Javier Paz García
El sistema de precios es una forma de comunicación; es un lenguaje. El sistema de precios es el lenguaje mediante el cual se comunican productores y consumidores entre sí.
¿Cómo se lleva a cabo esta comunicación? Veamos un ejemplo. Supongamos que un nuevo estudio determina que la cerveza es saludable para los huesos y se produce un incremento en el consumo de cerveza. Entonces las cerveceras incrementan su producción y por ello demandan mayor cantidad de cebada. Esto genera escases de cebada que a su vez hace que incremente su precio. El incremento del precio de la cebada indica a los productores que deben producir más cebada. Mediante el sistema de precios los consumidores de cerveza están diciéndole a los productores de cebada ¡produzcan más! Asimismo, si un estudio determina que el vino es bueno para el corazón y muchos bebedores de cerveza deciden reemplazar la cerveza por el vino, este mecanismo les hará saber a los productores de cebada que deben disminuir su producción. De igual forma, un ama de casas que compra sus verduras en algún mercado citadino se comunica con cientos de productores rurales a quienes no conoce ni va a conocer. Si desaparecieran los precios o se mantuvieran estáticos, los consumidores y productores no pudieran comunicarse entre sí.
El control de precio es la intervención del gobierno para fijar límites o definir los precios de las mercancías. Generalmente el control de precios se da con límites máximos, por sobre los cuales es prohibido vender el producto. El control de precio distorsiona la comunicación entre productores y consumidores.
Si la gente demanda más maíz, pero el gobierno instaura un control del precio del maíz, el productor no recibe ninguna señal que le indique que debe aumentar su producción.
Un control de precio puede tener éxito en el corto plazo. Si la siembra y la cosecha del maíz ya se realizaron y el gobierno establece un control de precios, pues los productores se verán obligados a vender su maíz al nuevo precio. Sin embargo a la larga, las áreas de cultivo del maíz se van reduciendo, y se genera un desabastecimiento.
Los controles de precios pueden ser medidas populares, que en el corto plazo reduzcan los precios y causen una buena acogida entre la población, pero a la larga (tal vez luego de varios años) perjudican a la población, porque tienen como consecuencia que el producto sea más escaso y más caro (los controles de precio generalmente generan mercados negros, donde el acceso al producto depende muchas veces depende de privilegios e influencias y el precio está por encima del determinado por el gobierno).
Otro efecto de los controles de precios es una disminución de la calidad. Cuando a un producto se le impone un precio con el cual no recupera sus costos, generalmente termina reduciéndolos para adecuarse al nuevo precio. Esta reducción de costos generalmente se consigue disminuyendo la calidad del producto.
En un mercado competitivo los precios son determinados por un intricado proceso de oferta y demanda que depende de miles de factores. Que un burócrata o un departamento de burócratas intenten controlar los precios es un ejercicio en futilidad que tiene efectos extremadamente nocivos y costosos para la salud de la economía y que además evidencia una tremenda ignorancia y engreimiento.
Santa Cruz de la Sierra, 26/02/10
sábado, 27 de febrero de 2010
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