viernes, 27 de mayo de 2011

El fin del mundo, los charlatanes y las sociedades libres

Javier Paz García
Hace unos días un columnista publicó por este medio la nota “El fin del mundo, los charlatanes y la ley” (ED, 25/05/11). La nota versa precisamente sobre los charlatanes que anuncian cada cierto tiempo el fin del mundo y llama a los gobernantes a tomar acciones legales contra estos charlatanes.
A pesar de concordar plenamente con el autor en el hecho de que quienes anuncian el fin del mundo son unos charlatanes, me permito usar el artículo como un ejemplo de la actitud iliberal e intolerante que existe en nuestra sociedad y mostrar cómo este tipo de pensamientos justifican y permiten el recorte de nuestras libertades.
Comencemos. El autor afirma que “Difundir mensajes de este tipo [anunciar el fin del mundo] puede causar olas de suicido, histeria colectiva, disturbios…”, que esto equivale a “un intento de ‘alteración del orden público’” y que este tipo de comportamiento “de ningún modo se puede permitir, se trate de religiosos, políticos o clarividentes”. Mi respuesta es que las sociedades libres inevitablemente tienen excesos. Donde hay libertad de expresión y religión habrá charlatanes y estafadores. Pero la censura de los “sabios gobernantes” es mucha más peligrosa que la alternativa. En una sociedad libre, cada quien debe ejercer su propio juicio para decidir qué creer y qué no creer. Darle a los gobernantes la autoridad para que decidan eso por nosotros es abrir el camino del autoritarismo. En cualquier momento que uno enciende la radio, existen por lo menos media docena de charlatanes predicando como Jesucristo puede sanar a aquellos que tengan fe y donen dinero. No me quepa duda de que son unos estafadores, y me da pena la gente que se deja engañar, pero debo aceptar que están en su derecho de creer en lo que les plazca, sea en Jesucristo, Mahoma, Topo Gigio o el fin del mundo.
El autor también dice que “no se puede tolerar mensajes o acciones alarmistas en el seno de la sociedad”. Sin lugar a dudas Evo Morales, Hugo Chávez, Cristina Fernández, Rafael Correa y todos los Gadafis del mundo concuerdan con el autor. Con un argumento similar el gobierno quiere meter preso a Doria Medina por “dar mensajes alarmistas” sobre la economía.
Finalmente el autor nos lanza la joya de todas las joyas cuando sostiene que “los medios de comunicación también son corresponsables por caer en el juego de estos ‘profetas’, que por lo visto están dispuestos a arrastrar a muchos al abismo del pesimismo y la muerte. Por eso, la ley debe aplicarse también en estos casos.” ¡O sea que hay que castigar a los medios por informar! ¿No es esto lo que la sarta de autoritarios que gobiernan América Latina sostienen? Estoy seguro que si el autor manda su propuesta al gobierno boliviano será bien recibida y considerada para la nueva ley de medios.
Thomas Jefferson escribió que el precio de la libertad es la eterna vigilancia. Esta es una lección que los latinoamericanos hasta ahora aprendemos.
Santa Cruz de la Sierra, 26/05/11
http://javierpaz01.blogspot.com/

1 comentario:

ROPE dijo...

este verso se escucha desde el principio de los dias despues de cristo, no es una noticia de ultimo momento. El unico fin del mundo es ver pasar tu vida en un segundo, cuando quedaron pendiente una larga lista de cosas por hacer, por aprender, e inclusive por errar. El fin del mundo puede ser un dia culquiera que mientras estas caminando te arrebatan la vida. Mientras tanto nosotros agonizamos en medio de este sistema de Gobierno!