16/05/08
El Deber, 20/05/08

¡Felicidades Santa Cruz!

Javier Paz García
Los resultados del referéndum del 4 de mayo pasado ameritan un agradecimiento y felicitaciones al pueblo cruceño.
Felicidades porque la gente participó del acto electoral con gran civismo. Sobre este punto quisiera recalcar el sacrificio de muchas personas mayores de edad que en muchos casos, fueron a votar a pesar tener impedimentos físicos. Ni las sillas de ruedas, ni los dolores musculares frenaron a estas personas y esto debe ser reconocido y agradecido por todos.
También hay que agradecer y felicitar a aquellos que se atrevieron a emitir su voto, incluso poniendo en riesgo su integridad física. No importa si lograron votar o no, el hecho de intentarlo muestra su civismo. El Plan 3000 demostró que por encima de cualquier lineamiento político partidista, están los intereses de la región y el país, y fueron valerosos los vecinos de este barrio que se impusieron sobre las abusivas hordas masistas. A la gente en San Julián y Yapacaní que no pudieron votar, hay que decirles que la autonomía está con ellos y que sabemos que están siendo secuestrados por minorías abusivas y antidemocráticas.
Hay que agradecer a nuestras autoridades electas y al comité cívico, quienes contra viento y marea han luchado por la autonomía, siendo amenazados, insultados, por millonarias campañas en todos los niveles. Los vocales de la Corte Departamental Electoral merecen especial mención, personalmente me siento profundamente agradecido y orgulloso de todos ellos por su valentía y civismo.
Hay que agradecer y felicitar a la población que sin necesidad del control policial que estuvo ausente, cuidó su voto y respetó el estado de buen gobierno, que no circuló en vehículos el domingo, que vivió una jornada pacífica.
Hay que agradecer a todos esos cruceños de corazón, aquellos venidos de otras tierras a trabajar para crear progreso y riqueza y que el domingo votaron como verdaderos cruceños, pensando en el bienestar de la región y el país.
Hay que felicitar a toda Santa Cruz que mostró una gran madurez e inteligencia y no respondió a las agresiones del MAS y que frustró la jornada de violencia y muerte que el MAS pretendía y vaticinaba.
Hay que felicitar a Santa Cruz, porque los resultados del referéndum son una esperanza para todo el país, una esperanza de unidad, de democracia y de progreso. Es también una esperanza para el pueblo latinoamericano que se ve amenazado por proyectos totalitaristas.
El 4 de mayo es motivo de alegría, de fiesta, de esperanza.
Felicidades Santa Cruz y muchas gracias.
La Paz, 08/05/08
El Deber, 13/05/08

jueves, 8 de mayo de 2008

¿Y ahora? Mantener la calma

Javier Paz García
Escribo estas líneas antes del 4 de mayo y espero que esta fecha transcurra sin mayores incidentes. Imagino para la publicación de esta nota estaremos festejando una victoria mayor al 70% para la puesta en vigencia del referéndum, es decir, por encima de los dos tercios que tanto hemos defendido.
¿Y ahora que tenemos esta victoria abrumadora, qué hacemos? ¿Cómo debemos proceder en lo posterior? Pues sostengo que todavía debemos proceder con la mayor prudencia. La consigna debe ser mantener la compostura.
Que el MAS nos sirva de guía de lo que no debemos hacer. Por ejemplo, el MAS ganó las elecciones con casi 54% y eso les hizo creer que les daba el derecho para atropellar al otro 46%. No cometamos el error de pretender atropellar a quienes no apoyan la autonomía. El MAS cometió el error de satanizar a aquéllos que no estaban de acuerdo con su visión de país, de negar la bolivianidad y el patriotismo de un gran sector de la población. Evitemos ese error. Recordemos que aquellos que hoy nos atacan son tan bolivianos como nosotros y que tienen los mismos derechos que nosotros.
En mi opinión el MAS, a pesar de todavía tener una popularidad nada despreciable, es ya un partido derrotado, al menos ideológicamente. Ya ganó la autonomía en Bolivia y es solo cuestión de tiempo para que se consolide y se constitucionalize. Ya perdió la constitución del MAS y lo único que falta es que vaya a una elección donde pierda rotundamente o ellos mismos decidan archivarla. El MAS no se va a perpetuar en el poder, un poder que cada día disminuye. Entonces lo mejor que podemos hacer es permitir que Evo Morales termine su mandato.
Permitir que el actual gobierno concluya su periodo constitucional de 5 años será una señal de estabilidad y madurez democrática. Pero sobre todo, nos permitirá reconstruir el país sin Morales ni el MAS, porque como van las cosas, para ese entonces estarán tan desacreditados e impopulares, que ya no tendrán la fuerza para poner al país de rodillas con sus huelgas y bloqueos que tanto daño han hecho. La mala gestión que ellos mismos están generando los va a hundir. Pretender en estos momentos la caída de Morales es darle los argumentos para justificar su accionar y fortalecerse. No cometamos otro “Rochazo”.
Mientras tanto la autonomía debe ir consolidándose en el resto del país. Primero en Tarija, Beni y Pando, luego en Chuquisaca y Cochabamba. En segundo lugar, seguir trabajando dentro de cada departamento para mostrar y enseñar en que consiste y como beneficia a cada ciudadano y a la nación en su conjunto. La autonomía es esperanza de progreso, de igualdad ante la ley, de no discriminación, de oportunidad para todos, de mejores empleos. Ese debe ser el mensaje que prime. Otro elemento que nuestros líderes no deben olvidar son las legítimas demandas que hoy embandera el MAS: demandas de inclusión social especialmente por parte de sectores indígenas. Tanto las demandas autonómicas como las demandas indígenas son legítimas e importantes, aquéllos que unan a ambas bajo la misma bandera serán los líderes que logren la paz social y la estabilidad política que este país ha perdido.
Dejemos el odio, el resentimiento y el racismo para los masistas. Incurrir en el revanchismo sería imitar el accionar del MAS, e imitar los métodos del MAS es lo peor que podemos hacer por este movimiento libertario y descentralizador que hemos denominado autonomía.
La Paz, 30/04/08
El Deber, 06/05/08

martes, 29 de abril de 2008

Paulovich y Ovidio

Javier Paz García
Comienzo a leer la columna “!Ay, qué vergüenza, choy!” (El Deber, 29/04/08) de Paulovich y de una forma extraña me siento transportado a la Roma mitológica.
Comienza Paulovich contándonos que su empleada Winona ha ido a Santa Cruz y que el motivo de ese viaje es preparar su llegada (la de Paulovich) como corresponsal de guerra. Nos comenta el autor que a causa de esta ausencia, su tía Encarna se ocupa de algunas labores de la casa y que cuando una tarde la encuentra lavando su ropa, le dice: “No, pues, tía Encarna, toda mi ropa deberías mandarla a un establecimiento de limpieza que hay aquí cerca, en vez de estarla lavando con tus manos”. A lo que la pariente responde: “Cómo pues vas a mandar a lavar tus prendas íntimas a una lavandería extraña. ¿Acaso no sabes que los trapos sucios se lavan en casa?”. Y de ahí la conversación deriva en los viajes al exterior del Canciller para precisamente sacar los trapitos de los bolivianos al sol… y el relato prosigue de forma paralela y alternada entre el proceso de lavado de ropa y la política boliviana.
Sobre este artículo no me interesa comentar ni el proceso de lavado de ropa, ni la política boliviana, sino su estilo. Primeramente el autor de forma implícita nos cuenta que puede haber una guerra en Santa Cruz (por ello se convierte en corresponsal de guerra); sin embargo este no es el tema de la nota, sino que inmediatamente se pasa a comentar los problemas domésticos que esta situación (la hipotética guerra) genera y que son temporalmente solucionados por su tía Encarna. Y luego se pasa al tema de la ropa que en su casa se acostumbra mandar a un establecimiento de limpieza externo para su lavado, costumbre que es quebrantada por la tía que, por razones de pudor, decide lavar las prendas en casa. Y es a partir de este elemento aparentemente insignificante que se desarrolla la historia y se extrae la moraleja.
La estrategia del autor es presentarnos con una serie de situaciones que nada tienen que ver con lo que quiere decir, pero que son entrelazadas de forma estupenda mediante transiciones brillantes y ocurrentes para luego presentar un punto final, donde todos los elementos aparentemente inconexos tienen sentido. Por ejemplo, nada tiene que ver el conflicto en Santa Cruz con el mensaje y la moraleja de la historia, sin embargo es la partida de la Winona para Santa Cruz el origen de la historia y lo que permite crear esa imagen donde la lavandería se mezcla con la política boliviana mediante la sentencia de “los trapos sucios se lavan en casa”.
Este estilo ameno e ingenioso me recuerda a Ovidio (Sulmona, Italia. 43 A.C.) quien en su Metamorfosis copia a Paulovich y de esa forma, también con suma amenidad e ingenio nos cuenta la historia mitológica del mundo desde el punto de vista romano. El uso exquisito de la transición, mediante la cual se unen y entrelazan historias aparentemente inconexas, el buen sentido del humor y la amenidad de las narraciones hacen que leer el artículo mencionado sea tan divertido como leer Metamorfosis y logran de esa forma una conexión más (tal vez insospechada por el autor): la del autor mismo con el poeta Ovidio y como corolario la de Bolivia con la Roma mitológica. Enhorabuena.
La Paz, 29/04/08

