Javier
Paz García
El
Estado venezolano ha recibido en la última década tanto dinero como para
transformar la nación y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Hoy
Venezuela es el país de la escases, y como reza un dicho, no hay pan más caro
que el que no hay. Los ciudadanos de ese país, no importa si son ricos o
pobres, tienen que hacer peripecias para conseguir productos tan básicos como
la leche o el papel higiénico y por supuesto tienen que racionarse, tanto para
comer como para defecar.
Acusar
de esta suerte a la caída de precios del petróleo o a alguna conspiración
yanqui es una tontería: el precio del barril cuando Hugo Chávez asumió la
presidencia era de alrededor de 20 dólares, hoy está por los 50. Buscar las causas
de la crisis venezolana en el ineptitud de Maduro tampoco es correcto. Lo
cierto que la crisis comenzó a fraguarse el día que Hugo Chávez ganó la
presidencia de Venezuela por primera vez. La receta chavista es sencilla: tirar
la casa por la ventana y gastar, gastar y malgastar hasta morirse y en el
ínterin, gozar de una popularidad abrumadora y vivir una vida de rey. Después
de todo, el problema no será para Hugo Chávez quien ya está muerto, ni para sus
hijas que tienen asegurada una fortuna suficiente para vivir echadas de panza
en la mejor mansión suiza si así les place, y ni siquiera para el inepto de
Nicolás Maduro que no sufre de escases de papel higiénico, carne, leche y para
quien, ni siquiera su escases de materia gris es un problema y que también, con
toda certeza, ya tiene asegurada una sustanciosa herencia. Quienes sufren las
consecuencias del populismo son el 90% de los venezolanos que no tienen
contactos con los funcionarios de gobierno, no pueden conseguir privilegios
especiales y tienen que hacer cola para comprar una cantidad racionada de
productos básicos. Hoy Venezuela está peor que en 1998, y lo grave es que no se
vislumbra una salida. Maduro va a salir algún día y el chavismo seguramente se va
a acabar, pero la situación paupérrima a la que estos maleantes han conducido a
Venezuela no se arregla con un cambio de régimen y ni siquiera con un par de
años de buenas políticas.
Los
venezolanos están con la mierda hasta la nuca, y no tienen ni para papel
higiénico.
Santa Cruz de la Sierra, 19/04/15
http://javierpaz01.blogspot.com/
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