Javier
Paz García
Bolivia
se benefició de un ciclo positivo de materias primas. El petróleo paso de estar
alrededor de 20 dólares el barril el 2000 a los 140 el 2008. Ahora está entre
los 40 y 50 dólares. Algo similar sucede con los minerales y la soya, nuestros
principales productos de exportación. Adicionalmente a la subida de precios, el
Estado recibió muchos ingresos debido a la ley de hidrocarburos 3058 del 2005.
El actual gobierno, sin mayores méritos, se benefició del ciclo económico y
mediante el extraordinario influjo de dinero, pudo aumentar el gasto público,
aumentar las reservas y pasar de déficit a superávit fiscal, todo a la vez. Con
respecto al endeudamiento, el gobierno actual también se benefició de gestiones
pasadas que negociaron reducciones de la deuda pública externa, algunas de las
cuales se hicieron efectivas en los inicios del gobierno de Evo Morales.
Incluso ahí, si uno mira los gráficos, sin conocer la historia puede llegar a
concluir que el gobierno actual redujo el endeudamiento estatal. La realidad es
que la gestión de Morales, a pesar del ciclo positivo, ha aumentado el
endeudamiento del país.
El
ciclo extraordinario de altos precios de materias primas se acabó. Sin embargo
el Estado multiplicó el aparato estatal, multiplicó a los jugadores de
solitario en las reparticiones públicas, a los cobradores de coimas, a los
selladores de trámites innecesarios y como muestra la historia, es fácil y
hasta políticamente beneficioso aumentar el gasto público, pero es muy difícil
reducirlo. Ya no se vislumbran superávit fiscales, volvimos a los déficits, nuestra
balanza comercial también es deficitaria y las reservas están cayendo. Álvaro
García Linera ya ha declarado que se juegan la reelección en la economía. Eso
significa no ajustarse a la realidad, sino más bien, apretar más el acelerador
y gastar más. Eso se puede hacer de dos formas: endeudamiento y emisión
monetaria. El endeudamiento lo pagan nuestros hijos y futuros gobiernos, así
que es como dejarle el muerto a otra persona: yo gasto hoy, otros pagan mañana.
La emisión monetaria provoca inflación, el impuesto más regresivo que existe,
pero los anuncios de billetes de 500 parecieran indicar ese camino.
Dado
que los pronósticos de precios de materias primas indican que estas se
mantendrán bajas, la perspectiva para los próximos años es un gasto fiscal en
aumento, a costa de endeudamiento y déficit, reducción de nuestras
exportaciones e importaciones y muchos ajustes en los sectores de
hidrocarburos, minería y agricultura.
Santa Cruz de la Sierra, 12/06/16
http://javierpaz01.blogspot.com/
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