Javier Paz García
En Bolivia tenemos la
mala costumbre de creer que cualquier problema se puede solucionar con una ley
o con una cumbre de alto nivel. Para
solucionar el problema del medio ambiente, no tenemos mejor idea que proponer
una ley del medio ambiente, para solucionar el problema de la criminalidad, no
tenemos mejor idea que proponer una reunión de autoridades para que charlen
mientras toman tecito para que luego elaboren una ley que “solucione” el
problema de inseguridad ciudadana.
Ahora el gobierno llamó
a los sectores empresariales a elaborar una agenda para priorizar la economía.
No auguro buenos resultados para tal iniciativa porque, para que la economía
vaya por un camino de crecimiento sostenible es necesario que el gobierno del
MAS haga cosas que van contra su propia naturaleza. Entre ellas está el dar
seguridad jurídica, sobre todo en el tema de la tierra, flexibilizar la
legislación laboral para dinamizar el empleo, reducir la burocracia, reducir
los impuestos, defender en los discursos y en los hechos la propiedad privada.
Creo que muchos líderes
empresariales son conscientes de los problemas estructurales del país y no
estarían insatisfechos si se planteara una agenda como la que planteo en el
párrafo anterior. El problema es que por un lado, el gobierno no tiene la
predisposición de resolver problemas estructurales cuya solución va en contra
de su paradigma ideológico y por otro lado, los gremios empresariales tampoco
están tan interesados en resolver problemas estructurales del país, sino en resolver
problemas de su sector y sacarle al gobierno algunas dádivas.
Por ello, no creo que
la agenda económica sea muy beneficiosa para la economía, pero sí creo que
puede ser un éxito… aunque sea en el plano político. Por ejemplo, el sector
agropecuario podría conseguir del Estado subsidios y seguros contra desastres
naturales que le permitan efectivamente socializar las pérdidas y privatizar
las ganancias y un Evo sonriente podría salir en portadas de periódicos
estrechando la mano al presidente de, digamos ANAPO o la CAO, bajo el título:
“El gobierno y los privados garantizan la soberanía alimentaria”; el sector de
la construcción podría sacarle al gobierno multimillonarios créditos de
vivienda para ser administrados por constructoras bolivianas y de nuevo un Evo
extasiado de alegría podría salir en portadas junto a los representantes del
gremio anunciando que “el pacto gobierno-empresarios garantiza la vivienda y
genera empleos para los bolivianos”. Así, cada gremio de empresarios podría
recibir regalitos del gobierno para que Evo pueda sacarse una foto con ellos,
sonrientes todos, declarando su convencimiento sobre el nuevo rumbo de la
economía.
No me sorprendería si
mi pronóstico se cumpliera.
Santa Cruz de la Sierra, 22/10/11
1 comentario:
lo mismo de siempre solo pactos que van en desmedro de la masa social donde tanto gobierno como empresarios ver hasta donde puede llegar su poder, ahora para hacer una diferencia entre estado y empresario se tendria que charlar un buen tiempo y poner sobre la mesas proyectos pensados de ambos en la sociedad pienso que si gobierno y empresarios hacen pactos tiene que pensar en el pueblo y los pactos deberian de darse haciendo una reunion entre la sociedad y las empresas y representantes del pueblo donde tambien comuniquen sus inquietudes, pactos conocemos y muchos pero muchos de esos pactos son a puertas cerradas, quien ve por la economia golpeada del mas pobre nadie mas bien toso los gobiernos se bañaron de poder todo el tiempo extrangularona la economia se sirvieron de las arcas ahora no existe politico rico que no haya sacado ventaja de su envestidura mientras el pueblo sigue muriendo de hambre.
A mi criterio la solucion de daria por un estado populista pero no disfrazado que vea realmente por los mas necesitados dandoldes pan techo y trabajo que es todo lo que un pueblo necesita ademas de la educacion que es el pilar fundamental para salir adelante estar sentado un pobre en silla de oro como lo es bolivia y no saber aprovechar al maximo los recursos que tenemos es no saber gobernar para el pueblo..
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