martes, 1 de marzo de 2016

Sobre la superioridad moral de los indígenas

Javier Paz García
Es indudable que en Bolivia hay racismo y seguramente existen personas cuya mayor molestia hacia Evo Morales es que un indio sea presidente. Y también hay una tesis racista opuesta que sostiene que los indios poseen virtudes únicas y que son la reserva moral de la humanidad. Uno de los mayores impulsores de esta idea es el propio Evo Morales.
Tristemente ha sido ha sido el propio Morales quien se ha encargado de destruir su argumento sobre la superioridad moral de los indígenas. Durante la reforma de la constitución el 2009 prometió postularse una vez más, pero luego de su victoria electoral se volvió a postular a un tercer mandato inconstitucional (pero permitido por un Tribunal Constitucional afín al partido), bajo una nueva promesa de que sería el último. Hoy nuevamente quiere postularse, incumpliendo por segunda vez su promesa. La corrupción millonaria del fondo indígena manejada por indígenas para indígenas es otra evidencia contraria a la hipótesis de la superioridad moral de los mismos. Y por supuesto el escandaloso caso de una amante de Evo Morales quien consigue millonarios contratos estatales sin licitación derrumba cualquier duda sobre la incorruptibilidad del presidente.
Los quechuas tienen un lindo lema: “ama sua, ama llulla, ama quella” que significa no seas ladrón, no seas flojo, no seas mentiroso. Estos principios que, de una u otra manera son universales a todas las culturas y religiones, han sido incluso plasmados en la constitución boliviana impulsada por Morales. Tal vez ahora lo único que no se le puede achacar al presidente es que sea flojo.
Utilizar la corrupción de un indígena para afirmar que los indígenas no tienen ética, sería tan equivocado como pregonar su superioridad moral. Más razonable a mi juicio sería dejar de lado los prejuicios y juzgar a las personas por sus actos y no por su condición racial; reconocer que tanto las virtudes como los vicios están presentes en todos los pueblos y culturas; que en cada cultura podemos encontrar a personas maravillosas y admirables, como también a otras deleznables; que la moralidad, más que un atributo de los pueblos, es un atributo de cada persona, de cada individuo; y que no hay una superioridad moral de los indígenas, como tampoco la hay de los mestizos, negros o blancos, sino más bien que podemos reconocer en ciertos individuos una superioridad ética que los convierte en dignos de admiración y ejemplo a seguir. Tales individuos no están circunscritos a ciertas razas o culturas.
Santa Cruz de la Sierra, 21/02/16
http://javierpaz01.blogspot.com/

No hay comentarios.: