Javier Paz García
El magnánimo gobierno de izquierda revolucionaria, luego de haber derrotado a la lepra neoliberal de ultra-derecha que mantuvo a este país en la pobreza y la miseria acérrima, que ha sido causante de todos los desastres, naturales y artificiales, cuyas políticas de libre mercado han mantenido a Bolivia en el estancamiento y en la sumisión a los superpoderes, etc. etc., decreta lo siguiente:
En materia política:
Para consolidar y perpetuar al gobierno de izquierda, se atacará enérgicamente a cualquier grupo, institución, comité cívico, medio de prensa, país o persona que pretenda criticar o contradecir los designios de este Supremo Gobierno del Pueblo. Para este propósito el gobierno tendrá a su disposición todos los medios disponibles.
Para evitar doctrinas dañinas y pro-imperialistas se evitará la discusión de temas que molesten al régimen, y cualquiera que ose contravenir tal disposición, será insultado y satanizado como oligarca, logiero y antipatriótico. Las discusiones no se ganarán con lógica (esta estrictamente prohibido el uso de silogismos para evitarle la fatiga al Líder Supremo), las discusiones se ganarán con diatribas y acusaciones infundadas.
Es potestad del gobierno culpar de todos los problemas a los gringos, cambas, marcianos, comité cívicos o lo primero que al Líder Supremo se le venga en mente.
En materia social:
El gobierno apropiará todas las tierras, será dueño de todas las empresas, y controlará los destinos de toda la población. Con un decreto se eliminarán la pobreza y a los sindicatos que no sigan los designios del Supremo.
En una jugada magistral y de extrema genialidad, el gobierno incrementará los salarios al doble, y como no hay dinero, incrementará los precios en la misma proporción, así los trabajadores estarán felices porque ganan más y los empresarios también porque venderán a mejores precios.
Para reducir la tasa de mortalidad infantil, esta estrictamente prohibido que los niños se mueran.
En materia económica:
Para eliminar el hambre se decretará que las plantas de soya produzcan el doble, el maíz el triple y la quinua el quíntuplo.
Que la deuda externa la compre Venezuela a un interés del menos quince por ciento para que en un par de años desaparezca.
Se decretará también que todos los países del mundo nos compren los productos que producimos con los precios que el gobierno dicte, y que nos vendan lo que queramos a precio solidario.
Es un placer comunicarle al pueblo boliviano que este Supremo Gobierno va a solucionar de una vez y por siempre todos los problemas de todos los bolivianos. Amén.
Fayetteville, 25/03/2006.
El Deber, 07/04/06.
martes, 17 de octubre de 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario