Javier Paz García
Hace pocos días, un periódico paceño publicó una nota de opinión atacando al Comité Pro Santa Cruz, vindicándolo de racista, secesionista, vendido a las transnacionales y refugio de las oligarquías cruceñas. La nota abundaba en insultos y acusaciones genéricas, y llegaba al límite de sugerir que el gobierno central tome acción militar contra el comité.
Esto me motivó a escribir un artículo enumerando los logros de la institución, su trayectoria y la importancia que ha tenido en el desarrollo de Santa Cruz y la vida del cruceño. Para tal efecto busqué información en Internet y fue una sorpresa realmente desalentadora encontrarme con innumerables foros, artículos de prensa y páginas web dedicadas con ahínco a desprestigiar al Comité pro Santa Cruz. Esas publicaciones tienen un formato y presentación de primera calidad, lo que crea un aire de autenticidad y veracidad para el lector desprevenido o aquél que desconoce el tema y la historia.El Comité pro Santa Cruz necesita trabajar su imagen y mostrar al país –no sólo a Santa Cruz– cuáles son sus objetivos. Quien ha leído un poco la historia de Bolivia, y la de Santa Cruz, valora nuestro comité y sabe la trascendencia que ha tenido para el departamento; es consciente de que algunos de sus mayores aportes no sólo han forjado una Santa Cruz mejor, sino también una Bolivia mejor; conoce el abandono y las vicisitudes de las que nuestro departamento ha sido objeto por parte del centralismo; en fin, entiende que nuestro deseo de autonomía no es nuevo ni infundado, ni caprichoso ni egoísta. Desafortunadamente, no son mayoría los que conocen la historia de nuestro país, y para muchos su única fuente de información es lo que ven en la televisión, escuchan en la radio o en conversaciones, o leen esporádicamente en algún periódico. Con tales condiciones, y dado el formidable aparato propagandístico que existe para desprestigiar a Santa Cruz y, además, siendo el comité cívico la más representativa de las instituciones cruceñas, no es de extrañar que exista una imagen negativa y tergiversada de ese genuino instrumento de representación, ¡incluso entre los mismos cruceños! Considero imperativo, por lo tanto, que el Comité pro Santa Cruz inicie una campaña de concienciación de la comunidad con respecto a su historia, luchas, logros y objetivos, a través de una Internet informativa, veraz y clara, que coordine con periódicos, canales de televisión y radioemisoras cruceñas para armar una estrategia de educación y esclarecimiento sobre la mayor de nuestras instituciones.Si la presente nota logra despertar esta inquietud y hacer efectiva tal estrategia, creo oportuno hacer una aclaración más: cualquier campaña de concienciación debe ser llevada a cabo con objetividad y ética. El Comité tiene muchas conquistas enaltecedoras en su historial, y sus objetivos y métodos actuales son justos. Por lo tanto, éstas resultan sus mejores armas. Tal esfuerzo debe mostrar al boliviano imparcial (sea éste cruceño, paceño o de cualquier otro departamento) que el Comité busca lo mejor para Santa Cruz y para Bolivia, y no así a costa de Bolivia. No precisa enfrascarse en una guerra de insultos con aquéllos a quienes no es posible cambiar de opinión y que tergiversan los hechos con tal de hacernos ver mal; esto sería como tirar diamantes a los puercos. Creo que la justicia y la razón están de nuestro lado y, para conservarlas y defenderlas, tenemos que fortalecer nuestros valores esenciales.
Fayetteville, 07/05/06.
El Deber, 17/05/06.
martes, 17 de octubre de 2006
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