Javier Paz García
En fecha 5 de junio de 2006 El Deber publicó un artículo sobre el debate de la autonomía. En el artículo el dirigente del MAS Román Loayza expresa que “[e]l planteamiento del referéndum autonómico es de los comités cívicos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Si en el occidente votamos por el sí, estaríamos apoyando a la media luna de Santa Cruz...”. Tal aseveración da a entender que la oposición que existe hacia las autonomías, no es porque tal idea sea mala, sino porque fue en Santa Cruz donde se originó. Este es un claro ejemplo del argumentum ad hominem, una falacia lógica que consiste en atacar a la persona que presenta un argumento, sin analizar el argumento en sí. El siguiente ejemplo demostrará tal falacia. A dice que 2+2 es 4, entonces B dice que A es un mentiroso, que dice eso solo porque le conviene, y que por tanto 2+2 no es igual a 4. Similar situación sucede en Bolivia, entre oriente y occidente. Cualquier propuesta que Santa Cruz genera es descartada y atacada en occidente usando el cuento de que Santa Cruz es de oligarcas y terratenientes antipatrias, sin siquiera entrar en el debate sobre la propuesta misma. Existen dos modalidades en las que esta falacia es usada por occidente: la primera es ad hominem abusiva en la cual se ataca a la persona para desprestigiar el argumento (cruceños oligarcas, antipatrias). La segunda es la ad homimem circunstancial donde se descarta el argumento porque beneficia a quien lo propone (La autonomía beneficia a Santa Cruz y por eso hay que rechazarla). No me sorprendería que si mañana el oriente proclama que 2+2 es 4, el occidente altere las reglas de la aritmética con tal de negar tal resultado.
Este tipo de comportamientos ‘epitomiza’ la actitud predominante del occidente boliviano hacia los orientales. Tales acciones demuestran una diferencia importantísima entre estas dos regiones de Bolivia: mientras el discurso oriental es progresista, el occidental muestra un regionalismo xenófobo y un resentimiento hacia el oriente. ¿Resentimiento a qué? No sé, porque el oriente nunca ha tenido ni el poder político ni económico del país; es apenas hace unas décadas que Santa Cruz surgió económicamente.
Volviendo al tema central de esta nota, un argumento tiene que ser refutado con otro argumento y no con insultos. Una idea debe valerse por si sola y ser analizada por si sola, sin importar de donde proviene; el postulado 2+2=4 tiene el mismo valor si lo dice un premio Nobel de economía o lo dice un analfabeto y nadie puede desvirtuar tal resultado porque provino de un analfabeto.
El debate de las autonomías debe girar alrededor de los beneficios que estas traerán al país y a cada región. A estas alturas, es irrelevante discutir quien tuvo la idea primero. Es demagógico y divisionista desvirtuar las autonomías porque nacieron en Santa Cruz.
Esperemos que cuando llegue el referéndum primen la cordura y el buen sentido en el pueblo boliviano y que la mayoría no se deje llevar por un bullicioso grupo de charlatanes y resentidos.
Fayetteville, 06/06/06.
El Deber, 19/06/06.
martes, 17 de octubre de 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario