miércoles, 27 de diciembre de 2006
Mañana saldrá el sol
Estoy pasando otra noche de insomnio. Luego de perder el tiempo en la computadora, la apagué y me puse a leer. Me canse de leer, apagué la luz y trate de dormir, pero no pude. Luego de algunos revuelcos, decidí escribir algo. Tengo un cuadernillo donde escribo pensamientos aleatorios, la mayoría merecedores del olvido. Nunca lo leo, de hecho, creo que nunca lo he leído por completo, pero igual lo escribo. Bueno, hoy decidí escribir algo, pero luego de dos líneas, volqué el cuaderno a su página inicial y empecé a leerlo. En la cuarta página encontré una frase que me mato de la risa y también me sorprendió por su perspicacia. Desgraciadamente cuando empecé mi cuadernillo, no ponía fechas a mis entradas, así que no sé cuando fue escrita, pero eso no es una gran perdida. Luego de esta prolongada introducción, cito este inédito texto mío. Advierto al lector que no espero que le resulte tan gracioso como me resultó a mí.
Hume me dijo que yo no podría probar de ninguna manera que mañana saldría el sol.
Pero si no hay nada más simple.
Si no sale el sol, no hay mañana, luego mañana saldrá el sol.
lunes, 25 de diciembre de 2006
Triste navidad
Te encuentras lejos y yo estoy solo en mi más triste víspera de navidad. Ninguna lectura me atrae, el Internet ya me aburrió y luego de lapsos eternos de mirar el techo desde mi cama y alimentar mi mente de melancolía, es que decido escribirte.
Escribo para ti, pero en realidad escribo para mí; para distraerme, para desahogarme, para fantasear algo imposible. Escribo porque es lo único que tengo, lo único que puedo, porque es lo único que sé.
Temo dejar de escribir porque entonces volveré el tedio de la nada, aquella sensación de vacío que siente el que no tiene que hacer y está cansado de no hacer nada.
Tal vez rece esta noche, o escuche música mientras juego ajedrez. Sí, haré que me acompañen Arnaldo Antunes, Carlinhos Brown y Marisa Monte (por enésima vez). Luego dormiré, el sueño dulce de aquél que no desea despertar.
Fayetteville, 24/12/06.
viernes, 15 de diciembre de 2006
Momentos previos
Mis manos sudan y siento mi corazón latir más rápido. Los momentos previos a algo intrépido están siempre cargados de ansiedad. La adrenalina corre por mis venas y me llena de una emoción embriagadora. La avioneta despega y estoy a unos minutos de saltar de ella, a aproximadamente 6,000 pies de altura. Ya lo he hecho varias veces, pero aun así no disminuye la intensidad de las sensaciones que invaden los momentos previos a un nuevo salto. Las estadísticas me afirman que lo que voy a hacer es de bajo riesgo, pero también sé que el mínimo error puede ser fatal; además, el instinto humano no conoce estadísticas ajenas y se niega a tomar este acto como algo trivial. ¡No, el instinto me dice que no lo haga! No por nada sudan mis manos, no por nada se acelera mi corazón, son mensajes que me manda para que reconsidere mi decisión. No es la falta de miedo lo que me permite hacer esto, sino el exceso de coraje y la búsqueda de emociones extraordinarias. Mi equipo está en su sitio, ya lo revisé varias veces en tierra, el altímetro señala la altura correcta y llevo una vestimenta cómoda. Pongo mis manos en una abertura de la avioneta por donde entra el viento para mantenerlas secas. El espacio de la avioneta es reducido y solo es posible caber a cinco personas a costa de incomodidad. Estoy hincado sobre mis rodillas y tengo que moverme constantemente para evitar que se adormezcan mis piernas. Miro el paisaje terrestre para distraerme. Quiero que estos momentos pasen rápido, quiero que terminen ya. He esperado toda la mañana y la ansiedad me invade. La avioneta ha alcanzado la altura y posición adecuadas. La compuerta se abre y el viento suena estruendosamente. Una mano me toca el hombro y su dueño me pregunta si estoy listo. Contesto que sí y todo nerviosismo, todo miedo, toda ansiedad se disipan inmediatamente. Me preparo a hacer lo que vine a hacer.
lunes, 11 de diciembre de 2006
¿Patriotas a la fuerza?
En estos días uno puede agarrar cualquier periódico boliviano y encontrar alguna nota acusando al oriente del país de falta de patriotismo, falta de amor a la patria. Creo que hay cierto grado de verdad en tales acusaciones. Puedo atestiguar como cruceño que en este último año me he sentido cada vez más antagónico con respecto a la patria y, de inicialmente desear una Bolivia unida pero con autonomías regionales, he ido moviéndome al de una Santa Cruz (u oriente) independiente. Supongo que eso me hace merecedor del adjetivo de antipatria, lo acepto cuando hablamos de deshacer la actual y fallida Bolivia y crear una (o dos) mejores. Lo que no acepto de ninguna manera es que me digan que no tengo amor a mi tierra y a mi gente. Amo Bolivia en toda su extensión: he pescado bogas en el Pilcomayo tarijeño; he admirado al imponente Illimani; he comido el fricasé servido por simpáticas cholitas paceñas; Tiahuanacu me maravilló; me he bañado en el Itonamas y he navegado el Titicaca y el Guaporé; he estado en las misiones Jesuíticas innumerables veces; entré a las minas del Cerro Rico y al Museo de la Casa de la Moneda en Potosí; he andado en moto en Trinidad y San Borja y en carretón en Magdalena; he visto los verdes valles del Chapare; he encontrado gente buena donde sea que he ido y les he querido; tengo amigos collas y cambas, indios y blancos, de familias ricas y pobres; me fascina la belleza de la mujer cruceña; he tratado sin éxito de tirar un trompo y hacerlo girar en la palma de mi mano; he cantado fervorosamente el Himno Nacional todos los lunes de mi vida colegial (himno cuyo coro dice “morir antes que esclavos vivir”); me encantan Dixie, Coda 3 y los Karmas (Jilguero Flores es una de mis canciones favoritas); he hecho el servicio pre-militar; he leído a Tamayo y a Coimbra Sanz y puedo recitar el poema de la fiesta de Porongo (donde he comido mandarinas pero nunca recibí mis 4 peladas de yapa); he leído algunos libros de historia nacional y admiro a Don Pedro Domingo Murillo y a la generación de 1809; he visto la pobreza extrema de la gente y me conmueve su sufrimiento; me he entristecido con Huanuni; he vibrado desde lejos con el clamor de la autonomía; y alguna vez pensé que Evo Morales podría hacer cosas buenas por este país.
No señores, a mi no me pueden achacar de no amar mi tierra y mi gente. Lo que sí me pueden increpar es que no tengo el mínimo afecto hacia un sistema centralista que nos asfixia y hacia un Gobierno que nos maltrata, que maliciosamente muestra a los del oriente como culpables históricos y actuales de los todos males de Bolivia, que rechaza nuestra cultura, nuestros usos y costumbres e intenta colonizarnos y subyugarnos. El patriotismo es como el amor a una madre, existe porque la madre nos dio la vida, nos cuido y nos amó. Si existen ahora bolivianos que no sienten ese fervor patriótico es porque han vivido en un Estado que se portó y se porta como una madrastra abusiva, no como una madre. El patriotismo no se impone ni se fuerza, si gana con méritos, con amor. Santa Cruz ha pertenecido a esta fallida República de Bolivia desde su fundación, y siempre le ha puesto el hombro a la nación. La nación ha tenido 181 años para hacerse merecedora de ese patriotismo y no lo ha hecho. ¿De quién es la culpa entonces de que no haya ese patriotismo? De la nación misma y del actual Gobierno. No nos culpen a nosotros de no tener patriotismo.
Fayetteville, 10/12/06.
El Deber, 08/01/07.
sábado, 9 de diciembre de 2006
¿Autonomía de facto?
“La lucha cruceña por la autonomía no es nueva. Fue de siempre.” (¡La autonomía no se pide… se toma! de Jimmy Ortiz Saucedo, El Deber, 29/11/04). Sin embargo el pedido cruceño siempre fue ignorado, reprimido (en ocasiones con la fuerza) e incluso motivo de burla. A todo esto Santa Cruz mostró una paciencia que parecería infinita: ha aguantado por décadas los abusos y olvidos del centralismo y ha sufrido estoicamente la propaganda viciosa y sistemática que dice que nosotros somos unos oligarcas antipatrias. ¿Acaso la republiqueta de Ignacio Warnes no estaba en Santa Cruz? ¿Acaso no fue la “oligarca” familia Suarez la que por cuenta propia defendió la patria de una invasión brasileña? ¿Acaso los cruceños no lucharon en la guerra del chaco? Santa Cruz siempre ha querido una descentralización administrativa y política pero manteniéndose como parte de Bolivia. Pero el centralismo nunca quiso ceder y tampoco lo quiere hacer ahora.
De hecho el actual Gobierno no solo busca aplastar las autonomías, la institucionalización del aparato público y lograr una hegemonía total; también pretende una revolución cultural con un modelo indigenista ajeno y antagónico a las regiones orientales del país. Quiere controlar la educación, prohibir la educación privada, prohibir la religión y prohibir el disenso (cosas que con el tiempo logrará). Este Gobierno ha llevado una alevosa campaña de mentiras y desinformación para desprestigiar las luchas cruceñas y hasta ha usado el canal estatal – el cual es financiado por nosotros – como un instrumento político. Se ha burlado de nosotros innumerables veces, tanto de forma abierta como solapadamente. En fin es larga la lista, pero si supiéramos que todos estos agravios están en el pasado y no se volverán a repetir, no pasaría nada. El problema está en que lo que se nos viene es peor que lo que hemos recibido hasta el momento. Evo tiene 4 años más y recursos económicos y logísticos ilimitados para consolidar el poder, destruir a toda oposición (política y cívica) y destruir el país.
Dado que el Gobierno no nos va a dar autonomías (y estén seguros que no nos la darán) se ha propuesto que Santa Cruz declare la autonomía de facto. Esto, sin embargo es un absurdo. ¿Qué sustento jurídico va a tener una autonomía de facto? ¿A quién va a obedecer la policía? ¿Y si el departamento quiere disputar algo con el gobierno central, que Tribunal Constitucional o Corte Suprema va a juzgar a nuestro favor si no existen leyes que nos sustenten? ¿Cómo van a interactuar el gobierno central y el departamental si ambos tienen leyes contradictorias entre si? Una autonomía de facto es simplemente inviable e imposible.
Santa Cruz por lo tanto tiene que hacer un referéndum por la independencia. Empezar a recolectar firmas, a armar el aparato logístico y económico necesario para esto y llevar a cabo un proceso legal, pacífico, verdaderamente democrático y de esta forma definir si quiere seguir siendo parte de Bolivia o no. Conmino a este Gobierno – que se las da de ser la voz del pueblo – a que deje que el pueblo decida de manera directa. Con esto se verá si las luchas cruceñas son de 4 oligarcas o son del pueblo. Conmino a que no usen la violencia, la pólvora y la coerción para acallar al pueblo, conmino a que lo dejen expresarse libremente. Conmino al Gobierno a que permita que el pueblo elija su destino. Conmino también a nuestros líderes cívicos a que sigan el llamado del pueblo incluso si éste es el de la independencia.
Fayetteville, 09/12/06.
El Deber, 20/12/06.
miércoles, 6 de diciembre de 2006
La farsa del sistema mixto del MAS
Desde el inicio de la Asamblea Constituyente el punto más conflictivo ha sido el del sistema de votación y aprobación de los artículos de la nueva CPE. La razón del conflicto radica en que el MAS – en flagrante violación de la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente – pretende que se apruebe la nueva CPE por mayoría absoluta y no por dos tercios como manda la Ley.
Según la propuesta masista, los artículos se aprobarán por mayoría absoluta (rodillo del MAS) y solamente el texto final por 2/3. Si en la votación final no se alcanzaran los 2/3 entonces la CPE va directamente a referéndum del pueblo.
La Ley de Convocatoria en su artículo 25 dice: “La Asamblea Constituyente aprobará el texto de la nueva Constitución con dos tercios de votos de los miembros presentes de la Asamblea, en concordancia con lo establecido por el Título II de la Parte IV de la actual Constitución Política del Estado.”
