viernes, 23 de diciembre de 2011

Las soluciones del Estado


Javier Paz García
Nada place más a los burócratas que acrecentar su poder. Una forma de hacerlo es creando leyes que regulan todas las áreas de la actividad humana. Por ello el Estado tiene la dañina manía de entrometerse en áreas que no le competen para encontrar “soluciones” a problemas que no existen. Y lo que a menudo sucede es que las “soluciones” del Estado son las que ocasionan los verdaderos problemas. Curiosamente, los burócratas utilizan los nuevos problemas, creados por ellos mismos, para justificar mayores intervenciones y mayores poderes para el Estado. Esto puede parecer cómico, pero no es falso y ni siquiera exagerado.
Veamos ejemplos. El 2011 hubo en Bolivia un incremento en el precio del azúcar. De no haber intervenido el Estado, el incremento hubiera incentivado a los productores a aumentar sus sembradíos y  la sobreproducción en la siguiente temporada hubiera ocasionado una reducción en el precio. Sin embargo el Estado intervino prohibiendo las exportaciones y fijando controles de precios. Estas medidas ocasionaron desabastecimiento y contrabando del azúcar. Al final el mismo Estado se convirtió en acaparador, ahuyentando a los comerciantes, haciendo que la gente tenga que hacer colas eternas en los puestos de venta estatales e incluso subiendo el precio del azúcar (lo cual invalida el propósito de haber intervenido en el mercado). , En el trayecto, el Estado causó un daño tremendo a la cadena de producción y distribución del azúcar. Hoy siguen los cupos y los controles de precio lo que nos permite pronosticar que no serán muchos los nuevos productores que se atrevan a incursionar en el sector, lo que a la larga creará un problema crónico de desabastecimiento y especulación.
En Bolivia circulan muchos autos viejos. La solución del Estado es hacer una inspección técnica anual a todos los vehículos. Lo curioso es que la inspección no saca de circulación a ningún vehículo por más cacharro que sea, pero engrosa los bolsillos de muchos miembros de la policía y de paso ocasiona dolores de cabeza a todo dueño de un vehículo por la pérdida de tiempo que requiere obtener la viñeta. El resultado es que pagamos dinero y perdemos el tiempo para obtener algo que no sirve para nada y que no soluciona nada.
Bolivia exporta el 80% de la soya que produce y no necesita más del 20% para abastecer el mercado interno. Los supermercados están atiborrados de todas las marcas de aceite de soya habidas y por haber, tanto nacionales como extranjeras, por lo tanto el mercado de aceites comestibles es bastante competitivo. Sin embargo al gobierno se le antojó imponer cuotas de exportación en dicho sector, obligando a las empresas a peregrinar y rogar para que los burócratas otorguen los permisos correspondientes, y no debe extrañarnos que los permisos se otorguen según preferencias políticas o coimas económicas, creando costos adicionales e innecesarios en la cadena productiva, creando inseguridad jurídica, imposibilitando la proyección de la industria a largo plazo y perjudicando a miles de trabajadores en el país.    
Y por supuesto ante cada problema que crean, son veloces para  echar a otros la culpa y de paso hacer más leyes incrementándose el poder, para implementar otras soluciones que terminen jodiéndonos cada día más.
Santa Cruz de la Sierra, 18/12/11
http://javierpaz01.blogspot.com/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Javier Paz,
Casi siempre leo con agrado sus artículos de opinión en el periódico. Sin embargo, en el artículo que lleva por título ¿Quién regula a los reguladores? publicado hoy 03/01/2012, usted se ha permitido agredir al prestigio de la Educación Universitaria Estatal, tratándola de mediocre. Quien le escribe es docente en la UAGRM (también en la UPSA), Ingeniero Químico Formado en la UAGRM (Universidad Estatal de Bolivia), Doctor en Química formado en la Universitat Rovira i Virgili (Universidad pública de Tarragona,España. Sería más ético de su parte informarse respecto a las actividades y el objetivo que tienen las Universidades estatales del país, las cuales a pesar de las precariedades económicas e incluso tecnológicas desarrollan investigaciones científicas que son publicadas en prestigiosas revistas internacionales (revistas arbitradas e indexadas), son las únicas universidades de Bolivia que realizan actividades de extensión atendiendo al encargo social que tienen. La universidad, estimado Sr. Paz, no está concebida únicamente para la formación de emprendedores. Con respecto a este punto, usted habla de que son las Universidades privadas las que forman las mentes más brillantes y los empresarios del país, permítame nuevamente disentir, revise usted la hoja de vida de los mayores empresarios del país y verá donde se han formado (como ejemplo le menciono al Sr. Mariano Aguilera de Guabirá). Con esto no quiero desmerecer el gran aporte de la educación universitaria privada, la cuál sin embargo responde a otro encargo social, por ejemplo no encontrará usted ningún artículo científico (o habrán muy pocos)publicado en una revista científica prestigiosa que haya sido aporte de la U. Privada.
Me gustaría tener su correo electrónico pues no lo publica en ninguna parte, para enviarle como cortesía los artículos publicados por mi persona y mis estudiantes de pregrado (tesistas de Bioquímica y Farmacia) solo a manera de constancia de lo que le digo. Con estos comentarios no pretendo decir que las U. estatales están libres de muchos males de los que usted refiere su artículo, sin duda que se tienen muchisimos problemas y taras de los que se tiene que ir saliendo paulatinamente (ojalá más pronto que tarde).
De todas maneras, soy un seguidor de sus artículos de opinión, la mayoría de las veces muy acertados. Quisiera permitirme una licencia, ya que usted tiene formación en Economía por qué no empezar una serie de artículos de análisis (pro y contras) del modelo económico que nos han implantado en el país y generar así un foro que sea mas productivo.

sin otro particular, le hago llegar mis saludos cordiales.

Luis Adolfo Mercado R., Ph.D
lamr@urv.cat

Javier Paz dijo...

Estimado Sr. Luis Adolfo Mercado:
Primeramente le agradezco sus observaciones y su interés en mis artículos de opinión.
Debo aclarar también que lo dicho en mi artículo no implica de ninguna manera que todos los estudiantes de universidades públicas son mediocres, o que todos los estudiantes de universidades privadas son excelentes. Sin lugar a dudas existen excelentes profesionales salidos de las universidades públicas y también es fácil encontrar a sinnúmero de burros con títulos de universidades privadas. Creo que en Bolivia la educación superior en general es mala tanto en las universidades privadas como públicas (nuevamente sin desconocer la existencia de excelentes docentes y alumnos). Cuando comparamos el costo que invierte el Estado por cada alumno graduado de una universidad pública, y lo comparamos con el costo pecuniario de un título universitario privado, vemos que los recursos estatales no son tan escasos, sino que existe un gran despilfarro. Sin embargo en la educación primaria y secundaria la diferencia la diferencia de calidad entre lo público y lo privado es abismal.
Con respecto a los fines de la Educación Superior, yo no dije que los únicos fines de la educación superior eran crear emprendores, hablé de mentes brillantes y eso se refiere a todos los campos. Hablé también de colegios y universidades y es innegable que la educación estatal en Bolivia considerando colegios y universidades es mala, de hecho es de las peores de Latinoamérica y Latinoamérica tiene de los peores sistemas educativos del mundo. Esto no lo digo yo, lo puede leer con datos y estadísticas en el último libro de Andrés Oppenheimer.
Deseo aclarar también que mi artículo tampoco llama a eliminar la educación pública, sino a la desregulación de la educación privada por parte del Estado.
Obviamente usted es un profesional que se preocupa por su prestigio y el de las universidades en las que trabaja y eso es encomiable. No puedo más que felicitarlo y desear que existan más docentes como usted con un nivel de doctorado, preocupados por la investigación y la excelencia académica, pero la realidad, basándonos en estadísticas es que en Bolivia la educación es mala a nivel internacional y que la educación privada (considerando colegios y universidades) es mejor que la estatal.
A solicitud suya mi correo electrónico es javierpaz01@gmail.com
Le mando mis saludos cordiales
Javier