Javier Paz
García
La
democracia es necesaria para evitar la tiranía y preservar libertad y la paz en
una sociedad… es necesaria pero no suficiente. Hay ciertas instituciones que
más bien no deben subordinarse a los designios de mayorías circunstanciales. Un
ejemplo es el sistema de justicia. Si una actriz, un futbolista o un político
con alta popularidad cometen un delito, la sentencia no debe depender de la
opinión de la mayoría, sino de una interpretación imparcial de la ley.
Que
una opinión sea mayoritaria de ninguna manera significa que sea verdadera. Hace
apenas quinientos años la mayoría consideraba que el sol giraba alrededor de la
tierra; por supuesto, la mayoría estaba equivocada.
Es
frecuente que quienes desempeñan funciones políticas busquen el apoyo de las
mayorías. Después de todos, la popularidad es para el político lo que el lucro
es para el empresario. Por supuesto, así como hay formas honestas y deshonestas
de lucrar, también hay formas éticas y no éticas de ganar popularidad.
La
señora Angélica Sosa, hace poco justificó el accionar del ejecutivo municipal
argumentando que según una encuesta, el 97% de la población apoyaba al alcalde
de Santa Cruz. Utilizando esa lógica, Hitler hizo bien en invadir Austria,
Checoslovaquia y Polonia; Hugo Chávez, cuyas encuestas lo ponen por encima de
cualquier contrincante, hizo bien en destruir el Estado de Derecho en Venezuela y
Evo Morales que alcanzó el 80% de popularidad y sigue encabezando las encuestas
hizo bien en ordenar el asalto al hotel las Américas, aprobar una constitución
en un cuartel con muertos de por medio, cercar el congreso con miles de
manifestantes amenazando de muerte a los parlamentarios y perseguir a la
oposición política.
En
caso de que la encuesta a la que se refiere la Sra. Sosa sea cierta, ésta
demuestra la ignorancia o el poco aprecio que la mayoría del pueblo cruceño
tiene por ciertos principios como el Estado de Derecho, la separación de
poderes, la probidad de los funcionarios públicos y otros etcéteras. La encuesta
habla mal del pueblo cruceño, pero de ninguna manera justifica el accionar del
alcalde (a menos que la justificación se base en principios maquiavélicos).
Otra
falacia del ejecutivo municipal es mezclar el buen trabajo que el alcalde hace
en cuanto a pavimentación de calles y otras obras públicas, por las cuales
merece todo el reconocimiento, con su actuación con el consejo municipal por la
cual merece el más enérgico reproche.
La
razón y la justicia no se sujetan a lo que opina una mayoría circunstancial y
aunque el 99% apoye al alcalde, su actitud de desprecio hacia el consejo
municipal, de matonaje hacia los concejales, su utilización de funcionarios
públicos disfrazados de vecinos energúmenos, y su comportamiento propio de un
caudillo merecen el rechazo de los muchos o pocos habitantes de esta ciudad
tengan dos dedos de frente y cierto aprecio por los valores democráticos.
Santa Cruz de la
Sierra, 22/06/12
http://javierpaz01.blogspot.com/
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