Javier Paz García
A medida que pasan los días de enclaustramiento, más personas se preguntan qué será de sus empresas o qué medidas pueden tomar para sobrevivir. El propósito de esta nota es dar algunas recomendaciones generales.
Diagnóstico
Ya en la antigua Grecia el Oráculo de Delfos recomendaba conocerse a sí mismo. Esto es mucho más difícil de lo que podría parecer. Conocerse a sí mismo es una tarea sin fin y también se aplica a la empresa. El primer paso que los líderes de una empresa pueden hacer es evaluar la situación actual de la misma. ¿Tenemos un negocio viable? Debe ser la primera pregunta de nuestro diagnóstico. Tal vez la respuesta es más compleja que un simple sí o no, pero tener claro por qué tenemos un negocio viable nos puede dar luces para enfocarnos. Por otro lado, incluso si la respuesta es no, saberlo y tomar medidas para acorta la agonía, permite liberar recursos (capitales y personas) para que vayan a otros sectores que agregan valor.
Probablemente en esta evaluación primen cuestiones financieras y de flujo de caja porque de ahí vendrán los golpes. Por ello es primordial ver la evolución de nuestras ventas, inventarios, cuentas por cobrar, cuentas por pagar, gastos administrativos, nuestras inversiones y nuestras deudas bancarias y entender el por qué detrás de cada número.
Aunque la crisis haga resaltar los aspectos financieros y de flujo, el análisis puede ir más allá, entendiendo fortalezas y ventajas competitivas, áreas que pueden ser terciarizadas, evaluando el modelo de negocios, la cartera de clientes, la cultura, el personal, etc. No haga esto solo, involucre a se equipo, genere debate, busque opiniones externas. Cómo en medicina o mecánica, el diagnóstico inicial es la base para la toma de decisiones; un mal diagnóstico nos puede llevar a la receta equivocada.
Escenarios
No sabemos cómo será el futuro y pretender predecirlo es de limitada utilidad. Una mejor alternativa es desarrollar escenarios. Una forma sencilla es por ejemplo plantear tres escenarios: 1) caída del 10% de las ventas, 2) caída del 30% de las ventas y 3) caída del 50% de las ventas y ver qué tipo de estructura necesita la empresa para sobrevivir a cada uno de estos escenarios. Por supuesto pueden modelarse situaciones dinámicas y multivariables, por ejemplo, una caída de las ventas 40% por los próximos dos meses con una recuperación de 5% mensual para adelante, además de un aumento de 20% de sus cuentas por cobrar. Y pueden hacerse cosas más sofisticadas como análisis Monte Carlo con curvas normales de distribución, aunque yo recomiendo que no se complique. Cada negocio es diferente y tendrá que desarrollar escenarios de acuerdo a sus circunstancias. Una fábrica de harina o una importadora de insumos médicos probablemente vea sus ventas incrementarse, mientras que para un restaurante modelar una caída del 10% de sus ventas tal vez sea demasiado optimista.
