viernes, 15 de junio de 2012

Otros estándares éticos

Javier Paz García
Una de las cosas que más se les reclama a los políticos es honestidad e integridad. La ausencia de estos valores en quienes desempeñan cargos públicos son causantes de la corrupción, el tráfico de influencias, el robo y abuso de bienes públicos que tanto daño le hacen a la sociedad. Sin embargo es frecuente en nuestro desgraciado país, que un político demuestre ausencia de principios éticos, sin recibir siquiera el rechazo de la población.
En febrero de 2012 el presidente de Alemania Christian Wulff renunció a su cargo. Había recibido regalos lujosos sin reportarlos. En abril de 2012 el presidente de Hungría, Pál Schmitt, renunció porque se descubrió que había cometido plagio en su tesis doctoral. En 1974 Richard Nixon renunció a la presidencia de los Estados Unidos al verse implicado en un caso de espionaje a opositores políticos. Por supuesto que estos políticos no querían renunciar, pero en sus países, se exige cierta cualidad ética, y si demuestran no cumplirla, la presión pública es tan fuerte que se ven obligados a dar un paso al costado.
En cambio, cosas peores suceden en Bolivia sin que los políticos siquiera se incomoden ni pierdan popularidad. Los actuales inquilinos del poder han demostrado más allá de una duda razonable su falta de ética y sin embargo han ganado reelecciones y siguen con un apoyo ciudadano que aunque en caída, no es nada despreciable.
Pero no son ellos los que inspiran esta nota, sino lo que acontece en el municipio cruceño. Una concejala es acusada de falsificar su título de bachiller y ni se inmuta, ni piensa dimitir, y más bien hace todo lo posible por recuperar su cargo. Y buena parte de la opinión pública, en vez de exigir su renuncia, la defiende argumentando que es una movida política. Y con seguridad es una movida con intereses políticos partidarios, pero eso no cambia el hecho que una persona que presuntamente ha falsificado su título de bachiller no debería ocupar ningún cargo público. En Alemania y Hungría renuncian presidentes por plagio, pero en Bolivia tenemos otros estándares éticos.
En los recientes actos vandálicos en las afueras del consejo, se descubrió que estaban involucrados guardias municipales vestidos de civiles. Si algo así llegara a suceder en Suiza, implicaría el inmediato despido de los participantes y una investigación para saber desde qué niveles jerárquicos vinieron las órdenes. Si se comprobara que el alcalde conocía esta situación, es mi opinión que él debería renunciar. Por supuesto, sé que ni don Percy, ni el Sr. Canudas van a renunciar, y que los guardias que participaron no serán despedidos, porque, a Nixon quien en su momento fue el hombre más poderoso del mundo, se lo puede obligar a renunciar, pero en Bolivia tenemos otros estándares éticos.
Mientras la ciudadanía (el pueblo, dicen los demagogos) no exija honestidad e integridad a sus políticos, vamos a seguir teniendo estos comportamientos… y que después nadie se queje de la corrupción y todas esas vainas. Y no esperemos estar como los suizos si nos comportamos como los somalíes.
Santa Cruz de la Sierra, 14/06/12
http://javierpaz01.blogspot.com/

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