lunes, 2 de noviembre de 2009

Consecuencias de los controles de precio

Javier Paz García
¿Qué pasa cuando el gobierno fija un precio tope a un producto? Primeramente, es obvio que si el precio del mercado está por debajo del precio tope establecido por el gobierno, entonces, el control de precio no tiene ningún efecto (en realidad sí tiene efectos indirectos como ser las señales que manda sobre seguridad jurídica, pero por el momento no vamos a analizarlos).
Por otro lado, si el precio establecido por el gobierno es inferior al que se establecería libremente en el mercado (asumiendo un mercado competitivo), el resultado será un incremento en la cantidad demandada del mismo y una disminución en la cantidad ofertada. Por ejemplo, si el tomate baja de precio, los consumidores querrán comprar más tomate y los productores querrán producir menos tomate. Si previamente existía un equilibrio entre la oferta y la demanda de tomates, una disminución de precios provocará el desabastecimiento de este producto.
Los controles de precios además conllevan a la aparición de mercados negros donde los vendedores y compradores están dispuestos a intercambiar el producto por un precio superior al establecido por el gobierno. También generan discriminación sobre quienes tienen acceso al producto, ya que, al existir demasiados compradores, los productores pueden elegir a quienes vender y a quienes no vender.
En el largo plazo, también decae la calidad del producto, porque si los productores se ven forzados a disminuir sus precios, entonces utilizan insumos de menor calidad para producir.
Finalmente, si el precio establecido por el gobierno está por debajo del costo de producción, eventualmente la industria desaparece.
Esto lo sabe cualquier estudiante de primer año de economía, por lo que cual no le puede sorprender que por ejemplo haya desabastecimiento de leche en Venezuela, o que el servicio de transporte público en Bolivia sea de los peores de Latinoamérica en cuanto a calidad. Y si a un buen estudiante de primer año de economía le preguntan que se puede hacer para acabar con el desabastecimiento de leche en Venezuela y mejorar la calidad del transporte público en Bolivia, su respuesta será que habría que eliminar los controles de precio.
El infierno está empedrado de buenas intenciones, reza un refrán. Los topes de precio generalmente se establecen para ayudar a las familias pobres a tener acceso a cierto producto a un “precio justo”, sin embargo tienen como consecuencia privarles de dicho acceso, ocasionando desabastecimientos, mercados negros, discriminación en la asignación del producto y disminución de la calidad.
Santa Cruz de la Sierra, 30/10/09

2 comentarios:

Santuso dijo...

Preguntemos por que el gobierno fija estos precios? no sera por que los productores quieren LUCRAR a costa del hambre de las mayorias? las que no pueden darce el lujo de comprar ACEITE AL PRECIO DEL LIBRE MERCADO (17 pesos) y su precio real incluido marketin etc era de $b 8. Precios que estan bajo el manto de la especulacion, acaparamiento y ocultacion.

Claro que habra escaces de productos ya que las mayorias estan CONSUMIENDO TOMATES que antes solos las BURGUESIAS consumian. Ahhh pues les llego la hora no? se volco la tortilla, que los pobres coman pan y los ricos mierda mierda!!!!!!

Las papas tomates y demas productos agricolas son producidos por campesinos pobres y sus precios son pagados por debajo del precio justo. Los MERCACHIFLES son los que especulan con el precio y el ocultamiento, estos son los que DISCRIMINAN ya que pueden vender a mejores precios en los shoping malls de los barrios pitucos que en las afueras de la cuidad.

Sin embargo los industriales aceiteros ganaderos etc, gozan de SUBCIDIOS SOCIALISTAS que el estado les da como el DIESEL, no solo eso tambien cuentan con la mano de obra mas barata de sud america. Para estos sujetos lo que les importa es SACAR EL MAXIMO DE PROFITO y acarrean sus productos al exterior dejando los mercados nacionales vacios de sus productos (ACEITE) o vendiendoles a precios ahun mas altos que en los mercados internacionales.
Pero es una caradurez de estos agroindustriales pedir PRECIOS DE LIBRE COMERCIO cuando reciben SUBCIDIOS SOCIALISTAS!!!! Ni contemos con las acaparaciones territoriales indigenas, que les fueron entregadas GRATIS por gobiernos derechistas.





Viendo semejante atropello el GOBIERNO DE MORALES prohibio exportar aceite hasta que estos no rebajen a precios justos sus productos.

Cuando hay sequias y perdida de productos, los AGRINDUSTRIALES estan protegidos con seguros y el estado les cubre sus gastos y perdidas, lo contrario pasa al agricultor de minifundios, cuando sus cochechas son perdidas por sequias o inundaciones, como no tienen seguro no reciben ayuda alguna.

O se moderan o quiebran y si quiebran se las compran y se las convierte en COOPERATIVAS.





Ahora el gobierno de Morales esta habriendo mercados campesino en las periferias de las cuidades, a fin de que los productos agricolas (papas cebollas tomates, choclos, etc) sean vendidos directamente al consumidor pasando de alto a los MERCACHIFLES especuladores.

Antonio dijo...

Todo esto está muy bien. Pero sin ignorarlo, tampoco está de más recordar toda una serie de cosas que la Economía simplista normalmente ignora:
- Que los controles de precio se establecen con frecuencia para frenar la especulación. Puede que no sean el medio más eficaz para ello, pero entonces hay que sacar una contrapropuesta en lugar de ignorar ese resultado no querido de la desregulación de precios.
- Que en realidad nada es tan simple como el equilibrio oferta-demanda: los precios son parte de un juego estratégico y se pueden inflar (para impedir el acceso a determinados grupos sociales como pasa con la educación privada) o reducir por debajo incluso del coste de producción (por ejemplo, para eliminar la competencia, como se hace ahora en el sector lácteo en España).
- Que la equidad y la cohesión social son también un objetivo en sí y una conditio sine qua non para que la economía pueda funcionar sin estrangulamientos monopólicos. Y para eso también sirve el control de precios (a veces), aún renunciando a una parte de la eficiencia cortolplacista en la asignación de precios.
Sólo son unos pocos apuntes para demostrar que los análisis simplistas no caben en las Ciencias Sociales (y la Economía es una de ellas).