domingo, 13 de julio de 2008

El caso de Entel

Javier Paz García

Hasta hace algunos meses, Entel era una compañía privada, que funcionaba de forma competitiva. Y probablemente si no hubiese sido nacionalizada, la compañía hubiese seguido dando un buen servicio a precio competitivos. Hago tal afirmación por la simple razón que sé que a los ex accionistas de Entel lo único que les interesa es hacer plata. Pero para hacer plata deben ofrecer un servicio que se compare a sus competidores en cuanto a precios y calidad. Si Entel cuesta lo mismo que Viva o Tigo, pero la calidad de su servicio es inferior al que prestan estas dos telefónicas, los clientes de Entel paulatinamente migrarán a estas dos empresas. Lo mismo ocurre si ofrece un servicio de similar calidad que sus competidores, pero a mayor precio. Esta es una de las maravillas del libre mercado, que el consumidor es quien elige, y el consumidor siempre elige lo que considera mejor para si mismo.

Volviendo al tema, como los accionistas de Entel están interesados en ganar dinero, y para ello deben ser competitivos, necesariamente tienen que contratar personal de primera, capacitarlos, invertir en tecnología y administrar bien sus recursos. Hoy Entel es del Estado y al Estado no siempre le interesa hacer plata. Y lo que pretende el actual gobierno es hacer show, colgar banderitas bolivianas en las oficinas, hacer spots sentimentalistas, ganar votos, crear pegas para sus militantes, y seguramente poder pinchar los teléfonos de los opositores al gobierno. La nacionalización de Entel responde a ese afán centralista que busca concentrar el poder y el dominio del Estado. Y a pesar de lo que diga el vicepresidente (quien no se caracteriza por su honestidad y credibilidad), Entel va a terminar siendo un botín político del MAS donde los ingenieros serán reemplazados por masistas, los administradores serán reemplazados por masistas y los buenos profesionales serán reemplazados por masistas, donde a la larga Entel va a terminar como la mayoría de las empresas públicas bolivianas: ineficiente y corrupta (¿el ejemplo de YPFB no le viene a la cabeza?).

Por otro lado, el estribillo populista de que el dinero que se produce en Bolivia se quede en Bolivia, es muy bonito, y la propaganda oficial lo repite hasta el cansancio para justificar la nacionalización de Entel. Pero si lo interpretamos rigurosamente estamos diciendo que no queremos que empresas extranjeras inviertan en nuestro país. Porque si una empresa extranjera invierte, lo hace pensando en ganar dinero y llevárselo a su casa. Y no es que se lleven todo, porque en el proceso generan fuentes de empleo, y reinvierten parte de sus ganancias, y esto es beneficioso para Bolivia. Pero si les decimos que lo que lo que produzcan en Bolivia debe quedarse en Bolivia, con seguridad que ahuyentamos buena parte de la inversión extranjera. Y el mensaje de este bonito estribillo es: señores, no vengan a invertir en Bolivia.

Lo mismo con la forma en que se nacionalizó, sin consensuar, usando la fuerza bruta de los decretazos y llevando a Bolivia a arbitrajes que al final nos van a costar millones de dólares a todos los bolivianos (no es Evo quien va a sacar plata de su bolsillo, sino todos los que pagamos impuestos), y así es bonito ser irresponsable con el país. Y el mensaje es el mismo: señores, por favor, no vengan a invertir a Bolivia, váyanse al Perú, a Chile, a China, donde los van a tratar bien, nosotros no los queremos y les vamos a hacer la vida imposible aunque terminemos jodiendo el país.

La Paz, 01/07/08

1 comentario:

Don Juan de Sarco dijo...

Se está volviendo a la época pre-privatizadora donde todas éstas empresas (especialmente YPFB) son botines políticos, aunque el dinero de las ganancias sea regalado a los ancianos y niños, el objetivo es únicamente el proselitismo, favoreciendo solo al MAS.