Javier Paz García
Evo Morales y el MAS se jactan de pertenecer a “la cultura de la paz”, a “la cultura del diálogo”. Veamos…
Evo Morales es tal vez el personaje que ha protagonizado el mayor número bloqueos de caminos de toda la historia de Bolivia. Su gobierno se ha caracterizado por decretazos impuestos sin el menor consenso. Bolivia se encuentra con una serie de demandas y arbitrajes internacionales, precisamente por la incapacidad del gobierno de dialogar y consensuar. El discurso de Morales abunda en enemigos números 1, traidores, imperios, oligarcas, mamaderas, 500 años, difícilmente un discurso de diálogo y paz.
Su vicepresidente habla de guardar fusiles bajo el poncho, y comete la canallada de engañar a la oposición convocando al “diálogo” en la vicepresidencia, para luego dejarlos encerrados bajo un cerco de campesinos “pacifistas”, mientras él lleva a cabo una sesión de Congreso donde no permite el uso de la palabra a parlamentarios de la oposición ¡vaya dialogador! En la misma jornada, esos mismos campesinos, militantes del MAS y pertenecientes a la “cultura del diálogo” agraden físicamente a dos mujeres diputadas que pretendían ingresar al Parlamento.
Antes de que ocurra la tragedia de Huanuni, el Ministro de Minería de ese entonces, en una muestra clara de su bagaje de diálogo y pacifismo ofrece cajones para los muertos (¿Habrá entregado los 16 ataúdes que prometió?).
El proyecto de constitución del MAS es rechazado por gran parte de la población, precisamente porque este partido pretendió imponerlo y nunca quiso dialogar, a tal punto que decidió aprobarlo sin mayor debate, en un lugar recóndito de Oruro, protegido por cercos de militantes.
Sus ponchos rojos en un acto que hace honor a la “cultura de la paz” a la que pertenecen, degollan perros y amenazan con hacer lo mismo con ciertos líderes del oriente boliviano.
La emboscada de San Julián para el cabildo del millón, los cercos al Congreso, la quema de la prefectura de Cochabamba, el asesinato de Cristian Urresti, la fallida toma de Viru-Viru, la represión con 3 muertes y centenas de heridos en Sucre, los actos vandálicos durante los referendos autonómicos, los ofrecimientos de permitir plantar coca en Yapacaní a quienes obstaculicen el referéndum del 4 de mayo, la quema de ánforas, los discursos generadores de odio del presidente Morales, los no sé cuantos muertos que lleva este gobierno, los compromisos incumplidos, la confiscación del IDH, los insultos a Alvaro Uribe, Alan García, a la Unión Europea y todos aquellos que no comparten el proyecto político del presidente, las agresiones a periodistas, el secuestro de un ciudadano por parte del Ministro de Gobierno, el seguimiento y espionaje a personas de oposición, el acoso a las autoridades judiciales, el no reconocimiento de los resultados de los referendos autonómicos, son algunos de los elementos por los cuales podemos juzgar que si hay algo totalmente ausente en el MAS es la cultura del diálogo y la búsqueda de la paz.
Pero incluso a pesar de toda esta evidencia, de tantos hechos incontrovertibles que atestiguan lo contrario, Evo Morales, su vicepresidente, sus ministros, sus senadores, diputados, y todos sus dirigentes se siguen llenando la boca con que pertenecen a la cultura del diálogo y la paz… es que para ser masista es necesario ser cínico, ciego o bruto.
La Paz, 11/06/08
Master en economía
1 comentario:
Muy bueno este articulo. Se las nombras todas al gobierno contrastado con la imagen y el discurso que presenta. Sale a lucir el claro cinismo y politiqueria fallida del gobierno.
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