viernes, 27 de abril de 2007

Diario de viaje VI

Miércoles 18 de abril
Cali, Colombia
11:59
Estoy de paso por Cali, rumbo a Popayán. Voy a almorzar una sopa de mondongo y carne con frijoles. A ver que tal… El mondongo es una sopa de panza, estuvo buena.

Miércoles 18 de abril
Popayán, Colombia
20:09
¡Hoy monté a caballo! Pero no los 20 minutos que yo esperaba, sino 2 a 2 horas y media. Tremenda macurca la que me espera mañana. Los recuerdos que me trae está finca no tienen precio: el olor de un caballo es el mismo en Colombia o en Bolivia. Montar a caballo, escuchar un arroyo corriendo, respirar aire el aire puro y fresco del campo, oler la lluvia, etc. Y algo más: la habitación en la que estoy huele exactamente igual a la casa de “San Javier”, la estancia de mi niñez. ¡Es como estar en Santa Cruz! Juan Miguel está hablando con Andrés, mientras escribo estas líneas, luego vamos a comer lomito de un novillo que se desnucó hace unos días. ¡Delicioso! James Brown se va a morir cuando lea esto.
Está lloviendo a cántaros y si me quedo en esta habitación respiro mi infancia, si salgo respiro tierra mojada y campo, ¡qué más puedo pedir!... el lomito que se viene. Tengo que agregar que Juan Miguel me tiene a punta de aguardiente Caucano. Desde que salimos a cabalgar hasta ahora, está grave la cosa. Pero va a estar buenísima la dormida; cansado, chupau y con olor a “San Javier”. Voy a dormir como rey.

Jueves 19 de abril
20:34
Hoy volvimos de la finca a Popayán. Estuve la mañana en internet y la tarde paseando por la ciudad con Juan Miguel. Él es diputado regional en el departamento del Cauca y tiene dos escoltas armados asignados por el Gobierno Regional, así que estuve todo el día escoltado por dos guardaespaldas.
Tengo que lavar mi toalla que anoche me dejó oliendo a popí. Voy a leer y mañana sigo escribiendo.

jueves, 26 de abril de 2007

Diario de viaje V

Miércoles 18 de abril
Pereira, Colombia
8:02
No pude seguir escribiendo ayer a causa del bus. Decía que en la familia Enciso había mucho amor y mucha unión, en muchos sentidos es una familia similar a la mía. Don Hector Rodríguez es un señor muy berraco y estar con él es una berraquera. Ayer conocí a Andrés y Jorge, los dos hijos menores de los Enciso. Ellos están iniciando una cadena de cocktails y helados llamada Cocoloba. Con Andrés nos pasamos la tarde entera charlando del proyecto, me pareció muy interesante. En realidad a lo que ellos apuntan es a captar inversiones de terceras personas para generarles ingresos pasivos. El proyecto me pareció serio y bien organizado aunque todavía en su infancia. Ojala las vaya bien.
Ya hablé con Juan Miguel, el hermano de Andrés Angulo y me está esperando en Popayán. ¡Voy a montar a caballo luego de años! En otras palabras, me via´ partir el trasero.
En Colombia está candente el tema de la parapolítica – vínculos entre políticos y paramilitares. Los paramilitares (también llamados paracos) se crearon como grupos de autodefensa y defensa a sueldo contra la guerrillas de izquierda y degeneraron en grupos terroristas y narcotraficantes. Los paracos nacieron debido a la inhabilidad del Estado de proteger a los ciudadanos. Hoy el Estado está cumpliendo ese rol y por lo tanto los paracos no tienen razón de ser y son un grupo terrorista más. Las guerrillas nacieron por la corrupción de los gobiernos y porque antes solo existían dos partidos políticos – conservadores y liberales – en guerra constante y cualquier grupo alternativo que trataba de surgir era eliminado, incluso mediante la eliminación física de sus miembros, por estos partidos. Por lo tanto la violencia en Colombia data de mucho antes del surgimiento de las guerrillas y es más bien uno de los factores que dieron nacimiento a ésta. La violencia ha sido tan común, larga y generalizada en este país que la gente se refiere a “la violencia” casi como si fuera una entidad física, una institución.
Hoy en día Colombia goza de plenas libertades y garantías por parte del Gobierno y cualquier ciudadano puede expresar sus puntos de vista, formar su partido político y acceder al poder de forma democrática, por lo tanto la guerrilla no tiene una razón válida para existir. Pero existe y sigue insistiendo en llegar al poder por las armas.
A Pastrana mucho se le critica por haber cedido todo a la guerrilla, pero Don Guillermo, en un análisis muy similar al que me hizo Andrés Angulo meses atrás, dice que ese fue un paso necesario, una etapa que debía quemarse. Las negociaciones de paz mostraron que la guerrilla no tiene palabra, no tiene intenciones de buscar la paz y revelaron al pueblo colombiano y al mundo la verdadera cara de la guerrilla. El desprestigio político que sufrió la guerrilla por haberle tomado el pelo a Pastrana – y al pueblo colombiano – permitió el ascenso de Uribe al poder y un apoyo masivo de su política de mano dura. Los avances en seguridad desde que está Uribe son evidentes. Antes era altamente riesgoso viajar por tierra, hoy son pocas las áreas de peligro. Los secuestros, asesinatos y coches bombas no son cosa común y los colombianos empiezan a redescubrir lo que es vivir en paz y con seguridad. Todavía queda mucho por hacerse; los grupos armados están golpeados pero vivos. Roguemos porque Colombia alcance la paz.

Diario de viaje IV

Domingo 15 de abril
Popayán, Colombia
22:15
Hoy lavamos mi ropa con la señora Marthica (ella la lavó, yo la colgué). La señora es un amor de gente (me tiene prohibido que le diga señora) y con Don Guillermo se llevan muy bien. El le escribió el soneto que transcribo a continuación:

PARTITURA
Por: Guillermo Enciso Arbeláez.

Cual campana feliz del Dios benigno
que anuncia bendición cuando repica,
es así la presencia de Marthica
pues de bondad en ella todo es signo.

La luna, el sol y todas las estrellas
como el viejo, el adulto y hasta el niño
a ella ven y saludan con cariño
por tener de virtudes las más bellas:

Adoquiera que vaya, su ternura
lleva prendas de paz y de alegría
y alivio a las angustias, su dulzura.

Tanta fineza en ella encontraría
quien busque del Creador la partitura
que gozoso su canto entonaría.
Manizales, Abril 11 de 2005

Me pareció un detalle muy bonito (además que el soneto esta bien hecho) y creo que vale la pena compartirlo. Con la familia Enciso, Don Héctor y dos señoras más hicimos una caminata de 3 horas y media por unas pendientes bravas. Respiré ese aire agreste, puro del campo y sentí después de mucho tiempo el maravilloso olor del umbacá (mierda de vaca). Tomé un montón de fotos del paisaje y de flores silvestres. En el almuerzo Marthica cocinó un plato sencillo pero sabroso, con ese gusto que solo tiene la comida casera. Todos dormimos una siesta y por la tarde fuimos con Don Guillermo y Juan Carlos a tomar café a Juan Valdez. Don Guillermo es profesor de sociología y las charlas con él son muy entretenidas. Ale consiguió un ‘internship’ para el verano, ¡qué belleza! Ya me empezó a picar la barba; las siguientes dos semanas voy a parecer sarnoso.
Martes 17 de abril
11:45
Salgo para Pereira. Dejo Manizales con sus quebradas, paisajes bellísimos y las mujeres más lindas que he visto en Colombia. Dejo a los Enciso, una familia muy linda, muy unida y muy cariñosa.

