Javier Paz García
La ruta antigua La Paz – Coroico conocida como el “camino de la muerte” y catalogada por el Banco Interamericano de Desarrollo como el camino más peligroso del mundo, es también uno de los destinos favoritos de los turistas, y con mucha razón.
El recorrido tiene un poco más de 60 km. y comienza en la cumbre, a 4.700 sobre el nivel del mar, a temperaturas que no son del agrado del cuerpo humano. El primer tramo es asfaltado y frio, y uno pedalea, más para calentarse que para avanzar, ya que todo es en bajada. En esta parte del recorrido uno circula entre montañas grises y puede ver algunos picos nevados en la lejanía. También se ven vertientes de agua cristalina a lo largo de todo el camino, la cual vale la pena probar.
Luego de una hora de viaje un tímido verde compuesto de musgos, yerbas y pequeños arbustos va invadiendo las montañas y el frio empieza a ceder. En unos momentos más llegamos al final del asfalto y comienza la parte de tierra.
A medida que uno desciende, ese tímido verde da paso a una explosión vegetal con montañas, cerros y valles exuberantes de vida; por unos minutos la neblina imposibilita la visión más allá de algunos metros y uno se olvida que hace poco se encontraba en el frio altiplánico. Luego aparecen los helechos, se acaba la neblina y arrecia el calor.
El camino es de tierra y por sectores no debe sobrepasar los tres metros de ancho, tiene siempre el muro de la montaña a un lado y el abismo al otro, sin ninguna barrera que proteja al ciclista o conductor de caer en el mismo. La ruta zigzaguea siguiendo la topología accidentada y difícil de la zona, bordeando montañas y cerros y bajando poco a poco hacia los valles. Todo el recorrido es en descenso, a veces con una pendiente bastante pronunciada. Observar desde lejos esta serpiente de tierra construida por el hombre es en sí mismo uno de los atractivos del viaje.
A pesar de que existe una ruta alternativa, todavía circulan algunos vehículos por el camino viejo, por lo que es recomendable entrar a las curvas con precaución. Encontrarse de sorpresa con un vehículo puede ser fatal debido a lo estrecho de la vía. Sin embargo, el paseo en bicicleta no es una carrera y tal vez el mayor peligro para el ciclista es quedar deslumbrado ante la belleza de los panoramas que a cada momento se le ofrecen. Quienes intentan esta aventura no lo hacen por conocer Coroico o hacer ejercicios, sino por la adrenalina de andar por el camino más peligroso del mundo y ver en tan corto tramo, desde la nieve de las montañas hasta el verde de la selva subtropical, con paisajes de una belleza y variedad incomparables.
Al final cuando uno llega al pueblo de Yolosa, el punto más bajo, ha recorrido aproximadamente 60 km.; ha montado en bicicleta alrededor de 4 horas; ha descendido desde los 4.700 m.s.n.m. hasta los 1.185 m.s.n.m., un total de 3.515 metros; y ha experimentado temperaturas de alrededor 5 grados centígrados en el inicio para concluir con temperaturas cercanas a los 30.
Ese es un buen momento para tomar una cerveza.
La Paz, 28/05/09
jueves, 4 de junio de 2009
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