miércoles, 16 de enero de 2008

Desenlace del proceso constituyente en Bolivia

Javier Paz García

El 2007 Bolivia estuvo tensionada por la Asamblea Constituyente (AC). La AC acabó con enfrentamientos, muertes y muchos cuestionamientos. Al final aprobó una Constitución hecha solo entre oficialistas, sin consensos y que ha sido rechazada por la mitad del país. Cuatro regiones han empezado un proceso para dotarse de regímenes autonómicos, el ejecutivo les ha confiscado recursos a las prefecturas y actualmente el presidente Evo Morales y los prefectos están en un diálogo que parece ser simplemente una tregua. El 2008 se pinta como un año también tensionado, con lo político dominando sobre lo económico y lo social, con más de una docena de referendums, con los sectores opositores más fortalecidos y un oficialismo debilitado pero igualmente fuerte.

El tema de la capitalidad
Bolivia logró la independencia en 1825 con la ciudad de Sucre como su capital. En 1899 los vencedores de una guerra civil cambiaron la sede a La Paz. Hoy el poder judicial funciona en Sucre, mientras que los poderes ejecutivo y legislativo funcionan en La Paz. Desde entonces Sucre mantiene como una demanda histórica el retorno de los poderes. La Asamblea Constituyente era el lugar idóneo para plantear esta demanda y dirimir el tema de forma democrática.
Según el reglamento de la AC (que ha sido infringido innumerables veces por el Movimiento al Socialismo (MAS)), todos los temas que fueron aprobados por las comisiones debían ser tratados en la plenaria de la AC. Aquellos temas que en la plenaria lograren los dos tercios serían incluidos en el proyecto de constitución que tendría que ir a un referéndum. Aquellos temas que no hubiesen logrado los dos tercios irían a un referéndum dirimidor para su aprobación por el pueblo. Es decir, existirían dos referéndums, un referéndum dirimidor donde el pueblo vote por aquellos artículos que no hubiesen logrado los dos tercios de aprobación, y posteriormente un referéndum refrendador que apruebe o rechace la versión final de la nueva constitución.
Los sucrenses plantearon el tema de la capitalidad en la AC y el 15 de agosto del 2007, apenas 9 días después de la ampliación de la Asamblea Constituyente, ésta decidió de forma mañosa e ilegal excluir del debate el tema. Esto causó una polarización política y una crisis que terminó en varios enfrentamientos y 3 civiles muertos. Las razones del partido de gobierno para excluir el tema fueron netamente políticas: La Paz es donde se encuentra su mayor electorado y además tiene una población muy superior a Sucre. El MAS sentía que no podía poner en riesgo ese capital político, a pesar de que en Chuquisaca, el departamento del cual Sucre es capital, el MAS también era la mayor fuerza política (el MAS había ganado las elecciones para prefecto del departamento dos años antes).
La AC al excluir un tema del debate, cometió una ilegalidad y un abuso que tuvo como resultado la protesta del pueblo sucrense, de la oposición política, de los departamentos autonomistas y la paralización de la Asamblea por casi 4 meses. Es importante notar que la demanda sucrense no era exigir que los poderes retornen a Sucre, sino exigir el derecho a debatir esa propuesta en la AC y en última instancia dejar que todo el pueblo de Bolivia decida en un referéndum dirimidor. Lo que hizo la bancada de constituyentes del MAS fue conculcar ese derecho. La razón por la cual los partidos políticos y algunas regiones del país también apoyaron la demanda sucrense fue por un tema de precedente y jurisprudencia. La ilegalidad cometida por el MAS al excluir un tema del debate, dejaba el precedente y sentaba jurisprudencia para que posteriormente se excluyan otros temas, como ser la autonomía departamental. Semejante precedente hubiese permitido al MAS manejar la AC a su antojo, sin necesidad de concensuar con otras fuerzas políticas, simplemente excluyendo los temas que les hubiese resultado incómodos.

Aprobación de la constitución del MAS
Ante la imposibilidad de sesionar en la ciudad de Sucre, el MAS decidió mover la AC, también de forma ilegal, a un liceo militar en las afueras de la ciudad y traer policías, militares y grupos de choque campesinos para evitar el ingreso de manifestantes al lugar. Al mismo tiempo en la plaza de la ciudad una protesta pacífica fue gasificada por la policía y esto fue el detonante para los enfrentamientos que terminaron 300 heridos y con la muerte de dos estudiantes universitarios y un abogado de 29 años. En un hecho insólito la policía abandonó por completo la ciudad, pero antes abrió las celdas de la cárcel dejando libres a todos los reclusos. Como anécdota uno de los reclusos decidió no huir.
En estas condiciones y sin la presencia de los partidos de la oposición, la AC con la presencia solamente de asambleístas oficialistas modificó el reglamento interno de la AC y aprobó el proyecto en grande de la Constitución Política del Estado. Sin embargo, con un pueblo exacerbado, con muertos y cientos de heridos de por medio, la plenaria suspendió su sesión y el 5 de diciembre se reunió en la ciudad de Oruro de forma intempestiva. Aquí se cometió otra ilegalidad ya que esta sesión, aparte de ser hecha fuera de Sucre, fue convocada con menos de 24 horas de anticipación como dicta el propio reglamento de la AC. Oruro es una ciudad de difícil acceso y la mayoría de los constituyentes opositores se encontraban en sus respectivas regiones, por lo tanto para muchos les era imposible asistir a esa plenaria. Pero aunque hubieran asistido su presencia hubiera servido para revalidad las decisiones del oficialismo ya que los cambios en el reglamento interno dejaban a la oposición sin ninguna posibilidad de participación real y efectiva.
En la sesión del 5 de diciembre participaron solo 164 de los 255 asambleístas que conforman la AC, todos afines al partido de gobierno. Es decir que no existieron los dos tercios necesarios para aprobar la nueva constitución. La aprobación en detalle se llevo a cabo en una sesión bochornosa que duró 17 horas ininterrumpidas donde no hubo debate y no se aprobó artículo por artículo como requiere una aprobación en detalle, sino por bloques de articulados. Algunos asambleístas ni siquiera conocían y probablemente hasta ahora no conocen el contenido de la constitución que aprobaron. No existió debate en lo absoluto. El único y verdadero debate que tuvo esa sesión fue cuando al final de la aprobación de la constitución, los asambleístas discutieron si debían seguir percibiendo salarios o no.

La constitución del MAS y los estatutos autonómicos
La serie de ilegalidades cometidas por el MAS para aprobar su constitución ha hecho que seis de los nueve departamentos que componen Bolivia, declaren que no van a reconocer esa constitución. Exigen que se reencause el proceso constituyente respetando las leyes y los reglamentos o en todo caso que se ponga fin a este proceso. Por su parte el MAS asegura que la aprobación de su constitución fue legal y lleva adelante una campaña para su aprobación en el referéndum.
Por otro lado, el 2 de julio del 2006, cuatro departamentos del país votaron para que la AC les dote de un régimen autonómico. La constitución aprobada por el MAS permite la autonomía de forma nominal, pero en la práctica concentra el poder en el gobierno central. Como un ejemplo claro, bajo la nueva constitución aprobada por el MAS un decreto del presidente está por encima de cualquier determinación que tomen las asambleas legislativas departamentales. Es evidente que no se puede hablar de autonomía cuando el presidente puede con un simple decreto cambiar o eliminar lo que determinó una asamblea departamental dentro de sus competencias regionales.
El referéndum por la autonomía era vinculante a la AC, es decir que la AC tenía la obligación legal de dotar a estos departamentos con un régimen autonómico. El incumplimiento de esta obligación legal ocasionó que los departamentos inicien un proceso por el cual ellos mismos se doten de sus regímenes autónomos. El departamento de Santa Cruz por ejemplo, creó una Asamblea Provisional Autonómica compuesta por los parlamentarios y constituyentes del departamento, por los representantes de los pueblos indígenas oriundos, por un miembro de casa consejo municipal de todos los municipios del departamento y por los consejeros departamentales. Esta asamblea dotó al departamento de un estatuto autonómico y en este momento se están recolectando firmas para llevarlo a un referéndum departamental que lo ponga en vigencia. Los estatutos autonómicos y la constitución del MAS no son compatibles y si ambos llegaren a aprobarse (lo cual no es improbable), representaría un embrollo legal. Sin embargo no se vislumbra que el MAS ceda y retorne a la legalidad y tampoco existe posibilidad que las regiones paren su proceso por autonomías, mas bien ambos bandos han entrado en una guerra mediática. El gobierno quiere hacer ver a las autonomías como un movimiento separatista que atenta contra la división nacional y que solo beneficia a una pequeña oligarquía, lo cual no es cierto, mientras que la oposición acusa al gobierno de haber redactado una constitución solo entre masistas, sin debates ni consensos, de forma ilegal, lo cual es un hecho factual y verificable. Además critican los tintes centralistas y totalitarios de la nueva constitución.