lunes, 23 de abril de 2007

Impresiones de Colombia

Javier Paz García
En los Estados Unidos conocí a bastantes colombianos y en general me parecieron gente alegre, sencilla y auténtica. Luego de atravesar Colombia de oriente a occidente puedo confirmar tal impresión. El colombiano es alegre; cada día para él es un tributo a la vida y ni la pobreza ni la violencia le quita las ganas de vivir. De hecho se jacta de que a pesar de sus males tiene los más altos índices de felicidad en el mundo. El colombiano ama y se siente orgulloso de su país. Con el turista es de una gran hospitalidad y se esfuerza por mostrar la cara bonita de Colombia – la verdadera – la del hombre trabajador, alegre y cortés.
En lo socio-económico es muy similar al resto de Latinoamérica. La pobreza, la desigualdad de género, los bajos niveles educativos y la discriminación son parte de la realidad colombiana y frenan su desarrollo.
El talón de Aquiles de este país es la presencia de guerrillas y paramilitares. Sin embargo la lucha contra la guerrilla y el paramilitarismo ha tenido muchos éxitos en el gobierno de Álvaro Uribe. Los secuestros, asesinatos y actos terroristas ya no son cosa de todos los días y los grupos armados ilegales están en constante repliegue. Pongo como evidencia el hecho de que yo haya hecho el siguiente recorrido: Maicao (frontera con Venezuela) – Cartagena – Medellín – Manizales – Popayán – Ipiales (frontera con Ecuador) sin ningún inconveniente. Antes de Uribe me dicen que era casi imposible hacer un viaje similar sin encontrar algún retén de la guerrilla. Las ciudades ya no están sitiadas por guerrilleros y la gente puede transitar por el país con relativa tranquilidad. Por tales motivos Uribe goza de mucho respeto y aprecio de parte de la mayoría de la población. Quisiera hacer un comentario sobre esto: el gobierno de Pastrana intento hacer la paz con la guerrilla por medio del diálogo. Para ello cedió hasta lo absurdo y dio todas las muestras posibles de buena fe. Algunos dicen que Pastrana regaló el país a la guerrilla. El intento fue un fracaso y una gran tomadura de pelo por parte de las FARC, que usó esta tregua para armarse. Sin embargo mostró al pueblo colombiano y al mundo que eran un grupo sin ideología, sin intenciones de paz y sin palabra. Los mostró como son: un grupo narco-terrorista y nada más. Lo que hizo Pastrana era un paso necesario ya que destruyó cualquier apoyo que la guerrilla pudo haber tenido entre el pueblo colombiano, los destruyó políticamente, convenció al pueblo que a la guerrilla había que darle con todo, permitiendo así el ascenso de Uribe y sus políticas duras.
La guerrilla ha costado miles de vidas humanas, cientos de miles de desplazados y ha perpetuado la pobreza y el subdesarrollo en sus aproximadamente 50 años de vida. Además ha creado un estado de alerta, miedo e inseguridad en la psique del colombiano que va a perdurar por mucho tiempo. Acabar con la guerrilla tiene que ser el primer paso para un futuro brillante en un país ubicado estratégicamente, con acceso a dos océanos, con una geografía muy diversa, con cordilleras, valles y llanos, con una gran biodiversidad y con personas de primera categoría.
Quito, Ecuador, 23/04/07.
El Deber, 11/05/07.

viernes, 20 de abril de 2007

Diario de viaje III

Sábado 14 de abril
Manizales, Colombia
20:20
Tanto que contar. Comencemos por Medellín. La ciudad es muy linda. A 1500 metros sobre el nivel del mar, su clima es muy agradable. Por tal motivo se la llama la ciudad de la eterna primavera. La plaza Botero tiene un edificio ajedrezado y por supuesto, las esculturas de Botero. Al frente está el Museo de Antioquia que es también un homenaje a Botero, tanto a su arte como a su generosidad ya que él donó una gran cantidad de obras. Subí hasta Santo Domingo en el teleférico donde se ven los barrios pobres de la ciudad. Allí, a los techos de calamina les ponen piedras y objetos pesados para que no se vuelen. Una señora que bajó con nosotros en el teleférico nos contó sobre la violencia en esos barrios hace 5 años. Dijo que si la guerrilla no controlaba los barrios, entonces pandillas de jóvenes lo hacían (me hizo recuerdo a la película Cidade de Deus). Dijo que no era raro salir a trabajar en las mañanas y encontrar 3 ó 4 muertos en la calle.
Me hospedaron Alba y Enrique, tíos de Gustavo. También me trataron como parte de la familia. Anoche me llevaron a un boliche donde comí negra (morcilla), tomé ron Medellín de 8 años y vi un espectáculo al vivo de tangos, rancheras, pasos de caballo, un cantante travesti, y otro grupo más. Tuve que demostrar mis habilidades ´bailísticas´ con Gloria, la sobrina.
La biblioteca de Empresas Públicas es de primera y esas bolsas para dormir me parecieron fenomenales. Medellín por su tamaño, arquitectura, infraestructura, parques y clima es ideal para vivir. Eduardo me llevó al pueblito Paisa que es como un museo para representar a los pueblitos tradicionales de la región. Ahora estoy en Manizales en la casa de Don Guillermo, un amigo de don Héctor Rodríguez, el papá de Ángela, una amiga y ex-colega. No deja de asombrarme la hospitalidad de la gente. Hoy me preguntaron que fue lo que más me gustó de mi viaje y respondí que la hospitalidad y el cariño con el que he sido recibido en todas partes. Lo que voy a contar a continuación me parece una historia extraordinaria y muestra el lado más bonito del ser humano:
Cuando llegué a Caracas me recogió el papá de Adrián, el novio de mi prima en Atlanta. A Adrián lo he visto 2 veces en mi vida y a su papá nunca hasta el día que nos encontramos en el aeropuerto a las 11 de la noche. Fue a recogerme tarde en la noche, me pidió que me sienta como en mi casa, y me invitó a desayunar al día siguiente (no me olvido de ese delicioso jugo de naranja con sabor a jugo de naranja) y me llevó a la casa de la mamá de Antonieta, una amiga que trabajaba en la misma compañía mía en Estados Unidos. En la casa de Antonieta, su hermano y esposa se mudaron temporalmente para que yo ocupe esa habitación. Viajé a Maracaibo y a las 7:30 de la mañana fue a recogerme John Segundo Vargas, un amigo de Antonieta. Al final no pasé la noche en Maracaibo, pero John me ofreció una habitación y la intención es lo que cuenta. Además me mostró la ciudad, me invitó el almuerzo y me llevó a la estación. Mi siguiente punto fue la bellísima Cartagena de Indias y allí me quedé con la familia de Gustavo Gómez, un gran amigo de Arkansas. Me trataron como a un huésped ilustre. La mamá de "Gustavito" estaba siempre atenta a que no me dé hambre y fue mi compañera de paseo al castillo San Felipe y a las islas del Rosario. Los hermanos Freddy, Juan Carlos y Diana me sacaron a pasear por la ciudad y me querían invitar de todo. La última noche me invitaron a "La Langosta", un restaurante de lujo. Antes de partir me dejaron las puertas abiertas para cuando desee volver. En Medellín me recibieron Alba y Eduardo, tíos de Gustavo. Acá fue lo mismo: me dijeron que me sienta en casa, me llevaron a pasear, querían invitármelo todo y me pidieron que me quede un tiempo más en Medellín. Eduardo contactó a su hermana en Quito para preguntarle si podía darme hospedaje, así que ya tengo casa en Quito. Hace unos días recibí un email de Ángela Rodríguez, una amiga y colega de Arkansas. En el email me decía que yo tenía que conocer Manizales y me daba el teléfono de su papá, Don Héctor. Ella me había dicho que su papá era bacano y que me iba a caer bien. Tengo que estar en desacuerdo ya que el señor es una berraquera de bacano y me cayó excelente. Don Héctor fue a recogerme a la terminal, me invito 2 cafés en Juan Valdez, me mostró su casa y se excusó de no poder darme hospedaje por estar en pleno traslado. Es tan hospitalario el colombiano que Don Héctor parecía con vergüenza de no poder hospedarme, y se excusaba una y otra vez, casi como si fuera obligación suya hacerlo. Y es que para el colombiano la hospitalidad es una obligación. En el café don Héctor se encontró con Don Guillermo y su hijo Juan Carlos. Charlamos un poco sobre mi travesía, política latinoamericana y sobre Colombia. Terminé hospedado en la casa de Don Guillermo. En unos días parto para Popayán y allí me espera Juan Miguel Angulo, hermano de mi amigo y ex-colega Andrés.
Las personas que me han abierto sus puertas y sus brazos no me conocían, no me deben absolutamente nada, no esperan nada a cambio de su hospitalidad (aparte de que me lleve un buen recuerdo de ellos y sus países) y tal vez no me vuelvan a ver. Y sin embargo han hecho los mayores esfuerzos para hacerme sentir a gusto y para ayudarme en mi viaje. El cariño que me han brindado es el mejor recuerdo. Leí hace unos días que la gratitud es la memoria del corazón; entonces mi corazón está lleno de memorias. Estoy eternamente agradecido con todos ellos, siempre los voy a recordar y quiero decirles que tienen un amigo y una casa en Bolivia.

jueves, 19 de abril de 2007

Diario de viaje II

Jueves 5 de abril
Barranquilla, Colombia
1:37
Mi paso por Maracaibo fue fugaz. Llegué a las 6:30 a.m. y salí a las 4:00 p.m. La razón fue que en la terminal me dijeron que no iban a haber buses a Cartagena hasta el sábado y pasar Semana Santa en Cartagena se pintaba mejor. En Maracaibo me recibió John Segundo “Maracucho” Vargas, un amigo de Antonieta. Me recogió de la terminal a las 7:30 a.m., fuimos a su casa, dormí una siesta hasta las 10, usé Internet, salimos a pasear, me invitó el almuerzo y me despachó. Muy buen tipo. De Maracaibo tomé un trufi a Maicao. Al cruzar la frontera unos milicos venezolanos me quisieron hacer problema para cruzar, decían que yo tenía que salir por donde entré. Lo que querían era plata pero no les di ni un peso. De Maicao tomé un mini bus a Barranquilla. Entre los pasajeros venía una señora chavista roja rojita, de clase humilde y muy buena gente. Ah, hoy tomé refresco de tamarindo. Llevo viajando casi sin descanso desde Caracas, estuve dos días sin bañarme, pero ya me bañé en aguas deliciosamente frías y estoy desnudo en la cama del hotel Samaritano (una pocilga al frente de la terminal, donde se alojan los choferes de bus) escribiendo mi diario. Mañana voy pa´ Cartagena a la casa del colo y tal vez me bañe en el mar. Este es el punto más alto al que voy a llegar (en realidad fue Maicao) mañana comienzo un descenso continuo hacia el sur.
Viernes 6 de abril
Cartagena de Indias, Colombia
8:00
Cartagena es un paraíso. La ciudad antigua tiene una muralla muy bien conservada y restaurada y dentro del casco todo es estilo colonial. Tiene playas preciosas y está en pleno mar caribe. En el tramo Barranquilla-Cartagena el ejército nos bajó y nos requisó. Estoy ahora con la familia de Gustavo que me ha metido un poco de miedo con respecto a viajar por tierra en Colombia.

Lunes 9 de abril
00:18
Estuve paseando por las calles de Cartagena con alguien armado. Me enteré del asunto cuando quisimos entrar a un bar y el guardia de seguridad nos requisó. El dueño de la pistola me contó que siempre sale armado y que la ha usado una vez.
Fui con la mamá de Gustavo al acuario y a las islas del Rosario, un lugar paradisíaco. Sigo tomando diferentes jugos de frutas tropicales ¡qué delicia! Mañana voy a bucear. Los días en Cartagena han sido intensos pero hoy extrañé Santa Cruz.

Martes 10 de abril
8:10
Estoy en el bus de salida a Medellín. Mi paso por Cartagena estuvo buenísimo. La mamá y los hermanos de “Gustavito” se pasaron. Me hospedaron, me hicieron pasear y ayer me llevaron a “La Langosta”, un restaurante finísimo donde han comido Álvaro Uribe, Alberto Fujimori y Gabriel García Márquez. Me pedí una deliciosa cacerola de langostas y langostinos. Ayer fui de buceo y vi de cerca los corales del mar Caribe, ¡un espectáculo de la naturaleza! Tomé jugo de maracuya, limonada y comí melón y papaya. Almorcé pescado con el típico arroz con coco.
Ayer en Cali explotó un coche bomba dejando un muerto y más de 30 heridos. Las FARC liberaron a una secuestrada que llevaba 2 meses de embarazo. En Colombia todavía existe el terrorismo, sin embargo todos concuerdan que desde Uribe es presidente la guerrilla ya no tiene vía libre y más bien está acorralada. Todavía hay colombianos que me dicen que no se animarían a viajar en bus entre ciudades y todos concuerdan que hay que evitar viajar de noche. Juan Carlos me contó historias de miedo de Maicao y me dijo que por suerte no me pasó nada ahí. Colombia sigue lejos de ser un país normal y seguro.
Pasé Semana Santa en Cartagena y me chocó el misticismo, la superstición y la idolatría de nuestros pueblos. El día que llegué vi una noticia en la tele de una señora que vio suciedad en el control remoto de tu T.V. y “noto” que la suciedad era el rostro de la virgen. Lo declaró un milagro y ahí ves colas de gentes perdiendo su tiempo para ver “el milagro”. En la tele mostraron el control y no vi más que suciedad. Y si fue un milagro, ¡qué milagro más inútil!

