Imagine que tiene cierta cantidad de tierra cultivable, pero no tiene semilla para cultivar. Pues usted sufre de falta de capital (la semilla) y por tanto no podrá producir nada. Ahora imagine que tiene la semilla, pero no tiene ningún instrumento para sembrar, excepto sus propias manos. Entonces podrá sembrar y cosechar con sus propias manos y producir algo de semilla. Ahora imagine que adquiere un arado, lógicamente su producción se va a incrementar. Ahora imagine que en vez del arado, tiene una yunta de hueyes, o en vez de los hueyes tiene un tractor viejo y cacharro que se le para fregando, o en vez del tractor viejo tiene un tractor nuevo, último modelo con GPS incluido. En cada uno de los casos, su capacidad de producción se incrementa, debido a que usted está incrementando su capital sobre un mismo espacio de tierra.
Es que el capital no significa papel moneda. El capital es el resultado de trabajo acumulado. El arado de un campesino, es su capital, el automóvil de un taxista, es el capital del taxista. Alguien tuvo que invertir su tiempo para construir ese arado o ese automóvil, y de esa forma crear un bien duradero que sirve para mejorar la productividad del campesino y el taxista. En otras palabras, el campesino que usa su arado para labrar la tierra, está aprovechando del trabajo acumulado de la persona que fabricó el arado (sea una tercera persona o tal vez él mismo). Y si ese campesino pudiera incrementar ese trabajo acumulado (capital) pasando del arado al tractor, sin lugar a dudas que aumentaría su producción.
El capital físico de un país está dado por sus edificios, casas, carreteras, alcantarillados, instalaciones eléctricas, aparatos de teléfono, celulares, arados, tractores, vehículos, instalaciones industriales, computadoras, rieles de tren, trenes, conexiones de gas, oleoductos, gasoductos, equipos de telecomunicación, antenas, aparatos de radio, televisores, etc. Mientras un país tenga más de éstos, su población tendrá mayor producción y niveles de vida.
Cuando el ser humano combina su trabajo con el capital, su productividad aumenta. Por ejemplo, el campesino que posee un arado puede trabajar un determinado espacio de tierra en menos tiempo. O de la misma manera en un determinado espacio de tiempo, puede trabajar sobre una superficie mayor de tierra.
El valor del capital radica precisamente en eso: que aumenta la productividad del trabajo humano y permite mejores niveles de vida.
El campesino que avanza de usar un arado a usar un tractor, logra una mayor producción. Con una mayor producción, el campesino puede intercambiar sus excedentes para construirse una casa más cómoda, costear un tratamiento médico, o mejorar su alimentación, es decir, el campesino mejora su nivel de vida. Vale la pena recalcar que el campesino no trabaja más que antes, trabaja las mismas horas, pero el producto de su trabajo se multiplica debido al aumento del capital.
Cuando una empresa adquiere computadoras, aumenta la cantidad de capital por trabajador, y por tanto aumenta su productividad. El transportista que lleva su carga por una carretera asfaltada aumenta su productividad con respecto a uno que va por una carretera ripiada. Los países de mayor desarrollo son precisamente aquéllos que tienen un alto nivel de capital acumulado en carreteras, computadoras, tractores, etc.
Es por lo tanto evidente que un país debería promover políticas que incentiven el incremento del capital físico del país, y pasar por el más riguroso análisis crítico y escrutinio aquellas políticas que tiendan a desincentivar el mismo.
La Paz, 19/06/08