jueves, 2 de agosto de 2012

Moribunda libertad de expresión


Javier Paz García
Hace unos días, Milena Fernández, conductora de un programa de televisión dijo que “Oruro es una ciudad fétida”. Por ello fue acusada de discriminación y se emitió una orden de aprehensión en su contra. Esto sienta un precedente gravísimo para la libertad de expresión y para la democracia en Bolivia. Si se puede meter presa a una persona por hacer un comentario despectivo de una ciudad, entonces el Estado puede meter preso a cualquiera por cualquier motivo. El caso de Milena Fernández ilustra mejor que nada los peligros y los abusos que se pueden cometer bajo el amparo de la ley contra el racismo y la discriminación.
Algunas personas han hecho notar que la Sra. Fernández tenía la intención de hacer una crítica constructiva, que pidió disculpas y que por lo tanto el municipio orureño debería desistir del juicio. Quienes argumentan esta posición fallan olímpicamente en entender el fondo y la trascendencia de la cuestión: y es que la Sra. Fernández (o cualquier persona) debería poder opinar bien o mal de una ciudad o de cualquier tema sin miedo a ser perseguida judicialmente. En una sociedad que se digna de defender la libertad y los derechos humanos, nada puede ser más sagrado que la libertad de expresión. Lo que está en peligro no es solo la libertad física de la Sra. Fernández, sino la libertad de todos los que habitamos esta tierra de expresarnos libremente y sin miedo a ser perseguidos por el Estado.
En el caso de la Sra. Fernández, los orureños tienen todo el derecho a manifestar su disgusto, a declararla persona no grata, pedirle explicaciones, ¡pero someterla a un juicio! es un abuso mayúsculo y marca un nuevo precedente en el cercenamiento de las libertades por parte de un gobierno cada día más autoritario y abusivo.
Aunque este asunto se solucione de manera razonable, aunque para el momento que esta nota salga en la prensa la demanda se haya retirado y la Sra. Fernández ya no sea sometida a la tortura psicológica que está sufriendo (y espero que así sea), el mensaje ya ha sido lanzado y es claro: hoy en Bolivia cualquier persona puede ir a la cárcel por cualquier opinión que no sea del gusto de quienes están en el poder; hoy el periodismo debe ejercer la autocensura. Hoy en Bolivia la libertad de expresión está moribunda.
Santa Cruz de la Sierra, 02/08/12
http://javierpaz01.blogspot.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es, por q este gobierno quiere callar a todos, pero hay quienes deberia callarse tb, "el pez muere por la boca", eso por la señora fernadez y por el gobierno ya falta poco para decir lo mismo, existe muchas leyes de persecucion q el gobierno esta aprobando, leyes con los q ellos tb seran juzgados, esta es mi simple opinion, q no esta en favor de uno, tampoco en contra de otro, pero todos deberiamos de aprender a hablar y respetar ya sea a una persona, a un departamento, y al pais donde vivimos, como tb a nuestros gobernantes, y tb nueatros gobernantes deberian de respetarnos tb, pero en este pais no pasa ni uno ni lo otro, vivimos en un pais donde nadie respeta a nadie, todos piensan en beneficiarse del poder, donde nuestro gobierno incita a la violencia, donde hay gente q discrimina, hay gente q incita a la intolerancia.

si alguien lo lee, q bueno, soy orureña de corazon, estoy en santa cruz y me encanta esta ciudad amo mi linda BOLIVIA.