domingo, 10 de noviembre de 2019

Una salida a la crisis

Javier Paz García
Cuando al borde de la derrota los nazis tuvieron que abandonar París, Hitler ordenó que destruyan los monumentos más destacados de la ciudad: Notre Dame, la torre Eiffel, etc. indicando que “Paris no debe caer en manos del enemigo, salvo siendo un montón de escombros”. El 25 de agosto de 1944, dos días después de haber dado la orden, Hitler llamó a Dietrich von Choltitz, el gobernador militar para preguntarle “¿Arde Paris?”. Dicen que el tirano se enfureció hasta el límite al saber que su orden había sido desobedecida. 
Hoy otro tirano, que todavía no está vencido, pero que está gravemente disminuido, y muestra que está dispuesto a todo para aferrarse al poder. Cuando la voluntad del pueblo, claramente demostrada en manifestaciones multitudinarias y paros en todo el territorio nacional que piden su renuncia, y luego de que las fuerzas que él quería usar para la represión (la Policía y las Fuerzas Armadas) se hayan rehusado a seguir sus órdenes, el tirano se refugia en sus cocaleros y en parte de la población alteña altamente violenta para jugar todas sus cartas. Parece que, como Hitler, está dispuesto a que Bolivia entera arda antes de abandonar el poder. 
Ante la clara intención de un gobierno de desconocer la voluntad popular expresada en el referéndum del 21F, luego ante el fraude cometido en las elecciones generales de octubre (nuevamente mostrando su intención de desconocer la voluntad y la soberanía del pueblo) y ahora ante el llamado a sus movimientos sociales para que ataquen al pueblo y lo defiendan, lo que ya ha ocasionado muertos, heridos y vejados, la continuidad de Evo Morales como presidente es inaceptable, ni siquiera hasta el 22 de enero, cuando acaba su mandato. Evo ha perdido toda legitimidad, pero además su permanencia es una amenaza contra la paz y la estabilidad del país, es incluso una amenaza contra la soberanía del país, ya que, al no tener a las FF.AA. de su lado, se apoyará en cubanos y venezolanos. 
Una sucesión constitucional es inviable, ya que tanto el vicepresidente, como los presidentes de las cámaras de senadores y diputados, pertenecen al partido de gobierno que en su conjunto ha desconocido la voluntad popular. El partido que desconoció la voluntad popular expresada en el 21F y luego cometió fraude para volver a burlar la voluntad popular, no puede ser el que administre las siguientes elecciones. No puede seguir en el poder el partido que hoy está convocando a la defensa violenta de su gobierno, en contra de una clarísima voluntad popular.
En derecho hay un concepto llamado estado de necesidad, bajo el cual algo que va contra la norma es aceptable si tiene la justificación de un bien mayor. Los requisitos para aplicar un estado de necesidad es que exista un bien en peligro y que haya un acto salvador, que salvaguarde dicho bien. Hoy están en peligro la democracia y la soberanía del pueblo. La constitución misma indica que la soberanía reside en el pueblo y es esa soberanía la que el gobierno del MAS intenta quitar. Pero además están en peligro, la paz y la estabilidad del país. Bajo esta situación y al no haber la posibilidad de una sucesión constitucional, una posible solución es la formación de un gobierno civil-militar, bajo el mando de las FF.AA. con el objetivo de pacificar el país, hacer respetar la soberanía popular y convocar a nuevas elecciones con un órgano electoral confiable. El comandante en jefe de las FF.AA., el general Williams Kaliman, tiene ese cargo por ser persona de confianza del MAS, él no fue primero de su clase para llegar ahí. Sin embargo, comandantes de las tres fuerzas – Ejército, Naval y Aérea – están ahí por mérito, fueron primeros de clase y han dado muestras de tener una posición institucional. Ellos podrían ser quienes encabecen este gobierno de transición.
Es importante encontrar una salida a esta crisis de manera urgente. Cada hora cuenta porque el MAS podría ganar fuerza, negociar con la Policía y las FF.AA. y sostener un gobierno claramente contrario a la voluntad popular: una tiranía. Cada hora que se pierde, también puede significar la pérdida de vidas por enfrentamientos azuzados por el MAS. Es momento de tomar decisiones.
Santa Cruz de la Sierra, 10/11/19
http://javierpaz01.blogspot.com/

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