Javier Paz
García
Hace
mucho tiempo que este gobierno ha mostrado sus tendencias autoritarias, sus
tácticas fascistas y sus intenciones hegemónicas, sin ningún disimulo ni
vergüenza. ¿Acaso no dijo Evo que él no se hacía problema en quebrantar las
leyes y García Linera que la revolución había que defenderla con fusiles bajo
el poncho?
Recriminarle
al gobierno sus abusos y exigirle el respeto a la ley es perder el tiempo. Más
productivo es meditar cómo llegamos a permitir que un gobierno sea tan abusivo
y autoritario. Podemos comenzar apuntando a los cómplices. El 2005 Evo era una
esperanza para muchos. Encarnaba esa imagen romántica del indio pobre, abusado
y sometido por los poderosos que había roto sus cadenas (no pretendo cuestionar
la veracidad de tal imagen). Representaba el nuevo hombre, incorruptible que
traería un cambio con respecto a las roscas políticas que transpiraban
corrupción e impunidad. Quien voto por Evo el 2005 podía justificar su voto
basado en la esperanza.
Lo
acontecido hasta ahora nos da amplios motivos para desechar tal esperanza. La
Asamblea Constituyente estuvo plagada de irregularidades y atropellos. La quema
de la prefectura de Cochabamba, los ataques constantes a la libertad de prensa,
la persecución política, el atentado terrorista a un canal de televisión en
Yacuiba, el cerco a Santa Cruz, los cercos al Congreso, el golpe de Estado en
Pando, son hechos concretos y ampliamente conocidos que atestiguan sobre el
carácter fascista del MAS. Y todo esto acompañado de corrupción, impunidad,
venta de cargos públicos y otros actos repudiables que nada tienen que envidiarle
al “periodo neoliberal”.
Son
cómplices de este proyecto sus aliados políticos como Juan del Granado y el MSM
que apoyaron al MAS a lo largo de todas sus tropelías. Si hoy son opositores se
debe a que el MAS los echó de lado: sus llamados actuales a defender la
democracia son puro oportunismo político.
Son
cómplices los intelectuales que creen que una izquierda autoritaria y
antidemocrática es mejor a cualquier derecha y se la pasan justificando lo
injustificable a menudo haciendo referencia al periodo neoliberal (como les
encanta esto) o callando cobardemente ante lo que ni ellos se atreven a
justificar.
Son
cómplices quienes votaron por el MAS el 2009 porque para esa fecha era claro
que el proyecto masista era totalitario, centralista y antidemocrático y ya no
podían aducir ignorancia sobre los objetivos y los métodos del MAS. Quienes
votaron por el MAS el 2009 avalaron y justificaron los abusos cometidos hasta
entonces y envalentonaron al gobierno para que sigua atropellando. Y es que ¿por
qué Evo iba a cambiar de actitud y volverse un demócrata si actuando como un
tirano había mejorado su votación con respecto al 2005?
Me
parece hipócrita y ridículo que a estas alturas nos rasguemos las vestiduras y
pretendamos estar sorprendidos por los abusos del MAS (como lo hacen por
ejemplo Juan del Granado y algunos indígenas del oriente). Me parecería más honesto
y laudable que empezaran por reconocer sus propias culpas y contribuciones en
la construcción de este proyecto totalitario. Un mea culpa no estaría mal.
Santa Cruz de la
Sierra, 14/10/11
http://javierpaz01.blogspot.com/
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