Javier Paz García
De lo más simple. Es también comprensible, y cuya rectificación despeja muchas incógnitas y aclara muchos hechos – aparentemente contradictorios. El error consiste en alterar una letra del alfabeto, mejor dicho dos vocales, o para ser más preciso, la permutación de una vocal por otra.
¿Sino cómo podemos explicarnos el mensaje de odio y revanchismo de Evo Morales? ¿Y su empeño en inventar golpistas y complots en vez de dedicarse a gobernar? ¿O la evocación nostálgica de García Linera al volver a la tierra en la que “aprendió a matar”? ¿Y su llamado a empuñar los fusiles bajo el poncho rojo? Tampoco podemos olvidar las asombrosas declaraciones de nuestro cósmico canciller Choquehuanca, quien en su niñez obtuvo el calcio de la coca y no de la leche, que no necesita leer libros pues obtiene suficiente sabiduría mirando las arrugas de los ancianos, y que si tuviera la oportunidad, envenenaría a los paceños de la zona sur. No es menos famosa – ni menos infame – la frase de nuestro in-felix Patzi de que Santa Cruz estaría mejor sin cruceños; el mismo Patzi que desea eliminar la educación religiosa y privada, y que seguramente en sus noches de delirio sueña con prohibir el uso de la calculadora en los colegios – por ser esta un invento del neoliberalismo – y reintroducir el quipu para nutrir a nuestros niños de la sabiduría milenaria.
Toda esta estrafalaria sucesión de aparentes despelotes, contradicciones y absurdos viene bien acompañada de una política económica inexistente en el mejor de los casos, y catastrófica en el peor, seguida de una corrupción rampante y descarada. Y el descontento se nota, y la desilusión es grande en quienes creían (y sospecho que casi todos creíamos) de que Evo iba a sacar al país de la crisis.
Pero repito que el error es de lo más sencillo, consiste en la permutación de dos vocales en una palabra. Porque aunque Evo y su equipo llegaron al gobierno con la promesa de refundar Bolivia, creo yo que se confundieron y en realidad quisieron decir que iban a “refundir Bolivia”. Hay que admitir que el desliz es inocente, e incluso comprensible dado el pobre dominio del español en algunos de nuestros más altos funcionarios públicos (lo cual no es motivo de burlas ya que estos señores también hablan quechua o aimara). Mas una vez corregido el error gramatical, vemos que en sus actos no hay el mínimo error procedimental: siguen eficazmente su proyecto ‘refundicional’, sin incoherencias ni desvaríos. Vemos que las aparentes contradicciones en realidad no existen pues el objetivo no es refundar, sino refundir. Y posiblemente lograrán su objetivo porque al paso que avanzamos, vamos a acabar todos refundidos y recagados.
Fayetteville, 10/10/06.
El Deber, 27/10/06.
viernes, 27 de octubre de 2006
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1 comentario:
cuidado en lo q hablas carajo .. evo no es el mejor pr bolivia tampoco no es el pior ... recuerdate
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