jueves, 15 de enero de 2015

Totalitarismo y violencia

Javier Paz García
El atentado terrorista que sufrió la revista francesa Charlie Hebdo es un síntoma del totalitarismo; aquella noción de que existe una verdad única y que quienes la profesan debe liderar, someter y castigar al resto de la sociedad. El islamismo fundamentalista es un ejemplo de quienes creen que la fe en Alá no es una cuestión de conciencia, sino una obligación. Pero el totalitarismo intolerante no es exclusivo de los fundamentalismos religiosos; las ideologías colectivistas son ejemplos destacables de esta innoble realidad del comportamiento humano. La noción básica de los totalitaristas es que existe una sola verdad, que ellos son conocedores de esa verdad y que quienes no la aceptan merecen la muerte o cuanto menos la cárcel, la exclusión y el sufrimiento. El nazismo, el socialismo y el fascismo son diferentes aristas de la mentalidad colectivista. El hecho de que los socialistas rechacen o condenen el nazismo, no cambia el hecho de que comparten la esencia colectivista: el totalitarismo, la intolerancia y la supresión de la libertad de expresión y conciencia. En una sociedad liberal, un socialista puede difundir y promover sus ideas con libertad, como sucede en España, Estados Unidos, Alemania o Costa Rica. No sucede lo mismo en países socialistas como Cuba o China, cuyas dictaduras amedrentan, aterrorizan, encarcelan y matan a quienes promueven ideas de libertad, democracia y multipartidismo. En este grupo también se encuentran dictaduras que tal vez no calificaríamos como socialistas, como la de Arabia Saudita que recientemente condenó al joven Raif Badawi a 10 años de cárcel y 1000 latigazos por crear un blog que pedía mayor libertad en su país. Las acciones de los terroristas de Charlie Hebdo y la monarquía saudí no son esencialmente diferentes y en mi opinión son ejercicios de terrorismo totalitario.
Y por esta región del mundo, tenemos a nuestros intolerantes y liberticidas, no tan malos como en Cuba, China, Arabia Saudita o como los terribles islamistas, pero que tienen a Cuba como ejemplo a seguir y cuyas acciones ya han llevado a empobrecimiento, violencia y muerte en sus países. Venezuela es el ejemplo más destacable por la pésima situación a la que han conducido a esa nación, pero los gobiernos de Ecuador, Argentina o Bolivia están lamentablemente  en manos de totalitarios e intolerantes.
Santa Cruz de la Sierra, 12/01/15

http://javierpaz01.blogspot.com/

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