martes, 5 de noviembre de 2019

La hora más oscura

Javier Paz García
Winston Churchill advirtió la amenaza Nazi y se opuso a pactar con ellos cuando el consenso político en su país decía que no había posibilidades de enfrentarlo. La película La hora más oscura muestra esa realidad. Churchill era una persona excéntrica de quien hasta los miembros de su propio partido desconfiaban. Simón Bolívar era un hacendado que decidió luchar contra el colonialismo español para dar libertad a América del Sur. No tenía ejército, no tenía preparación militar y tomó para sí un desafío titánico para el que no estaba preparado. Y cometió errores y perdió batallas y también hizo proezas que nadie creía posibles como cruzar los Andes en invierno. Mahatma Gandhi se enfrentó al imperio británico y mediante medidas no violentas, similares a las que estamos llevando a cabo en Bolivia, logró la independencia de la India.
En todos estos casos no fueron la razón y la estadística los factores de decisión: en todos estos casos el contrincante tenía el ejército más grande, mejor preparado, tenía las mejores armas, tenía los mejores estrategas militares y políticos, tenía los recursos para sostener la batalla, tenía todo a su favor (casi todo). Del otro lado sólo había voluntad acompañada de saberse peleando por una causa justa y el apoyo de su pueblo. 
En la misma situación nos encontramos hoy. Mirando objetivamente las cosas, el MAS controla a las Fuerzas Armadas, la Policía, el parlamento, la fiscalía, la corte electoral, los tribunales de justicia, tiene a la inteligencia cubana y venezolana y mucho más. Nosotros, sin embargo, tenemos un arma poderosa: la voluntad, acompañada de la verdad y de la justicia. Nuestra causa es justa, por eso no necesitamos inventar mentiras a cada momento, nuestra causa es justa y con la verdad va ganando los corazones de cada vez más bolivianos que quieren vivir en paz y libertad. Nuestra causa es justa y tiene un líder, Luis Fernando Camacho, que ha demostrado tener la voluntad y las agallas de Bolivar y de Gandhi. Como Bolívar, Camacho, hijo de padres ricos, pudo elegir una vida de lujos y no necesitaba hacer nada de lo que está haciendo, sin embargo, arriesgó su patrimonio por la causa de la libertad. Pero no solo su patrimonio, también su vida y su libertad.  Y analogamente a Bolívar quien en un acto de temeridad cruzó los Andes, algo que nadie creía posible, Camacho viajó a La Paz. Así como Gandhi enfrentó al Imperio Británico sólo con la palabra y la fe y ganó los corazones de los indúes hasta que fueron millones, Camacho hoy también usa la palabra y la fe para poner nervioso y doblegar a un régimen armado y acostumbrado a resolver las cosas con palos y balas, con odio, insultos y mentiras prefabricadas. Esa voluntad y esa valentía contagian y así debe ser, debemos estar convencidos que tenemos la verdad y la justicia de nuestro lado. Tenemos que estar convencidos que el 70% de la población (no me trago el cuarenta y tanto por ciento que sacó el MAS y no creo que tenga más del 30% de apoyo), tiene el poder para acabar con esta tiranía. Tenemos que tener claro que no es una opción legarle a nuestros hijos 10 o 20 o 50 años más de un gobierno opresor.
Estamos en la hora más oscura, donde por momento creemos que no tenemos nada, donde la tiranía juega a cansarnos (yo no creo que esto se resuelva en dos días más). Pero la hora más oscura antecede al alba, donde empieza a clarear. Puede parecer poco, pero tenemos lo mismo que en el momento más difícil tuvieron Churchill, Bolívar y Gandhi: una voluntad inquebrantable, la convicción de tener la verdad y la justicia de su lado y el apoyo de un pueblo cada vez más consciente y participativo. Tenemos un pueblo, que se sacudió el miedo y la apatía. Y mientras tengamos esa voluntad, seremos capaces de superar dificultades y contratiempos, seremos capaces de caer y levantarnos, seremos capaces incluso de perder batallas que nos prepararán para la victoria última, para la victoria de la libertad. 
Santa Cruz de la Sierra, 05/11/19
http://javierpaz01.blogspot.com/

7 comentarios:

Unknown dijo...

Asi es ...un joven tenaz al que tenemos que apoyar hasta el final... es por nuestros sucesores ...siga adelante Fernando !!!!

ACA dijo...

Sigue escribiendo Javier. Quiebra las paredes de la ignorancia. Inspira inteligencia a los que les falta y Animo a los debiles de caracter.

Daico dijo...

Muy buen artículo, lo comparto, la sabiduría mata ignorancia

Roxana dijo...

Buenísimo artículo!!

Unknown dijo...

Somos soberanos dignos y creyentes no podemos estar de parte de tanta injusticia. Sigamos apoyando al valiente Camacho

Chaly Vera dijo...

Bonitas palabras.
Churchill y Gandhi

Churchill: su país contra otro país
Gandhi, su etnia contra otra etnia

Aquí: los buenos contra los malos

Saludos

Julius dijo...

«...por eso no necesitamos inventar mentiras a cada momento...» Esa si que es una mentira y lo peor es que Ud. lo sabe y si no Ud. es un ciego sordo. La «oposición» miente como respira. Lo peor aún es que finalmente si no tienen que mentiras concerniendo el gobierno uno finalmente se dice que el gobierno no es tan malo que se diga y que la «oposición» está conformada por gente podrida y que Evo finalmente tiene razón, son unos racistas envidiosos. De todas las cosas que se dicen contra Evo, yo busco información para verificar y a cada vez resulta falso.

«Camacho hoy también usa la palabra y la fe para poner nervioso y doblegar a un régimen armado y acostumbrado a resolver las cosas con palos y balas, con odio, insultos y mentiras prefabricadas.» Es bien al contrario y a Dios es mejor no mezclarlo, pues los peores crimenes de la humanidad han sido hechos "a nombre" de Dios. Quién usa Dios para estos problemas no es cristiano.