Este artículo no especifica si los 2/3 se deben aplicar para el texto final o para cada artículo. Esta es una negligente omisión de quienes redactaron esta ley, omisión por la que estamos pagando caro. La falta de claridad al respecto hace posible la aprobación por 2/3 del texto final solamente, tal como pretende el MAS. Esta opción es controvertible y viola el espíritu de la ley, pero no es ilegal. Sin embargo el MAS pretende que si el texto final no logra los 2/3, que la CPE vaya directamente a un referéndum, y aquí está lo ilegal: ¡si la nueva CPE no es aprobada por 2/3, no puede ir a ningún referéndum! Si la Asamblea Constituyente no logra crear y aprobar una nueva CPE por 2/3 en los plazos establecidos por la Ley de Convocatoria, entonces la Asamblea se debe disolver y la actual CPE mantiene su vigencia. Es por ello que, bajo una cabal interpretación de la Ley de Convocatoria, no importa si se usan los 2/3 solo para el texto final o artículo por artículo, el MAS está obligado a negociar y consensuar con la oposición.
En el sistema “mixto” que el MAS pretende implantar los artículos se aprueban por mayoría absoluta y el texto final por 2/3 y si no se logran los 2/3, la CPE va a referéndum. Veamos los dos escenarios posibles bajo este sistema: en el primero el MAS aprueba toda la CPE con su mayoría y el texto final es aprobado por 2/3. En este primer escenario la CPE será hecha por el MAS e irá al referéndum. En el segundo escenario el MAS aprueba toda la CPE con su mayoría y el texto final NO es aprobado por 2/3. En este segundo escenario la CPE será hecha por el MAS e irá al referéndum. ¿Cuál es la diferencia entre los dos escenarios? Ninguna. ¿Cuál es el rol que la oposición tiene en los dos escenarios? Ninguno. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el sistema “mixto” del MAS y uno donde los masistas se encierren entre ellos a redactar la CPE que les de la gana? Ninguno. ¡Cuál es entonces aquella “flexibilidad” que el MAS dice tener! ¡Qué es lo que el MAS dice haber cedido sobre su posición inicial de mayoría absoluta, cuando su posición “mixta” (después de haber cedido todo lo posible, según ellos) es exactamente igual a su posición de mayoría absoluta! El sistema “mixto” del MAS no es mas que una burla, una farsa. El MAS no ha cedido ni un ápice en su posición y se ha burlado del pueblo al decir que lo ha hecho. Una mentira más, un acto más de intransigencia y totalitarismo mal disimulado.
Fayetteville, 06/12/06.
EL Deber, 30/12/06.
El necio
Para no hacer de mi ícono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme un lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares.
Me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
mi vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.
Yo no se lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.
Yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del unido,
yo quiero rezar a fondo un hijo nuestro.
Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
más yo seguiré soñando travesuras
(acaso multiplicar panes y peces).
Yo no se lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la Revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.
Yo no se lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.
sábado, 2 de diciembre de 2006
Una dama abusada
Es tristemente común el caso de las mujeres que son abusadas una y otra vez por sus maridos y que aun así no los ponen en su sitio y los abandonan. El hombre, siendo generalmente el más fuerte de los dos y el que tiene la plata, ejerce un poder absoluto sobre “su” mujer. Un típico caso es aquél donde el marido, sea por borracho o por abusivo, le tira una tunda tal a la pobre esposa que la deja con los ojos cerrados por varios días. La mujer jura dejarlo, dice que ya está cansada de los abusos del desgraciado, que es la última vez que le pega, que mañana mismo lo hecha de la casa o se va ella, etc. Al otro día llega el marido “arrepentido” con flores, chocolates, palabras bonitas, juramentos de amor, y la promesa de que nunca más le va a pegar; pide que lo perdone, que no supo que pasó, que estaba borracho, que va a dejar de beber y toda la cantaleta necesaria para reconquistar a una mujer dolida. Y la muy opa, en su inocencia, su miedo de quedarse sola y deseos de sentirse amada, le cree y lo perdona. Y no pasa mucho tiempo cuando el cuento se repite. El caso más dramático es el del abuso físico, pero también se da con maridos mujeriegos, borrachos o que abusan verbalmente de sus esposas, sea en público o en privado. Es todavía más tétrico el caso de la mujer que después de recibir la tunda, se convence de que fue su culpa y va pedirle perdón al marido y agradecerle por ponerla en su lugar.
Hoy el oriente boliviano y en especial Santa Cruz viven este suplicio, por culpa de un Gobierno que tiene toda la intención de subyugarnos. Voy a dar ejemplos concretos:
Evo explícitamente llama a la élite cruceña el “enemigo interior”; Patzi, Ministro de Educación, dice que Santa Cruz es bonita pero sin cruceños; Alicia Muñoz, Ministra de Gobierno, incita a un bloqueo a Santa Cruz en plena Feria Exposición, bloqueo que es evitado “gracias” a la intervención de García Linera, como si Muñoz y Linera no fueran parte del mismo Gobierno; Rada, Viceministro de Coordinación, desvirtúa el valor de la soya boliviana para citar algunos ejemplos.
Pero el campeón de todos, el que nos considera una tropa de cotudos fáciles de manipular es el Vicepresidente García Linera. Este Maquiavelo boliviano se ha acostumbrado a darnos una zurra y traernos flores al día siguiente, y como el truco le resulta, lo sigue usando. El 20 de septiembre del 2006 dijo en Warisata que “la totalidad del poder político será el siguiente paso” y que “la victoria se escribe con poncho, con abarca, con whipala, se escribe con flecha, con Máuser.” Al día siguiente con las manos juntas en actitud de rezo sale diciendo que “si he dicho alguna frase que pueda ser entendida de otra manera, pido disculpas por esa frase”. ¡Y como se más se puede interpretar esa frase, especialmente si viene de un terrorista confeso! Luego viene Huanuni, donde declara que los del orientes estamos felices por las muertes acaecidas. No pasa un día cuando, con motivo de las efemérides de Pando, comparte como si nada una cena con los prefectos orientales. Hoy nos viene con la sandez de que “el MAS tiene la disposición de revisar el artículo 71 de la Asamblea, el cual establece como sistema de votación la mayoría absoluta, siempre que se reúnan los dos tercios solicitados por el mismo estatuto constituyente” (El Deber 1/12/06). Como si no supiéramos que los asambleístas del MAS votan por instrucción de Morales, y que una llamada telefónica del Palacio de Gobierno es suficiente para modificar tal artículo. Es así como este hombre – cuya hombría es dudada por muchos – se sale con la suya. Y después de pisotear y burlarse de esta tierra, llega con rosas, palabras bonitas, con sus alardes de apaciguador y demócrata y así amansa a Santa Cruz. Una Santa Cruz que por su deseo de paz y su espíritu democrático decide creerle y tener fe que esta vez sus palabras son sinceras, que hay un cambio, que el abuso no se volverá a repetir. La pregunta es ¿hasta cuándo? Si me preguntan, Santa Cruz debería hacer lo que toda mujer que esté en esta situación y se tenga el mínimo de respeto y amor propio debe hacer, ¡mandarlos al carajo!
Fayetteville, 02/12/06.
El Deber, 10/12/06.
miércoles, 29 de noviembre de 2006
El tirano y el pueblo
Me asusta cuando alguien clama representar al pueblo y seguir su voluntad. Generalmente estas declaraciones son hechas cuando parte del pueblo mismo está opuesto a algo que la autodenominada “voz del pueblo” desea hacer. Me asustan estos mártires que viven, “se sacrifican” y lo dan todo por el pueblo. La razón de mi miedo es la historia. Abundan los casos de líderes que hicieron y deshicieron “por el pueblo”, veamos algunos de ellos:
Maximiliano Robespierre: En nombre de la revolución francesa y del pueblo instauró el Reino del Terror en el cual entre 20 y 40 mil personas murieron en menos de un año siendo él mismo una de las últimas víctimas.
José Stalin: Gobernó la Unión Soviética desde 1924 hasta su muerte en 1953. Fue líder de un sistema que pregonaba la igualdad de los hombres. Entre sus muchas barbaridades está la liquidación de los kulaks (campesinos ricos). Como consecuencia la producción agrícola cayó, lo que ocasionó la muerte por hambruna de más de 4 millones de ucranianos, todo con el beneplácito del líder del pueblo. Destrozó a toda oposición – dentro y fuera del partido – e inclusive a aliados que pudieran adquirir prestigio o liderazgo (Siguió a Trotsky hasta Méjico para asesinarlo). Instauró el culto al líder como pocos en la historia. Deportó a millones a campos de concentración (Gulags) donde muchos morirían posteriormente.
Adolfo Hitler: Prometió mil años de prosperidad al pueblo alemán. En lugar de ello causó la muerte de 4 millones de alemanes, 20 millones de rusos, más de 10 millones de europeos y la exterminación premeditada y sistemática de 6 millones de judíos en uno de los capítulos más horrorosos de la historia contemporánea.
Fidel Castro: Presidente cubano democráticamente elegido con el 100% de los votos. Máxima expresión de la demagogia y el cinismo. No posee fortuna alguna excepto una isla con todos sus habitantes y recursos a su disposición. Vive cómodamente mientras “su pueblo” sufre hambre y necesidad. Amado por un pueblo que hace lo que sea para cruzar – a riesgo de perder la vida – el estrecho que lo separa de Miami. Orador exhaustivo, exagerado amante de la libertad de expresión cuando se trata de su expresión, pero rápido en encarcelar y castigar a cualquier otro que se atreva a ejercer este derecho. Es tan justa su causa que su propia hija es una disidente en Miami. Hoy enfermo, miles de personas le deseamos una muerte pronta y en paz.
Todos estos líderes buscaron la hegemonía del poder político, económico y cultural; y destrozaron a toda oposición que se atreviera a diferir; una vez eliminada, se convirtieron verdaderamente en la única “voz del pueblo” ya que por miedo, el pueblo no podía hablar.
Ni por si acaso esta lista es exhaustiva, pero tiene ejemplos de tiranos ilustres que en cada acción infame que han llevado a cabo, han dicho representar al pueblo y hacer las cosas por el bien del pueblo. Por el bien del pueblo poco a poco le quitaron la libertad de expresión al pueblo, poco a poco eliminaron las garantías jurídicas, la libertad de culto, y hasta la libertad de movimiento. Poco a poco fueron “descolonizando” al pueblo para posteriormente colonizarlo con su doctrina única, doctrina que el pueblo debía adoptar si no deseaba perder la vida o la poca libertad que le quedaba.
Fayetteville, 20/11/06.
El Deber, 04/12/06.
lunes, 27 de noviembre de 2006
El desafío del calentamiento global
El aumento de la temperatura promedio a escala mundial es algo indiscutible. Lo que se discute es si el ser humano ha ocasionado tal aumento, en qué magnitud y qué acciones puede tomar para frenarlo. Algunos dicen que el planeta durante su historia ha pasado por épocas de hielo y deshielo, y que los cambios climáticos actuales pueden ser parte del ciclo natural del mundo y no causados por la actividad humana. Sin embargo, el aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera es un hecho y también es un hecho que este aumento es debido a la polución de la actividad humana. Igualmente es difícil argumentar que los humanos no son, aunque sea en parte, responsables por la disminución de la capa de ozono. Por lo anteriormente expuesto, doy como cierta la premisa de que el hombre es parcialmente el causante de los cambios climáticos en el planeta. También creo que la humanidad es capaz de frenar y tal vez revertir esta tendencia. ¿Pero cuál es el problema con el aumento de la temperatura? Después de todo, ¿no sería mejor tener veranos más largos para disfrutar por más tiempo de idas al río, piscinas, fútbol y churrascos? La respuesta es un rotundo no. El aumento en la temperatura a escala mundial puede tener catastróficas consecuencias como sequías, huracanes más potentes y más frecuentes, alteración de ecosistemas, desaparición de especies animales, distorsiones de los ciclos agrícolas, entre otros efectos. El costo en vidas humanas puede ser mayor que el causado por el virus del sida y el costo económico mayor que cualquier depresión o guerra que el mundo haya vivido. El problema es real, inmediato y severo, y su solución de lo más compleja. Es necesario que los casi 200 países del planeta participen de cualquier solución posible. Si un país unilateralmente decide disminuir sus emisiones de gases y el resto de los países no hace nada, entonces la reducción de gases a escala mundial es insignificante. Por otro lado, si todos los países disminuyen sus emisiones, que algún país no las reduzca no causa mayor incremento en los niveles mundiales. Como consecuencia cada país tiene la tentación de no hacer nada y dejar que los demás hagan algo al respecto. Incluso si todos los países están de acuerdo en que algo debe hacerse, existe la dificultad de decidir qué se debe hacer, qué medidas son suficientes para frenar el aumento de temperatura y en qué proporción debe aportar cada país a la solución del problema. El Protocolo de Kyoto es un primer intento de poner metas de reducción de emisiones de gases dañinos para la atmósfera. Sin embargo, el mayor contaminador del mundo (Estados Unidos) no participa de esta iniciativa. Esperemos que los líderes mundiales tengan la visión necesaria para tomar medidas adecuadas a fin de proteger a las actuales y futuras generaciones de este peligro. Bolivia también debe hacer su parte restringiendo los chaqueos, adoptando tecnologías que no contaminen y educando a su población sobre la importancia del tema. El futuro del planeta está en nuestras manos.
Fayetteville, 19/11/06.
El Deber, 27/11/06.
viernes, 24 de noviembre de 2006
Como la cigarra
Tantas veces me mataron,
Cantando al sol como la cigarra
Tantas veces me borraron,
Tantas veces te mataron,
Mis frases favoritas
Jorge Luís Borges
Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios – el saber más elevado – aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta amor nada soy.
1ra carta de Pablo a los corintios
La vida es un sueño.
Pedro Calderón de la Barca
La vida es un juego.
Javier Paz García
Toda persona que es sincera y meditativa no puede no cambiar; solo no cambian los políticos.
Jorge Luís Borges
Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo.
Abraham Lincoln
Every man I meet is my superior in some way. In that I learn of him.
Ralph Waldo Emerson
No toda persona es digna de admiración, pero existe algo admirable en toda persona.
Javier Paz García
I can calculate the motions of the heavenly bodies, but not the madness of people.
Isaac Newton
Remember the Golden Rule: those who have the gold, make the rule.
Desconocido.
Lo importante no es leer, sino releer.
Jorge Luís Borges
Mirá hacia el futuro sin descuidar el presente. Viví el presente sin olvidar el futuro. Ambos son importantes.
Javier Paz García
Jamás muere en el noveno año el que ha de vivir diez años.
Las mil y una noches.
Y de la mentira
necesito siempre ir a la verdad
de la locura a la paz
de mi carne a la libertad.
Y de lo irreal
necesito siempre ir a lo real
de la oscuridad a la luz
de la muerte a la inmortalidad.
Piero (probablemente inspirado en versos orientales).
sábado, 18 de noviembre de 2006
¿Por qué los bajos salarios?
¿Por qué los salarios en países en desarrollo son tan bajos? Antes de intentar responder a esta pregunta voy a postular dos premisas.
A) No se puede consumir más de lo que se produce o, lo que es análogo, no se puede recibir un sueldo mayor al valor de la producción del trabajador. Esta premisa simplemente dice que si por ejemplo, yo cosecho tres manzanas, lo máximo que puedo consumir son tres manzanas. Sólo las empresas estatales gastan más de lo que generan, pero obviando este caso, ninguna empresa va a pagar salarios que estén por arriba de la producción de los asalariados; hacer tal cosa lleva a su quiebra y desaparición.
B) En mercados laborales casi competitivos el asalariado gana un salario cercano pero inferior al valor de su producción. Con esto quiero decir que si el valor de mi trabajo equivale a tres manzanas, mi sueldo será cercano a tres manzanas – digamos dos manzanas y media. Este resultado se da porque si el mercado es competitivo y si el salario en una empresa es bajo, los asalariados buscaran alternativas en otras empresas que estarán dispuestas a pagar un mayor salario para ganar el excedente de producción.
Si aceptamos estos dos postulados, llegamos a la conclusión de que un empleado gana lo que produce y que, para aumentar su salario, tiene que aumentar su productividad.
Considerando que en los países desarrollados los salarios son mayores que en los países en vías de desarrollo, tenemos como corolario que los asalariados en los países desarrollados son más productivos.
Voy a dar 4 causas para estas diferencias en productividad.
1.- Educación: gente mejor preparada producirá más y recibirá mejores sueldos. Éste es un resultado tan lógico y evidente que no necesita mayores explicaciones.
2.- Infraestructura y tecnología disponibles: incluso si dos personas tienen la misma preparación y capacidad, aquella que disponga de tecnologías más avanzadas, será más productiva. Pedro y Sancho pueden ser igualmente buenos para las matemáticas, pero si Pedro tiene una calculadora y Sancho no, Pedro podrá hacer cálculos más complejos más rápidamente. Lo de infraestructura es similar, un camión es más veloz en asfalto que en ripio y por tanto el que va maneja sobre asfalto es más productivo que el que maneja sobre ripio.
3.- Seguridad jurídica, burocracia eficiente y estabilidad política: países donde los contratos no tienen ningún valor, los juicios los gana el que tiene más plata e influencia, donde aplicar para un negocio toma meses y requiere de mil coimas y donde las huelgas, los bloqueos, el avasallamiento a la propiedad privada son la norma, como consecuencia producen menos, lo cual se traduce en menores salarios. Pero la inseguridad jurídica, la excesiva burocracia y la inestabilidad política no solo disminuyen los salarios de forma directa sino que también ocasionan la huida de capitales nacionales y extranjeros lo cual causa una disminución en la inversión de tecnología, educación e infraestructura que, como vimos en anteriores puntos, influyen en la productividad. Luego vemos que la inseguridad jurídica, la excesiva burocracia y la inestabilidad política también tienen un efecto indirecto y negativo sobre los salarios.
4.- Efecto derivado: Alguien dirá que una niñera hace exactamente la misma labor sea en Bolivia o en España y sin embargo la niñera en Bolivia gana menos. La razón se debe a que quien contrata a la niñera en España es más productivo que el que contrata a la niñera en Bolivia y por lo tanto puede pagar mejores sueldos. Luego el mayor sueldo de la niñera en España es un efecto derivado de la mayor productividad del contratante.
En resumen, los bajos salarios son causados por la baja competitividad de los trabajadores en países en desarrollo. ¿Qué hacer para aumentar la productividad? Invertir en educación, infraestructura y tecnología, atraer la inversión nacional y extranjera, garantizar la seguridad jurídica, la estabilidad política, y mantener un gobierno eficiente y honesto.
Fayetteville, 07/11/06.
El Deber, 18/11/06.
domingo, 12 de noviembre de 2006
La liebre y la tortuga
La siguiente es una sucesión cronológica de hechos verídicos.
Hacía un par de meses que me había mudado a mi nueva casa. Desde que llegué, noté que había una liebre que paraba en el jardín.
Un día manejando mi auto vi una pequeña tortuga cruzando la avenida y decidí llevarla de mascota. Di la vuelta al auto, lo estacioné y me bajé para recogerla. Cabalmente el último coche que tenía que pasar antes de que yo pueda recoger a la tortuga la pisó por un costado. La tortuga saltó por los aires y rebotó en el pavimento. La pisada había fragmentado parte del caparazón por el lado de la cola, pero el animal seguía vivo y juzgué que la herida no era mortal. A pesar de todo, me partió el alma lo ocurrido y lamenté no haber podido salvarla del accidente. La recogí y fui a Harp’s – el supermercado más cercano – a comprarle guineos y lechuga.
Cuando llegué a la casa la dejé en el jardín junto con un guineo, una hoja de lechuga y un plato con agua. Advertí que sería trabajoso para la tortuga beber agua debido a la altura del plato, pero en ese momento no encontré nada más adecuado. Traté hacer que la tortuga coma, pero no le prestó la mínima atención a la comida y yo me entré a la casa.
Al día siguiente salí al jardín a buscar a mi tortuga. Lo primero que noté fue que la comida permanecía intacta (aunque en proceso de deterioro). Seguí buscando y encontré a la liebre muerta en un rincón. Nunca encontré a la tortuga.
Repito que ésta es una sucesión cronológica de hechos verídicos. Dejo al lector cualquier inferencia.
Fayetteville, 12/11/06.
jueves, 2 de noviembre de 2006
Teleología del calcetín
Los calcetines son uno de los sujetos más elusivos de este planeta. Digo sujetos y no objetos porque estos animalitos verdaderamente tienen vida y voluntad… y finalidad. Sería lógico pensar que esta finalidad es la de ser calzados por su dueño. No falta, sin embargo, el calcetín aventurero, aquél que no se conforma con pasar de un cajón oscuro al pie de alguien que debería bañarse aunque sea una vez al día, posteriormente ir a un cesto cuyos ilustres inquilinos son un par de calzoncillos curtidos, un pantalón roto y algunas camisas sudadas, para finalmente terminar – después de una lavada – en el mismo cajón oscuro donde comenzó. Y una vez allí repetir el ineludible ciclo.
Seguramente para la mayoría de los calcetines este destino es llevadero y hasta cargado de cierto grado de emoción: el roce ocasional con una media femenina, el choque con un calcetín enemigo en algún partido de fútbol, etc. No obstante, como en toda sociedad, existe aunque sea un calcetín diferente a los demás, un calcetín que rechaza tal rutina, cuya monotonía halla insoportable. Comprende que su destino es perderse por el mundo, donde ni su dueño ni su par puedan encontrarlo. Lo curioso es que nunca se extravía un par completo de calcetines, es inexorablemente uno y sólo un calcetín el que desaparece, dejando atrás al otro para hacer evidentísima su ausencia y su existencia. Y así por así, se va, a vagar ¡quién sabe adónde!, en busca de su destino, casi siempre para no volver jamás.
Queda tras éste el otro, el que no se animó y que por lo tanto esta sentenciado a pasar sus días solo, en el cajón oscuro, sin siquiera la esperanza de salir alguna vez a pasear con su amo. También abandona a un dueño sumido en la más inmensa perplejidad, porque éste puede dejar su billetera, sus llaves y chamarra regadas en todas partes, pero nunca las pierde, pero cuyo calcetín que nunca se lo saca ni en casa ajena, ni en la calle, ni en el trabajo ni en ninguna parte que no sea su propia casa, desaparece inexplicablemente (e inexplicablemente solo, porque como ya lo dije, nunca desaparece un par completo de calcetines, es siempre uno).
Es así como poco a poco en el cajón oscuro se forma el grupo de los impares, aquellos calcetines que están en mejor estado que el resto por falta de uso, pero cuya condición de únicos los hace inservibles. Permanecen ahí, en el más remoto rincón, donde menos estorben. Seguramente alardean su buen estado y arguyen que son más felices sin la inconveniencia de ser usados y envejecer, pero yo se que en el fondo envidian a la pareja aventurera que los abandonó y que hoy vaga por el mundo, tal vez por París, tal vez por Samaipata. El dueño por su parte mantiene a su ejército de calcetines impares con la vana esperanza de ir encontrando las yuntas que según él, tienen que estar en alguna parte de la casa.
Fayetteville, 02/11/06.
El Deber, 13/11/06.
viernes, 27 de octubre de 2006
Es una simple confusión
De lo más simple. Es también comprensible, y cuya rectificación despeja muchas incógnitas y aclara muchos hechos – aparentemente contradictorios. El error consiste en alterar una letra del alfabeto, mejor dicho dos vocales, o para ser más preciso, la permutación de una vocal por otra.
