lunes, 27 de noviembre de 2006

El desafío del calentamiento global

Javier Paz García
El aumento de la temperatura promedio a escala mundial es algo indiscutible. Lo que se discute es si el ser humano ha ocasionado tal aumento, en qué magnitud y qué acciones puede tomar para frenarlo. Algunos dicen que el planeta durante su historia ha pasado por épocas de hielo y deshielo, y que los cambios climáticos actuales pueden ser parte del ciclo natural del mundo y no causados por la actividad humana. Sin embargo, el aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera es un hecho y también es un hecho que este aumento es debido a la polución de la actividad humana. Igualmente es difícil argumentar que los humanos no son, aunque sea en parte, responsables por la disminución de la capa de ozono. Por lo anteriormente expuesto, doy como cierta la premisa de que el hombre es parcialmente el causante de los cambios climáticos en el planeta. También creo que la humanidad es capaz de frenar y tal vez revertir esta tendencia. ¿Pero cuál es el problema con el aumento de la temperatura? Después de todo, ¿no sería mejor tener veranos más largos para disfrutar por más tiempo de idas al río, piscinas, fútbol y churrascos? La respuesta es un rotundo no. El aumento en la temperatura a escala mundial puede tener catastróficas consecuencias como sequías, huracanes más potentes y más frecuentes, alteración de ecosistemas, desaparición de especies animales, distorsiones de los ciclos agrícolas, entre otros efectos. El costo en vidas humanas puede ser mayor que el causado por el virus del sida y el costo económico mayor que cualquier depresión o guerra que el mundo haya vivido. El problema es real, inmediato y severo, y su solución de lo más compleja. Es necesario que los casi 200 países del planeta participen de cualquier solución posible. Si un país unilateralmente decide disminuir sus emisiones de gases y el resto de los países no hace nada, entonces la reducción de gases a escala mundial es insignificante. Por otro lado, si todos los países disminuyen sus emisiones, que algún país no las reduzca no causa mayor incremento en los niveles mundiales. Como consecuencia cada país tiene la tentación de no hacer nada y dejar que los demás hagan algo al respecto. Incluso si todos los países están de acuerdo en que algo debe hacerse, existe la dificultad de decidir qué se debe hacer, qué medidas son suficientes para frenar el aumento de temperatura y en qué proporción debe aportar cada país a la solución del problema. El Protocolo de Kyoto es un primer intento de poner metas de reducción de emisiones de gases dañinos para la atmósfera. Sin embargo, el mayor contaminador del mundo (Estados Unidos) no participa de esta iniciativa. Esperemos que los líderes mundiales tengan la visión necesaria para tomar medidas adecuadas a fin de proteger a las actuales y futuras generaciones de este peligro. Bolivia también debe hacer su parte restringiendo los chaqueos, adoptando tecnologías que no contaminen y educando a su población sobre la importancia del tema. El futuro del planeta está en nuestras manos.
Fayetteville, 19/11/06.
El Deber, 27/11/06.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! soy Claudia Valenzuela del colegio Marista, saludos!

Javier Paz dijo...

¡Qué tal Claudia, como andás? ¿Estás en Santa Cruz o la vida te ha llevado a otros mundos?
Igualmente saludos y bueno, podemos estar en contacto por este medio.

Anónimo dijo...

Hace un tiempo que ya no vivo en SC, ahora estoy en España trabajando en comercio exterior, y vos te pensás quedar en USA? o estás pensando en volver a Bolivia?.
Claro, seguimos en contacto x este medio.

Anónimo dijo...

Acredito que este problema serve como uma licao para todos os paises.O meio ambiente nao tem fronteiras. Nao importa se estamos na asia ou na america a casa de todos nos e uma so, o planeta terra.Talvez isso nos una, talvez isso modifique a OMC e sua visao focada na expansao mercantilista.O protocolo de Kyoto foi sabotado pelo principal vilao do meio ambiente que estabeleu suas proprias emtas numa atitude extremamente individualista.Tenho certeza que num problema de tamanha dimensao e que afeta cada ser vivo deste planeta a uniao e a porta de entrada para a solucao.