Javier Paz
García
Bajo
la óptica liberal la principal función del Estado es proteger las libertades
individuales; la constitución debe proteger las libertades del individuo y
definir los límites del Estado en cuanto a su capacidad para afectar dichas
libertades; las Fuerzas Armadas tienen el propósito de proteger a los ciudadanos
de amenazas externas; y el sistema de justicia y la policía tienen como función
principal dirimir controversias entre los habitantes, proteger la vida y la propiedad de las
personas y castigar a aquéllos que violen la ley. Estas son, a grandes rasgos
las principales funciones de un Estado republicano liberal.
El
Estado es un medio, no un fin. Cuando el Estado se convierte en un fin en sí
mismo, de tal manera que la principal función del Estado es fortalecerse y
engrandecerse a sí mismo, éste pierde su esencia filosófica liberal. En
realidad el Estado no piensa ni actúa por sí mismo sino a través de los
gobernantes de turno. Y cuando los gobernantes de turno hablan de engrandecer y
fortalecer al Estado, a menudo a lo que se refieren es a incrementar el poder
que ellos tienen, en desmedro de las libertades del resto de los ciudadanos. Y
en nombre de la grandeza de la patria hacen de la constitución y las leyes instrumentos
para limitar las libertades individuales a favor de un Estado cada vez más
enquistado en los asuntos privados de las personas; usan a las Fuerzas Armadas
para atacar y destruir “enemigos internos” a quienes por ser tales, no se les
respetan sus derechos civiles y políticos; Manejan el sistema de justicia y la
policía como armas de represión y persecución política.
Las
consecuencias políticas de esta situación son: desconfianza en el sistema de
justicia y la policía, miedo al Estado, violación de derechos civiles y
políticos, acoso y persecución a opositores, arbitrariedad en las decisiones de
gobierno, censura y control de la prensa, falta de garantías a la propiedad
privada, inseguridad jurídica.
Las
consecuencias económicas son: reducida inversión privada, fuga de capitales,
migración de las personas al exterior, mayor corrupción en los gastos del
Estado, bajo crecimiento económico, pobreza, desempleo.
Por
ello, quienes deseen remediar las consecuencias políticas y económicas aquí
descritas, deben entender sus causas. Atacar solo las consecuencias es inútil y
a menudo contraproducente.
Santa Cruz de la
Sierra, 30/10/11
http://javierpaz01.blogspot.com/
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