Javier Paz
García
Cada
cierto tiempo aparece alguien afirmando que Jesucristo perteneció a tal o cual
ideología política. El último de ellos fue Evo Morales quien dijo que el Mesías
fue socialista. Tal afirmación importa un anacronismo, porque hace dos mil años
no existía el socialismo. Sin embargo, no es ilícito deducir coincidencias
entre las enseñanzas de Jesús y las de alguna doctrina política. Verbigracia, los
socialistas podrían citar a Mateo 19, 24: “Es más fácil que un camello pase por
el ojo de una aguja a que un rico entre en el Reino de los Cielos", para
justificar que Jesús fue un precursor de sus ideas. Un poco más adelante, en
Mateo 25, 14-30, la parábola de los talentos, sirve para condenar el igualitarismo
socialista y justificar el uso del esfuerzo propio para la generación y
acumulación de riqueza. Es que la Biblia, desde el Antiguo Testamento con un
Jehová celoso y vengativo hasta el Nuevo con un Dios de amor, abunda en
contradicciones y ambigüedades que pueden ser utilizadas para justificar muchas
ideas opuestas entre sí.
Más
allá del anacronismo, existe una razón cardinal por la cual Jesucristo no pudo
haber sido ni socialista, ni liberal. Ambas doctrinas son materialistas (sin
ninguna connotación peyorativa). Son materialistas porque postulan formas de
utilizar los bienes materiales en una sociedad y postulan formas de gobierno de
hombres para los hombres. El socialismo y el liberalismo nada tienen que decir
sobre Dios, la otra vida, la existencia del cielo o el infierno y cuales
acciones nos llevan a ellos. No es que nieguen la existencia de Dios o de la
otra vida; ni la niegan ni la afirman, de la misma manera que nada tiene que
decir la ciencia de la medicina sobre la astronomía.
En
cambio las enseñanzas de Jesús, aunque tienen implicaciones éticas para este
mundo, postulan la existencia un mundo posterior y tratan de guiarnos hacia él.
El mismo Jesús fue claro sobre la diferencia entre los gobiernos de los hombres
y el gobierno de Dios cuando, al ser preguntado sobre un tema impositivo,
respondió “Dad al César lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” (Lucas
20, 25) y al ser consultado por Pilatos si era rey, contestó “Mi reino no es de
este mundo” (Juan 18, 36).
Una
acotación final. Mientras los liberales siempre han postulado la creencia
religiosa como algo íntimo y un derecho de los hombres, los socialistas
históricamente han sido ateos y han combatido la religión. Una razón más para
rechazar que Jesús haya podido ser socialista.
Santa Cruz de la
Sierra, 04/08/13
http://javierpaz01.blogspot.com/
2 comentarios:
Tienes muy buenos artículos. Me pregunto si no tienes un facebook en el que se pueda seguirte.
Muchas gracias. En este blog publico todos mis artículos, por lo que no es necesario seguirme en Facebook.
Saludos,
Javier
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