¿Sino cómo podemos explicarnos el mensaje de odio y revanchismo de Evo Morales? ¿Y su empeño en inventar golpistas y complots en vez de dedicarse a gobernar? ¿O la evocación nostálgica de García Linera al volver a la tierra en la que “aprendió a matar”? ¿Y su llamado a empuñar los fusiles bajo el poncho rojo? Tampoco podemos olvidar las asombrosas declaraciones de nuestro cósmico canciller Choquehuanca, quien en su niñez obtuvo el calcio de la coca y no de la leche, que no necesita leer libros pues obtiene suficiente sabiduría mirando las arrugas de los ancianos, y que si tuviera la oportunidad, envenenaría a los paceños de la zona sur. No es menos famosa – ni menos infame – la frase de nuestro in-felix Patzi de que Santa Cruz estaría mejor sin cruceños; el mismo Patzi que desea eliminar la educación religiosa y privada, y que seguramente en sus noches de delirio sueña con prohibir el uso de la calculadora en los colegios – por ser esta un invento del neoliberalismo – y reintroducir el quipu para nutrir a nuestros niños de la sabiduría milenaria.
Toda esta estrafalaria sucesión de aparentes despelotes, contradicciones y absurdos viene bien acompañada de una política económica inexistente en el mejor de los casos, y catastrófica en el peor, seguida de una corrupción rampante y descarada. Y el descontento se nota, y la desilusión es grande en quienes creían (y sospecho que casi todos creíamos) de que Evo iba a sacar al país de la crisis.
Pero repito que el error es de lo más sencillo, consiste en la permutación de dos vocales en una palabra. Porque aunque Evo y su equipo llegaron al gobierno con la promesa de refundar Bolivia, creo yo que se confundieron y en realidad quisieron decir que iban a “refundir Bolivia”. Hay que admitir que el desliz es inocente, e incluso comprensible dado el pobre dominio del español en algunos de nuestros más altos funcionarios públicos (lo cual no es motivo de burlas ya que estos señores también hablan quechua o aimara). Mas una vez corregido el error gramatical, vemos que en sus actos no hay el mínimo error procedimental: siguen eficazmente su proyecto ‘refundicional’, sin incoherencias ni desvaríos. Vemos que las aparentes contradicciones en realidad no existen pues el objetivo no es refundar, sino refundir. Y posiblemente lograrán su objetivo porque al paso que avanzamos, vamos a acabar todos refundidos y recagados.
Fayetteville, 10/10/06.
El Deber, 27/10/06.
lunes, 23 de octubre de 2006
Mi último otoño en Fayetteville
La clorofila se repliega lentamente y el verde que dominaba el paisaje va desapareciendo para dar lugar, por cortísimo tiempo, a un explosivo espectro que va desde tornasolados amarillos y naranjas hasta rojos vivos y purpúreos. Las temperaturas son agradables, el sol radiante y el paisaje en los Ozarks Arkansianos es cada día más deslumbrante. Son siete otoños los que ya he pasado aquí, éste será el octavo y último. Por eso lo espero, por eso lo añoro y lo disfruto más que los anteriores. Ya pasó el equinoccio y a este milagro apenas le quedan unas semanas; posteriormente el color y la vida abandonaran a las hojas y éstas a los árboles. Será el presagio del invierno apático que, con su irremediable frío, nos acompañará por varios meses. Por ahora pretendo ignorar tal futuro y elijo disfrutar de este regalo de magia y esplendor.
domingo, 22 de octubre de 2006
Álvaro García Linera, Huanuni no nos alegra
Parece inagotable la capacidad que tiene este gobierno para causar asombro. Cuando uno piensa que lo ha visto y oído todo, viene usted, y en calidad de vicepresidente proclama que en el oriente estamos contentos por las muertes de Huanuni, de que estamos felices, de que estamos aplaudiendo tales hechos. Primero permítame decirle que no hay nada cómico en la tragedia de Huanuni, y que no tenemos por que alegrarnos de la muerte de gente que no nos ha hecho ningún mal, quienes no son nuestros enemigos y con quienes mas bien compartimos una misma lengua, historia y nacionalidad. No nos alegramos porque como ciudadanos de bien, nos interesa que exista la paz y estabilidad necesaria para generar trabajo y prosperidad. Sabemos como personas racionales que somos, que el bienestar de nuestros vecinos repercute en nosotros de forma positiva, y que el caos y la violencia acaecida en cualquier parte de Bolivia repercuten de forma negativa. No señor, no nos alegramos para nada de las muertes en Huanuni, porque ver viudas y huérfanos desamparados, sin hogar y sin medios de subsistencia no son motivo de alegría, sino de congoja. No nos alegramos porque somos concientes de que, por culpa de su gobierno, el día de mañana puede ocurrirnos lo mismo a nosotros, y no ver la violencia, la muerte y el luto por televisión y periódicos, sino en vivo y en directo en nuestras mismas ciudades. No nos alegramos, ni mucho menos aplaudimos o apoyamos tales enfrentamientos porque somos gentes de paz, quienes, a diferencia de usted, no tenemos la experiencia de haber matado, y que creemos que el asesinato es motivo de repudio y no de evocaciones nostálgicas. Le vuelvo a repetir que no nos alegramos de lo acontecido en Huanuni, porque apostamos al progreso y estamos convencidos de que la dinamita debe ser usada para extraer minerales y no para matar compatriotas – o destruir torres de electricidad. Huanuni no nos alegra, Huanuni nos enluta y nos llena de congoja. Huanuni nos asusta porque tal vez es el presagio de cosas peores. Huanuni nos une en solidaridad con los heridos – sean quienes sean – con las viudas, con los huérfanos y con quienes han perdido sus posesiones. Creo señor vicepresidente, que nos debe una disculpa, pero no se la voy a pedir porque estoy convencido que no hay sinceridad en sus palabras, ni arrepentimiento en sus actos. En cambio sí le exijo que usted y su gobierno abandonen de una vez por todas el discurso demagógico y divisionista que han tenido hasta ahora, y empiecen a trabajar por Bolivia, para que haya paz, progreso y para que la tragedia de Huanuni no se vuelva a repetir.
Fayetteville, 11/10/06.
El Deber, 22/10/06.
viernes, 20 de octubre de 2006
Poder total: político, económico y cultural
Fue el mensaje que Álvaro García Linera, en condición de Presidente interino de la República dio en Warisata. En su discurso fue enfático al declarar que nada ni nadie iba a impedir que el MAS alcance tal objetivo. ¿Pero qué significa esta afirmación? ¿Cuáles son las implicaciones de tener el poder total: político, económico y cultural?
Primeramente hay que notar que cuando Linera usa el adjetivo “total”, deja claro que no existe poder residual: no hay sindicato, partido político, comité cívico, junta vecinal, o persona de a pie que ostente algún poder o potestad fuera del MAS.
Tener, entonces, el total poder político implica la desaparición de toda oposición, sea cívica, política, mediática o militar. Bajo un régimen que ostente el total poder político no hay opción a decir “no me gusta”; la única voluntad que se cumple es la del partido de gobierno.
Por otra parte, poseer el total poder económico implica controlar todos los medios de producción, incluso el capital humano. Esto quiere decir que el MAS es dueño de todas las tierras, todos los bienes y todas las almas. Nadie puede tener la osadía de decir “este terruño es mío”; nada señor, usted no es dueño ni de su camisa. El MAS como soberano total del poder económico le va a decir que tierras puede trabajar, donde trabajar, a quien puede o no puede vender sus productos y cuanto puede cobrar por ellos. Como simple inquilino de las tierras que trabaja, usted no las puede vender o trocar, porque las tierras pertenecen al MAS. Obviamente, como el MAS es claramente anti-capitalista, en el nuevo estado masista no hay lugar para capitales privados, el gobierno es propietario de todo negocio y beneficiario único de toda ganancia.
Pero no solo a esto aspira el actual partido de gobierno, sino que también quiere el total poder cultural. Es decir que en el estado masista la educación se adecuará a estrictos cánones oficiales. Es evidente que tal sistema será estrictamente laico e indigenista, con la supresión total de la enseñanza religiosa o privada (algo que ya intentaron hacer en el Congreso de Educación). No habrá libertad de prensa y el único culto permitido será al Líder Supremo Evo Morales Aima, que estará retratado en estampillas postales, y cuya casa y ciudad natal serán monumentos de la Nación. En este Estado se eliminará al Dios judeo-cristiano y se pondrá en su lugar al “Che” Guevara, Fidel Castro y Hugo Chávez, quienes formarán la Santísima Trinidad. Yo por mi parte no podré exhibir mi mal gusto en una oda a Adam Smith y tendré que conformarme con analizar los aciertos de Carlitos Marx.
Este es el plan del partido de gobierno expuesto claramente por el vicepresidente en su discurso en Warisata. Algunos afirman que lo dicho en tal discurso son solo metáforas, y que hemos malinterpretado al señor Linera. Me imagino entonces que cuando alude a diciembre como el principio de la “revolución” se refiere a un diciembre platónico, aquel mes caluroso, soleado, lluvioso, de vacas gordas y ríos caudalosos, de abundancia y algarabía, con un leve chilchi en Noche Buena, que no espanta, y más bien augura paz y prosperidad. Tal vez Linera se haya referido a este diciembre arquetípico, pero considero más sensato suponer que habla del diciembre próximo, aquel diciembre de oscuros agüeros que llegará en 60 días, aquel en el que saldrán hordas paramilitares financiadas por el gobierno boliviano y con fusiles venezolanos bajo el poncho rojo, estarán dispuestos a matar para otorgarle al MAS el poder total: político, económico y cultural.
Fayetteville, 26/09/06.
El Deber, 16/10/06.
Paralelismos funestos
Hitler en su libro “Mi lucha” dice que él está dispuesto a firmar cualquier tratado, pacto o convenio que favorezca a sus intereses y romper tales acuerdos el momento que ya no le sirvan. No solo dijo lo dijo, sino que cumplió a cabalidad su palabra de no tener palabra: incrementó su Ejército más allá de lo que permitía el tratado de Versalles, anexó Austria, invadió Checoslovaquia, posteriormente firmó el tratado de Munich prometiendo no anexar nuevos territorios y casi al año invadió Polonia (lo que ocasionó la segunda guerra mundial); firmó también en agosto de 1939 un pacto de no agresión por diez años con la Unión Soviética y en 1941 la atacó.
El optimista Chamberlain, primer ministro británico de la época, trató de apaciguar la angurria alemana pero se quedó con los crespos hechos y fue reemplazado por el aguerrido y posterior premio Nobel de literatura Sir Winston Churchill quien salvó a Inglaterra y luego a Europa del terror nazi.
Nuestro vicepresidente que se las da de erudito y bibliófilo, tal vez haya leído el libro de Hitler porque sigue su receta al pie de la letra: él tampoco se hace problema en dar su palabra y renegar de ella a discreción. García Linera fue artífice de la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente y ahora es un acérrimo promotor de la mayoría absoluta y la originalidad de ésta; prometió que no se revertirían tierras productivas y las primeras propiedades en revertir están sembradas de soya; habla de democracia y tiene un pasado terrorista; convoca a los prefectos al diálogo y llama a los campesinos a la lucha armada; proclama la nación pluricultural y multiétnica y declara que el objetivo del MAS es el control absoluto: político, económico y cultural. Se adhiere a la autonomía y después, solapadamente se vuelve contra ella. Es en pocas palabras un hipócrita. Escribo estas líneas motivado por su infame discurso en Warisata y sospecho que mañana él y su gobierno se desvivirán en disculpas, correcciones, y alegatos de mal interpretaciones. Sin embargo lo que dijo no se lo quita ni con lavandina y aquellos ilusos “Chamberlains” que todavía creen que el MAS está con la paz y la democracia tienen que despertar y ver la realidad. También Hitler subió al poder democráticamente, también Chávez y una vez allí la aniquilaron.
Quiero notar otro paralelismo: ambos buscaron un chivo expiatorio. Los nazis crearon el mito de que fueron los judíos los causantes de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial y los acusaron de controlar el país y mantener a los arios puros en la pobreza; tal mito les sirvió para matar a seis millones de ellos y esclavizar a otros tantos. El MAS en una movida idéntica creó y propagó el mito de la oligarquía cruceña como la causante de todos los males del país y la pobreza de sus habitantes, en especial los de origen indígena. Ojalá el siguiente paralelismos no sea la masacre de cruceños y la negación de lo oriental. Esperemos que llegue un Churchill que no lo permita.
Fayetteville, 21/09/06.
El Deber, 04/10/06.