Plan de acción
Utilice los escenarios para elaborar posibles planes de acción. Los gringos tienen el lema Cash is King (el dinero es el rey), lo cual es aún más cierto en tiempos de crisis. Muchos negocios no van a la bancarrota por ser inviables, sino por falta de liquidez. Su plan de acción en el corto plazo debe estar enfocado en cuidar su dinero. Evalúe su estructura de capital y si tiene mucha deuda de corto plazo negocie con su banco para convertir una parte a deuda de largo plazo. Revalúe las compras futuras y en la medida de lo posible reduzca las compras, renegocie precios y plazos de pago. Priorice ventas al contado, desarrolle campañas de márketing para ello. Siga de cerca sus cuentas por cobrar, hable con sus deudores para entender su situación y ver planes de pago. Vea cuál es la estructura necesaria para sobrevivir en cada uno de los escenarios y los cambios que necesitará hacer. La metodología de Presupuesto Base Cero puede serle útil para evaluar y controlar sus gastos. Hay algunas cosas que necesitará cambiar sin importar cuál escenario se materializa, impleméntelas; otras dependerán de cómo va evolucionando la situación y pueden postergarse, especialmente si son costosas o difíciles. El futuro es incierto y dinámico y los escenarios y proyecciones se deben ir ajustando según tenemos nueva información
Aproveche la cuarentena
La cuarentena puede significar un enorme costo en términos comerciales y financieros para su empresa, pero esto no significa que deba ser un tiempo perdido. Hay muchas cosas que su equipo puede hacer en casa como elaborar o mejorar procedimientos y políticas de la empresa, evaluar líneas de negocios, buscar nuevos proveedores, buscar y ensayar software comerciales, desarrollar o revaluar la misión y visión de la empresa y muchas cosas que son relegadas por el día a día. Sea creativo, organice sesiones de brainstorming para generar ideas sobre qué pueden hacer ahora y cuando acabe la cuarentena para mejorar el negocio. Hay una infinidad de cursos, ensayos y videos en línea, gratis y pagados sobre todo lo que usted pueda imaginarse, marketing, ventas, finanzas, cadena de suministros, operaciones, Lean management, recursos humanos, liderazgo, administración de tiempo, comunicación, negociación, motivación, meditación, inteligencia emocional, cobranzas, economía, derecho, historia, etc. Ponga cualquiera de estas categorías en Google y tendrá horas de entretenimiento útil. Promueva cursos entre su equipo y evite desperdiciar su tiempo en el Whatsapp lamentándose de la cuarentena. Invierta su tiempo en las cosas que puede cambiar o que puede mejorar en su entorno, ya sean profesionales o personales y minimice el tiempo que invierte en las cosas que no puede cambiar.
Lidere y comunique
La influencia que el líder de una empresa tiene sobre el resto de los colaboradores difícilmente puede ser sobrevaluada en tiempos normales. En tiempos de incertidumbre, donde los niveles de estrés aumentan, nadie sabe lo que depara el futuro y todo mundo busca orientación, la importancia del líder es aún mayor. La actitud que el líder de una empresa tome en esta crisis será replicada a lo largo de la estructura. Muéstrese paranoico y generará paranoia en sus colaboradores. Actúe como quisiera que actúe el resto de su equipo. Muéstrese calmado, esto no significa ocultar información o pretender que no hay problemas, al contrario, la franqueza es vital y discutir los problemas abiertamente es el primer paso para encontrar las mejores soluciones. Sea proactivo, enfóquese en las cosas que se pueden hacer durante la cuarentena, por ejemplo, delegue a un equipo para que prepare el plan de bioseguridad una vez vuelvan a trabajar, otro para que analice la estrategia comercial en un entorno donde los pedidos online y el delivery van a incrementarse a costa de otros canales, etc. Cree equipos de trabajo para analizar problemas específicos, e involucre a cuantos pueda, la gente está ansiosa por trabajar y sentirse útil. Comunique buenas noticias, avances en la empresa, cómo se están preparando para afrontar el nuevo normal. Utilice herramientas como Whatsapp o Zoom. La gente está preocupada, ansiosa, estresada ante un futuro incierto. Manténgase en contacto con la gente y muestre empatía. Muchos emprendedores creen erróneamente que el propósito de su empresa es hacerles ganar dinero. En realidad, eso es una consecuencia de generar valor, resolver algún problema para alguien, de ayudar a otros. Las empresas prosperan en la medida en que ayudan a otros. Cuando termine la cuarentena, lo que sacará adelante a su empresa serán las personas: sus proveedores, sus empleados y sus clientes. Manténgase en contacto con ellos, esté atento a sus necesidades, vea cómo los puede ayudar.
Santa Cruz de la Sierra, 19/04/20
http://javierpaz01.blogspot.com/
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