Javier Paz
García
Mejor
que catalogar a los políticos como de izquierda o derecha es hacerlo de acuerdo
a si sus postulados y propuestas amplían las libertades de los ciudadanos o las
reducen. Antes que nada es importante resaltar que los tipos de libertades que
podamos definir están íntimamente ligadas unas de otras y que no se puede
afectar a una sin afectar a otras. Hecha esta aclaración podemos catalogar las
libertades en políticas y civiles por un lado, y económicas por otro. Las
libertades civiles y políticas tienen que ver con la capacidad de los
individuos de participar en el proceso político, de elegir a sus gobernantes,
de expresarse libremente y sin miedo a represalias, de practicar la religión de
su gusto, de hacer prensa independiente, de no ser encarcelado sin justa razón,
de tener derecho al debido proceso. Las libertades económicas tienen que ver
con la existencia de la propiedad privada, su uso y usufructo. El derecho a poseer
y disponer libremente de bienes y servicios, a exportar e importar sin trabas
del Estado, a no ser apabullado por impuestos y cargas fiscales, a invertir y
desinvertir de acuerdo a la conveniencia de cada uno es parte de las libertades
económicas. Por ejemplo, cuando el Estado ordena a qué precio se puede vender
un producto, sea un pedazo de tierra o la carne de pollo, está reduciendo la
libertad de los legítimos dueños de tanto de la tierra como del pollo. Lo mismo
cuando prohíbe la exportación de productos o impone restricciones a los medios
de comunicación. A su vez, si el Estado le impone al ciudadano un impuesto de
digamos 50% de su producción, podemos decir que la propiedad privada es una
farsa ya que el Estado es dueño de la mayoría de su ganancia, sin tener que
trabajar ni correr riesgos para adquirir dicha ganancia; el riesgo y el trabajo
lo pone el ciudadano y la ganancia la recibe el Estado.
Como
dije antes, las libertades están íntimamente relacionadas, porque por ejemplo
un país donde el Estado es dueño de toda la propiedad no puede tener prensa
libre, ni sindicatos libres, y como todos dependen del Estado, nadie puede
criticarlo sin correr el riesgo de perder su trabajo y sus beneficios. Es por
eso que la institución de la propiedad privada es fundamental e imprescindible
para preservar las libertades políticas y civiles.
La
disyuntiva entre libertad versus opresión es un mejor parámetro para definir a
los políticos. En vez de preguntarnos si tal o cual es de izquierda o derecha
es mejor preguntarnos quienes proponen ampliar las libertades civiles políticas
y económicas de la población versus quienes proponen ampliar el poder del
Estado a costa de reducir las libertades citadas y desproteger a los
ciudadanos. Con este parámetro podemos darnos cuenta de que muchos políticos
que son encasillados en espectros opuestos de la izquierda y la derecha son a
menudo la misma cosa.
Santa Cruz de la
Sierra, 19/07/2012
http://javierpaz01.blogspot.com/
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