jueves, 24 de abril de 2008

Mantener la calma

Javier Paz García
A menos de una semana del referéndum la consigna debe ser mantener la calma. El Gobierno desea desmanes, desea tener imágenes de jóvenes de la Unión Juvenil Cruceñista pateando collas o destrozando propiedad pública. Nada haría más contento al Poder Ejecutivo que mostrar una jornada de violencia causada por los autonomistas. Y si los autonomistas somos los provocadores y causantes de la violencia, no le hacemos ningún favor a la noble causa autonómica. La autonomía es libertad, es democracia. Pues los que creemos y propugnamos la autonomía tenemos que dar ejemplo de estos principios.
Vivir en libertad y democracia significa tener la opción de expresar nuestros puntos de vista y tener la obligación de respetar el punto de vista de los demás. Recalco que respetar el punto de vista ajeno es una obligación en democracia, no es opcional. Incitar a la violencia contra aquéllos que se oponen a las autonomías, es caer en el mismo comportamiento del MAS. Semejante actitud desvirtuaría el propósito que perseguimos: mayor libertad y más democracia.
Esto para nada implica que vamos a permitir impávidos que quemen ánforas o eviten la libre emisión del voto ciudadano. Si los que se oponen a la autonomía no quieren participar de esta fiesta democrática, de este legítimo acto electoral, allá ellos, están en su pleno derecho, y de hecho, mejor para nosotros, así ganamos por un mayor porcentaje. Pero si pretenden bloquear carreteras, quemar ánforas o este tipo de actos vandálicos, habrá que tomar las medidas necesarias para evitar tales actos. Si no se pueden solucionar estos actos antidemocráticos de manera pacífica, pues desafortunadamente habrá violencia, pero será provocada por ellos. Pero debe existir una consigna de absoluta prudencia y tacto de parte nuestra.
La prohibición de exportaciones, el congelamiento de las cuentas de la prefectura, las amenazas de cercos y movilizaciones pretenden precisamente eso: una reacción desmedida por parte de Santa Cruz. Lo que este gobierno parece no saber, es que esas acciones van a provocar su propia caída, sin que “algunas familias del oriente” conspiren contra Evo, sin que “algunos prefectos” adopten medidas desestabilizadoras. Su propia ceguera e incapacidad los va a derrotar.
Santa Cruz por ahora lidera un proceso de esperanza, de progreso, de paz y unidad. Son estas banderas las que debe cargar. No las banderas de violencia, revanchismos, resentimientos y racismos. Dejemos esas banderas para el MAS, que ellos las manejan bien.
Que el 4 de mayo sea una fiesta llena de alegría, como es característica nuestra. Y veremos el 5 qué es lo que quiere el pueblo.
La Paz, 24/04/08
El Deber, 29/04/08

jueves, 17 de abril de 2008

De algo hay que morirse, pero lo peor es morirse de aburrimiento.

Evo, el Rocha de las autonomías

Javier Paz García
En retrospectiva, lo mejor que Evo Morales y el MAS pudieron hacer en contra de las autonomías era no hacer nada. Sin embargo se convirtieron en enemigos acérrimos de éstas y con todas las chambonadas en materia política y económica, reforzaron a los convencidos e hicieron que los que dudaban, se decidan por este nuevo modelo de gobierno que regirá en Bolivia a futuro.
En retrospectiva hay que agradecerle a Evo Morales y a su equipo por ser tan tozudos. Hay que sentirse agradecidos por su centralismo, por su totalitarismo y por qué no decirlo, por su idiotez e incapacidad para gobernar un país. Y no me atrevo a hablar de ninguna ineptitud por parte del equipo económico del gobierno, porque éste no existe. Las medidas en materia económica adoptadas por el gobierno, no tienen fundamentos técnicos, sino políticos y hay que juzgarlos como tales. Porque nadie puede pretender que la decisión de prohibir la exportación de aceite es una medida económica; es netamente política y debe ser juzgada en esa dimensión y de acuerdo a los objetivos políticos que persigue. Creo que tenemos suficiente evidencia para asegurar que en el gabinete de Morales las decisiones que se toman son netamente políticas y que la consigna actual es joder a Santa Cruz.
Y eso han hecho, porque la verdad que nos tienen jodidos… pero contentos. Contentos porque vamos a tener nuestra autonomía y tenemos claro que nadie no las quita ni la negocia. Porque este gobierno, como ningún otro, ha sido tan grosero que nos ha dado más fuerza y nos ha unido. Porque ha sido tan torpe que incluso ha permitido que un movimiento que nació en Santa Cruz, logre expandirse primero a tres departamentos y hoy sea el grito mayoritario del país. Porque cada atropello nos da mayor convicción sobre la justicia de nuestra causa. Porque gracias a Evo vamos a decidir la autonomía que nosotros queremos.
Y hay que agradecerle nomás a Evo, porque imaginémonos que hubiera pasado si en vez de él tuviéramos de presidente a un Goni Sanchez; tipo sumamente inteligente, experimentado en política, maquinador, manipulador. No pues, nos hubiera emborrachado la pava, nos daba otra ley de descentralización trucha y por ahí hasta se declaraba “autonomista de extremo centralismo“ y con eso nos retrasaba otros 10 años. Pero por suerte el 2005 ganó las elecciones generales el candidato más chambón. Y ganó por goleada, lo que le hizo creer que tenía derecho ilimitado a chambonear.
Y tengamos claro que son las chambonadas del gobierno de Evo Morales las que han hecho posible el referéndum del 4 de mayo.
En otras palabras, hay que declarar a Evo Morales jefe de campaña de las autonomías.
Yo por mi parte no me opondría si después del 4, en Santa Cruz se le quiere hacer a Evo una estatua de bronze, tamaño gigante, coronado con un sombrero e saó con la frase “Caudillo de las Autonomías”.
La Paz, 17/04/08
El Deber, 22/04/08

miércoles, 9 de abril de 2008

¿Qué es un subsidio?

Javier Paz García
Un subsidio o subvención es una ayuda económica que da el gobierno a alguna industria o sector. Por ejemplo el gobierno boliviano en la actualidad subsidia el consumo de carburantes para todo los que residen en Bolivia. ¿Cómo funciona este subsidio? Simplemente el gobierno compra los carburantes a otros países a precios internacionales y los vende en el mercado interno a un precio menor. Para poner un ejemplo, digamos que le compra a Venezuela el diesel a 8 bs. por litro y lo vende en Bolivia a 3. Es decir que por cada litro que vende en el mercado interno, el Estado está subvencionando 5 bs.
Alguien dirá que eso es muy bueno porque de esa manera el pueblo no tiene que pagar los 8 bs. que cuesta el diesel, lo cual beneficia a toda la población. Sin embargo esto es una falacia. Para pagar la subvención, el Estado usa dinero proveniente de los impuestos que pagamos todos los bolivianos. En otras palabras, estamos pagando los 8 bs. que cuesta el litro de diesel pero de forma diferente, 5 al Estado y 3 a la gasolinera.
¿Entonces que efecto tiene una subvención? Ésta causa una redistribución de ingresos: si usted paga impuestos, le está subvencionando el consumo de carburantes a aquéllos que no pagan impuestos. Si usted paga impuestos pero no consume mucho carburantes, entonces está subvencionando a aquéllos que tienen un alto consumo de carburantes, como ser transportistas. Juzgar si, desde una óptica social o política, la redistribución de ingresos causada por la subvención es deseable o no, es un tema a parte. Alguien dirá que es bueno que los que ganan más subvencionen el combustible para los más pobres. A esto se puede replicar que el Estado, al subvencionar el diesel, pierde 5 bs. por litro que pudiera haber utilizado para proyectos focalizados a los pobres como construir escuelas y carreteras o incluso entregar rentas directas, etc., lo cual en mi opinión es una ayuda más efectiva para los pobres.
Es más, en realidad el Estado boliviano subvenciona a países como Brasil o Perú, cuando sus transportistas cargan combustible en territorio nacional o cuando productos bolivianos que han sido producidos con diesel subvencionado son exportados a estos destinos. Un ejemplo concreto de esto es la subvención que otorga el Estado boliviano a todos los peruanos que compran garrafas de gas contrabandeadas.
Es decir que debido a que los bolivianos subvencionamos a otros países terminamos pagando un precio mayor al internacional porque encima “regalamos” a otros países parte de los productos subvencionados. Y a esto hay que agregarle los costos administrativos del Estado para mantener la subvención: crear una entidad encargada, contratar personal, controlar el contrabando, etc.
Por consiguiente nos saldría más barato pagar directamente en la gasolinera los 8 bs. que cuesta el diesel de mi hipotético caso y de esa forma evitar el laberinto que significa pagar 5 bs. al Estado (yo sostengo que es más) para que el Estado lo compre en 8 y nos lo venda en 3.
Rara vez se puede justificar un subsidio por razones económicas. De hecho, desde un punto de vista técnico, nunca es eficiente subvencionar.
La Paz, 09/04/08
Master en economía