Javier Paz García
Es difícil no quedar encantado con el Perú. Su gastronomía es de nivel mundial y tal vez la mejor y más variada de Sudamérica; ceviches de marisco o de pescado, papas a la huancaína (no es el mismo plato boliviano), truchas al ajo, comida novoandina, churrasco de alpaca o anticucho de llama (con cero colesterol) son algunos de los muchos platos que el visitante tiene para elegir, acompañados por supuesto de un pisco sour o una Inca Kola. El que vaya a Perú por la comida, no quedará defraudado.
En cuanto al arte colonial, Perú dio origen a dos grandes escuelas: la limeña y la cuzqueña. La escuela limeña trató de imitar a la perfección el arte europeo para demostrar que los artistas americanos eran iguales a los europeos. La escuela limeña es por tanto una copia fiel de lo mejor del arte europeo durante el periodo colonial. Por contraste la escuela cuzqueña buscó su identidad y creó un arte que mezcló elementos nativos con europeos. De esta escuela salen esculturas de cristos mestizos o pinturas de la última cena con un cuy (animal típico del Perú) reemplazando al pan. El arte de la época colonial es predominantemente de carácter religioso y con mucho sincretismo (el sincretismo es la mezcla la elementos católicos con elementos de las culturas precolombinas).
Perú es también notable por sus culturas precolombinas y aquél que visite este país por este motivo tampoco saldrá decepcionado. En el norte del país puede visitar Cajamarca, ciudad donde Pizarro apresó a Atahualpa, y relajarse en los baños del Inca, aguas termales donde el último inca se encontraba cuando Pizarro llegó a la ciudad. En sus alrededores existen ruinas y acueductos preincaicos que asombran por su ingenio, perfección ¡y porque todavía funcionan! En Lima existen muchos museos; uno que me gustó fue el Museo de Arqueología, Antropología e Historia, porque da un compendio de todas las culturas precolombinas y su relación entre sí. En este museo les dirán que la perfección con la que los incas pulían la piedra la aprendieron de los Tiahuanacotas. En Cuzco verán la famosa piedra de 12 ángulos perfectamente ajustada a las piedras circundantes sin ningún tipo de pegamento. Y por supuesto está Machu Picchu, una montaña que fue tallada hasta convertirse en templo y ciudad sagrada, es algo verdaderamente asombroso.
En lo político fue para mí agradable pasar por un país sin tanta convulsión como los anteriores. Alan García me pareció una persona sensata, preocupada por crear inversión, desarrollo y trabajo, en vez de buscar hegemonías y enemigos. Busca buenas relaciones con sus vecinos y está en una campaña permanente para atraer inversiones externas e internas. Repite en cada discurso que lo que crea trabajo y bienestar es la inversión, y hasta ahora sus actos han sido consecuentes con sus palabras.
Perú es un país rico en historia, tradición y arte, además de playas, selvas y montañas, elementos suficientes para cautivar a cualquier visitante.
Santiago, Chile, 20/05/07.
El Deber, 03/07/07.
viernes, 6 de julio de 2007
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