Javier Paz
García
Miguel
de Cervantes imaginó una historia donde uno de sus personajes, llamado Sancho
Panza, hombre simple, de orígenes humildes, poco instruido, guiado por refranes
populares era falsamente posesionado como dueño de una isla. La intención de
los promotores de la farsa era simplemente tomarle el pelo a Sancho y reírse a
costa suya. Y éste, luego de pasar hambre, sueño y otras vicisitudes, decide
abandonar el gobierno de la isla y seguir de escudero.
En
Bolivia, la ficción se hizo realidad y tenemos en el presente un gobierno de
ineptos e ignorantes acabados. Tristemente, a diferencia de la ficción, los
resultados no son inocuos y el país está encaminado al desastre. Hemos
retrocedido en democracia, en derechos humanos, en independencia de poderes, en
institucionalidad, en la idoneidad de los servidores públicos, en lucha contra
la corrupción, en libertades civiles y políticas como la libertad de expresión
y la presunción de inocencia. Hemos desaprovechado la mejor coyuntura económica
de la historia de Bolivia creciendo a ritmos inferiores a nuestros vecinos. El
gobierno ha ahogado la iniciativa privada, ha privilegiado el clientelismo
político y ha creado una docena de empresas deficitarias. Tenemos un yatiri en
el Tribunal Constitucional que juega a las adivinanzas con hojas de coca para
decidir sus fallos. Nuestra diplomacia es improvisada, ineficaz y
contraproducente. Los odios raciales y regionales han sido exacerbados por el
propio gobierno. La constitución es un pedazo de papel válido solo cuando le
sirve al gobierno. Existe persecución política y existe a la vez un Estado cada
vez más débil, incapaz de frenar la delincuencia, incapaz de impedir un bloqueo
aunque los bloqueadores sean apenas cinco pelagatos, incapaz de frenar el
contrabando y el crimen organizado.
Pero
no todo es malo. A cambio tenemos un aumento del Bonosol, tenemos unos cuantos
bonos más que en unos años no se van a poder pagar, tenemos el mejor aparato de
propaganda política que el dinero puede comprar, tenemos un presidente que en
el extranjero todavía genera esperanza entre algunos ingenuos y
bienintencionados y risas en todos los demás. Y tenemos una nueva filosofía de
la bellaquería que dará para la risa y el disfrute de generaciones venideras.
Porque si algo valioso y digno de la posteridad ha producido este gobierno, son
las Evadas y las Choquehuancadas que, incluso en la desolación de tener el
gobierno que tenemos, nos dan tanta risa y tanto tema de charla y tertulia.
Santa Cruz de la
Sierra, 04/05/12
http://javierpaz01.blogspot.com/
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