Javier Paz García
Estimado Don Francisco de Quevedo y Villegas:
Es un honor dirigirme a vuesa merced y es menester que me disculpe por tardar cuatro siglos en responder a vuestra carta. La razón es que este humilde servidor apenas nació hace 27 años y recién leyó su misiva hace 6. Para compensar la demora, deseo poner al día a vuesa merced sobre algunas cosas que han cambiado en estos casi 400 años que nos separan. Por ejemplo ya no se usa ‘vuesa merced’ y en ves de ello decimos ‘tú’, ‘usted’ o ‘vos’. Las Indias Occidentales ya no son colonias de España. El hombre ha inventado máquinas que vuelan y un viaje que antes tardaba 3 meses en carabela, ahora se hace en 1 día. También hay aparatos que permiten tener una conversación entre dos personas sin importar la distancia que los separe. Para vuestro gusto le cuento que vuesa merced sigue siendo leído y admirado y para vuestro disgusto que no ha alcanzado la fama de su contemporáneo Don Miguel de Cervantes Saavedra. También le hago saber que yo me siento más atraído por vuestros ensayos burlescos de pedos, putas y vírgenes más que por vuestra obra seria como ser “La vida de Marco Bruto”. En fin, son tantas cosas las que han cambiado en casi 400 años que vuesa merced se sentiría totalmente maravillado y desorientado en estos tiempos.
Pero algunas cosas no han cambiado y es que seguimos tan cornudos como hace 1000 años. Habemos los cornudos contentos, cornudos orgullosos, cornudos sinvergüenzas, cornudos con vergüenza, cornudos albinos, cornudos rabiosos, cornudos desentendidos, cornudos felices, cornudos resignados, cornudos sorprendidos, cornudos amargados, cornudos por deporte, cornudos profesionales, protocornudos, cornudillos y toda una gama de cornudos imposible de enumerar. Lo bueno de ser cornudo es que no se necesita dar examen, ni aportar dinero, ni tener título de nobleza para serlo, por ello es que aunque un hombre no sea nadie ni sirva para nada, aunque sea puede ser cornudo. Y ya somos tantos los cornudos que me siento tentado a abrir una cornudería como vuesa merced sugiere y prestándome un slogan de mi municipalidad, anunciarla con bombos y platillos bajo la pancarta de que “cornudos somos todos”. Y no es broma lo de abrir una cornudería ya que no deben faltar señores pulcros y bien habidos que necesitan pulir sus cornamentas y dejarlas brillantes y que por falta de este servicio y para no mostrar malas fachas, prefieren andar escondidos. Otros no querrán mostrar sus protuberancias por pura vergüenza, pero habrá que recordarles la frase que dice que “nadie muere mocho”. Además como vuesa merced también hizo notar en su carta, queda demostrado que nunca es malo ser cornudo “porque si la mujer es buena, comunicarla con los próximos es caridad y si es mala, es alivio propio”.
Sin más que agregar y deseando a vuesa merced un placentero descanso junto a sus mujeres y sus cuernos, me despido muy atentamente.
Santa Cruz, 14/08/07.
lunes, 20 de agosto de 2007
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1 comentario:
nadie muere mocho dice el dicho
saludos!
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