Miércoles 11 de abril
Medellín, Colombia
21:19
Hoy comí achuo, una fruta parecida al motojobobo. Hablando de frutas, en Venezuela y Colombia venden manga verde con sal y pimienta en todas partes, o sea que no es solamente costumbre beniana. Creo que entiendo un poco la metida de pata de una miss (no me acuerdo el nombre) con respecto a que en Bolivia no hay solo indios. Desde que llegué a Caracas, cada vez que digo que soy boliviano es motivo de asombro y contrariedad en personas de toda clase y estrato y han sido muchas veces que me han preguntado explícitamente si acaso en Bolivia no eran todos indios.
Ayer comencé a leer “El laberinto de la soledad” de Octavio Paz. Creo que me va a gustar. Por otro lado, creo que no voy a ir a Bogotá. Me atraen más los cafetales de Manizales y una cabalgata a caballo en Popayán. Mañana tomo una decisión al respecto.
Hoy me sucedió algo curioso. Caminaba por la plaza Bolívar en Medellín junto a Alba, la señora que me está hospedando, cuando pasó un hombre vendiendo lotería y tumbó un billete en frente mío, aparentemente por accidente sin haberse percatado de ello. Yo le toqué el hombro y le apunté el billete caído. El me agradeció, pidió bendiciones al cielo para mí y me ofreció vendérmelo. Yo le dije que no gracias y seguí mi camino. No le hubiera dado la menor importancia al suceso si no fuera porque Alba me dijo que todo era un truco para que yo alce el boleto y me lo quede, para luego ser acosado por el vendedor y forzado a comprar el boleto. El tipo espera la mala fe de las personas para ganarse unos pesos extras.
Ya comencé el proyecto Osama II, jejeje. En la casa hay una guitarra desafinada. Tal vez mañana la afine y toque un rato.

lunes, 16 de abril de 2007

Impresiones de Venezuela

Javier Paz García
Caracas está rodeada de cerros, es extensa, caótica y llena de vegetación. Podría ser llamada la ciudad de los jugos de fruta ya que todo local vende una gran variedad de jugos tropicales. En los cerros y zonas periféricas de la ciudad están los “ranchitos”, barrios pobres donde las casas son diminutas, amontonadas y pueden estar hechas hasta de cartón. El centro de la ciudad es desafortunadamente un mercado invadido por vendedores callejeros llamados buhoneros. La gasolina es prácticamente gratis; un dólar es suficiente para llenar un tanque. Existe control cambiario pero los cambistas abundan en la ciudad; en un mismo día encontré gente dispuesta a cambiarme desde 4.500 hasta 3.800 bolívares por dólar. El cambio oficial está por debajo de los 3.000. Tanta diferencia y variabilidad indican mucha especulación y fuertes presiones inflacionarias.
En lo político la sociedad venezolana está dividida en 2 campos de guerra: los chavistas o rojos y los no-chavistas u opositores. Saber a que grupo pertenece la gente es asunto de interés permanente y no es infrecuente que alguien de un bando no le dirija la palabra a personas del otro bando, incluso en una misma familia. La división entre chavistas y opositores no es necesariamente aquella entre ricos y pobres; un mototaxista que usé, al ver que llevaba una polera de la selección de Bolivia hizo un comentario sarcástico sobre cuan bien estaba mi país con toda la plata que Chávez le regalaba. Le pregunté que opinaba de Chávez y me dijo que estaba destruyendo Venezuela. Escuché la palabra “corrupción” innumerables veces, de casos donde chavistas que hace unos años no tenían donde caerse muertos ahora viven en mansiones y andan en carros lujosos. Escuché de purgas en el gobierno donde todo aquél que es opositor no tiene acceso a ningún puesto, proyecto o licitación. El ciudadano que firmó para lograr el referéndum revocatorio contra Chávez no puede ni soñar en trabajar en el sector público o empresas estatales. Escuché de casos de impunidad que hacen pensar que en Venezuela no manda la Constitución, mandan los chavistas. Algo que vi con mis propios ojos fue el culto al líder. El rostro de Chávez se lo puede ver en todas partes de Venezuela, en Caracas en cada esquina, en gigantografías, pintado en las paredes, y hasta en poleras, (algo que yo nunca había visto, por lo menos en épocas no-electorales). Su programa “Aló presidente” aparece por tele 2 veces por semana y por radio otras 2 y dura entre 3 y 6 horas, entonces, ¿en que rato trabaja el señor Chávez? Además, me cuentan que el programa es obligatorio para todo chavista y funcionario público ya que ahí manda directrices políticas y administrativas. En Venezuela es pecado ser opositor, y la disensión no es bienvenida, prueba de ello es la intención del gobierno de cerrar RCTV, el canal de televisión más antiguo de Venezuela. Algo curioso es que la línea aérea estatal tiene vuelos directos a Teherán y Damasco. No imagino muchos turistas tomando esa ruta, entonces me pregunto ¿qué llevan y que traen esos aviones? Dudo que vuelen vacíos.
El venezolano es alegre, rumbero, y como lo he vivido en carne propia, muy hospitalario. El país es de gente y clima cálidos, como solo los hay en el caribe.
Manizales, Colombia, 16/04/07.
El Deber, 20/05/07.

jueves, 12 de abril de 2007

Diario de viaje I

Sábado 31 de marzo
Tulsa, Oklahoma
7:37
Estoy sentado en el avión rumbo a Atlanta. Dejo Fayetteville luego de siete años y medio. Dejo grandes amigos atrás. Pasarán años antes de que vuelva a ver a algunos, a otros tal vez no vuelva a ver; pero quedan los recuerdos y la amistad.
Los motores aceleran, los alerones suben y bajan, el avión se pone en movimiento hacia la pista de despegue. Comienza mi aventura…

Sobre el océano Atlántico
20:13
Estuve en Atlanta con mis primas. Adriana está muy contenta aunque con nostalgias de Santa Cruz, Karen distraída con sus tres hijos, que están hermosos. El papá de Adrián va a recogerme al aeropuerto. Mañana voy a comer arepas.

Domingo 1ro de abril
Los Teques, Venezuela
00:31
¡Llegué! En inmigración me hicieron problema porque no tenía ni carta de invitación, ni pasaje de ida y vuelta, ni reservación de hotel. Amenazaron con devolverme pero al final les rogué y tuve que comprar un reloj en el duty free para uno de los muchachos. Él me dio el dinero, pero yo hice la compra, o sea que todo bien.
El papá de Adrián, Don Edgar, me recogió del aeropuerto y me dijo que estoy en mi casa. El tema Chávez surgió durante el tramo la Guaira y él expresó algunos puntos a favor, pero en definitiva estaba en contra de su proyecto político. Algo que me sorprendió es que llenó de gasolina un tanque vacío con un poco más de un dólar. Yo sabía que la gasolina era subvencionada pero no imaginé que tanto, es prácticamente gratis. La casa de Don Edgar es muy bonita, el cuarto de Adrián lleno de diplomas de baseball. En el velador una foto de él con mi prima. Ha sido un viaje largo, ya me pegué un baño, escribí, ¡ahora a dormir!

Caracas, Venezuela
12:07
“Tarek El Lissami, Viceministro del Poder Popular para la Seguridad Ciudadana desde el Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores y Justicia”. Título sacado de una noticia en el canal estatal de la República Bolivariana de Venezuela. ¡Qué palabrería! Las palabras bolivariano, socialista, revolucionario, patriota, igualdad, popular, etc. son obligatorias en cualquier discurso de todo funcionario público, así como la camisa roja.
19:51
Hoy hubo parrillada en la casa del hermano de Antonieta, todo muy bonito. La guayábana es una variedad de chirimoya. En Venezuela a la chirimoya se le dice chirimoya, lo cual me sorprendió. En la mañana don Edgar me invitó el desayuno y tomé el mejor jugo de naranja en años. Hay en Caracas unas “torres gemelas” de las cuales una está quemada. La familia de Antonieta me dijo que los chapistas la quemaron a propósito para borrar ciertos documentos. Hoy no comí arepas, mañana será.

Lunes 2 de abril
20:10
Hoy comí chipilo, arepa reina pepiada, cachapa, jugo de naranja, de guayaba y un 3 en 1 que es un jugo de naranja, zanahoria y remolacha, espectacular. Estuve en el centro de Caracas y es un mercado con puestos callejeros invadiendo todas las aceras. Los museos estaban cerrados. El tráfico es caótico. En lo político la sociedad venezolana está muy dividida. La gente anda atenta a quien es chapista y quien no lo es y la pertenencia al grupo opuesto puede ser suficiente para causar el ostracismo de la persona en un dado círculo. Incluso escuché de barrios chapistas y barrios opositores. Caracas está dividida en 4 municipios, 2 de ellos tienen alcaldes chapistas y 2 opositores. El cierre del canal RCTV es un tema caliente y existe mucha especulación en cuanto a si se van a animar a cerrarlo y que pasará si lo cierran. El gobierno argumenta que no está cerrando el canal, simplemente no está renovando la licencia para usar esa frecuencia porque la quieren usar para crear un canal estatal, pero todos saben que es en efecto un cierre y que sus razones son políticas. Ayer se fugó de la cárcel Eduardo Lapi, un ex-gobernador y preso político según la oposición, funcionario corrupto según el gobierno. Hoy pregunté a cuanto cambiaban dólares y un tipo me dijo que a 4,500 bolívares, caminé treinta pasos y me ofrecieron a 4,100, en otro puesto a 3,900, el cambio oficial es como 2,500 y ayer cambié a 3,650. Tanta variabilidad no es un buen signo e imagino que existe mucha presión inflacionaria. Ta bon, voy a leer “El Universal”, ver tele y dormir.

