Javier Paz
García
La
caída de Hosni Mubarak trajo esperanzas de democracia y libertad en Egipto.
Llegó la democracia, pero no está garantizada la libertad. Y es que ambos
conceptos, aunque a menudo se confunden y se utilizan como sinónimos, no tienen
el mismo significado. La historia demuestra que un régimen elegido
democráticamente puede ser tiránico y liberticida. Y eso, es precisamente lo
que temen que suceda en Egipto quienes en la actualidad se oponen a que el
actual presidente egipcio, Mohamed Mursi, obtenga poderes especiales y
extraordinarios. Mursi es miembro de la Hermandad Musulmana, una organización
fundamentalista islámica. Los egipcios que no comparten los enunciados de esta
organización, temen que el presidente y su partido impongan sus ideas
fundamentalistas sobre todo el país y reduzcan las libertades civiles y
políticas. De más está decir que esos temores no son exagerados.
El
caso egipcio es propicio para clarificar los conceptos de democracia y
libertad. Democracia es el gobierno elegido por el voto popular; es el gobierno
de las mayorías. Pero sin la existencia de ciertas garantías y derechos a todos
y cada uno de los ciudadanos y sin la imposición de límites al ejercicio del
poder político la democracia puede resultar en la opresión ejercida por una
mayoría circunstancial sobre las minorías. Aunque la democracia es un requisito
para la libertad, no es suficiente. La principal función de una Carta Magna es
precisamente proteger a los ciudadanos de los potenciales abusos del gobierno
contra los ciudadanos, delimitar el poder del Estado y garantizar ciertos
derechos a los individuos. Solo si cumple estos requisitos puede un Estado
ufanarse de procurar la libertad de sus habitantes.
Los
egipcios han logrado la democracia. Todavía no está claro si el actual régimen
democrático avanzará los principios de la libertad, garantizando una nación
donde la gente pueda elegir su religión y declarar su opinión sin riesgo de
persecución o escarnio por parte del poder o si por el contrario limita la
prensa impone la sharia y apedrea a las mujeres que no se vistan de cierta
forma. La lucha en Egipto es básicamente entre quienes quieren imponer al resto
una forma de vida y entre quienes quieren que les sean respetadas sus
libertades básicas y su derecho a elegir.
Santa Cruz de la
Sierra, 09/12/12
http://javierpaz01.blogspot.com/
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