Theodore Roosevelt, el hombre en la arena
Nacido en Nueva York el 27 de octubre de 1858, graduado con honores de la universidad de Harvard, político, escritor, naturalista aficionado, ambientalista, ganadero fracasado, subsecretario de la naval, teniente coronel en la guerra hispano-americana, explorador, y el hombre más joven en llegar a la presidencia de los Estados Unidos, luchador incansable por su país y por aquello que creía justo. La revista Time en su edición del 3 de Julio del 2006, cuenta su vida y le rinde homenaje, y yo, con la ayuda de esta revista, aprovecho esta oportunidad para rendirle el mío.
Asmático y débil en niño, se convirtió en un infatigable y tenaz hombre mediante lo que él mismo llamó la “vida extenuante” forzándose él mismo a ir por el camino difícil y peligroso, haciendo bastante ejercicio físico y pasando tiempo al aire libre. Pruebas de su carácter son el hecho de que en mayo de 1898 renunció a su cargo en la burocracia gubernamental para enlistarse voluntariamente en la guerra hispano-americana, en la cual lideró dos batallas; él decía que un hombre debería estar dispuesto a pagar con su cuerpo por sus convicciones, y estaba decidido a demostrarlo. En otra oportunidad, durante su última campaña por la presidencia alguien le disparó en el pecho, “él metió sus dedos en sus labios, vio que no estaba sangrando por la boca y concluyó que la bala no había perforado el pulmón”, a pesar de la herida, dio un discurso de 90 minutos antes de dejarse llevar al hospital. Fortaleció la naval de su país y convirtió a los Estados Unidos en una potencia mundial, se enfrentó contra los monopolios de su época, promovió la separación de Panamá para construir el canal, recibió el Premio Nobel de la Paz por su intervención en el conflicto Ruso-Japonés, creó 150 reservas forestales, 51 refugios de vida silvestre y 5 parques nacionales e influenció a la nación americana profundamente y hasta nuestros días. Fue un amante de la naturaleza, cazó en las sabanas africanas para recolectar especimenes que el museo Smithsonian todavía tiene en exhibición y casi perdió la vida explorando el río brasileño que hoy lleva su nombre. Fue un pensante hombre de acción cuyo lema fue “hacé lo que podás, con lo que tengás, donde estés”.
Un colega de mi trabajo tiene en su pared el fragmento de un discurso titulado “El hombre en la arena” que Theodore Roosevelt pronunció en la Sorbonne de París en 1910. Es este discurso que inspiró esta nota, y por ello ahora lo traduzco y lo transcribo:
“No es el crítico quien cuenta; no es aquél que muestra como el fuerte se tambaleó o donde el bienhechor pudo haberlo hecho mejor. El crédito le pertenece al hombre que está en la arena; cuyo rostro esta pringado de polvo, sudor y sangre; que lucha valientemente; que yerra y queda corto una y otra vez; que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, y gasta su vida por una causa justa; aquél que, en la cúspide, conoce el triunfo de los grandes logros, y que en el peor de los casos, si es que falla, por lo menos falla atreviéndose a mucho, para que su lugar nunca esté entre aquellas frías y tímidas almas que no conocen ni la victoria ni la derrota”.
Fayetteville, 04/08/06.
El Deber, 28/09/06.
Costumbres cavernícolas
La mujer es físicamente más débil que el hombre: de menor estatura, menor peso, menor fuerza y además es la que carga por nueve meses a sus crías y tiene que darles de mamar, lo cual las hace aún más vulnerables. Esto, en las épocas donde la supervivencia dependía de la fuerza bruta, hacía del hombre efectivamente un ser superior y de la mujer un ser relegado a los caprichos de éste. En nuestros días el progreso de las naciones depende del capital intelectual de sus habitantes más que de su fuerza física. Por el lado mental es difícil argumentar la superioridad de cualquiera de los dos géneros, aunque el acceso limitado de la mujer a la educación, y el casi monopolio que el hombre ha tenido sobre el control político y económico a lo largo de la historia nos podría llevar a pensar (erróneamente) que el hombre es también superior en este aspecto. Lo cierto es que la mujer es tan capaz como el hombre para casi cualquier cosa, prueba de ello son la cantidad de arquitectas, doctoras, ingenieras, economistas, líderes políticas, escritoras, poetisas, cantantes y profesionales que desempeñan sus funciones tan bien como el mejor de los hombres en su campo: la mujer es ahora una igual del hombre.
Sin embargo siguen existiendo vestigios de las épocas cavernícolas donde el macho era el amo y señor de la hembra. En demasiadas familias la mujer sigue relegada a roles caseros sin voz ni voto sobre las decisiones de inversión y trabajo. Es intenso y generalizado el abuso físico y psicológico del que tantas son víctimas por parte de sus maridos. Son muchas las niñas que son robadas de una educación por la fatalidad de haber nacido mujeres y esto es verdaderamente trágico. La doble moral que existe en cuanto al comportamiento de los dos géneros es una aberración: mientras que el hombre puede trasnocharse y embriagarse a sus anchas, la mujer decente debe guardar recato en su casa; mientras es aceptable y hasta motivo de orgullo que el hombre tenga dos o tantas mujeres como le plazca, que la mujer haga lo mismo es causa de repudio por parte de la sociedad; mientras la mujer debe llegar virgen al matrimonio, el hombre debe tener experiencia abundante en el area. Es tal la doble moral existente que podríamos perfectamente definir, la palabra ‘puta’ como “aquella mujer que actúa como un hombre” sin que varíe en un ápice el significado actual. Las desigualdades y la doble moral a la que están sujetas las mujeres son injustas e injustificadas y deben acabar. Las únicas diferencias aceptables respecto al trato entre géneros son aquellas dadas por la galantería y la caballerosidad, lo demás es mierda.
Fayetteville, 04/09/06.
El Deber, 18/09/06.
Conspirando contra Evo
El presidente de la República, Evo Morales, viene diciendo casi desde el inicio de su mandato constitucional que hay sectores que conspiran contra él y su gobierno. Presento aquí pruebas irrefutables de que en efecto existe una conspiración en contra suya.
Tenemos un Presidente que ha acusado indiscriminadamente a todo y a todos de conspirar contra el gobierno, sin haber presentado nunca una sola mísera prueba para respaldar tales acusaciones; un Presidente que en vez de gobernar el país ha dedicado sus energías a dividir a la nación mediante discursos demagógicos llenos de odio, revanchismo y mentiras; un Presidente que atenta cuanto puede contra las instituciones republicanas, comenzando con las Fuerzas Armadas, en el afán de ubicar en puestos de gobierno a sus obsecuentes seguidores; un Presidente que ha promovido la lucha de clases y no la unión y cooperación entre éstas; un Presidente que ha exacerbado el enfrentamiento entre regiones a un nivel que yo no había visto hasta ahora; un Presidente que amenaza cerrar el Legislativo y que se ha puesto por encima la ley de la nación y del Congreso Nacional; un Presidente que pretende alterar el rol que el Congreso y el pueblo le han dado a la Asamblea Constituyente con el propósito de satisfacer sus ansias totalitarias; un Presidente que ha llevado a la democracia a sus niveles más débiles desde que ésta se reinicio a comienzos de los 80; un Presidente cuyo gobierno tiene como política oficial, públicamente anunciada y repetida en cada acción y discurso que Santa Cruz está mejor sin cruceños, que los cruceños son oligarcas culpables de todos los males de la patria y que hay que acabar con éstos a toda costa; un Presidente que sataniza a todo aquel que se opone a él; un Presidente que gobierna sólo para aymaras y quechuas en detrimento de todos los demás y que toma decisiones no basado en el sentido común, sino en sus rencores, complejos y resentimientos. Por esto y por cosas que la memoria y la mesura me obligan a omitir es que concluyo que Evo Morales Ayma, teniendo una oportunidad tal vez única de sacar adelante al país, habiendo comenzado con la mayor legitimidad que un presidente puede tener, siendo capaz de unir al país, ha hecho todo lo contrario: ha perdido la confianza de gran parte del pueblo boliviano, ha perdido legitimidad, ha defraudado las esperanzas de muchos, ha traicionado a la democracia y ha traicionado a la nación. En definitiva, ha sido Evo el mayor conspirador contra Evo.
Fayetteville 14/08/06.
El Deber, 08/09/06.
miércoles, 18 de octubre de 2006
La importancia de creer en sí mismo
Voy a decir que tenía trece años para ubicar la historia en el tiempo, pero la fecha exacta escapa a mi memoria. El lugar del suceso es uno de los parajes más hermosos que mis ojos hayan visto: la laguna Suárez en Guarayos. Era éste un lugar habitual de vacaciones para nuestra familia, y no era, por lo tanto la primera vez que yo iba. Sin embargo en esta ocasión alguien había llevado un par de ski acuáticos, los cuales eran la sensación del momento. Como sucede en la mayoría de los casos, los mayores eran los únicos privilegiados con el juguete nuevo, pero un primo mío, un par de años mayor que yo, no dejaba de insistir en el derecho de ser partícipe de tal diversión. Yo al verlo pensaba para mí que nunca nos iban a dejar ‘skiar’ a nosotros los pelaus y que incluso si nos dejaban, seguramente tal deporte era difícil y no íbamos a poder hacerlo; en fin, este era un juego para ‘los grandes’, y nosotros tendríamos que limitarnos a adoptar el rol de mirones y ayucos.
Al mediar la tarde y después de que los viejos se cansaron de skiar (o de intentarlo según la persona), le dieron la oportunidad al más insistente y fregonazo de los sobrinos. Él no consiguió pararse en su primer intento, pero luego de ensayar un par de veces más, pudo dominar los ski sin dificultad. Así les llegó el turno a cada uno de los pelaus, hasta que me tocó a mí. Yo tampoco triunfé la primera vez, pero eventualmente lo logré. Todo lo que necesitaba para poder ‘skiar’ era intentarlo, y sin embargo me había cerrado a priori a tal idea con argumentos falaces y derrotistas que yo mismo, sin ayuda de nadie había conjurado y creído.
Éste fue un hecho pivotante en el desarrollo de mi personalidad ya que comprendí que muchas veces el mayor obstáculo para alcanzar las metas – o mejor dicho, para ponerse las metas – está en la mente de uno mismo. Posteriormente otras vivencias fortalecieron tal conclusión. Yo tuve la oportunidad y la dicha de estudiar en otro país, hacer paracaidismo, buceo, viajar por media Europa y escribir estas líneas, entre otras cosas, gracias parcialmente a aquel hecho acaecido cuando tenía quizás trece años. Lo comparto ahora para animar a otros jóvenes como yo a no tener miedo, a aspirar alto, a soñar.
Franklin Roosevelt decía que “no hay nada que temer más que al mismísimo miedo”; el miedo al fracaso, al ridículo, a los convencionalismos, el miedo a nosotros mismos.
Dominemos esos miedos y animémonos a creer en nosotros mismos; creámonos capaces y merecedores del éxito y la felicidad; creamos que podemos cambiarnos a nosotros mismos y que podemos cambiar el mundo; creamos que el cielo es el límite porque nunca llegaremos más allá del límite que nosotros mismos nos impongamos.
Yo no sé cuál será mi destino: si voy a morir mañana o voy a vivir cien años, si me rodeará la riqueza o la miseria, la abundancia o la necesidad, el amor o la desdicha, la paz o el tormento, pero decido creer que la moneda caerá del lado de la fortuna y voy a luchar porque así sea.
El más grande optimismo no nos asegura el éxito y la felicidad, pero el derrotismo nos garantiza el fracaso y la desdicha.
Fayetteville, 21/08/06.
El Deber, 31/08/06.
