Javier Paz
García
En
1949 George Orwell (1903 – 1950) publicó la novela “1984”, que narra la vida de
un individuo que vive bajo un régimen totalitario que todo lo vigila, todo lo
sabe y mantiene a la población bajo el mayor control posible. Este régimen se
hace llamar el Gran Hermano. Desde entonces, no es infrecuente que se tilde de
Gran Hermano a un gobierno que trata de controlar, reprimir y saber todo lo que
hacen sus habitantes.
Saber
y controlar todo es el nirvana de cualquier dictador. Pero incluso líderes que
no podemos calificar de dictadores tienen la tentación de aumentar su poder y
entrometerse en las vidas ajenas. El gobierno de Barack Obama se encuentra
actualmente en esa situación. El problema es que Obama no es presidente de
alguna nación sudamericana donde los gobernantes están acostumbrados a invadir
la privacidad y violar la ley con impunidad. Los norteamericanos son muy
celosos de sus libertades civiles y políticas y su derecho a la privacidad; y
enterarse que el gobierno tiene acceso a millones de llamadas telefónicas,
correos electrónicos o conversaciones de Facebook no les ha gustado para nada.
Ellos tienen claro que el poder del gobierno debe tener ciertos límites y que
los gobernantes deben respetarlos. Richard Nixon, tuvo que renunciar a la
presidencia por un escándalo similar: el espionaje de las oficinas del partido
demócrata en Watergate. Hoy Obama no pretende espiar a un partido, sino a toda
la población. De pronto el presidente que suscitó tantas esperanzas en su país,
que afirmó que tendría la administración más transparente se ve envuelto en
oscuras aventuras de espionaje a su misma población: una acción más propia de
dictadores que de quien se autodenomina “líder del mundo libre”. A eso se suma
el escándalo por la utilización de la agencia de impuestos para amedrentar a
organizaciones civiles vinculadas al partido republicano y vemos que poco o
nada hay de transparente y ejemplar en la conducta del gobierno norteamericano.
Los
ciudadanos estadounidenses tienen todo el derecho de sentirse indignados por el
accionar del gobierno de Obama, similar al Gran Hermano orwelliano. Es
importante que hagan sentir esa indignación para forzar al gobierno a ponerle
un alto a su accionar. Sería fabuloso que ese ejemplo también lo siguieran los
ciudadanos de todo el mundo contra las medidas abusivas de sus gobiernos.
Santa Cruz de la
Sierra, 16/06/13
http://javierpaz01.blogspot.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario