viernes, 12 de octubre de 2012

Desarrollo y ayuda del Estado


Javier Paz García
Cuando surge el tema del desarrollo de Santa Cruz uno escucha a menudo que el departamento fue olvidado y sin embargo prosperó “a pesar del poco apoyo del Estado”. La idea implica que si el departamento hubiese tenido tal apoyo hubiera crecido aun más.
Para objetar esta idea, primero uno tiene que entender que los recursos del Estado provienen de los impuestos que pagan los ciudadanos. Por lo tanto, para que el Estado “invierta” en los ciudadanos, debe previamente haberle quitado esos recursos a los mismos ciudadanos. Entonces, para que la inversión estatal sea beneficiosa, debe ser mejor administrada de lo que sería en manos privadas, lo cual es infrecuente. En general cada persona administra mejor su dinero que el dinero ajeno y pone más ahínco al realizar un trabajo cuando obtiene un beneficio del mismo, que cuando no lo hace. Veamos por ejemplo las cooperativas de servicios básicos de la ciudad de Santa Cruz que fueron creadas por el esfuerzo privado de los propios ciudadanos, sin ayuda estatal. El éxito de las mismas beneficiaba a sus dueños, por lo tanto sus dueños (los habitantes) tenían un gran interés en hacer que funcionen. Estas cooperativas, fruto del esfuerzo privado y el interés propio de los habitantes de Santa Cruz de la Sierra hoy son un paradigma de eficiencia y buen servicio, incluso a nivel de Sudamérica. Podemos tener certeza que otro fuera su destino si el Estado las hubiera creado y administrado. En cambio ahora que el servicio de gas domiciliario es manejado por la empresa estatal YPFB, el servicio es peor que cuando estaba en manos privadas. Es más burocrático, más lento, con decenas de casas y edificios que no tienen gas domiciliario por culpa de las trabas e ineptitudes en YPFB. Hoy los desabastecimientos y las colas son más frecuentes para obtener una garrafa o cargar combustible. Y a pesar de que el gobierno se enorgullece de que YPFB es de todos los bolivianos, el resultado es un peor servicio que perjudica a todos.
Y es que, a diferencia del esfuerzo privado que cuando da frutos, beneficia a quienes hicieron el emprendimiento, la inversión estatal está en manos de burócratas que ganan un sueldo y cuya recompensa a menudo se mide más por lealtades políticas que por buenas gestiones gerenciales. Además existe el aditamento de que en una país centralista, quienes manejan las instituciones del Estado son en su mayoría paceños traídos de la sedes de gobierno y que por lo tanto poco o nada se perjudican si no funcionan las cosas en Santa Cruz o cualquier otra región periférica.
Hoy el Estado no tiene a Santa Cruz en el olvido, sino al contrario, lo tiene muy presente. Quienes manejan el poder quieren tener a los productores y exportadores cruceños a la merced de burócratas otorgando permisos, quieren (no han podido aun) que las cooperativas sean manejadas por el Estado, etc. En vista de la evidencia, habría que celebrar en vez de lamentar el olvido del Estado.
Santa Cruz de la Sierra, 12/10/12
http://javierpaz01.blogspot.com/

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