Democracia y legitimidad
Democracia es aquella forma de gobierno donde el pueblo elige a sus representantes por votación, y donde el ciudadano es libre y tiene la opción de participar del proceso político tanto activamente (como candidato, haciendo proselitismo, prensa, dando su opinión, etc.) o pasivamente simplemente emitiendo su voto. Es un elemento indispensable en toda democracia la libertad del ciudadano. Un mecanismo también indispensable para mantener la democracia y asegurar las libertades civiles es la denominada división de poderes del Estado. Toda democracia moderna está dividida en tres poderes independientes e interdependientes: el poder legislativo, encargado de crear las leyes de la nación; el poder ejecutivo, encargado de ejecutar y hacer respetar las leyes de la nación; y el poder judicial, encargado de interpretar las leyes de la nación. Cada uno de estos poderes tiene funciones específicas dadas por la Constitución y ninguno de ellos puede, en democracia, usurpar las facultades de otro poder. Este sabio sistema está hecho precisamente para evitar la ascensión de déspotas que pretendan acumular todo el poder y eventualmente coartar la libertad de los ciudadanos de la nación. Sin embargo este sistema de chequeos y balances no es infalible, y a veces uno de los poderes (casi siempre el ejecutivo) elimina a los otros poderes o los subordina a su absoluto control. El momento que esto ocurre, la democracia desaparece, quienes tienen el poder dejan de representar al pueblo y pierden toda legitimidad. Incluso si un presidente fue elegido democráticamente, si este vulnera la democracia y a sus instituciones, éste pierde su legitimidad y el pueblo tiene el derecho de deponerlo. La lógica es sencilla: La legitimidad de un gobierno democrático radica en su elección por voto popular, la división de poderes, y el respeto a las leyes del Estado. Si se violan estos preceptos, la democracia deja de existir, y el gobierno deja de ser legítimo. Ante un gobierno ilegítimo el pueblo puede y debe sublevarse para reponer la democracia y la libertad.
Evo Morales ha violado la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, menguado al poder judicial, extorsionado al poder legislativo, es presidente de la república, líder de los cocaleros, jefe nacional del MAS, presidente de facto de la Asamblea Constituyente, y líder de grupos casi paramilitares. ¡Cuánto más poder quiere este señor!
Tal vez este gobierno me llame traidor por escribir silogismos y publicar pasquines. Si tal es el caso, le agradezco el honor de incluirme entre traidores tan ilustres como lo fueron Pedro Domingo Murillo y la generación de 1809, Samuel Adams y Thomas Jefferson, Simón Bolívar y Antonio José de Sucre todos mártires o próceres de la libertad y la justicia.
Fayetteville, 14/08/06.
El Deber, 26/08/06.
Anécdotas de nuestro servicio exterior
Los títulos universitarios obtenidos en el extranjero deben seguir una serie de trámites para tener validez en Bolivia. Uno de los trámites necesarios es la legalización en un consulado del país donde se obtuvo el título. Con la intención de informarme sobre que necesitaba para cumplir con este requisito es que decidí llamar por teléfono al consulado de Bolivia en Houston, Estados Unidos. Llamé un viernes a las 9:10 a.m. – hora prudente para encontrar ya gente trabajando – sin embargo nadie contestó el teléfono. Decidí entonces llamar al consulado en Oklahoma. Me atendió una mujer y cuando le expliqué lo que necesitaba, me dijo que me iba a transferir con otra persona. Efectivamente me transfirió a otra línea, pero nadie contestó. Aproximadamente a las 9:30 a.m. llamé de nuevo al consulado en Houston, esta vez con suerte ya que una mujer atendió el teléfono. A continuación transcribo el diálogo que tuvimos tan fielmente como mi memoria me lo permite:
- Buenos días, soy un graduado de la Universidad de Arkansas y quisiera saber que necesito para convalidar mi título.
- Bueno, tiene que hacer ‘notariar’ los documentos que sean necesarios, hacerlos firmar por el secretario del estado de Arkansas y luego enviarlos aquí para que nosotros los legalicemos y le digamos cuanto cuesta, y ya en Bolivia no sabría decirle que más hay que hacer.
- ¿Y cuales son los documentos que necesito enviar?
- La verdad es que no sé, lo que generalmente nos llega son el título original, la lista de sus notas y la descripción de las materias que ha llevado, pero no sé y para estar seguro, tendría usted que pedirle a algún familiar en Bolivia que averigüe bien allá.
- ¡Ah, OK! Otra consulta más, yo no voy a retornar a Bolivia inmediatamente, entonces, si hago este trámite ahora, ¿existe un límite de tiempo en el cual deja de ser válido?
- Tampoco sabría decirle, lo mejor es que consulte en Bolivia.
- Bueno, muchas gracias y hasta luego.
- Hasta luego.
Esta es una transcripción bastante fiel de la charla que tuve con la funcionaria del consulado. La mujer no me dio una sola respuesta concreta sobre un trámite que probablemente hacen decenas de veces al año. Pero no solo no me dio la información que yo requería, sino que tampoco se ofreció a averiguarla – lo cual es su trabajo – mas bien me dijo que me busque un pariente en Bolivia para hacerlo.
Acostumbrado a vivir en un país donde el cliente es el rey y donde las cosas funcionan como deben ser, colgué el teléfono bastante molesto. Es evidente que los funcionarios de nuestras embajadas y consulados no tienen el adecuado entrenamiento y orientación de servicio al cliente; es imperativo que la cancillería trabaje en ello. Los trámites que realiza una embajada o consulado tienen que estar escritos en formularios que estén a la mano de todos los que trabajan allí, en especial si interactúan con clientes externos (sean bolivianos o extranjeros). Los trámites y procedimientos deben ser del conocimiento de todos los funcionarios ¡para eso se les paga, para informar y orientar a la gente, no para decirle que busque algún pariente que averigüe en Bolivia!
Ahora que esta nota ha sido publicada no me queda más que rogar que quienes van a hacer mis trámites en el consulado no la lean (hubiera sido prudente usar un pseudónimo), rogar que mis documentos no se extravíen misteriosamente, y rogar que la próxima vez que necesite llamar a un consulado, la persona que me atienda haga su trabajo como debe ser.
Fayetteville, 06/08/2006.
El Deber, 13/08/06.
Casi me gano un Mercedes-Benz
Leyendo el periódico hace unos días, me encontré con la noticia de que el Gobierno central pretende no pagar el 11% de regalías ni el impuesto a los hidrocarburos sobre los ingresos adicionales en concepto del incremento del precio del gas a Argentina. Algo que me llamó la atención fue que el motivo que da para sustentar tal decisión es que así lo estipula algún inciso del contrato de compraventa entre los dos países, y como el tal contrato ya está firmado, así tiene que ser, porque los contratos no se pueden violar.Terminé de leer mi periódico y salí a pasear con mi amigo Sancho Panza. Mientras conversábamos sobre la situación en Bolivia y otros temas, vi estacionado un automóvil Mercedes-Benz último modelo, descapotable, con asientos de cuero y todas las pilchas que uno se puede imaginar. Fue entonces cuando se me ocurrió la brillante idea –que no fue propia, sino tomada de este Gobierno tan creativo e iluminado – de firmar un contrato con mi amigo Sancho que diga que tal automóvil pasaba inmediatamente a mi propiedad, sin que yo tenga que dar ninguna compensación a nadie. Efectivamente, así lo hicimos; yo redacté un contrato bellísimo, sin errores de ortografía, sin posibilidad de dar lugar a interpretaciones semánticas y de un estilo breve y elegante, casi poético.Luego estampamos nuestras firmas Sancho y yo. Una vez que hice una fiel traducción al idioma inglés y saqué las fotocopias necesarias, ubiqué al dueño del auto, le entregué una copia del contrato, le expliqué la situación y le pedí que me entregara las llaves. El dueño me miró extrañado y me dijo que no tenía la mínima intención de darme su auto. Ante tal obstinación, yo traté de usar mis más convincentes argumentos para explicarle que él no tenía otra opción más que darme su auto, pues existía un contrato firmado entre Sancho y yo, el cual era un instrumento legal que debía ser respetado. A pesar de todos mis esfuerzos, no pude convencerlo de la legalidad y la justicia de mi causa, por lo tanto me apresté a sacarle la llave por la fuerza y echarme a correr. Desgraciadamente, no pude arrebatarle la tan ansiada llave, y encima de todo recibí una tunda de ésas que no se olvidan nunca. Fue tal la tunda, que acabó de una vez por todas con mis intenciones futuras de firmar contratos para no pagar el alquiler, para que el peluquero no me cobre y no tener que ir a trabajar los lunes ni viernes. Reposando en mi cama para recuperarme de mis contusiones, me puse a pensar en el porqué de mi fracaso para apoderarme del Mercedes. Luego de muchas vueltas al asunto, me di cuenta de cuál fue el problema: dos personas no tienen nada que hacer firmando contratos sobre cosas que no les pertenecen. Ningún contrato puede legalizar la usurpación de algo a una tercera persona, especialmente si la tercera persona no es una parte en el contrato. Los departamentos productores de gas no firmaron ningún contrato cediendo sus regalías y recursos, y no lo piensan hacer. Las regalías les corresponden por leyes que están muy por encima de cualquier contratucho que el Gobierno pretenda hacer. No importa cuántos contratos firme el Gobierno central o si escribe sus incisos en mayúscula y usando negrillas; no importa si los escribe en inglés, español, quechua o aymara; los departamentos van a luchar por lo que les corresponde por ley y no van a permitir jugarretas de este Gobierno, que donde puede trata de pasarse de vivo. Le aconsejo que se comporte y vuelva a sus cabales, no vaya a ser que reciba una tunda como la que me dieron a mí.
Fayetteville 18/07/06.
El Deber, 24/07/06.
El mensaje del Mundial
“Dile no al racismo, es tiempo de hacer amigos”. Esta frase inauguró cada encuentro de la Copa Mundial de Alemania 2006. El mensaje es claro, hermoso y trascendental. ¿Por qué preferir odiar en vez de amar? ¿Por qué preferir tener enemigos en vez de amigos? Es tiempo de hacer amigos. Es tiempo de juzgar a las personas por su probidad, su capacidad, su comportamiento para con el prójimo, su integridad. Es tiempo de rechazar el odio y la intolerancia. Es tiempo de decir que la raza, el color de la piel, la religión, el género, la orientación sexual, la clase social o la discapacidad física o mental nunca deben ser motivos para maltratar o humillar a un ser humano.
No hay paz sin tolerancia y el racismo es la máxima expresión de la intolerancia; aquella que odia todo lo diferente; aquella que no sabe por que odia, no cuestiona por que odia e incluso no conoce lo que odia, pero lo odia; aquella que se jacta del sufrimiento de otros, aunque estos nunca hayan hecho mal a nadie.
Acabar con este flagelo debe ser uno de los principales objetivos de la humanidad en su conjunto. El racismo no tiene fundamentos científicos y menos aún fundamentos morales; éste genera conflicto y sufrimiento, deshumaniza al hombre y lo aleja de Dios; crea pobreza y atraso, perpetúa las desigualdades socio-económicas y conlleva a la lucha de razas o de clases.
Rechacemos el racismo y la intolerancia, y si por alguna razón nosotros no podemos deshacernos de nuestros prejuicios, al menos no seamos causantes de que nuestros niños los adquieran. ¡No cometamos el pecado de enseñar a nuestros niños a odiar! Inculquemos en la niñez el amor y el respeto por todos. Enseñemos que ser diferente no significa ser mejor ni peor. Seamos concientes de los comentarios que hacemos sobre grupos diferentes al nuestro, en especial si hay niños presentes, que ellos retienen todo lo que oyen y terminan creyendo lo que oyen a menudo.
Felicito a la FIFA por usar el más universal y más bello de los deportes para propagar un mensaje de paz y hermandad. Hagamos de este un mundo mejor, para nosotros y para nuestros hijos, después de todo, ¡es tiempo de hacer amigos!
Fayetteville, 11/07/06.
El Deber, 19/07/06.
