viernes, 4 de mayo de 2012

Bolivia: entre realidad y ficción


Javier Paz García
Miguel de Cervantes imaginó una historia donde uno de sus personajes, llamado Sancho Panza, hombre simple, de orígenes humildes, poco instruido, guiado por refranes populares era falsamente posesionado como dueño de una isla. La intención de los promotores de la farsa era simplemente tomarle el pelo a Sancho y reírse a costa suya. Y éste, luego de pasar hambre, sueño y otras vicisitudes, decide abandonar el gobierno de la isla y seguir de escudero.
En Bolivia, la ficción se hizo realidad y tenemos en el presente un gobierno de ineptos e ignorantes acabados. Tristemente, a diferencia de la ficción, los resultados no son inocuos y el país está encaminado al desastre. Hemos retrocedido en democracia, en derechos humanos, en independencia de poderes, en institucionalidad, en la idoneidad de los servidores públicos, en lucha contra la corrupción, en libertades civiles y políticas como la libertad de expresión y la presunción de inocencia. Hemos desaprovechado la mejor coyuntura económica de la historia de Bolivia creciendo a ritmos inferiores a nuestros vecinos. El gobierno ha ahogado la iniciativa privada, ha privilegiado el clientelismo político y ha creado una docena de empresas deficitarias. Tenemos un yatiri en el Tribunal Constitucional que juega a las adivinanzas con hojas de coca para decidir sus fallos. Nuestra diplomacia es improvisada, ineficaz y contraproducente. Los odios raciales y regionales han sido exacerbados por el propio gobierno. La constitución es un pedazo de papel válido solo cuando le sirve al gobierno. Existe persecución política y existe a la vez un Estado cada vez más débil, incapaz de frenar la delincuencia, incapaz de impedir un bloqueo aunque los bloqueadores sean apenas cinco pelagatos, incapaz de frenar el contrabando y el crimen organizado.
Pero no todo es malo. A cambio tenemos un aumento del Bonosol, tenemos unos cuantos bonos más que en unos años no se van a poder pagar, tenemos el mejor aparato de propaganda política que el dinero puede comprar, tenemos un presidente que en el extranjero todavía genera esperanza entre algunos ingenuos y bienintencionados y risas en todos los demás. Y tenemos una nueva filosofía de la bellaquería que dará para la risa y el disfrute de generaciones venideras. Porque si algo valioso y digno de la posteridad ha producido este gobierno, son las Evadas y las Choquehuancadas que, incluso en la desolación de tener el gobierno que tenemos, nos dan tanta risa y tanto tema de charla y tertulia.
Santa Cruz de la Sierra, 04/05/12
http://javierpaz01.blogspot.com/

No hay comentarios.: