sábado, 16 de noviembre de 2019

Secuestrados por el terrorismo

Javier Paz García
Winston Churchill dijo una vez, refiriéndose a la política de apaciguamiento del primer ministro británico Neville Chamberlain que “a nuestra patria se le ofreció entre la humillación y la guerra. Ya aceptamos la humillación y ahora tendremos la guerra".
A estas alturas queda claro que la estrategia del MAS es convulsionar el país para lograr ciertas concesiones, entre las que se encuentran el retorno de Evo y mantener la personería jurídica de un partido que más que eso es una asociación criminal. Que nadie crea que la convulsión es fortuita y espontánea; ésta sigue directrices directrices al más alto nivel y debemos tener claro que si Evo Morales quisiera la pacificación, ya la tendríamos, porque quienes bloquean el Chapare y quienes vandalizan en El Alto y La Paz siguen sus órdenes de manera militante. Ya hemos visto que ni siquiera se manifiestan por convicción, sino que son pagados, con dinero que robaron del Estado o proviene del narcotráfico.
Este modus operandi de generar violencia para luego, venir y proponer negociar y conseguir consesiones es típico del MAS. Lo hicieron en Sucre para evitar la posesión de Hormando Vaca Díez como presidente, lo hicieron para conseguir la aprobación de la nueva constitución y lo están haciendo ahora. Sus hordas causan desmanes, según instrucciones de la cúpula y luego aparecen personeros del MAS “preocupados” por la situación ofreciendo soluciones que puedan apaciguar las aguas, ofreciendo diálogos de sordos. Hasta ahora los bolivianos de bien hemos cedido a la presión de los violentos. El problema de esto, como bien lo advirtió Churchill, es que no logra el apaciguamiento y la pacificación, sino que la alimenta. Los violentos, al ver que su estrategia funciona, la vuelven a utilizar una y otra vez. Hoy pareciera que estamos al borde de una guerra civil, con miembros de las FARC, cubanos y venezolanos en Bolivia apoyando al MAS, con la zona del Chapare como una especie de republiqueta independiente, bien armada y bien financiada por el narcotráfico y 14 años de impunidad y libertad total para operar y grupos vandálicos armados en todo el país que hieren y matan a personas desarmadas, que como torbellino destrozan lo que encuentran a su paso y causan el terror de hombres, mujeres y niños inocentes. Evo Morales subió al poder gracias en parte a su política de terrorismo, a tal punto que muchos, en un acto de ingenuidad incomprensible, le dieron su voto el 2005 pensando que si él era el causante de la violencia y los bloqueos, siendo presidente, ya no le convendría seguir usando la violencia y los bloqueos y por tanto el país se pacificaría. Con ello lograron encumbrar a un terrorista al poder que instauró una tiranía que intentó ser eterna. Hoy quiere hacer lo mismo. Seríamos muy tontos si volvemos a caer. 
Yo creo en el diálogo, cuando es de buena fe. También creo que los valores y principios no se deben negociar y que no podemos ceder ante el chantaje y la violencia. Soy una persona de paz, pero también soy consciente que ceder ante el chantaje de la violencia, como lo indica Churchill, solo nos prepara para la guerra. Doy otro ejemplo, no fue Andrés Pastrana quien, cediendo zonas desmilitarizadas y dando otras consesiones a las FARC, logró la pacificación en Colombia, fue Álvaro Uribe, quien combatió a la guerrilla hasta su casi extinción. 
Si Evo quiere paz, está en sus manos instruir a sus grupos de choque y federaciones cocaleras, sabemos que siguen sus órdenes. Si opta por la violencia, hay que responder con todo el peso de la ley y encarcelar a los cabecillas y a los autores intelectuales que se encuentren en Bolivia. No podemos permitir que el terrorismo secuestre a todo un país.
 Santa Cruz de la Sierra, 16/11/19
http://javierpaz01.blogspot.com/

1 comentario:

Chaly Vera dijo...

Que espera el gobierno para restablecer relaciones con los yanquis, sellar un pacto de amistad y defensa y abrir las puertas a la DEA

Maduro inteligentemente le pidio a Putin su apoyo militar, hagamos nosotros lo mismo pidamos a trump que nos mande soldados y equipo militar y les entregamos el aeropuerto de Chimore por 10 años.

Ahh y saquen a Murillo, ese tipejo no sirve para nada

Abrazos