Javier Paz
García
El
6 de agosto de 2012 marca otro hito en la construcción de un Estado totalitario
y hacia las restricciones de las libertades y los derechos civiles y políticos
en Bolivia: el gobierno obligó a todos los canales de televisión y radios a
transmitir el mensaje presidencial. Que yo recuerde, ningún gobierno
democrático había implementado tal medida. Sé que en las dictaduras se cerraban
medios, no sé si se los obligaba a transmitir los mensajes del gobierno.
Es
típico de los dictadores y en general de aquellos con tendencias totalitarias
asumirse superiores a los demás; superiores intelectual y moralmente para
decidir en nombre de todos qué es importante, qué es correcto, qué es adecuado,
qué es bueno y qué no lo es. Esa superioridad de la que se creen poseedores los
capacita para acumular poder a costa de reducir la libertad del resto de las
personas; todo, por supuesto, en nombre de velar por el bienestar de las
personas. Una muestra de ello sucedió este 6 de agosto, fecha en que Bolivia
cumple un año más de independencia. El argumento del gobierno es que debido a
la importancia del mensaje, debía ser escuchado por todos. ¿Pero por qué no
dejar que cada uno decida lo que considera importante? Existe por lo menos un
canal y una radio del Estado que emiten su señal en todo el territorio
nacional, entonces cualquier persona que considerase importante el mensaje
presidencial podría haber sintonizado tales medios. ¿Por qué entonces obligar a
todos los medios a transmitir lo mismo? Tal vez si estuviéramos al borde de una
guerra o alguna catástrofe de esas proporciones se justificaría una medida así,
¿pero escuchar al presidente explicar cuan maravillosa es su gestión amerita
una cadena nacional? Por supuesto que la respuesta es afirmativa para los
actuales inquilinos del poder, pero no deja de ser paradójico que hablen de
democratizar los medios y sin embargo obliguen a todos los medios a transmitir
lo mismo; que hablen de empoderar y dignificar al ciudadano, y sin embargo le
quiten hasta la potestad de decidir qué quiere mirar por televisión o escuchar
por radio.
Hemos
tenido nuestra primera cadena presidencial al estilo de la Venezuela de Chávez.
Tal vez para muchos esto no signifique mucho, para mí es nuevo un paso hacia la
concentración del poder total, “político, económico y cultural”, como alguna
vez lo declaró el vicepresidente. Es un paso más hacia el cercenamiento de las
libertades civiles y políticas por las que lucharon los héroes de la
independencia, libertades que son el fin máximo de cualquier república. Y así
van avanzando, con cosas que parecen poco, con medidas, que tal vez por ser
pequeñas o paulatinas no causan mucho revuelo… o tal vez la maquinaria de miedo
y amedrentamiento del gobierno ha logrado acallar a las mayorías. El hecho es
que poco a poco pero inexorablemente la libertad en Bolivia se va reduciendo.
Santa Cruz de la
Sierra, 10/08/12
http://javierpaz01.blogspot.com/
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