domingo, 11 de noviembre de 2012

Habla un defensor del mercado


Javier Paz García
Jorge Luis Borges dijo que “no hay hombre que, fuera de su especialidad, no sea crédulo”. Precisamente, lo peligroso de comentaristas como Alberto Bonadona es que la gente puede pensar que por ser él economista, sabe de economía y creerle. Ningún encono personal me lleva a criticar las opiniones de este señor, pero sus notas de prensa, por ser abundantes en mitos falaces, son propicias para desvirtuar tales mitos y errores conceptuales.
En su último artículo Del egoísmo y el mercado (El Deber, 10/11/12), Bonadona critica a los economistas que desvirtúan el pensamiento de Adam Smith al pintarlo como un defensor irrestricto del egoísmo. Esta reflexión es cierta, pero es irónico que provenga de alguien que hace lo mismo. Sino recordemos su artículo La lógica del propio interés (El Deber, 21/01/12) donde afirma que “No hay nada que pueda frenar la búsqueda de la propia satisfacción y no hay nada, en la concepción smithiana, que diga por cuál vía lograrlo. No hay prójimo por quien preocuparse, se trata de cada uno por sí mismo.”  Y que “lo que ocurre hoy es la consecuencia de la lógica que inició Smith”. También es irónico que Bonadona, citando a Amartya Sen, critique a quienes no han leído en su totalidad La riqueza de las naciones, cuando es evidente que el mismo Bonadona no lo ha hecho.
Es bueno recordar que Adam Smith era un filósofo y moralista interesado en comprender las causas que hacían posible que una sociedad funcione. Por ejemplo, en La teoría de los sentimientos morales, Smith escribió: “No importa cuán egoísta supongamos que sea el hombre, posee evidentemente unos principios en su naturaleza que hacen que se interese por el bienestar de otros y que la felicidad de otros sea necesaria para él, aunque no gane nada por ello”. De todas maneras, el acercamiento de Bonadona hacia una versión más acertada del pensamiento de Smith es algo positivo.
Pero Bonadona fiel a sus prejuicios concluye diciendo que: “Lo más destacable de esas posiciones defensoras del mercado como el único y más eficiente mecanismo asignador de recursos es que presentan sus ideas como libres de todo interés material o sin mancilla de cualquier ideología, posición que solo revela intereses profundos de defensa de privilegios propios e incluso, de manera nada egoísta, intereses ajenos de individuos poderosos que justifican una despiadada acumulación como naturales consecuencias del mercado.”
Es simplón decir que quienes defienden el mercado defienden privilegios e intereses ocultos, pero Bonadona tendría que explicar qué intereses defienden personas como Ludwig von Mises que demostró la imposibilidad del cálculo económico en un régimen socialista, o Friedrich Hayek que no quería que se repita la experiencia nazi, o Milton Friedman cuyo orgullo más grande fue lograr eliminar la obligatoriedad en el servicio militar en su país, A Ayn Rand que sufrió la injusticia del comunismo o a ex socialistas como Mario Vargas Llosa o Plinio Apuleyo Mendoza, que ante la evidencia rectificaron sus ideas.
Santa Cruz de la Sierra, 11/11/12
http://javierpaz01.blogspot.com/

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