Martes 3 de abril
20:17
Estoy sentado en un bus rumbo a Maracaibo y a mi lado va una simpática caraqueña llamada Jackeline. Le cuento que estoy de paseo y me dice que es su sueño viajar. Hoy tomé jugo de piña, otro 3 en 1, ¡qué bueno! Estuve en el Panteón, el Museo Nacional, Museo de Ciencias, la universidad Simón Bolivar. Algo curioso, la línea aérea venezolana tiene recientemente inauguró vuelos comerciales directos a Damasco y Teherán. No imagino muchos turistas haciendo esa ruta, entonces ¿cuál es el propósito de esos vuelos? ¿Qué llevan esos aviones? Parto de Caracas muy agradecido con Antonieta y su familia.

domingo, 8 de abril de 2007

El espíritu viajero

Javier Paz García
Me encanta viajar. Desde niño he viajado y mucho: de La Paz a Santa Cruz, a San Javier, la estancia de un tío, a la bellísima laguna de Guarayos, Tres Cruces, las misiones, los Cusis, Villamontes, San Borja, Sucre, en tren, en auto, en bus, en avión, en lancha, etc. Viajando he compartido momentos invaluables con mi familia, he conocido un poco de mi país, del mundo y de mi mismo.
Ayer tuve un día largo, agotador, con uno que otro pequeño inconveniente y algunas cosas no salieron de acuerdo a mis planes. Pase dos días sin bañarme (en un calor infernal), viajé más de 24 horas, excedí el presupuesto, un milico venezolano me quiso hacer problemas para cruzar a Colombia (buscando sacarme plata), me cambiaron 20 dólares con sobreprecio, etc. Pero pesar de todo, la pasé bien, no me molesté de nada y consideré mi periplo como parte de la aventura de viajar, una historia más que contar.
Meditando hoy sobre mi periplo y mi actitud de ver mis problemas como una aventura llegué a tres conclusiones:
1.- Que sí es una aventura: son las complicaciones y los cambios inesperados los que le ponen la pimienta a un viaje, los que nos llevan a lo desconocido, y los que con bastante frecuencia terminan siendo lo más interesante y lo que más recordamos del viaje.
2.- La actitud que tenemos frente a las dificultades depende de cada uno. Podemos maldecir nuestra suerte, amargarnos y amargar a los demás o pensar que son parte de la aventura y regalarnos una sonrisa.
3.- Que yo le debo a mi padre tal actitud. Una de las personas más alegres y optimistas que he conocido, el siguiente relato caracteriza su actitud: varios años atrás nosotros teníamos un Honda Quinteq con el que hicimos muchos viajes al campo. Mi padre lo llamaba “el Potente Quinteq”, para mis hermanos y para mí era un cacharro. Son incontables las veces que nos plantamos en ese auto, en los arenales de Portachuelo, en la entrada a la estancia San Javier, etc., y la actitud de mi padre fue siempre la de decirnos que “el Potente” no se plantaba sino que él lo había hecho a propósito para tener una aventura. Incluso nos decía que “el Potente” tenía un botón secreto que lo podía sacar de cualquier pozo, pero que él no lo usaba porque entonces el viaje no tendría chiste (busque varias veces ese botón, siempre sin éxito). Los problemas del camino no extraían carajazos de la boca de mi padre, más bien algo como “bueno muchachos, comienza la aventura”. Por ello te doy gracias papá.
Al final de cuentas, la vida es una aventura y depende de nosotros vivirla como tal.
Barranquilla, Colombia. 05/04/2007.
El Deber, 18/04/07.