viernes, 16 de octubre de 2009

La magia de Juan Luis Guerra

Javier Paz García
En El costo de la vida Juan Luis Guerra canta sobre problemas cotidianos como el costo de la vida, la corrupción, el desempleo o la delincuencia; Visa para un sueño es una historia muy latinoamericana, la de gente dando los primeros pasos para abandonar su país en busca de mejores oportunidades; Me enamoro de ella explora las diferencias socioeconómicas; El Niágara en bicicleta es la odisea de un pobre hombre procurando atención médica en un hospital público; Ojalá que llueva café es el deseo de un mundo mejor.
Las canciones antes mencionadas hablan sobre las injusticias sociales, la pobreza, el hambre y sin embargo no son canciones tristes. De hecho son canciones muy alegres que celebran la vida, incluso en sus matices tristes e invitan a bailar, cantar y sonreír a quien las escucha.
La bilirrubina cuenta los problemas de salud que el amor puede ocasionar; Rosalía parece demorar en responder las intenciones amorosas de un pretendiente; En Como abeja al panal la propuesta amorosa de un hombre es rechazada; otro se decide a escribir una Carta de amor con puntos y comas, esperando un poquitito de amor de respuesta; La llave de mi corazón demanda una solución a la mujer amada y otra canción dice que Si tú te vas ya no me queda nada. Y es que Juan Luis celebra el amor con bachatas y merengues, con júbilo y optimismo, como algo digno de celebrarse incluso cuando no es correspondido.
En su música vemos con frecuencia la utilización de ritmos lentos para abordar temas alegres; verbigracia Bachata rosa, Burbujas de amor y La hormiguita, tres odas al amor. Por otro lado también vemos la utilización de ritmos rápidos e intrínsecamente alegres para abordar temas tristes como ser la pobreza, o el amor no correspondido. Está aparente dicotomía entre el ritmo y la letra no es casual y más bien responde a un panteísmo que celebra la vida y el amor en todas sus facetas. Esta dicotomía parece querer decirnos, al igual que la película de Roberto Benigni, que la vida es bella, incluso con sus dificultades y sobresaltos.
Muchas de las canciones de este cantautor tocan los temas más tristes del género humano y sin embargo, nos provocan alegría y optimismo. Precisamente la magia de Juan Luis Guerra está en convertir los tópicos más tristes en una canción alegre y provocarnos una sonrisa.
Santa Cruz de la Sierra, 10/09/09

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