martes, 27 de mayo de 2008

Homenaje a las madres

Javier Paz García

Durante buena parte de mi época de colegio, antes del primer día de clases, mi madre nos paraba a su lado a todos sus hijos y nos daba un sermón que año tras año era más o menos similar: ser educado con los profesores, prestar atención en clase, hacer las tareas, no robar, hacernos respetar, ser respetuoso con nuestros compañeros y sobre todo ser respetuoso con nuestras compañeras. Entre las cosas que tengo que agradecerle a mi madre están esos constantes sermones; su preocupación de que no salga desabrigado durante un surazo o mal vestido para una fiesta; que coma verduras; que no fume; la trascendental conversación en la que me convenció de que me vaya a estudiar al exterior, y el tremendo sacrificio económico y familiar que esa decisión implicó.

También tengo que agradecer a mis abuelas, tías e incluso desconocidas por las muchas veces en que me han tratado como un hijo. Por ejemplo me acuerdo que mi aya gozaba de vernos comer “reponchada” (así le llamábamos a todos los dulces y ñañacas que ella siempre tenía disponible para sus nietos); mi otra abuela nos pelaba naranjas incesantemente dándonos la opción de que el hueco de la naranja sea plano o cónico (un hueco cónico permitía que se acumule el jugo al exprimir la naranja, por lo tanto era mi preferido); Cuando era chico mi tía Ceci jugaba conmigo a nombrar las capitales del mundo y tal vez de esa manera despertó mi curiosidad y deseos de viajar. Mi tía Ini es una santa por llevar turbas de muchachos, propios y ajenos, a su estancia, estando atenta a si ya comimos, si tenemos protector solar, si no nos estamos alejando mucho de la playa, etc, etc. Mi tía Teresita no me trató cuando me comí ocho donuts de un saque. O Eda quien sin conocerme me hospedó un par de semanas en su casa y me trató como a un hijo durante mi estadía en Italia.

El amor y la preocupación de una madre por sus hijos van más allá de toda lógica. No tiene sentido tratar de explicarlos. Lo único que uno como beneficiario puede hacer es recibirlo, aprovecharlo y agradecerlo. Por ello a mi mami, a mis madres y a todas las madres les agradezco de todo corazón.

Solo les tengo una pregunta: ¿Quién inventó esa frase desgraciada, copiada, usada y abusada por todas las madres del mundo que dice: “!mientras vivás bajo este techo la que manda soy yo!”?

La Paz, 22/05/08

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,

Te quería preguntar que opinión te merecen los siguientes libros:

El Jefazo de Martín Sivak
Ciudadano X de Emilio Martinez

No tiene nada que ver con tu post, pero valoro tu opinión.

Tampoco se si ya los leíste, pero me imagino que habrás escuchado opiniones sobre el mismo y ya a estas alturas te habrás formado alguna opinión.

Gracias,

Javier Paz dijo...

Anónimo:
No he leído ninguno de ellos. Mi padre me dice que “Ciudadano X” es muy bueno.
Sobre “Jefazo”, entiendo que es una crónica de las actividades presidenciales de Evo Morales. El autor es Sivak quien profesa una admiración por Morales, por lo tanto podemos esperar que el libro tenga un tono de admiración y cariño hacia Evo. He leído de Sivak “El dictador elegido” que trata sobre el General Banzer. Me pareció un libro bastante bueno, pero bastante unilateral. En el libro solo se critica a Banzer y se enfocan sus aspectos negativos. Por contraparte puedo suponer que “Jefazo” es un libro que seguramente se enfoca principalmente en las virtudes de Morales, que sin duda las tiene, como las tenemos todos.
Sin lugar a dudas que tener la oportunidad de seguir la agenda y la vida diaria de un presidente es de por sí interesante. Evo no es ni un monstruo ni es un santo, y seguramente llegaremos a esa conclusión luego de leer el libro.
Mi experiencia con Sivak es que es de fácil lectura, sus libros contienen información interesante y lo único que hay que tomar en cuenta es que no es neutro en su enfoque. "El dictador elegido" tenía el objetivo de desacreditar a Banzer, probablemente "Jefazo" tiene el objetivo de ensalzar a Evo. Mientras lo leas tomando eso en cuenta, estoy dispuesto a afirmar que es un buen libro.
Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias por tu opinión al final me compraré ambos...

pd.- También leí el dictador elegido, lo consideré bastante entretenido...