El barullo de los decretos de Camiri
La firma de los “decretos prefecturales” para elegir subprefectos por voto democrático causó un barullo en el gobierno central, quien dijo que tales decretos eran inconstitucionales y eran una maniobra para figurar por parte del prefecto Rubén Costas. A esto respondo que Bolivia está en un periodo de transición, que las autonomías son algo nuevo e incompleto en el país, con muchas áreas grises y negras. Los vacíos jurídicos, inherentes en todo proyecto de tal envergadura, como es crear autonomías, necesitan tiempo para ser llenados. Por ahora los prefectos están desempeñándose en una función que están construyendo mientras avanzan, por lo tanto están destinados a cometer errores. Volviendo al tema de los decretos de Camiri, el gobierno pudo haber dicho que apoyaba la iniciativa del prefecto Costas pero que existían ciertos aspectos jurídicos que debían ser resueltos antes de continuar con tal iniciativa. Un comunicado del gobierno que vaya por estas líneas hubiese sido prudente y laudable. Sin embargo, el gobierno central en ninguna ocasión, hasta donde yo sé, ha dicho algo positivo sobre la iniciativa del prefecto Costas. Más bien, se ha agarrado del único punto del cual podía agarrarse para crear una confrontación con la primera autoridad del departamento. Ha dicho, irónicamente, que lo que Costas busca es protagonismo, cuando nada más y nada menos que nuestro Presidente de la República, Capitán General de las Fuerzas Armadas y el más alto funcionario de este gobierno ha hecho un hobbie de decir disparates en los medios de prensa. Con respecto al tal deseo de protagonismo, aclaro que el compromiso de tener elecciones de subprefectos fue parte de la plataforma de campaña de Rubén Costas, él reiteró este compromiso una vez fue elegido prefecto, y en Camiri simplemente oficializó lo que ya había dicho. Nada nuevo fue dicho en Camiri, por lo tanto no tengo claro de donde viene la acusación de buscar protagonismo. Lo que sí tengo claro es que al gobierno no le interesa trabajar de manera conjunta y constructiva con las prefecturas. Tengo clarísimo que es el gobierno central el que busca protagonismo a como dé lugar al mismo tiempo que trata de desprestigiar a los prefectos. Es evidente asimismo que al gobierno le interesa poco o nada que las autonomías lleguen a las provincias. Es obvio para mí que este gobierno se agarró de un tecnicismo menor para criticar a Costas y desviar la atención del fondo del asunto: llevar la democracia a las provincias (si los decretos hubiesen sido para cambiar las tejas de la prefectura, no se hubiera armado este barullo). Lo que no tengo claro son los motivos que pueda tener el gobierno para atacar a Costas. ¿Es porque tiene algún interés en desprestigiar y desgastar al prefecto cruceño? ¿Será que no le conviene que las autonomías lleguen a las provincias? ¿O es porque fue Santa Cruz la de la iniciativa, y hay que hacerle oposición a toda iniciativa cruceña? Tal vez son las tres cosas, tal vez algunas más. Por mi parte propongo que el prefecto deje de emitir decretos, por ser estos inconstitucionales. Pero como algo hay que emitir, y estas emisiones precisan de nombre, sugiero la siguiente lista: ordenanzas prefecturales, iniciativas departamentales, códigos de la región, asuntos importantes, proyectos a realizarse, estudios vinculantes, y deseitos mañaneros. Seguramente el gobierno tendrá alguna objeción para cada uno de estos nombres, pero cuando se acabe esta lista, nos inventamos otros.
Fayetteville, 05/0?/06.
El Deber, ??/??/06.
martes, 17 de octubre de 2006
Autonomías: refutando el No
Evo Morales y el MAS están haciendo campaña por el No en el referéndum autonómico. Para sustentar su decisión han dado una serie de argumentos; trataré aquí de refutarlos.
1) Las autonomías departamentales irán al servicio de las oligarquías regionales. Refutación: los prefectos serán elegidos por voto popular, de la misma manera que es elegido el jefe de Estado, por consiguiente será el pueblo quién elija a sus líderes y no una oligarquía. Incluso si en algún departamento un grupo oligárquico se hiciera con el poder, y lo usara en detrimento del pueblo, este grupo oligárquico solo podría mantenerse en el poder por un periodo constitucional, ya que el pueblo no volvería a votar por tal parcialidad. El voto popular garantiza que las autonomías beneficien al pueblo.
Quiero agregar que al argumentar que las autonomías democráticas favorecen a los oligarcas, Evo Morales y el MAS están implícitamente diciendo de que el pueblo es estúpido e incapaz de elegir a sus representantes mediante el voto y de que él puede elegir a mejores lideres departamentales que el pueblo mismo.
2) Hay que rechazar la autonomía departamental porque una mejor opción es la provincial y de pueblos originarios. Refutación: las autonomías departamentales y las provinciales no son excluyentes entre sí. Estas pueden coexistir juntas, por ello el argumento de que, o elegimos una o elegimos otra, es falaz. Además, el MAS no ha presentado hasta ahora ningún proyecto serio para autonomías provinciales, y por tanto lo que hasta ahora ha dicho al respecto es propaganda vacía. Aquí creo conveniente notar que la prefectura cruceña pretendió llevar a cabo elecciones de subprefectos, y fue el gobierno del MAS el que se opuso y criticó duramente tal iniciativa, por lo cual pongo en duda la honestidad del discurso sobre las autonomías provinciales y de pueblos que pregona Evo Morales.
3) Las autonomías van a dividir al país. Refutación: las autonomías van a descentralizar al país y hacerlo más eficiente, van a disminuir la corrupción y burocracia del centralismo y van a permitir un mayor nivel de democracia y participación del pueblo. Esta mayor eficiencia incluso podría llevar una disminución en el número de huelgas y bloqueos que actualmente asfixian al país. Como resultado de esto, la nación se verá fortalecida.
4) Las autonomías favorecen solo a la media luna. Refutación: Los regimenes autonómicos y democráticos, permiten a cada región un mayor control sobre sus propios recursos y planes de desarrollo. Por ello las autonomías benefician a cada región y por ende a todo el país. Sin embargo las regiones autónomas siguen aportando al gobierno central y este puede implementar mecanismos de compensación para regiones menos desarrolladas.
5) Las autonomías son malas porque algunos prefectos no hacen lo que a Evo Morales le da la gana. Refutación: Los prefectos también fueron elegidos por el pueblo y Evo Morales no tiene por que creerse el único con autoridad para hablar por el pueblo. El gobierno central y el departamental pueden no estar de acuerdo, pero eso no significa que uno sea más patriota que el otro. De hecho queremos autonomía para poder diferir del centralismo y al mismo tiempo preservar la unidad nacional.
Creo haber refutado con claridad los principales argumentos dados por Evo Morales y el MAS para apoyar el No a la autonomía. Estos argumentos son débiles y falaces pero fáciles de refutar. Sin embargo pienso que el verdadero motivo por el cual Morales no quiere autonomías es su deseo por concentrar el poder para sí mismo, lo demás es solo un pretexto. Las autonomías son la mayor amenaza en contra los deseos de poder de Evo Morales. Son tal vez lo único que puede evitar que vayamos hacia un totalitarismo al estilo de Hugo Chávez.
Con el Sí a las autonomías no tenemos nada que perder y mucho que ganar. Por ello debemos promocionar y aclarar lo que estas significan para que el 2 de julio el pueblo boliviano y el Sí ganen de forma contundente.
Fayetteville, 20/06/06.
El Deber, 28/06/06.
La falacia del discurso anti-autonomista
En fecha 5 de junio de 2006 El Deber publicó un artículo sobre el debate de la autonomía. En el artículo el dirigente del MAS Román Loayza expresa que “[e]l planteamiento del referéndum autonómico es de los comités cívicos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Si en el occidente votamos por el sí, estaríamos apoyando a la media luna de Santa Cruz...”. Tal aseveración da a entender que la oposición que existe hacia las autonomías, no es porque tal idea sea mala, sino porque fue en Santa Cruz donde se originó. Este es un claro ejemplo del argumentum ad hominem, una falacia lógica que consiste en atacar a la persona que presenta un argumento, sin analizar el argumento en sí. El siguiente ejemplo demostrará tal falacia. A dice que 2+2 es 4, entonces B dice que A es un mentiroso, que dice eso solo porque le conviene, y que por tanto 2+2 no es igual a 4. Similar situación sucede en Bolivia, entre oriente y occidente. Cualquier propuesta que Santa Cruz genera es descartada y atacada en occidente usando el cuento de que Santa Cruz es de oligarcas y terratenientes antipatrias, sin siquiera entrar en el debate sobre la propuesta misma. Existen dos modalidades en las que esta falacia es usada por occidente: la primera es ad hominem abusiva en la cual se ataca a la persona para desprestigiar el argumento (cruceños oligarcas, antipatrias). La segunda es la ad homimem circunstancial donde se descarta el argumento porque beneficia a quien lo propone (La autonomía beneficia a Santa Cruz y por eso hay que rechazarla). No me sorprendería que si mañana el oriente proclama que 2+2 es 4, el occidente altere las reglas de la aritmética con tal de negar tal resultado.
Este tipo de comportamientos ‘epitomiza’ la actitud predominante del occidente boliviano hacia los orientales. Tales acciones demuestran una diferencia importantísima entre estas dos regiones de Bolivia: mientras el discurso oriental es progresista, el occidental muestra un regionalismo xenófobo y un resentimiento hacia el oriente. ¿Resentimiento a qué? No sé, porque el oriente nunca ha tenido ni el poder político ni económico del país; es apenas hace unas décadas que Santa Cruz surgió económicamente.
Volviendo al tema central de esta nota, un argumento tiene que ser refutado con otro argumento y no con insultos. Una idea debe valerse por si sola y ser analizada por si sola, sin importar de donde proviene; el postulado 2+2=4 tiene el mismo valor si lo dice un premio Nobel de economía o lo dice un analfabeto y nadie puede desvirtuar tal resultado porque provino de un analfabeto.
El debate de las autonomías debe girar alrededor de los beneficios que estas traerán al país y a cada región. A estas alturas, es irrelevante discutir quien tuvo la idea primero. Es demagógico y divisionista desvirtuar las autonomías porque nacieron en Santa Cruz.
Esperemos que cuando llegue el referéndum primen la cordura y el buen sentido en el pueblo boliviano y que la mayoría no se deje llevar por un bullicioso grupo de charlatanes y resentidos.
Fayetteville, 06/06/06.
El Deber, 19/06/06.
Leyes laborales III: el rol del Estado
En dos anteriores notas argumenté que entre un conjunto de leyes que imponga excesivos costos para despedir empleados y otro que no los imponga, es más beneficioso para el país elegir el segundo conjunto de leyes. Hay, no obstante, una falacia en tal argumento ya que el conjunto de leyes que el Estado pueda adoptar al respecto, no esta dado por dos opciones opuestas, sino más bien por un espectro. Usé el caso de dos opciones opuestas para motivos ilustrativos. Ahora pretendo persuadir de que el extremo de laissez-faire tampoco es el adecuado y que el Estado tiene un rol importante que jugar. También reivindico el papel que los sindicatos han jugado para lograr mejores condiciones laborales a nivel mundial. Aclaro que no reniego de lo expuesto en anteriores notas: dadas dos opciones polarmente opuestas, creo que en la mayoría de los casos es mejor la opción menos restrictiva, no solo en lo laboral, sino también en la vida en general.
Existen condiciones bajo las cuales un modelo de libre mercado laboral es lo óptimo para una economía. Ningún país cumple esas condiciones, y por tanto todos los países necesitan de ciertas normas que rijan las relaciones laborales. El gobierno debe proteger a la clase laboral, especialmente la obrera y campesina, ya que sus miembros, por tener poca educación, y ser fácilmente reemplazables, están muchas veces expuestos a abusos y violaciones de los más básicos derechos humanos. En un país como Bolivia, donde las diferencias en educación son abismales y donde existen el clasismo y el racismo, el Estado tiene un rol esencial en la defensa de las clases más desprotegidas y marginadas. El derecho a huelgas y protestas -que son últimamente formas de libertad de expresión- deben ser respetados. El derecho a denunciar tratos injustos, situaciones ilegales o no éticas sin sufrir retribuciones por parte del empleador, es también algo que el Estado debe instituir y hacer respetar. En tal sentido, los sindicatos a nivel mundial, han jugado y siguen jugando un rol fundamental en la defensa de los derechos de los trabajadores. Siguen siendo esenciales en la concienciación de la población y en la denuncia de abusos por parte de empleadores. Es más, muchas de las mejoras en el ambiente laboral se deben a las luchas de estas agrupaciones y por tal motivo, todos los asalariados somos beneficiarios de las luchas sindicales pasadas y presentes.
Sin embargo, más que enfocarse en leyes que aumenten o limiten la facilidad de despedir empleados, el Estado debe orientar sus esfuerzos a crear leyes y mecanismos que aseguren condiciones laborales decentes, con tratos justos, y respeto por todos. Para tal efecto, el Estado debe convertirse en enemigo número uno de la discriminación, el racismo, el sexismo y el abuso en el ambiente laboral.
