Javier
Paz García
Si
usted naufragara en una isla desierta junto a otras dos personas desconocidas,
¿cuáles serían las obligaciones que se tienen entre sí? Usted no puede matar,
golpear o robarle a los otros sus pertenencias y viceversa porque nuestra
calidad de humanos e iguales entre sí (iguales en derechos) nos obliga a
respetar la vida, la libertad y la propiedad de los otros como también a exigir
su respeto para con nosotros. Más allá de este respeto mutuo usted no puede
obligar a los otros a que le construyan una casa, le provean agua, o le pasen
clases de aritmética; tal obligación implicaría una violación de la libertad de
los otros. Probablemente estas tres personas decidan colaborar para conseguir
el alimento, construir un refugio y cuidarse en la enfermedad, pero esta
colaboración es voluntaria y mutua y si uno de ellos decidiera irse a vivir
solo a otra parte de la isla y cortar contacto con los otros dos, estaría en
todo su derecho. Imaginemos que los tres náufragos son un médico, un profesor y
un arquitecto. ¿Eso implica que el médico está en la obligación de garantizar
la salud, el profesor la educación y el arquitecto la vivienda? Por su puesto
que no. El que cada persona tenga diferentes especialidades hace más
beneficiosa la colaboración mutua, pero no quita el hecho de que ésta tiene que
ser voluntaria, no obligatoria.
Aquí
tenemos test simple para entender qué es un derecho humano. Los verdaderos
derechos humanos se mantienen vigentes donde sea que nos encontremos y su
cumplimiento es obligatorio por parte de todos. Si usted y n personas están perdidos
en una isla, todos siguen manteniendo sus derechos a la vida, la libertad y la
propiedad; todos se deben respeto mutuo. Un test adicional para entender lo que
no es un derecho humano es que si su cumplimiento implica una transgresión de
los derechos a la vida, la libertad y la propiedad, entonces no es un derecho
humano. Un derecho es un obligación de todos hacia usted. Obligar a todos a
proveerle agua, salud o educación, implica coartarles su libertad y por tanto
no pueden ser derechos humanos.
Un
conocido adagio afirma que tus derechos terminan donde comienzan los derechos
del prójimo. Bajo esta premisa los llamados derechos de segunda generación
(salud, educación, servicios básicos) no pueden ser derechos humanos, porque su
cumplimiento implica la obligación de alguien de proveerlos y tal obligación
importa una violación de ciertas libertades que son la base de los derechos
humanos de primera generación, es decir de los verdaderos derechos humanos.
Santa Cruz de la Sierra, 12/01/17
http://javierpaz01.blogspot.com/
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