Javier Paz García
Según el Larousse, oligarquía significa 1. régimen político en el poder controlado por un pequeño grupo de individuos o familias. 2. Autoridad, influencia preponderante que ejercen en su provecho un pequeño número de personas.
Los occidentales claman que existe una oligarquía cruceña que, aliada a las transnacionales, busca destruir la unidad nacional. Asumamos que tal oligarquía existe. Es claro que tal oligarquía no es la del punto primero de mi diccionario, porque Bolivia en su historia solo ha tenido 3 presidentes cruceños, los cargos políticos, militares y policiales son dominados por occidentales y, hasta hace mucho, ni el prefecto cruceño era oriundo de tierra camba. Tampoco puede derivar del poder económico porque son las transnacionales las que controlan los mayores capitales en Bolivia. Por lo tanto la oligarquía cruceña no tiene poder político ni económico, y podemos concluir que ésta se debe amoldar a la segunda definición aquí presentada.
Pero esta segunda definición también me molesta, porque, si para ser oligarquía, solo debe beneficiar a los oligarcas, ¿Cómo entonces es Santa Cruz la mayor generadora de empleos y exportaciones, los cuales benefician a todo el país? ¿Cómo es que los oprimidos por esta oligarquía no emigran hacia las tierras de nuestros compatriotas occidentales, todos próceres de la unidad nacional, mientras que multitudes llegan a la capital cruceña, provenientes del occidente en busca de trabajo y mejor vida? ¿Cómo esta oligarquía logra congregar de forma voluntaria y pacífica a un tercio de la población cruceña, en un acontecimiento de proporciones únicas en Bolivia? ¿Y con que propósito los reúne? Para que el prefecto se elija por voto popular, lo cual disminuiría el poder de la tal oligarquía. Si asumimos que todos los que fueron a la concentración de enero son oligarcas, entonces esta oligarquía integra a la mayoría de la población en la que habita, y debería llamar a los Guiness Records para inscribirse como la oligarquía más numerosa y más democrática en la historia mundial. Pero las peculiaridades de esta oligarquía cruceña no acaban aquí, pues también, dado que quiere mayor democratización y descentralización del país, atenta contra su propia supervivencia. Primera vez que escucho de una oligarquía suicida. Dado lo expuesto anteriormente, es más sensato asumir que no existe tal oligarquía y mientras nadie responda con coherencia a las interrogantes que aquí presento, nadie del occidente debería tener la sinvergüenzura de llamar a los cruceños oligarcas. Son mas bien ellos los que, al congelar la distribución de escaños, buscan congregar mayor poder en un menor numero de personas (ya que cada diputado occidental representaría menor población que un diputado cruceño) y asi convertirse en verdaderos oligarcas. Son ellos lo que violan la Constitución Política del Estado y ponen en peligro la unidad nacional que tanto claman defender. Son ellos los oligarcas, hipócritas y traidores a la patria.
Fayetteville, 20/10/05.
El Deber, 25/10/05.
lunes, 16 de octubre de 2006
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