jueves, 10 de febrero de 2011

El socialismo que todos queremos

Javier Paz García
El socialismo que todos queremos es el que nos protege a nosotros y jode a todos los demás. Es el que aplasta con impuestos y regulaciones a todos los sectores, menos al mío. Porque todos deben entender que es bueno para el país que a mi sector le rebaje los impuestos y le otorgue subsidios, bonos y protecciones contra la salvaje competencia capitalista.
El socialismo que todos queremos es el que compra caro a los productores y vende más barato a los consumidores, para que todos estén contentos y hace que esa diferencia de precio no la pague nadie, o por lo menos que no la pague yo con mis impuestos, que la paguen otros.
El socialismo que todos queremos es el que nacionaliza y estatiza a todos los sectores menos al mío.
El socialismo que todos queremos es el que regula el precio de todos los productos, menos el mío. Porque si yo vendo papa, el gobierno tiene que entender que si me obliga a venderla barata, no me va a alcanzar para seguir produciendo y me voy a quedar sin trabajo y el pueblo se va a quedar sin papas. Pero cuidado que el gobierno permita que suba el precio del azúcar o la gasolina que yo no produzco, ¡Acaso no entiende este insensible gobierno que yo me alimento con arroz y me transporto con gasolina!
El socialismo que todos queremos es el que protege a mi industria de la competencia internacional, para que así yo pueda venderle al pueblo un producto caro, sin preocuparme de mejorar la eficiencia, la productividad ni la calidad, pero que sí permite la competencia para todos los otros productos, para que yo, a la hora de hacer compras, tenga muchas opciones para elegir entre lo mejor y más barato.
El socialismo que todos queremos es el que puede garantizarme una pega en la administración pública pero solo a mí, porque el pueblo tiene que entender que el gobierno tampoco puede darle trabajo a todos. Es el que me garantiza un trabajo donde sea y no me exige que trabaje, no me exige que cumpla con mis obligaciones laborales y no le permite a mi empleador botarme si no hago bien mi trabajo.
El socialismo que todos queremos me da salud y educación cuyos costos pagan todos menos yo. El socialismo que todos queremos resuelve todos mis problemas, para que yo pueda estar tenderme en una hamaca y olvidar las preocupaciones.
El socialismo que todos queremos exige responsabilidad, solidaridad y sacrificio de todos, en beneficio mío y me exime a mí de hacer lo mismo en beneficio de todos.
El socialismo que todos queremos es inviable porque exige sacrificios de todos menos de mí. Es egoísta porque exige beneficios para mí a costa de todos los demás. Es insostenible porque requiere de enormes gastos que nadie quiere pagar, y que a la larga, nadie puede pagar. Es irresponsable porque conduce a un país a la parálisis y la debacle económica. Es inmoral porque exime al individuo (me exime a mí), de toda responsabilidad y se la carga a ese ente abstracto llamado Estado.
Por eso el socialismo fracasa donde se lo prueba.
Santa Cruz de la Sierra, 10/02/11
http://javierpaz01.blogspot.com/

1 comentario:

raulhurtado dijo...

No lo pude haber dicho mejor. le diste en el clavo querido.