jueves, 11 de agosto de 2016

Un ejercicio de coherencia

Javier Paz García
La periodista Lupe Cajías escribe a finales de julio un artículo criticando las tergiversaciones de Evo Morales sobre su padre Huáscar Cajías (Evo Morales ¿miente, tergiversa o solo inventa? – Los Tiempos, 29/07/16). Efectivamente don Huáscar Cajías dignificó a la corte electoral de la época haciendo una labor reconocida por todos los actores políticos. A principios de agosto la señora Cajías ensalza a Fidel Castro (Fidel, la historia te absolvió – El Deber, 06/08/16) diciendo que “no es posible imaginar el desarrollo del continente, del mundo, sin la revolución Cubana”. No sé si la señora Cajías imagina que sin la existencia de Fidel no se hubieran desarrollado los teléfonos celulares o el internet que permiten que cualquier persona pueda ser oída por un potencial público planetario, o las biotecnologías que permiten alimentar a la creciente población mundial, cosas que realmente cambiaron el mundo. Más adelante la autora hace una apología de la dictadura diciendo que “Le tocó actuar en una época tensa. Probablemente en este siglo no se aceptaría su línea dura, el partido único, la censura a la prensa, la persecución de homosexuales, el exilio de tantos escritores y poetas”. Habría que aclararle a la apologista de Fidel que esas cosas tampoco eran aceptadas en la segunda mitad del siglo pasado y que, por ejemplo, la declaración universal de los derechos humanos ya tenía más de una década de existencia. ¡La autora hasta llega a afirmar que Fidel no intentó construir un culto a la personalidad!
Paradójicamente la periodista Lupe Cajías nunca hubiera podido escribir en Cuba contra Fidel, lo que ha escrito contra Evo en Bolivia y su padre tampoco hubiera podido servir con dignidad de haber sido el presidente de la corte electoral de Cuba, país de partido único donde las elecciones son una farsa. Si en su opinión, a Fidel lo absolvió la historia, a pesar de las miles de personas que mató, exilió y de los cientos de Huáscar Cajías a los que desacreditó, insultó y denigró, entonces un poco de coherencia tendría que llevarla a excusar a Evo por insultar, denigrar y mentir.
Yo no sé quiénes son los dueños de la historia, pero sé de miles de personas que no absuelven a Fidel por sus crímenes.
Santa Cruz de la Sierra, 07/08/16
http://javierpaz01.blogspot.com/

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