Situación actual
El país vive un clima de polarización y movilización ciudadana. El gobierno le ha quitado recursos económicos de manera ilegal a los gobiernos departamentales en un afán de restarles poder. No existe quórum en el Tribunal Constitucional ya que algunos de sus miembros renunciaron por acoso del poder ejecutivo, por lo tanto no existe un ente que pueda juzgar los casos de inconstitucionalidad e ilegalidad como ser la aprobación de la constitución del MAS o la confiscación de recursos a las regiones. Sin embargo el gobierno ha perdido popularidad y ya no tiene tanta fuerza para imponerse. La inflación alta, el deficiente nivel de crecimiento, los constantes conflictos sociales, la cercanía de Evo con Hugo Chávez le han restado credibilidad y popularidad. Actualmente el presidente Evo Morales y los prefectos están llevando a cabo un diálogo, precisamente para discutir la confiscación de recursos, la constitución y las autonomías. En mi opinión esto es una especie de tregua y responde más a la necesidad del presidente de mostrarse conciliador que al verdadero deseo de un diálogo y una solución concertada. La convocatoria al diálogo es una muestra de que el presidente Evo Morales ya no puede imponer y que el ejercicio de gobierno empieza restarle popularidad.
De todas maneras, el presidente Morales sigue teniendo una alta popularidad a nivel nacional, al igual que los prefectos opositores en sus respectivas regiones. Esto hace imposible que uno pueda imponerse sobre el otro. Tal vez sea el voto el que defina esta situación. El 2008 puede ser el año de los referéndums en Bolivia. A nivel nacional pueden darse un referéndum dirimidor de un artículo de la constitución del MAS, un referéndum refrendador de la constitución y un referéndum de revocatoria de mandato para el presidente Evo Morales, incluso podría haber un referéndum por la capitalidad impulsado por Sucre. A nivel departamental puede haber 9 referendums para la revocatoria de mandato de los nueve prefectos, 4 referendums para poner en vigencia los estatutos autonómicos y dos referendums en dos departamentos más para ver si quieren autonomía departamental. El escenario seguirá tensionado y polarizado en torno a las campañas políticas que se lleven a cabo por los diferentes referendums. Hay que esperar que el 2008 no tengamos que lamentar más muertos como el 2007.
Santa Cruz de la Sierra, 15/01/08

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los lentes cortos hacen que los procesos en marcha se vean como meros caprichos de personas cuando en realidad son pulsaciones sociales que deberian ser tomadas con mayor seriedad.. de todos modos el analisis sirve para darnos cuenta que no todos comprenderemos los procesos en marcha
Edgar F. Izurieta