De todas formas, mantengo que el Estado no debe poner excesivas restricciones a la libertad de contratación; tal medida iría en perjuicio de la mayoría de la población, incluso de aquellos que la ley pretende ayudar. Después de todo, ningún empleador desea deshacerse de un buen empleado.
Fayetteville, 21/05/06.
El Deber, 09/06/06.
Leyes laborales II: ¿quién se beneficia de los altos costos de despido?
Hemos visto que restringir la libertad de contratación desalienta a los empleadores a incrementar personal, vuelve más rígido el mercado laboral, crea incentivos en los empleados para ser menos productivos, y como resultado lleva a un mayor nivel de desempleo y una menor productividad, menor eficiencia y menor crecimiento económico.
Este resultado se lo puede derivar teóricamente, pero existe también fuerte evidencia empírica para sustentar la teoría. Entonces, ¿quiénes se benefician de leyes que hagan prohibitivamente costoso despedir a empleados? Los mayores beneficiaros son los empleados que actualmente tienen trabajo, y en especial aquellos que están agrupados en sindicatos. Estos ya tienen sus fuentes de ingreso aseguradas y este tipo de leyes les da un mayor poder para negociar salarios y beneficios. Por otro lado, debido a que las empresas contratan a menos empleados, pagan mejores sueldos al personal restante. Existe por lo tanto una transferencia de ingresos de aquellos que hubiesen tenido trabajo, si las leyes laborales fueran diferentes, pero que actualmente están desempleados, hacia aquéllos que actualmente tienen trabajo y ganan mejores sueldos. Como resultado, los ingresos totales del país (PIB) disminuyen, y posiblemente aumenta la desigualdad de ingresos.
Haciendo una distinción entre labores profesionales vs. manuales, vemos que el primer grupo por tener conocimientos que requieren de mucho tiempo y experiencia para ser adquiridos, son menos afectados por este tipo de leyes, porque sus puestos son más difíciles de ser reemplazados. En cambio el obrero o el que trabaja en una línea de producción es el mayor beneficiario de estas leyes, si es que tiene un puesto de trabajo, pero es también el más perjudicado si es que actualmente se encuentra desempleado.
Es por ello que vemos a sindicatos oponiéndose a ultranza a cualquier ley que incremente la libertad de contratación, y apoyando las leyes que restringen esta libertad. Estos grupos se oponen a la libertad de contratación no necesariamente porque busquen el bienestar de todos los trabajadores, sino el bienestar de los miembros de su agrupación.
También es importante considerar los efectos dinámicos de tal medida, ya que si en el corto plazo restringir la libre contratación puede beneficiar a muchos asalariados, a la larga este mismo grupo se puede ver perjudicado por la falta de competitividad y de un crecimiento económico adecuado que tales leyes pueden ocasionar.
Decir que poner excesivas restricciones a la libre contratación puede aumentar el desempleo, no es necesariamente intuitivo, pero es un resultado lógico. El que no sea intuitivo explica el fuerte apoyo que este tipo de políticas tiene entre las clases trabajadoras. Poner excesivas restricciones a la libertad de contratación perjudica al aparato productivo de un país y a su población en general. Recalco el adjetivo ‘excesivas’ en la anterior frase, ya que eliminar toda restricción a la libre contratación no es necesariamente óptimo.
Fayetteville, 21/05/06.
El Deber, 03/06/06.
Leyes laborares I: sobre la libre contratación
Para decidir que leyes laborares adoptar, debemos considerar las consecuencias a corto y largo plazo que dichas leyes puedan tener. Tales consideraciones no deben enfocarse solo en los empleados, sino también en los empleadores, los desocupados, la productividad, y el crecimiento económico en general.
¿Cuáles son las consecuencias de leyes que permitan a empleadores contratar y despedir a sus empleados sin mayores complicaciones ni costos, vis-à-vis leyes que pongan restricciones y altos costos de despido?
Para motivos ilustrativos, asumamos dos extremos: uno donde empleadores pueden contratar y despedir a sus empleados sin ninguna dificultad, ni mayores costos, y otro donde despedirlos implica costos altos (hay que aclarar que los costos a los cuales nos referimos son exclusivamente derivados de las leyes que se adoptan, y no incluyen costos tales como la búsqueda de un nuevo empleado, su entrenamiento, etc.).
Ahora analicemos los diferentes agentes y resultados en los dos escenarios. Bajo un régimen sin costos de despido el empleador puede contratar y despedir a su personal cuando lo desee. Por lo tanto contratará a alguien si ese alguien le genera ganancias, y lo despedirá cuando le genere pérdidas. Luego, cada empleado se esforzará por producir por lo menos hasta el punto en que genere ganancias a su empresa, porque si no lo hace, sabe que tarde o temprano será despedido. El empleado sabrá también que otras empresas pueden contratar con facilidad, y tendrá la opción de renunciar si encuentra mejores oportunidades en otro lugar. Por contraparte, en un régimen donde el costo de despido es alto, el empleador no contratará tanto personal debido a que, si en el futuro le va mal a la empresa y necesita reducir personal, o alguien no cumple satisfactoriamente sus funciones, el empleador no podrá despedirlo, y quedará atado a él. Asimismo, el asalariado no tendrá el mismo incentivo a ser tan productivo, porque sabe que aunque su desempeño sea excelente o mediocre, su trabajo está asegurado.
Comparando las dos opciones, vemos que un régimen que permita el despido sin mayores costos conlleva a un nivel de desempleo menor, mayor productividad, mayor eficiencia en la distribución de empleados y empleadores, y mayor crecimiento económico en comparación a uno donde despedir a alguien tenga altos costos impuestos por el Estado. Este no es un resultado puramente teórico, Estados Unidos y Europa, por ejemplo, tienen economías similares, pero el nivel de desempleo en Europa es significativamente mayor al de Estados Unidos. Tal diferencia se explica en buena parte por la rigidez del mercado laboral europeo, producto de leyes que imponen altos costos de despido.
Fayetteville, 21/05/06.
El Deber, 30/05/06.
¿Por qué lucha Santa Cruz?
Las luchas cívicas cruceñas no son contra Bolivia o contra La Paz, son contra el centralismo. La sede de gobierno está en La Paz y esta ciudad se beneficia por tal condición. Parte del desarrollo de esta metrópoli se debe a la posición estratégica que ha tenido a lo largo de su historia, a su industria y al esfuerzo de su gente. Sin embargo, otra parte es debida al aparato burocrático que allí existe, al flujo de ingresos que llegan de todas las regiones del país por concepto de impuestos y no vuelven a salir y al excesivo poder político y administrativo que concentra. Es contra tales beneficios que los cruceños estamos luchando, no para trasladarlos a nuestra ciudad o departamento, más bien para distribuirlos entre todo el país y que Santa Cruz reciba lo que le corresponde, ni más ni menos. Santa Cruz no busca quitarle a La Paz lo que La Paz ha logrado con su trabajo y esfuerzo; tampoco pretende arrebatarle el poder político derivado de ser la sede de gobierno. Pero si pretende descentralizar y desburocratizar al país y cualquier paso en esa dirección significa para La Paz una pérdida de ciertos beneficios, por lo menos en el corto plazo. Es natural en cualquier persona defender sus posesiones, aunque estas hayan sido adquiridas de manera justa o injusta. Es también natural que ahora La Paz (capital del centralismo anacrónico y excluyente) se aferre con uñas y dientes a beneficios que no le corresponden y que ya ha disfrutado por bastante tiempo. Es bajo esta visión como resulta entendible la posición paceña; no obstante, lo que es natural no siempre es correcto.
Santa Cruz se ha puesto a la vanguardia de las luchas autonómicas y esto ha generado una confrontación entre las dos ciudades; las crisis económicas y políticas que hemos vivido, junto con el usual regionalismo dañino que existe en ambos lados han exacerbado los ánimos, creado susceptibilidades, y elevado la retórica ofensiva. Los insultos y las acusaciones han llegado a niveles preocupantes.
El propósito de esta nota es recordarle al pueblo cruceño y hacerle saber al resto de Bolivia que no peleamos contra una raza, una región, una ciudad o un gobierno: peleamos contra una injusticia. Los gobiernos autonómicos serán una realidad, y eventualmente La Paz tendrá que resignarse a ello. Esperemos que la actual tensión entre las dos urbes se disipe y no queden rencillas ni cicatrices. Al final, Bolivia necesita de La Paz tanto como de Santa Cruz. Solo una Bolivia unida en su diversidad puede emprender los retos del siglo XXI y llevarnos hacia un desarrollo económico y social sostenible y duradero.
Fayetteville, 08/05/06.
El Deber, 23/05/06.
Una tarea urgente para el Comité Pro Santa Cruz
Hace pocos días, un periódico paceño publicó una nota de opinión atacando al Comité Pro Santa Cruz, vindicándolo de racista, secesionista, vendido a las transnacionales y refugio de las oligarquías cruceñas. La nota abundaba en insultos y acusaciones genéricas, y llegaba al límite de sugerir que el gobierno central tome acción militar contra el comité.
Esto me motivó a escribir un artículo enumerando los logros de la institución, su trayectoria y la importancia que ha tenido en el desarrollo de Santa Cruz y la vida del cruceño. Para tal efecto busqué información en Internet y fue una sorpresa realmente desalentadora encontrarme con innumerables foros, artículos de prensa y páginas web dedicadas con ahínco a desprestigiar al Comité pro Santa Cruz. Esas publicaciones tienen un formato y presentación de primera calidad, lo que crea un aire de autenticidad y veracidad para el lector desprevenido o aquél que desconoce el tema y la historia.El Comité pro Santa Cruz necesita trabajar su imagen y mostrar al país –no sólo a Santa Cruz– cuáles son sus objetivos. Quien ha leído un poco la historia de Bolivia, y la de Santa Cruz, valora nuestro comité y sabe la trascendencia que ha tenido para el departamento; es consciente de que algunos de sus mayores aportes no sólo han forjado una Santa Cruz mejor, sino también una Bolivia mejor; conoce el abandono y las vicisitudes de las que nuestro departamento ha sido objeto por parte del centralismo; en fin, entiende que nuestro deseo de autonomía no es nuevo ni infundado, ni caprichoso ni egoísta. Desafortunadamente, no son mayoría los que conocen la historia de nuestro país, y para muchos su única fuente de información es lo que ven en la televisión, escuchan en la radio o en conversaciones, o leen esporádicamente en algún periódico. Con tales condiciones, y dado el formidable aparato propagandístico que existe para desprestigiar a Santa Cruz y, además, siendo el comité cívico la más representativa de las instituciones cruceñas, no es de extrañar que exista una imagen negativa y tergiversada de ese genuino instrumento de representación, ¡incluso entre los mismos cruceños! Considero imperativo, por lo tanto, que el Comité pro Santa Cruz inicie una campaña de concienciación de la comunidad con respecto a su historia, luchas, logros y objetivos, a través de una Internet informativa, veraz y clara, que coordine con periódicos, canales de televisión y radioemisoras cruceñas para armar una estrategia de educación y esclarecimiento sobre la mayor de nuestras instituciones.Si la presente nota logra despertar esta inquietud y hacer efectiva tal estrategia, creo oportuno hacer una aclaración más: cualquier campaña de concienciación debe ser llevada a cabo con objetividad y ética. El Comité tiene muchas conquistas enaltecedoras en su historial, y sus objetivos y métodos actuales son justos. Por lo tanto, éstas resultan sus mejores armas. Tal esfuerzo debe mostrar al boliviano imparcial (sea éste cruceño, paceño o de cualquier otro departamento) que el Comité busca lo mejor para Santa Cruz y para Bolivia, y no así a costa de Bolivia. No precisa enfrascarse en una guerra de insultos con aquéllos a quienes no es posible cambiar de opinión y que tergiversan los hechos con tal de hacernos ver mal; esto sería como tirar diamantes a los puercos. Creo que la justicia y la razón están de nuestro lado y, para conservarlas y defenderlas, tenemos que fortalecer nuestros valores esenciales.
Fayetteville, 07/05/06.
El Deber, 17/05/06.