Javier
Paz García
¿Qué
me debe la sociedad a mí o a usted? ¿La sociedad le debe una casa, un auto,
medicinas y servicios de salud, educación desde el colegio a la universidad,
seguro de desempleo, pensión de vejez? Dependiendo de su corriente filosófica
la respuesta puede ser un sí completo o parcial, como lo da el comunismo, el
socialismo y los Estados de Bienestar modernos. Estas corrientes consideran
obligación del Estado cuidar a los ciudadanos como si fueran niños desde la cuna
hasta la tumba. Por supuesto, si el Estado es responsable de proveer estos
servicios, y para ello, confisca parte de la producción de los miembros de la
sociedad mediante impuestos, entonces es la sociedad la que paga estos
servicios.
Por
otro lado, los liberales creemos que es responsabilidad de cada persona adulta,
proveerse de los bienes y servicios que considere necesarios y dar a los hijos
el sustento, la salud y la educación. ¿Esto significa que para un liberal la sociedad
no le debe nada? No, la sociedad le debe respeto y protección de su vida,
libertad y propiedad. La sociedad le debe la libertad para perseguir sus
sueños, buscar riquezas, trasladarse de un lugar a otro y expresarse. La única
limitación que le impone es que sus acciones no atenten contra la vida y la
propiedad de otros.
Alguien
podría pensar, ¿por qué no tener una sociedad que provea todo y a la vez les dé
tanta libertad como un régimen liberal? El problema es que estos dos objetivos
son contradictorios. Tomando un caso extremo ¿acaso puede haber una prensa
libre si el Estado es dueño de la propiedad como sucede en los países
comunistas? Pero incluso en sociedades que intentan salvaguardar las libertades
individuales, la implementación de un Estado de Bienestar implica impuestos cada
vez más altos, lo cual es una confiscación de la propiedad y el trabajo ajeno,
implica cada vez más regulación y más restricciones a los ciudadanos.
La
noción de que la sociedad nos debe dar trabajo, casa, comida, salud y
educación, por un lado implica que cada uno de nosotros le debemos a los demás
estos beneficios y por otro lado autoriza al Estado a convertirse en juez y
promotor de un objetivo comunista que, si la historia sirve de lección,
inevitablemente lleva a totalitarismos nefastos.
Por
el contrario, los Estados liberales, al poner la obligación del bienestar de
cada persona sobre sí mismo conduce a sociedades con mejores niveles de salud,
educación, riqueza y bienestar.
Santa Cruz de la Sierra, 26/01/15
http://javierpaz01.blogspot.com/
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